El simbolismo multiplicado del encuentro de San Justo

En la procesión del Encuentro de San Justo de la Vega, organizada por la cofradía de La Santa Cruz y Nuestro Padre Jesús Nazareno, desfilan el tradicional San Juanico de la Carrera, más ágil que el de Astorga, aunque aquí lo portan muchachos más jóvenes. La procesión se abre con la Cruz Verde, luego le siguen la tradicional Flagelación, la Verónica, la Dolorosa y la imagen del Nazareno.

Al poco de comenzar el sermón en la Plaza Mayor, San Juanico sale disparado por la vía que va hacia la carretera, allí le está esperando la Dolorosa. San Juan, tras una venia le indica lo que sucede y le acompaña hasta la plaza donde se encuentra con el Nazareno y los pasos se funden para 'conversar' entre los dos.

Ahora la procesión se detiene, en su deambular, en la plaza del monumento a los Donantes de Sangre, obra del artista de San Justo, Sendo. El simbolismo se intensifica al través de esas manos que piden de urgencia y las que desprendidamente dan, máximo cuando a esa ventana se asoma el Crucificado.

Es de señalar el sentido Miserere que se canta durante todo el recorrido de la procesión y la gran devoción del pueblo de San Justo que acude puntualmente año a año a la cita.