Ladislao Gutiérrez Omaña, 85 años y una pasión
Artesano autodidacta, después de jubilarse aprendió a fabricar instrumentos antiguos, de los que se usan en la música y el baile tradicionales: zanfonas, rabeles, dulzainas, gaitas sanabresas, panderos, castañuelas, almireces…
Bal Ferrero / Tamtam press
Lao (Ladislao Gutiérrez Omaña) ha cumplido ya los 85 años pero su pasión permanece viva: la música. Él recrea instrumentos musicales con sus propias manos sin apenas herramientas, solamente las necesarias, incluso algunas las ha fabricado él mismo; también ha puesto las huellas de su trabajo en la bellas tallas que lo adornan aún mucho más. Todo un artesano que no pierde el ritmo a pesar de la edad, porque Lao y su esposa Paca (Francisca García) han paseado el baile y la música durante muchos años formando parte del grupo La Barbacana, de la ribera del Órbigo (León), por muchos lugares de la comunidad castellano-leonesa a la que pertenecen.
Nos reunimos en el salón-galería de su casa de Veguellina (León) una tarde de primavera con sol. Desde aquí tenemos a la vista el precioso jardín donde huele a flores nada más que abre las ventanas, y que crecen ordenadamente cuidadas por su esposa Francisca; aunque él también ayuda a perforar la tierra para plantar camelias, rosas, tulipanes, azucenas…
—Y esto de recrear instrumentos ¿a qué se debe? ¿Fuiste a una escuela, algo relacionado con el tema?
—Soy autodidacta en todo. Yo trabajé toda mi vida en otras cosas que nada tenían que ver con la artesanía, y menos musical. Cuando me jubilé, estaba en Pegaso, me empecé a interesar por estas cosas, la música siempre fue mi pasión, a mi mujer también le encanta la música y el baile. Nada de escuela, nada de lugares y maestros, en cuanto a la enseñanza. Aquí conocí gente que tocaba algunos instrumentos como la dulzaina, el rabel… La única relación es con gente como yo, muy aficionada a la música y a los instrumentos.
—Todavía te las apañas para ver?
—Todavía conduzco mi coche. Todos los días hago las compras, mi mujer y yo salimos a conciertos en otros lugares. No sé, tengo buena vista todavía… Sigo haciendo instrumentos, porque disfruto haciendo cosas y esta es mi pasión.
La zanfona
El primer instrumento que Lao nos enseña es una zanfona, cinfonía o viola de rueda (en las tierras de León, zanfoña), instrumento de la familia de los córdofonos que data del siglo XII, utilizado comúnmente en la música religiosa y profana medieval, recibía el nombre de organistrum y luego más tarde vielle à roue (viola a rueda), una especie de violín mecánico en el que las cuerdas vibran por la fricción de una rueda enresinada. Para su construcción, Ladislao, que se inspiró las zanfonas francesas del barroco y del renacimiento, utilizó maderas de tejo, de boj y nogal, todas ellas maderas nobles, “aunque se pueden utilizar otras muchas como el ébano y arce” –explica–.
Pero Lao no solo hace zanfoñas, también: rabeles, dulzainas, gaitas sanabresas, panderetas, almireces, castañuelas y panderos. Y lo mejor, los sabe tocar todos. Así que entre foto y foto, saca el sonido de las notas a cada instrumento que ha fabricado con sus propias manos, haciendo uso de un plano que nos muestra encima de la mesa. Todo un artesano de la música que todavía tiene tiempo para plantar y regar las flores del jardín, a sus 85 años!…
Grupo de bailes regionales La Barbacana, en el recuadro rojo, a la izqda. de la imagen, Lao con el rabel.
A Bal Ferrero se le puede encontrar en:
Bal Ferrero / Tamtam press
![[Img #4755]](upload/img/periodico/img_4755.jpg)
Lao (Ladislao Gutiérrez Omaña) ha cumplido ya los 85 años pero su pasión permanece viva: la música. Él recrea instrumentos musicales con sus propias manos sin apenas herramientas, solamente las necesarias, incluso algunas las ha fabricado él mismo; también ha puesto las huellas de su trabajo en la bellas tallas que lo adornan aún mucho más. Todo un artesano que no pierde el ritmo a pesar de la edad, porque Lao y su esposa Paca (Francisca García) han paseado el baile y la música durante muchos años formando parte del grupo La Barbacana, de la ribera del Órbigo (León), por muchos lugares de la comunidad castellano-leonesa a la que pertenecen.
Nos reunimos en el salón-galería de su casa de Veguellina (León) una tarde de primavera con sol. Desde aquí tenemos a la vista el precioso jardín donde huele a flores nada más que abre las ventanas, y que crecen ordenadamente cuidadas por su esposa Francisca; aunque él también ayuda a perforar la tierra para plantar camelias, rosas, tulipanes, azucenas…
—Y esto de recrear instrumentos ¿a qué se debe? ¿Fuiste a una escuela, algo relacionado con el tema?
—Soy autodidacta en todo. Yo trabajé toda mi vida en otras cosas que nada tenían que ver con la artesanía, y menos musical. Cuando me jubilé, estaba en Pegaso, me empecé a interesar por estas cosas, la música siempre fue mi pasión, a mi mujer también le encanta la música y el baile. Nada de escuela, nada de lugares y maestros, en cuanto a la enseñanza. Aquí conocí gente que tocaba algunos instrumentos como la dulzaina, el rabel… La única relación es con gente como yo, muy aficionada a la música y a los instrumentos.
—Todavía te las apañas para ver?
—Todavía conduzco mi coche. Todos los días hago las compras, mi mujer y yo salimos a conciertos en otros lugares. No sé, tengo buena vista todavía… Sigo haciendo instrumentos, porque disfruto haciendo cosas y esta es mi pasión.
![[Img #4757]](upload/img/periodico/img_4757.jpg)
La zanfona
El primer instrumento que Lao nos enseña es una zanfona, cinfonía o viola de rueda (en las tierras de León, zanfoña), instrumento de la familia de los córdofonos que data del siglo XII, utilizado comúnmente en la música religiosa y profana medieval, recibía el nombre de organistrum y luego más tarde vielle à roue (viola a rueda), una especie de violín mecánico en el que las cuerdas vibran por la fricción de una rueda enresinada. Para su construcción, Ladislao, que se inspiró las zanfonas francesas del barroco y del renacimiento, utilizó maderas de tejo, de boj y nogal, todas ellas maderas nobles, “aunque se pueden utilizar otras muchas como el ébano y arce” –explica–.
![[Img #4756]](upload/img/periodico/img_4756.jpg)
Pero Lao no solo hace zanfoñas, también: rabeles, dulzainas, gaitas sanabresas, panderetas, almireces, castañuelas y panderos. Y lo mejor, los sabe tocar todos. Así que entre foto y foto, saca el sonido de las notas a cada instrumento que ha fabricado con sus propias manos, haciendo uso de un plano que nos muestra encima de la mesa. Todo un artesano de la música que todavía tiene tiempo para plantar y regar las flores del jardín, a sus 85 años!…
![[Img #4758]](upload/img/periodico/img_4758.jpg)
Grupo de bailes regionales La Barbacana, en el recuadro rojo, a la izqda. de la imagen, Lao con el rabel.
A Bal Ferrero se le puede encontrar en:






