Redacción
Domingo, 28 de Julio de 2013
Tierra, agua, fuego y aire en la despedida
El entierro del héroe astur Gausón ha bajado el telón de las Fiestas de Astures y Romanos. La pira funeraria con los restos del guerrero de la tribu de los Lancienses fue venerada por los astures y una representación romana encabezada por el César y miembros de su guardia. Con este acto, la recreación histórica se despide hasta el próximo año.
![[Img #4567]](upload/img/periodico/img_4567.jpg)
El entierro del héroe astur comenzó una vez finalizado el desfile protagonizado por siete tribus astures que se rebelaron contra la 'autoridad del poblado', después de que ésta decidiera suspender la comitiva en honor de los vencedores del Gran Circo Romano, a causa de la lluvia. La nube que empezó a descargar agua media hora antes de que empezara el desfile, se despejó tres minutos antes de las 21 horas. El chaparrón deslució el final de la fiesta.
![[Img #4566]](upload/img/periodico/img_4566.jpg)
Las honras funerarias a Gausón empezaron con una marcha de antorchas por el interior del campamento hasta la pira, donde el caudillo astur, Sebius, y la druidesa Dryadia, en cuyos brazos murió el guerrero, fueron los encargados de prender fuego a los restos mortales.
![[Img #4565]](upload/img/periodico/img_4565.jpg)
El rito está cargado de simbología. En presencia de los guiones y representantes de las distintas tribus se procedió a la ofrenda de los elementos básicos de la vida: tierra, aire, fuego y agua, con la que se puso el punto final a nueve días de actos festivos y culturales organizados por la Asociación de Astures y Romanos.
![[Img #4564]](upload/img/periodico/img_4564.jpg)
El entierro del héroe astur Gausón ha bajado el telón de las Fiestas de Astures y Romanos. La pira funeraria con los restos del guerrero de la tribu de los Lancienses fue venerada por los astures y una representación romana encabezada por el César y miembros de su guardia. Con este acto, la recreación histórica se despide hasta el próximo año.
El entierro del héroe astur comenzó una vez finalizado el desfile protagonizado por siete tribus astures que se rebelaron contra la 'autoridad del poblado', después de que ésta decidiera suspender la comitiva en honor de los vencedores del Gran Circo Romano, a causa de la lluvia. La nube que empezó a descargar agua media hora antes de que empezara el desfile, se despejó tres minutos antes de las 21 horas. El chaparrón deslució el final de la fiesta.
Las honras funerarias a Gausón empezaron con una marcha de antorchas por el interior del campamento hasta la pira, donde el caudillo astur, Sebius, y la druidesa Dryadia, en cuyos brazos murió el guerrero, fueron los encargados de prender fuego a los restos mortales.
El rito está cargado de simbología. En presencia de los guiones y representantes de las distintas tribus se procedió a la ofrenda de los elementos básicos de la vida: tierra, aire, fuego y agua, con la que se puso el punto final a nueve días de actos festivos y culturales organizados por la Asociación de Astures y Romanos.
