Topolina y la navaja del moro escondida en el Teleno
El título de este reportaje podría parecer el de un cuento, pero no, es real. La protagonista es Isasy Cadierno, una buscadora profundamente unida al monte sagrado de la Somoza, que ofrece uno de esos oasis de agua y frescor en el navegar por las redes sociales donde se le localiza bajo el nombre de Topolina (el topo de Molinaferrera, donde nació). Desde ahí, en la red de Internet, a través de fotografías y comentarios, va desnudando el Teleno y su perfil de monte esculpido por el hombre a golpe de oro y sacrificios ancestrales. Ahora sus fotos han traspasado la frontera de lo virtual y se pueden ver colgadas en las paredes de 'La Venta de Goyo' en Valdespino de Somoza.
![[Img #41741]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2019/6581_embutidos-rodriguez-058.jpg)
Isasy Cadierno forma parte de la tribu de magos que campan en Maragatería. No 'vende' pócimas mágicas ni falsos mitos, ella cada vez que se asoma a su grupo de Facebook, Topolina-Teleno, es para responder a un 'por qué': "El Teleno tiene unos 400 o 500 millones de años pero está 'tocado' en todos sus valles. ¿Cómo sería en su origen? Lo hoy que vemos es una estructura totalmente manipulada, todo lo tenían tan planificado que hasta la última piedra posada representa algo importante dentro del conjunto de ingeniería" romana dedicada a la extracción del oro. Ella habla en tercera persona de los magos porque no se da cuenta de que forma parte de ese grupo de habitantes de la Somoza, que como ella misma describe, tienen "sabiduría, son personas que como mi abuela no saben escribir y simplemente con mirar donde caía un rayo entendían. Son gente que está en sintonía con lo que hacen, a lo mejor no entienden lo que le vas a contar que tiene aquella piedra, pero están ahí porque son la piedra".
El rastreo del monte que da sentido a la Somoza, la Valduerna o la Valdería, Isasy lo inició en Molinaferrera de la mano de su abuela Leonor, "nos llevaba a los nietos de paseo al canal romano y nos contaba historias mientras merendábamos. Siempre iba buscando cosas con su palo, para ella la idea era que algo tenía que haber enterrado. Quería encontrar algo de los moros porque había escuchado que hacían unas navajas muy bonitas y ella quería una porque tenía que ser lo más maravilloso del mundo. La abuela nunca encontró nada pero siempre buscó".
![[Img #41746]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2019/9878_isasy.jpg)
Para Isasy, el Teleno es algo íntimo, familiar, que alberga un mundo fantástico y de búsqueda. En sus caminatas, la memoria de la abuela siempre está presente, "a mí, esa intención de búsqueda siempre me dejó intrigadísima, he ido a buscar donde iba ella, con otra idea distinta y sabiendo algunas cosas más", por ejemplo que cuando alguien en un pueblo dice "allí donde el moro" hay que prestar mucha atención porque "el moro lo asocias inmediatamente con antigüedad y es un primer indicio de algo". Fue así como descubrió la mina de origen primario de Las Cabuercas entre Lucillo y Villalibre de Somoza, una de las joyas de la ingeniería romana que estudiosos y expertos buscaron durante años sin ningún resultado. "A veces es suerte. Hay cosas que son inevitables y te van a venir a la mano. Cuando llegué allí y vi aquella estructura, dije esto es una mina y nadie la había visto. Me puse en contacto con Roberto Matías [ingeniero de Minas, gran explorador y conocedor de la explotación aurífera del Teleno], vino y se quedó asombrado, un compañero suyo llevaba toda la vida buscando referencias de origen primario, y decía que tenía que haber, que tenía que haber, y todos los demás le decían que no, que no, que en el Teleno no había".
Pero Isasy la encontró. Era una explotación de origen primario trabajada con fuego y agua para romper las rocas "que desmenuzaban en molinos de piedras cuadradas que las traían de la zona de Ponferrada y Zamora. Empezaban a machacar hasta hacer polvo la roca, después lo bateaban y sacaban oro. Se llaman de origen primario porque viene de la roca", explica la buscadora quien precisa que "el Teleno está trabajado igual que Las Médulas, son minas de origen secundario en las que después de la demolición bateaban la tierra, se separaba en las escombreras, que hay montones de ellas, hacían canales de lavado por donde reconducían la tierra y el agua mientras el oro iba cayendo abajo porque pesa; con el agua tenían el trabajo hecho, en cambio en el primario, no, tenían que buscar la veta de cuarzo y había que ir a por él".
Y en esas marchas por los caminos en las que Isasy es capaz de ver e imaginar la enorme actividad minera que generó la explotación a cielo abierto romana, la abuela, al final, le marca el camino: "Me conmueve pensar que desde hace más de mil años (vamos a pensar en la etapa romana no antes) hay elementos que están ahí, no se han alterado ni se han tocado, eso es algo extraordinario. Encontrarte con un molino de oro me hace pensar en el esclavo, o en ese trabajador, o en ese romano que estaba moliendo el oro y de repente se marchó, y la piedra de moler se quedó ahí posada, nadie la tocó más".
![[Img #41747]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2019/2563_isayyyy.jpg)
![[Img #41743]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2019/9161_isasy1.jpg)
El ojo de Topolina ve más allá del común de los mortales que subimos el Teleno para perder nuestra vista en el paisaje desde sus 2.188 metros de altitud. Sí es verdad que el último tramo hasta hacer cumbre la acumulación de grandes piedras no parece muy natural, pero no sabemos ver. "Isasy tiene una percepción muy particular, porque ella es capaz de separar, porque hay que saber mirar las montañas aunque hayas nacido en ellas. Ella saber ver", puntualiza su hermana, Nuria Cadierno, mujer creativa con el lápiz y el pincel, a quien la abuela también le dejó poso para mirar con una sensibilidad especial el Teleno.
Las cientos de incursiones de Isasy en el Mars Tilenus están registradas en su cámara de fotos. Su abuela iba con el palo para escarbar en la tierra y la nieta utiliza el visor para hurgar en los contornos de la montaña. "El Teleno que yo he buscado es ese Teleno que guarda una historia impresionante" con unas 90 obras, dos acueductos para transportar agua para trabajar en las minas más alejadas, "unas obras de ingeniería impactantes", puntualiza. Están los túneles en las caras norte y sur que atraviesan la roca para trasvasar el agua, también las termas romanas en el poblado de Las Rubias a 1.700 metros de altura en la zona de Corporales, "impactantes por el deterioro tan grave que tienen, estuvieron sometidas a expolios durante todos estos años", explica. "Los canales siempre se creyó que iban a Las Médulas, pero no es así, todos están hechos para trabajar en el Teleno. Los canales nivales que transportaban el agua de las acumulaciones de nieve. Todas las catas que hicieron para valorar si había cantidad de oro, se ven las raspaduras en el cuarzo que se llevaban para moler y ver si merecía la pena", describe con la precisión de un entómologo.
![[Img #41745]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2019/3857_isasy3.jpg)
Lo curioso del buscar de Topolina es que, en realidad, la minería romana se ha cruzado en su camino sin pretenderlo porque ella en realidad persigue "los vestigios prehistóricos. Voy buscando esa piedra que tenga ese mensaje. Me gustan mucho los castros. Para que la piedra tenga ese mensaje tiene que estar en un contexto. A mí la teoría de los solsticios, equinoccios, lunasticios me pierde un poco. Mis referentes van sobre el suelo, soy muy de tierra, lo tengo que tocar, esas energías sin querer te atraen, pero siempre en lugares que tengan contenidos o referencias históricas, como caminos de trashumancia, lugares donde hay cuarzos blancos que están muy asociados a la prehistoria porque eran protectores".
![[Img #41740]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2019/5036_isasy5.jpg)
![[Img #41742]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2019/8952_isassy4.jpg)
Cambiando con facilidad el 'chip' comienza a recorrer otro Teleno y sus inmediaciones: en Filiel tenemos un registro del Paleolítco, se han encontrado dos herramientas que están en el Museo de León, dos bifaces. Los petroglifos del Calcolítico. En todo ese tránsito hay zonas más ligadas a esas épocas que a época prerromana o romana. Pobladura de la Sierra, Molinaferrera…, hubo muchos castros, algunos considerados de origen celta. Hay un castro impresionante que conserva el muro y los fosos, entre Pobladura y Molina, hay otro como a dos kilómetros, el Castro de la Golpiera, tiene una roca cortada, se conservan las piedras de las cabañas y los asientos donde las hacían, precioso, impresionante. Están en la carta arqueológica.
En ese Teleno ancestral, Isasy también ha caminado con la abuela Leonor: "me doy cuenta de que hay lugares donde no hay ruido sobre todo asociados a castros o pastoreo, qué quiere decir, que hubo vida, es la principal conclusión a la que he llegado de tanto andar. Las poblaciones más antiguas elegían lugares donde tenían gran importancia las energías de la tierra, tenían más sensilidad para captarlas que nosotros por muchas razones, nosotros estamos contaminados".
Lo bueno de Topolina es que todo ese saber sobre el Teleno que ha ido almacenando desde la cuna lo está transmitiendo a quienes están interesados en conocer la riqueza que alberga el monte sagrado. Ella a través de las redes sociales o las rutas que organiza periódicamente por la zona, se ha convertido en el eslabón que nos transmite los secretos del Teleno: "nunca he tenido metas sólo pretendo que la gente se siga fascinando, crea en su historia y que los pueblos luchen, que no estén esperando a que alguien venga a enseñarles las cosas. Cada pueblo tiene su historia, es su origen. Que no dejen de luchar, porque para que las cosas no mueran depende de ellos y la gente ha mirado para otro lado todos estos años, unos queriendo y otros sin querer".
![[Img #41744]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2019/2112_isasy2.jpg)
Isasy Cadierno forma parte de la tribu de magos que campan en Maragatería. No 'vende' pócimas mágicas ni falsos mitos, ella cada vez que se asoma a su grupo de Facebook, Topolina-Teleno, es para responder a un 'por qué': "El Teleno tiene unos 400 o 500 millones de años pero está 'tocado' en todos sus valles. ¿Cómo sería en su origen? Lo hoy que vemos es una estructura totalmente manipulada, todo lo tenían tan planificado que hasta la última piedra posada representa algo importante dentro del conjunto de ingeniería" romana dedicada a la extracción del oro. Ella habla en tercera persona de los magos porque no se da cuenta de que forma parte de ese grupo de habitantes de la Somoza, que como ella misma describe, tienen "sabiduría, son personas que como mi abuela no saben escribir y simplemente con mirar donde caía un rayo entendían. Son gente que está en sintonía con lo que hacen, a lo mejor no entienden lo que le vas a contar que tiene aquella piedra, pero están ahí porque son la piedra".
El rastreo del monte que da sentido a la Somoza, la Valduerna o la Valdería, Isasy lo inició en Molinaferrera de la mano de su abuela Leonor, "nos llevaba a los nietos de paseo al canal romano y nos contaba historias mientras merendábamos. Siempre iba buscando cosas con su palo, para ella la idea era que algo tenía que haber enterrado. Quería encontrar algo de los moros porque había escuchado que hacían unas navajas muy bonitas y ella quería una porque tenía que ser lo más maravilloso del mundo. La abuela nunca encontró nada pero siempre buscó".
Para Isasy, el Teleno es algo íntimo, familiar, que alberga un mundo fantástico y de búsqueda. En sus caminatas, la memoria de la abuela siempre está presente, "a mí, esa intención de búsqueda siempre me dejó intrigadísima, he ido a buscar donde iba ella, con otra idea distinta y sabiendo algunas cosas más", por ejemplo que cuando alguien en un pueblo dice "allí donde el moro" hay que prestar mucha atención porque "el moro lo asocias inmediatamente con antigüedad y es un primer indicio de algo". Fue así como descubrió la mina de origen primario de Las Cabuercas entre Lucillo y Villalibre de Somoza, una de las joyas de la ingeniería romana que estudiosos y expertos buscaron durante años sin ningún resultado. "A veces es suerte. Hay cosas que son inevitables y te van a venir a la mano. Cuando llegué allí y vi aquella estructura, dije esto es una mina y nadie la había visto. Me puse en contacto con Roberto Matías [ingeniero de Minas, gran explorador y conocedor de la explotación aurífera del Teleno], vino y se quedó asombrado, un compañero suyo llevaba toda la vida buscando referencias de origen primario, y decía que tenía que haber, que tenía que haber, y todos los demás le decían que no, que no, que en el Teleno no había".
Pero Isasy la encontró. Era una explotación de origen primario trabajada con fuego y agua para romper las rocas "que desmenuzaban en molinos de piedras cuadradas que las traían de la zona de Ponferrada y Zamora. Empezaban a machacar hasta hacer polvo la roca, después lo bateaban y sacaban oro. Se llaman de origen primario porque viene de la roca", explica la buscadora quien precisa que "el Teleno está trabajado igual que Las Médulas, son minas de origen secundario en las que después de la demolición bateaban la tierra, se separaba en las escombreras, que hay montones de ellas, hacían canales de lavado por donde reconducían la tierra y el agua mientras el oro iba cayendo abajo porque pesa; con el agua tenían el trabajo hecho, en cambio en el primario, no, tenían que buscar la veta de cuarzo y había que ir a por él".
Y en esas marchas por los caminos en las que Isasy es capaz de ver e imaginar la enorme actividad minera que generó la explotación a cielo abierto romana, la abuela, al final, le marca el camino: "Me conmueve pensar que desde hace más de mil años (vamos a pensar en la etapa romana no antes) hay elementos que están ahí, no se han alterado ni se han tocado, eso es algo extraordinario. Encontrarte con un molino de oro me hace pensar en el esclavo, o en ese trabajador, o en ese romano que estaba moliendo el oro y de repente se marchó, y la piedra de moler se quedó ahí posada, nadie la tocó más".
El ojo de Topolina ve más allá del común de los mortales que subimos el Teleno para perder nuestra vista en el paisaje desde sus 2.188 metros de altitud. Sí es verdad que el último tramo hasta hacer cumbre la acumulación de grandes piedras no parece muy natural, pero no sabemos ver. "Isasy tiene una percepción muy particular, porque ella es capaz de separar, porque hay que saber mirar las montañas aunque hayas nacido en ellas. Ella saber ver", puntualiza su hermana, Nuria Cadierno, mujer creativa con el lápiz y el pincel, a quien la abuela también le dejó poso para mirar con una sensibilidad especial el Teleno.
Las cientos de incursiones de Isasy en el Mars Tilenus están registradas en su cámara de fotos. Su abuela iba con el palo para escarbar en la tierra y la nieta utiliza el visor para hurgar en los contornos de la montaña. "El Teleno que yo he buscado es ese Teleno que guarda una historia impresionante" con unas 90 obras, dos acueductos para transportar agua para trabajar en las minas más alejadas, "unas obras de ingeniería impactantes", puntualiza. Están los túneles en las caras norte y sur que atraviesan la roca para trasvasar el agua, también las termas romanas en el poblado de Las Rubias a 1.700 metros de altura en la zona de Corporales, "impactantes por el deterioro tan grave que tienen, estuvieron sometidas a expolios durante todos estos años", explica. "Los canales siempre se creyó que iban a Las Médulas, pero no es así, todos están hechos para trabajar en el Teleno. Los canales nivales que transportaban el agua de las acumulaciones de nieve. Todas las catas que hicieron para valorar si había cantidad de oro, se ven las raspaduras en el cuarzo que se llevaban para moler y ver si merecía la pena", describe con la precisión de un entómologo.
Lo curioso del buscar de Topolina es que, en realidad, la minería romana se ha cruzado en su camino sin pretenderlo porque ella en realidad persigue "los vestigios prehistóricos. Voy buscando esa piedra que tenga ese mensaje. Me gustan mucho los castros. Para que la piedra tenga ese mensaje tiene que estar en un contexto. A mí la teoría de los solsticios, equinoccios, lunasticios me pierde un poco. Mis referentes van sobre el suelo, soy muy de tierra, lo tengo que tocar, esas energías sin querer te atraen, pero siempre en lugares que tengan contenidos o referencias históricas, como caminos de trashumancia, lugares donde hay cuarzos blancos que están muy asociados a la prehistoria porque eran protectores".
Cambiando con facilidad el 'chip' comienza a recorrer otro Teleno y sus inmediaciones: en Filiel tenemos un registro del Paleolítco, se han encontrado dos herramientas que están en el Museo de León, dos bifaces. Los petroglifos del Calcolítico. En todo ese tránsito hay zonas más ligadas a esas épocas que a época prerromana o romana. Pobladura de la Sierra, Molinaferrera…, hubo muchos castros, algunos considerados de origen celta. Hay un castro impresionante que conserva el muro y los fosos, entre Pobladura y Molina, hay otro como a dos kilómetros, el Castro de la Golpiera, tiene una roca cortada, se conservan las piedras de las cabañas y los asientos donde las hacían, precioso, impresionante. Están en la carta arqueológica.
En ese Teleno ancestral, Isasy también ha caminado con la abuela Leonor: "me doy cuenta de que hay lugares donde no hay ruido sobre todo asociados a castros o pastoreo, qué quiere decir, que hubo vida, es la principal conclusión a la que he llegado de tanto andar. Las poblaciones más antiguas elegían lugares donde tenían gran importancia las energías de la tierra, tenían más sensilidad para captarlas que nosotros por muchas razones, nosotros estamos contaminados".
Lo bueno de Topolina es que todo ese saber sobre el Teleno que ha ido almacenando desde la cuna lo está transmitiendo a quienes están interesados en conocer la riqueza que alberga el monte sagrado. Ella a través de las redes sociales o las rutas que organiza periódicamente por la zona, se ha convertido en el eslabón que nos transmite los secretos del Teleno: "nunca he tenido metas sólo pretendo que la gente se siga fascinando, crea en su historia y que los pueblos luchen, que no estén esperando a que alguien venga a enseñarles las cosas. Cada pueblo tiene su historia, es su origen. Que no dejen de luchar, porque para que las cosas no mueran depende de ellos y la gente ha mirado para otro lado todos estos años, unos queriendo y otros sin querer".