La plaza de toros

Guste o no guste la fiesta de los toros, las plazas de toros en nuestro país son patrimonio cultural con una fuerte raigambre social y una importancia influencia económica.

Hablar de la plaza de toros de nuestra ciudad, es hablar de la más antigua del noroeste español. Se inauguró en el año 1900 con dos magníficas corridas de toros en la que la afición abarrotó el aforo para ver a dos de los grandes toreros del momento: Enrique Vargas 'MINUTO' y Joaquín Navarro 'QUINITO'. Una afición exigente y conocedora del buen hacer taurino, que llenaba la plaza astorgana reportando taquillas importantes.

La desidia por parte del  Ayuntamiento hizo que en la década de los ochenta el deterioro estuviera a punto de hacerla desaparecer, algo que ya dábamos por hecho la mayoría de astorganos a finales de los noventa. Pero por alguna ráfaga de suerte, una veintena de empresarios de la zona se propusieron darle otra oportunidad  y para ello formaron una sociedad y pusieron cuarenta y ocho millones de las antiguas pesetas. El resultado fue espectacular y la plaza de toros que terminó de reconstruirse en el año 1990 se inauguró ese mismo año con una corrida en la que los matadores 'Jorge Manrique', el 'Boni' y el astorgano 'Julio Norte' lidiaron toros de El Rejón.
En el año 2000, el alcalde descubría, como no podía ser de otra manera, una placa conmemorativa en la misma plaza, en la que figuran los nombres de todos los que hicieron posible su reconstrucción.

Recuerdo que por aquel entonces desde el Ayuntamiento, se prometió a bombo y platillos que se arreglaría el entorno del coso astorgano con iluminación y zona ajardinada, además de una capa de riego asfáltica alrededor del mismo. Diecinueve años hace de estas declaraciones y lo único que se ha cumplido de aquella promesa, fue la colocación de unas farolas y algo parecido a un riego asfáltico. De las zonas ajardinadas no hay señales de vida y lo que es peor, la zona suele estar sucia y en un estado palpable de abandono.

Pues bien, desde mi modesta opinión, se debería estudiar por parte de nuestra Corporación, el darle a este inmueble la relevancia que merece. Para ello se puede comenzar con el arreglo del entorno, que para más inri tiene en sus aledaños el aparcamiento de caravanas, la entrada a la zona deportiva de COSAMAI y la de vehículos al propio Centro Ocupacional. Se debería asfaltar en condiciones su entorno, ajardinar la zona y poner árboles que no la tapen en pocos años como ocurre con otros monumentos de la ciudad, con bancos para poder sentarse y todo tipo de mobiliario que pueda surgir de la imaginación del concejal de turno. La propia Plaza, necesita de arreglos en sus paredes exteriores y chirrían en exceso los carteles descoloridos con propaganda desfasada. 

Todo ello pondría en valor este nuevo espacio y relanzaría lo que para mí y muchos astorganos es un monumento. Un monumento olvidado que se construyó hace 120 años gracias al esfuerzo de muchos astorganos que lograron levantar esta Plaza de Toros en un tiempo récord por el método de la hacendera, con parte de las piedras que en su día formaban la construcción del castillo- fortaleza de los marqueses de Astorga. 
Por otra parte no se entiende, que este edificio emblemático se use dos veces al año y una de las veces sea para el Circo Romano. Yo reivindico otra vida para esta 'Plaza de Toros' que fue reconstruida con el empeño de un grupo astorganos y que solo por ello merece más atención por parte de nuestro Ayuntamiento. Creo que no estaría demás plantearse el darle vida, convertirla en un edificio polivalente en el que no solo tengan cabida festejos taurinos, sino además conciertos, deportes, actos culturales y de ocio y hasta mercados o ferias. No me sirve la disculpa política, de que la sociedad que la reconstruyó la tiene adjudicada por setenta años. Todo es negociable.

En otros lugares han sabido poner en valor estos edificios. Yo pido un proyecto 'discreto y razonable' para nuestra Plaza de Toros.