Una treintena de historias llenas de esperanza conviven en el centro de refugiados de Pradorrey
Astorga y Maragatería se han convertido en lugar de acogida de refugiados gracias al centro gestionado por Accem desde hace dos meses en Pradorrey. Este jueves 20 de junio, en el que se celebra el Día Mundial de las Personas Refugiadas, los acogidos han bajado a la Plaza Mayor para que los astorganos conozcan sus historias marcadas por el desarraigo y la huida de sus países en guerra o machacados por crisis políticas y económicas.
![[Img #44268]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/06_2019/2545_dsc_6490.jpg)
No hay nada más revelador para entender lo que significa huir de tu casa y de tu país hacia lo desconocido, que escuchar a los propios refugiados contar cómo y por qué han tenido tenido que tomar esa difícil decisión en su vida. Este jueves en la mesa informativa colocada por Accem en la Plaza Mayor de Astorga se puede realizar ese acercamiento bien contactando personalmente con los refugiados o bien leyendo sus historias, sus esperanzas, sus deseos... que han dejado escritas en los papeles introducidos en botes reciclados que se encuentran en el punto de información bajo los soportales. Son las historias de los 36 refugiados sirios, venezolanos, colombianos, hondureños y nicaragüenses acogidos en el centro gestionado por Accem a pocos kilómetros de Astorga.
Historias como la de Jesús Ríos Mújica, abogado venezolano especialista en propiedad intelectual, que desde hace cinco meses se encuentra en España y después de pasar por Madrid y León ha recalado en el centro de refugiados de Pradorrey. En este Día Mundial de las Personas Refugiadas, este venezolano nos ha contado que salió huyendo de la crisis política, social y económica que asola al país caribeño y que lo más duro fue "cerrar la puerta de mi casa, contruida con mi familia en 25 años, para no saber cuándo voy a regresar".
Historias como la de este o esta nicaragüense que dejó el siguiente mensaje dentro del bote reciclado que se encuentra en la mesa informativa de la Plaza Mayor:
![[Img #44267]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/06_2019/9175_img_20190620_125108.jpg)
O historias como la del joven sirio de 28 años, militar perseguido por negarse a ir a la guerra que vive separado de su mujer y su pequeña hija a la que no conoce ya que cuando huyó de Siria hace dos años su esposa estaba embarazada. Desde entonces ha recorrido Turquía, se aventuró en una patera hasta Grecia, logró llegar a Austria de donde fue expulsado y ahora está en el centro de acogida de Astorga.
Como señala Lucía Hadit Osorio, voluntaria del centro de Accem, éste es un lugar de primera acogida donde se les cubre las necesidades básicas, de apego, psicosociales, legales y en el caso de los niños, de escolarización. "En principio es un mes de estancia pero están en esta fase durante muchos meses" debido a la lentitud con la que se tramitan en España los procesos de reasentamiento que comienzan por determinar las "necesidades de protección" hasta que son integrados en la sociedad de acogida.
No hay nada más revelador para entender lo que significa huir de tu casa y de tu país hacia lo desconocido, que escuchar a los propios refugiados contar cómo y por qué han tenido tenido que tomar esa difícil decisión en su vida. Este jueves en la mesa informativa colocada por Accem en la Plaza Mayor de Astorga se puede realizar ese acercamiento bien contactando personalmente con los refugiados o bien leyendo sus historias, sus esperanzas, sus deseos... que han dejado escritas en los papeles introducidos en botes reciclados que se encuentran en el punto de información bajo los soportales. Son las historias de los 36 refugiados sirios, venezolanos, colombianos, hondureños y nicaragüenses acogidos en el centro gestionado por Accem a pocos kilómetros de Astorga.
Historias como la de Jesús Ríos Mújica, abogado venezolano especialista en propiedad intelectual, que desde hace cinco meses se encuentra en España y después de pasar por Madrid y León ha recalado en el centro de refugiados de Pradorrey. En este Día Mundial de las Personas Refugiadas, este venezolano nos ha contado que salió huyendo de la crisis política, social y económica que asola al país caribeño y que lo más duro fue "cerrar la puerta de mi casa, contruida con mi familia en 25 años, para no saber cuándo voy a regresar".
Historias como la de este o esta nicaragüense que dejó el siguiente mensaje dentro del bote reciclado que se encuentra en la mesa informativa de la Plaza Mayor:
O historias como la del joven sirio de 28 años, militar perseguido por negarse a ir a la guerra que vive separado de su mujer y su pequeña hija a la que no conoce ya que cuando huyó de Siria hace dos años su esposa estaba embarazada. Desde entonces ha recorrido Turquía, se aventuró en una patera hasta Grecia, logró llegar a Austria de donde fue expulsado y ahora está en el centro de acogida de Astorga.
Como señala Lucía Hadit Osorio, voluntaria del centro de Accem, éste es un lugar de primera acogida donde se les cubre las necesidades básicas, de apego, psicosociales, legales y en el caso de los niños, de escolarización. "En principio es un mes de estancia pero están en esta fase durante muchos meses" debido a la lentitud con la que se tramitan en España los procesos de reasentamiento que comienzan por determinar las "necesidades de protección" hasta que son integrados en la sociedad de acogida.