La cara de Venancio G. Velasco "casi siempre fue una sonrisa iluminada"
![[Img #41510]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2019/428_815.jpg)
“Creo que hoy es un día destacado para todos nosotros pues vamos a hablar de un hombre en toda su personalidad y hondura, sencillo, cabal, honrado, discreto y también enigmático”. De esta manera comenzaba la profesora María Jesús Alonso Gavela su discurso en honor a Venancio García Velasco, el genial guitarrista astorgano que este sábado recibía un homenaje en el Teatro Gullón con el concierto de Massimo Agostinelli, uno de los intérpretes que mejor conoce la obra de García Velasco. La presentación del acto corrió a cargo de Ricardo García, que en su preludio titulado ‘Vida y obra de Venancio García Velasco’, leyó primero el trabajo publicado en ‘Astórica 30’, de Venancio García Ovies, hijo del guitarrista, para seguir con un resumen de la obra de Venancio y terminó con un par de anécdotas de su encuentro personal con el guitarrista, antes de dar paso al resto de participantes.
María Jesús Alonso Gavela se lamentaba de que “quizás este reconocimiento llega un poco tarde.” “Pero no importa, hoy día 26 de enero de 2019 celebramos la importancia de Venancio como músico y persona, que solo vivió 54 años. 1930-1984. Aquí está, estamos su familia y sus amigos para festejarlo.” Fueron variadas las reflexiones sobre la música y los músicos y las generaciones musicales que desembocaron siempre sobre la música y la particularidad musical de Venancio García: “Una melodía interior que se oye en los sueños, un susurro que apenas se escapa y parece maravilla, y luego esa visión efímera trasladarla a la guitarra como hizo él, con buena técnica y una pericia indiscutibles(…)”
Alonso Gavela comparó a Venancio con otros grandes guitarristas y dijo también de él: “Que a sus grandes dotes como guitarrista añadió la del profesor preocupado por sus alumnos y por difundir los beneficios de la música a toda persona y con gran sentido social como demostró en la parroquia de Rectivía, preparando coros y clases a quien quisiera acercarse, de una manera altruista y desinteresada. También hizo transcripciones de las grandes piezas de la música, a la guitarra…” También se refirió a las creaciones y características de los músicos pertenecientes a la generación de 1951, de la que formó parte Venancio, junto con Segundo Pastor, Carmelo Bernaola, Ramón Barce, Tomás Marco y Ángel Barja. También mencionó juicios y reseñas que “grandes artistas” han hecho sobre la música que serían aplicables a Venancio. Así lo ejemplificaba: dice Beethoven que “el genio se compone de 2% de talento y 98% de aplicación.” “Freddy Mercury decía que si te sientes solo y escuchas música llenarás el vacío de tu alma”.
![[Img #41509]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2019/835_759.jpg)
El homenajeado realizó un corto camino (por la vida), pero lleno de trabajo creador, apostillaba María Jesús: “Es Venancio con todo merecimiento otra leyenda más de la música moderna leonesa y española y uno de los mejores maestros de la guitarra española”.
José Bernardo Díez, quien fuera íntimo amigo de Venancio García Velasco, realizó una emotiva y entrañable semblanza de Venancio: “Pinceladas repletas de cercanías y de cariño.” Recordó la importante faceta humana de Venancio: “Dotado de una inteligencia poco común y de una asombrosa capacidad de trabajo, que en su portentosa memoria cabía todo(...), manifestó en alguna ocasión que en el maravilloso silencio de su ciudad natal de Astorga aprendió a pulsar las cuerdas de la guitarra, porque los sonidos del instrumento que iba a llenar su acontecer comenzaron a vibrar en el silencio que se respira en Astúrica. Un grave silencio que solo se atreven a romper murmullos ocasionales las campanas.” “Pero sobre todo -continuaba diciendo-, el rasgo más llamativo de todos era su bondad y su inevitable consecuencia: la alegría. Esta era constante de su carácter. La risa fluía a borbotones, en los ojos, en las manos, en todo su semblante. Se reía de las normas que a otros nos aprisionan y de los vulgares problemas que a otros atenazan. Su cara casi siempre fue una sonrisa iluminada.” “Tuvo una inclinación apasionada en todo tiempo y en todo lugar a todo lo que se relacionaba con Astorga,... y amor por encima de todo y hasta siempre a Dios.”
![[Img #41511]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2019/6347_826.jpg)
Recordó con pasión y esperanza el último trabajo, su última lección postrera, en Rectivía: “Al traspasar sombras (de la Iglesia de San Pedro de Rectivía) y con el oído amorosamente pegado a la madera que recubría su cuerpo en paz, escuché casi con reverencia su postrera sinfonía. Allí, entre los apasionados cánticos de su misa desarrolló con sencillez la explicación de su vida: trabajo creativo, lealtad a sí mismo y entrega plena. Alegría repleta de esperanza.”
Un ultimo testimonio se proyectaba sobre la pantalla del escenario del ‘Gullón’. “Un recuerdo de la familia de Pepín Silva” que hilvanaba los momentos de vida y alegría que compartieron juntos. De fondo la interpretación de Venancio García Velasco de ‘La Peregrina’ remarcaba la permanencia de su profunda amistad.
Tras las imágenes dio comienzo la interpretación a la guitarra de composiciones o arreglos de Venancio García Velasco por parte de Massimo Agostinelli.
![[Img #41510]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2019/428_815.jpg)
“Creo que hoy es un día destacado para todos nosotros pues vamos a hablar de un hombre en toda su personalidad y hondura, sencillo, cabal, honrado, discreto y también enigmático”. De esta manera comenzaba la profesora María Jesús Alonso Gavela su discurso en honor a Venancio García Velasco, el genial guitarrista astorgano que este sábado recibía un homenaje en el Teatro Gullón con el concierto de Massimo Agostinelli, uno de los intérpretes que mejor conoce la obra de García Velasco. La presentación del acto corrió a cargo de Ricardo García, que en su preludio titulado ‘Vida y obra de Venancio García Velasco’, leyó primero el trabajo publicado en ‘Astórica 30’, de Venancio García Ovies, hijo del guitarrista, para seguir con un resumen de la obra de Venancio y terminó con un par de anécdotas de su encuentro personal con el guitarrista, antes de dar paso al resto de participantes.
María Jesús Alonso Gavela se lamentaba de que “quizás este reconocimiento llega un poco tarde.” “Pero no importa, hoy día 26 de enero de 2019 celebramos la importancia de Venancio como músico y persona, que solo vivió 54 años. 1930-1984. Aquí está, estamos su familia y sus amigos para festejarlo.” Fueron variadas las reflexiones sobre la música y los músicos y las generaciones musicales que desembocaron siempre sobre la música y la particularidad musical de Venancio García: “Una melodía interior que se oye en los sueños, un susurro que apenas se escapa y parece maravilla, y luego esa visión efímera trasladarla a la guitarra como hizo él, con buena técnica y una pericia indiscutibles(…)”
Alonso Gavela comparó a Venancio con otros grandes guitarristas y dijo también de él: “Que a sus grandes dotes como guitarrista añadió la del profesor preocupado por sus alumnos y por difundir los beneficios de la música a toda persona y con gran sentido social como demostró en la parroquia de Rectivía, preparando coros y clases a quien quisiera acercarse, de una manera altruista y desinteresada. También hizo transcripciones de las grandes piezas de la música, a la guitarra…” También se refirió a las creaciones y características de los músicos pertenecientes a la generación de 1951, de la que formó parte Venancio, junto con Segundo Pastor, Carmelo Bernaola, Ramón Barce, Tomás Marco y Ángel Barja. También mencionó juicios y reseñas que “grandes artistas” han hecho sobre la música que serían aplicables a Venancio. Así lo ejemplificaba: dice Beethoven que “el genio se compone de 2% de talento y 98% de aplicación.” “Freddy Mercury decía que si te sientes solo y escuchas música llenarás el vacío de tu alma”.
![[Img #41509]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2019/835_759.jpg)
El homenajeado realizó un corto camino (por la vida), pero lleno de trabajo creador, apostillaba María Jesús: “Es Venancio con todo merecimiento otra leyenda más de la música moderna leonesa y española y uno de los mejores maestros de la guitarra española”.
José Bernardo Díez, quien fuera íntimo amigo de Venancio García Velasco, realizó una emotiva y entrañable semblanza de Venancio: “Pinceladas repletas de cercanías y de cariño.” Recordó la importante faceta humana de Venancio: “Dotado de una inteligencia poco común y de una asombrosa capacidad de trabajo, que en su portentosa memoria cabía todo(...), manifestó en alguna ocasión que en el maravilloso silencio de su ciudad natal de Astorga aprendió a pulsar las cuerdas de la guitarra, porque los sonidos del instrumento que iba a llenar su acontecer comenzaron a vibrar en el silencio que se respira en Astúrica. Un grave silencio que solo se atreven a romper murmullos ocasionales las campanas.” “Pero sobre todo -continuaba diciendo-, el rasgo más llamativo de todos era su bondad y su inevitable consecuencia: la alegría. Esta era constante de su carácter. La risa fluía a borbotones, en los ojos, en las manos, en todo su semblante. Se reía de las normas que a otros nos aprisionan y de los vulgares problemas que a otros atenazan. Su cara casi siempre fue una sonrisa iluminada.” “Tuvo una inclinación apasionada en todo tiempo y en todo lugar a todo lo que se relacionaba con Astorga,... y amor por encima de todo y hasta siempre a Dios.”
![[Img #41511]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2019/6347_826.jpg)
Recordó con pasión y esperanza el último trabajo, su última lección postrera, en Rectivía: “Al traspasar sombras (de la Iglesia de San Pedro de Rectivía) y con el oído amorosamente pegado a la madera que recubría su cuerpo en paz, escuché casi con reverencia su postrera sinfonía. Allí, entre los apasionados cánticos de su misa desarrolló con sencillez la explicación de su vida: trabajo creativo, lealtad a sí mismo y entrega plena. Alegría repleta de esperanza.”
Un ultimo testimonio se proyectaba sobre la pantalla del escenario del ‘Gullón’. “Un recuerdo de la familia de Pepín Silva” que hilvanaba los momentos de vida y alegría que compartieron juntos. De fondo la interpretación de Venancio García Velasco de ‘La Peregrina’ remarcaba la permanencia de su profunda amistad.
Tras las imágenes dio comienzo la interpretación a la guitarra de composiciones o arreglos de Venancio García Velasco por parte de Massimo Agostinelli.






