Una carrera contrarreloj
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica detiene de momento la búsqueda de los restos de fusilados en el monte de San Justo de la Vega. Las prospecciones comenzaban este 14 de agosto en el paraje 'El Grillo', donde hace más de 20 años operarios de una compañía de telefonía se toparon con huesos humanos durante las obras de cableado de la zona. La difícil situación económica de la ARMH, trabaja sólo con los recursos de los asociados, dificulta las labores de dignificación de los desaparecidos republicanos.
![[Img #4871]](upload/img/periodico/img_4871.jpg)
La máquina comenzaba a trabajar a las 9 horas siguiendo el trazado paralelo al cableado bajo la atenta mirada de uno de los operarios, que en el año 1992 dio parte a la Guardia Civil sobre el hallazgo de los restos; del arqueólogo de la ARMH, René Pacheco; del vicepresidente del colectivo, Marco González; y de un grupo de estudiantes belgas que siguieron con expectación los movimientos de tierra. La búsqueda ha sido, de momento, infructuosa pero Marco González avanza que volverán a lo largo del verano o en otoño, porque en el monte entre San Justo de la Vega y Estébanez de la Calzada, son numerosos los testimonios que ubican en esta zona más fosas con restos de 'paseados'.
Desde que en el año 2011 el Gobierno Central dejó de financiar los trabajos de búsqueda e identificación que desarrolla el colectivo, la labor para recuperar la memoria de los vencidos en la Guerra Civil y represaliados por el Franquismo se ha visto seriamente dañada, "nos financiamos de las cuotas y aportaciones voluntarias de los asociados, y hay que dejar claro que muchos familiares quieren pagar este proceso pero nosotros nos negamos rotundamente porque no tiene que ser un familiar quien se autorepare, sino que tiene que ser el Estado, representado por un ayuntamiento o un estamento público, quien reconozca la memoria de estos hombres y estas mujeres que 77 años después siguen arrojados en las cunetas", señala el vicepresidente de la ARMH.
![[Img #4870]](upload/img/periodico/img_4870.jpg)
La falta de financiación pone las cosas difíciles a una causa que tiene el reloj en su contra, ya que la mayoría de los testimonios de primera mano se están perdiendo con la muerte de la generación que vivió la guerra del 36, "son la memoria viva de este país y minuto a minuto se están muriendo, quedan los hijos pero no son los que lo vivieron que son quienes nos facilitan la búsqueda. Ahora estamos trabajando con testimonios de segunda y hasta de tercera generación", afirma González, por ello entiende que debería haber una persona en cada pueblo que recogiera la memoria.
La ARMH reclama que no tengan que ser las asociaciones o los familiares quienes se autoreparen, "aquí tenía que haber un departamento del Estado buscando en esta fosa", como lo hay en Chile, Argentina, en Colombia, Guatemala, en le ex Yugoslavia o en Turquía, porque el Estado "tiene todo, universidades que podrían hacer el trabajo exhaustivo que estamos haciendo nosotros", puntualiza Marco González. En este caso de la fosa de San Justo, debería ser el Juzgado de Astorga el que dijera: 'el día 14 de agosto se presentan en el paraje de 'El Grillo' y exhumen los cuerpos que se encuentran en el punto que dice tal vecino", indica.
Otra de las dificultades actuales es la identificación mediante pruebas de ADN, muy costosas y que ahora las realizan en laboratorios privados. El banco de ADN es fundamental para la ARMH porque facilita la búsqueda a los familiares que reclaman los restos de sus padres o sus abuelos. Actualmente existen tres centros públicos que se dedican a este tipo de análisis, la Universidad de Granada, el primer centro público que identificó los restos de la primera fosa exhumada, la de Priaranza del Bierzo; también está la Universidad de Santiago de Compostela que tiene un convenio para la identificación de desparecidos argentinos reclamados por familiares gallegos, y varios laboratorios coordinados por el Instituto Anatómico Forense de Madrid, "¿por qué no se resuelven estos asesinatos también?", concluye el vicepresidente de la ARMH.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica detiene de momento la búsqueda de los restos de fusilados en el monte de San Justo de la Vega. Las prospecciones comenzaban este 14 de agosto en el paraje 'El Grillo', donde hace más de 20 años operarios de una compañía de telefonía se toparon con huesos humanos durante las obras de cableado de la zona. La difícil situación económica de la ARMH, trabaja sólo con los recursos de los asociados, dificulta las labores de dignificación de los desaparecidos republicanos.
La máquina comenzaba a trabajar a las 9 horas siguiendo el trazado paralelo al cableado bajo la atenta mirada de uno de los operarios, que en el año 1992 dio parte a la Guardia Civil sobre el hallazgo de los restos; del arqueólogo de la ARMH, René Pacheco; del vicepresidente del colectivo, Marco González; y de un grupo de estudiantes belgas que siguieron con expectación los movimientos de tierra. La búsqueda ha sido, de momento, infructuosa pero Marco González avanza que volverán a lo largo del verano o en otoño, porque en el monte entre San Justo de la Vega y Estébanez de la Calzada, son numerosos los testimonios que ubican en esta zona más fosas con restos de 'paseados'.
Desde que en el año 2011 el Gobierno Central dejó de financiar los trabajos de búsqueda e identificación que desarrolla el colectivo, la labor para recuperar la memoria de los vencidos en la Guerra Civil y represaliados por el Franquismo se ha visto seriamente dañada, "nos financiamos de las cuotas y aportaciones voluntarias de los asociados, y hay que dejar claro que muchos familiares quieren pagar este proceso pero nosotros nos negamos rotundamente porque no tiene que ser un familiar quien se autorepare, sino que tiene que ser el Estado, representado por un ayuntamiento o un estamento público, quien reconozca la memoria de estos hombres y estas mujeres que 77 años después siguen arrojados en las cunetas", señala el vicepresidente de la ARMH.
La falta de financiación pone las cosas difíciles a una causa que tiene el reloj en su contra, ya que la mayoría de los testimonios de primera mano se están perdiendo con la muerte de la generación que vivió la guerra del 36, "son la memoria viva de este país y minuto a minuto se están muriendo, quedan los hijos pero no son los que lo vivieron que son quienes nos facilitan la búsqueda. Ahora estamos trabajando con testimonios de segunda y hasta de tercera generación", afirma González, por ello entiende que debería haber una persona en cada pueblo que recogiera la memoria.
La ARMH reclama que no tengan que ser las asociaciones o los familiares quienes se autoreparen, "aquí tenía que haber un departamento del Estado buscando en esta fosa", como lo hay en Chile, Argentina, en Colombia, Guatemala, en le ex Yugoslavia o en Turquía, porque el Estado "tiene todo, universidades que podrían hacer el trabajo exhaustivo que estamos haciendo nosotros", puntualiza Marco González. En este caso de la fosa de San Justo, debería ser el Juzgado de Astorga el que dijera: 'el día 14 de agosto se presentan en el paraje de 'El Grillo' y exhumen los cuerpos que se encuentran en el punto que dice tal vecino", indica.
Otra de las dificultades actuales es la identificación mediante pruebas de ADN, muy costosas y que ahora las realizan en laboratorios privados. El banco de ADN es fundamental para la ARMH porque facilita la búsqueda a los familiares que reclaman los restos de sus padres o sus abuelos. Actualmente existen tres centros públicos que se dedican a este tipo de análisis, la Universidad de Granada, el primer centro público que identificó los restos de la primera fosa exhumada, la de Priaranza del Bierzo; también está la Universidad de Santiago de Compostela que tiene un convenio para la identificación de desparecidos argentinos reclamados por familiares gallegos, y varios laboratorios coordinados por el Instituto Anatómico Forense de Madrid, "¿por qué no se resuelven estos asesinatos también?", concluye el vicepresidente de la ARMH.