Roberto Prada Gallego
Sábado, 30 de Marzo de 2019

Más sobre conferencias y otros asuntos

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Este jueves nada más entrar en el auditorio una muchacha me propuso que la acompañara si era tan amable, la pregunté que si al baño, pero no me debió de escuchar porque la seguí y lo siguiente que dijo fue: “Aquí, por favor”. A A., la chica que ya conocen, la cambiaron de fila y aunque estábamos a la misma altura quedó a mi derecha, demasiado a la derecha, la colocaron, para que nos entendamos, casi en VOX. Llevaba una trenza en el pelo y una camiseta blanca de las que yo uso para dormir, en la zona media-baja unos pantalones justísimos de cuadros muy pequeños y no puedo señalar más porque no me fijé lo suficiente.  La sesión a cargo de María Emilia Casas Baamonde estuvo muy bien. La que fuera Presidenta del Tribunal Constitucional hizo hincapié en la desigualdad que existe todavía entre hombres y mujeres y dio la clave de dicha disparidad: cuando la mujer decide ser madre. Bien lo sabe ella que tiene cuatro hijos. Cuando habla de Derecho se le iluminan los ojos y lo hace con tanto mimo y profundidad que no es posible no quedarse fascinado al escucharla. Al salir del trance me fijé en que no me había pasado solamente a mí. La moderadora lo resumió mejor: “Ha sido fantástico, María Emilia”. Luego fue el turno de otro nombre compuesto, mejor dicho, hombre compuesto, porque mide dos metros. Se trataba de José María Fidalgo, sindicalista de CCOO y Licenciado en Medicina que se metió al público en el bolsillo (de forma figurada, se entiende) y nos hizo pasar una gran tarde. Para mí fue una sorpresa.

 

Una semana antes habían pasado por allí Zapatero y Rajoy, y como de este encuentro ya se ha hablado mucho no me extenderé. Solo dejaré constancia de que me pusieron a A. detrás y no pude ver su cara fácil de niña, tan fácil que parece sencillo retratarla. Buena impresión de ambos, tan es así que me sentía un poco estúpido al haberlos criticado y por un momento pensé en disculparme. Pero para qué.

 

También mejoró mi opinión, Soraya Sáenz de Santamaría, que dos semanas antes disertó sobre las mejoras que había introducido en el entramado jurídico-administrativo del Estado y advirtió sobre el peligroso momento de polarización que atravesamos, con la fragmentación de partidos políticos y lo que conlleva el diferenciarse: la imposibilidad de consenso. Tengo anotado en mi libreta “muy bueno” cuando mencionó que la política y el Derecho necesitan cocerse poco a poco mientras que ahora todo va a golpe de clic y todos los días parece acabarse el mundo y, poco más tarde, se olvidan las polémicas porque aparecen otras nuevas. No se fíen mucho de lo que yo apunto en la libreta porque cuando esa tarde me asignaron acomodo anoté: “Qué buen sitio me ha encontrado hoy la de protoculo”. En ese momento, supongo que me hizo gracia.

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