La Eragudina. 75 años de un estadio de fútbol (y II )
El historiador astorgano Manuel Jesús Álvarez nos acerca la segunda parte de la historia del estadio de La Eragudina en el año que cumple las bodas de bronce. Al final de este artículo se puede acceder a la primera entrega publicada el 23 de agosto.
![[Img #46027]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/5414_111.jpg)
Dice un reiterado aserto que “rectificar es de sabios”. Quien esto signa no lo tiene tan claro, pero si sostiene que no hacerlo es señal de una torpeza extrema. Intentemos, pues, evitarla. Hace quince días la dirección de Astorga Redacción, mostrando una loable generosidad –también un discutible criterio– publicaba la primera parte del breve recorrido sobre el decurso de La Eragudina en el momento en el que se cumple el 75 aniversario de su inauguración. Señalaba entonces que el objetivo de mi colaboración pretendía, y cito textualmente, “sumarme a una efeméride que ha pasado desapercibida para nuestras autoridades locales pero que para los muchos futboleros de nuestra añeja y orgullosa urbe, sobremanera los más veteranos, resulta de obligado recuerdo”.
Pues bien, sólo unos días después, se celebraba un partido conmemorativo que trajo a una más que nutrida Eragudina a la SD Ponferradina –debemos agradecer el altruista gesto a nuestros vecinos bercianos, felicitándoles además por su más que meritorio ascenso a Segunda División– descubriendo en el descanso del partido nuestro alcalde Juan José Alonso Perandones en compañía de la diputada provincial de Deportes Susana Folla Abad, una placa conmemorativa de la efeméride. Por cierto, soberbio el partido, que acabó en tablas, despachado por los de Miñambres…
![[Img #46033]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/6477_dsc_0144.jpg)
![[Img #46034]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/4632_dsc_0154.jpg)
Finalizamos nuestra anterior entrega señalando las actuaciones realizadas en un estadio, cada vez más avejentado, en las dos décadas que transcurren entre 1984 y 2005. Es desde esta última fecha, y a lo largo de los tres lustros que nos llevan al actual 2019, cuando se ha producido la cimera transformación de una Eragudina que, realmente, se ha convertido en otra.
2006-2010. Una ‘nueva’ Eragudina
Fue durante el mandato de la directiva que encabezó Jorge Alonso Alija (2006-2010) cuando el ayuntamiento de la ciudad que regía el muy recientemente reelegido alcalde, Juanjo Perandones –en la última legislatura de su primer largo mandato– acometía, con un retraso de años que resultaba inexplicable para buena parte de los aficionados, la reforma de un campo de fútbol vetusto, incomodo, carente de los servicios y equipamientos más elementales y, no menos importante, con un césped que nunca había llegado a ser tal.
La rehabilitación de La Eragudina, que se tradujo en su total transformación, se efectuó en distintas fases, una por cada curso deportivo del cuatrienio referido, a partir de fondos propios, pero también de cimeras subvenciones del Consejo Superior de Deportes.
El deseo de la dirección deportiva del club de convertir su césped en una ‘alfombra’, en relación a la propuesta futbolística por la que se apostaba, propició que la primera actuación pasase por instalar un sistema de riego por aspersión que, pese a sus deficiencias –algunas zonas del campo aún hoy no reciben agua suficiente– lo ha modificado sustantivamente. Junto a ello, la directiva acometió el costo de 300 asientos de plástico que, todavía hoy, tiñen de verde su grada, así como la instalación de catorce reflectores de calor infrarrojo para combatir el frio en los meses de invierno.
Fue en los dos cursos siguientes cuando se procedía a: la sustitución del murete de piedra que circundaba el terreno de juego por una barandilla metálica; al hormigonado de la superficie de la totalidad del perímetro; la instalación de redes detrás de las porterías y de banquillos de policarbonato con perfiles metálicos que sustituían a los de cemento; la modificación de los accesos al campo; el hormigonado del aparcamiento; la iluminación y el replantado del campo de entrenamiento anexo; la instalación de placas de energía solar térmica en los vestuarios; y el pintado de toda la instalación.
Siendo todas estas actuaciones sustantivas lo fueron mucho más la erección de una nueva sede social y la transformación de la fachada del recinto en un original proyecto firmado por el arquitecto José Luis de la Iglesia directivo del club en los últimos años, aunque no en aquella coyuntura. En cuanto a la sede social, la misma quedaba conformada por dos pisos destinándose el primero a bar-cafetería, aseos, almacén y taquilla de 38 m2 y una terraza exterior de otros 40 m2; mientras que en el segundo se ubicaban las oficinas, una sala de usos múltiples y un salón de juntas. En cuanto a la fachada incluyó la modificación de los accesos reubicando la puerta principal que quedó más centrada. El estreno de esta ‘nueva’ Eragudina coincidió con el primer partido del curso 2008-2009 en la que se retornaba a la Tercera División después de ocho largos cursos en Primera División Regional de Aficionados. Resulta importante reseñar que el conjunto de actuaciones referidas supuso una importante inversión que ascendió a la nada despreciable cantidad de 251.000 euros desglosados en sendas partidas: 95.000 euros el primer año, 156.000 el segundo.
![[Img #46032]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/9471_dsc_0238.jpg)
![[Img #46026]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/8390_077.jpg)
Al iniciarse la temporada 2009-2010, mediado agosto, el azar hizo que se celebrase en La Eragudina un partido amistoso entre el Real Sporting de Gijón y la UD Las Palmas, que militaban respectivamente en Primera y Segunda División, 3–1 para los primeros, al que acudieron 2.000 aficionados, buena parte de ellos asturianos veraneantes en las comarcas próximas a la ciudad, así como bañezanos, dado que la ciudad vecina cuenta con una peña del equipo canario tan activa como nutrida. El que el partido fuese televisado por la Televisión Autonómica del vecino Principado propició la instalación por el consistorio astorgano de una nueva iluminación, 24.000 vatios de potencia, que posibilita, desde entonces, la celebración de partidos nocturnos y, mucho más importante, fijar en los meses de invierno el horario de los encuentros a las 17 horas y no, como hasta entonces, una hora y cuarto menos. Junto a ello, se procedía al hormigonado del aparcamiento y a la instalación de placas de energía solar térmica en el techado de los vestuarios.
2010-2019. La Eragudina actual
En el verano de 2010 Sagrario González iniciaba su largo mandato –con la presente temporada cumple el décimo curso al frente de la nave atlética convirtiéndose en la mandataria que más años ha regido la entidad– que el ascenso a Segunda División B en la primavera de 2014 han convertido en el más laureado de los cincuenta años de su historia.
En esta intensa década La Eragudina no ha dejado de ver como se continuaba modificando su fisonomía hasta convertirse en lo que hoy realmente es. De este modo, fue bajo los mandatos de las corporaciones presididas por Victorina Alonso y Arsenio García –concejalías de deportes de Juan José Simón, quien ya lo era en el mandato socialista anterior, y Javier Guzmán– en las que, con algunas ayudas de la Federación de Fútbol de Cartilla y León y el Consejo Superior de Deportes, se acometían distintas actuaciones: en primer lugar, la instalación de diversas gradas supletorias, reutilizadas para otras actividades lúdicas en la ciudad, que cubrieron el lateral del campo más próximo al rio Jerga.
En segundo lugar –con una partida asignada de 550.000 euros– la construcción, en dos temporadas, de unos nuevos, modernos y funcionales vestuarios y de unas cimeras salas anexas dedicadas a: gimnasio, fisioterapia, almacén de material, sala de control de dopaje –obligatoria tras el ascenso a la División de bronce–, sala de prensa, zona mixta, aseos para el público y un más que concurrido, en los descansos de los partidos, segundo bar ubicado en la diagonal del edificio principal.
Junto a todo ello, en tercer lugar, se transformaba la cara interior de la fachada dotándola de una pequeña cubierta que, desde la puerta principal a la sede social protege a los aficionados de la lluvia.
En cuarto lugar, fueron las celebraciones relacionadas con el cincuenta aniversario de la creación del Atlético Astorga las que llevaron a realizar, hace apenas nueve meses, un mural en su fachada principal, obra de David Esteban ‘Dadospuntocero’, en el que Roberto Puente y Diego Peláez colocan, el día que se ascendió a Segunda División B, la bufanda del club a la estatua del León y el Águila que como sabemos simboliza al Atlético, conformando su escudo.
![[Img #46028]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/3855_358.jpg)
Finalmente fue apenas hace un mes y medio, al iniciarse el presente curso, cuando se inauguraba en el ala sur del recinto –en el espacio que va desde los vestuarios a la esquina más próxima al puente sobre el río Jerga– una marquesina de acero laminado, dotada de iluminación –su presupuesto ascendió a 36.000 euros– para proteger buena parte de las gradas móviles, que se pretende sean dos pisos, de los distintos elementos atmosféricos: lluvia, viento y sol. De este modo, los asientos cubiertos ascenderán a 550.
![[Img #46030]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/4595_dsc_0024.jpg)
![[Img #46031]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/7170_dsc_0035.jpg)
Para acabar un difícil ejercicio de nostalgia
Al igual que hace un año en el momento de dar por concluida esta modesta aportación quisiera proponer al lector, tan amable como paciente si ha llegado hasta aquí, un ejercicio de memoria, nostalgia y, por qué no decirlo, sentimiento. Les planteaba entonces, transcurridos cincuenta años del establecimiento del Atlético, quienes serían los jugadores que conformarían su, hipotético, once ideal. Transcurridos setenta y cinco años de la inauguración de La Eragudina ¿Cuáles serían los cinco partidos, y sus personales motivos, que han quedado grabados en su memoria?
Les cuento, espero que sean indulgentes con esta licencia, los míos. El primero, una goleada histórica en la temporada 1975-1976 –nada más y nada menos que un 10-1 a la escuadra de Torre del Bierzo– de un equipo local, que entonces vestía de azul, y que entrenada por el avilesino Silverio de Legurburo alcanzaba el título de Primera Regional Provincial Ordinaria y que asocio –yo apenas contaba once años– a ver el futbol junto a mi familia –mi padre Benjamín, mis tíos Mariano y Manolo, mi hermano Mariano, mi primo José Ramón, también mi amigo Rafa– cuando, los aficionados más veteranos se acordaran, ir al fútbol en familia –padres e hijos– era más que frecuente.
Mediada la década de los noventa, temporada 1996-1997, el Atlético se enfrentaba, en el partido que cerraba la temporada, a la Arandina CF que, entrenada por el exmadridista Miguel Ángel Portugal, vencía al descanso por 2-3. En unos segundos 45 minutos para el recuerdo, los ‘verdes’ volteaban el marcador, 8-4 al final, y en el que Jarero, quien con 21 dianas se proclamó aquel curso ‘pichichi’ de Tercera División, perforaba las redes burgalesas en cuatro ocasiones.
![[Img #46035]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/7155_escanear0001.jpg)
Fue en la penúltima jornada de la temporada 2007-2008 cuando un testarazo de Borja en el alargue del partido sancionaba un sufrido triunfo ante el CD Béjar que supuso, ante más de 1.200 enloquecidos aficionados que invadían el terreno de juego, el retorno a Tercera División de una escuadra que, entrenada por Ángel Luis, lograba el Campeonato de Primera División Regional de Aficionados. Quien esto rubrica era delegado de campo y no pudo celebrar el gol como hubiera deseado pues debió intervenir cuando dos aficionados locales entraron al campo ¡para agredir al entrenador salmantino¡ lo que se logró evitar por la rápida, eficaz, y para mí impagable, actuación del bueno de Marco Antonio, directivo del club en aquella coyuntura.
El cuarto partido, difícilmente podría haber sido otro, fue el que propició en junio de 2014 el ascenso a Segunda B ante los montañeses del CD Laredo –más que jemplar comportamiento de su hinchada– en un gol de falta magistralmente sacada por el berciano Lago. Siendo desbordante la euforia e inenarrable el ambiente, dos semanas antes el equipo que entrenaba Carlos Tornadijo nos regalaba un encuentro en el que se eliminaba, por penaltis, a los canarios del CD Mensajero después de igualar el 4-0 que se había recibido en la isla de La Palma.
Por último, la ‘impensable’ visita en partido oficial del Real Oviedo –unos años antes el equipo azul había acudido a un partido amistoso– en el primer año en Segunda B, curso 2014-2015, y en el que los carbayones lograrían ascender a la División de Plata. En una abarrotada Eragudina, más de 3.500 personas se apiñaban en unas gradas portátiles instaladas al efecto, se enfrentaban los dos únicos equipos de los que he sido socio. Siendo el resultado final un 0-1 para los azules, lo cierto es que los verdes le dieron un soberano ‘repaso’ a los asturianos durante dos tercios del encuentro. La responsabilidad de amar, hasta hoy, ambos colores fue de mi padre –¡Cuánto hubiera dado para que él pudiera haber visto aquel partido¡– quien, desde que era un niño, me ‘obligó’ a ser de ellos. Siempre se lo agradeceré…
Estos son mis partidos. ¿Se atreven Vds. con los suyos? Entonces ¿A qué están esperando?
![[Img #46027]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/5414_111.jpg)
Dice un reiterado aserto que “rectificar es de sabios”. Quien esto signa no lo tiene tan claro, pero si sostiene que no hacerlo es señal de una torpeza extrema. Intentemos, pues, evitarla. Hace quince días la dirección de Astorga Redacción, mostrando una loable generosidad –también un discutible criterio– publicaba la primera parte del breve recorrido sobre el decurso de La Eragudina en el momento en el que se cumple el 75 aniversario de su inauguración. Señalaba entonces que el objetivo de mi colaboración pretendía, y cito textualmente, “sumarme a una efeméride que ha pasado desapercibida para nuestras autoridades locales pero que para los muchos futboleros de nuestra añeja y orgullosa urbe, sobremanera los más veteranos, resulta de obligado recuerdo”.
Pues bien, sólo unos días después, se celebraba un partido conmemorativo que trajo a una más que nutrida Eragudina a la SD Ponferradina –debemos agradecer el altruista gesto a nuestros vecinos bercianos, felicitándoles además por su más que meritorio ascenso a Segunda División– descubriendo en el descanso del partido nuestro alcalde Juan José Alonso Perandones en compañía de la diputada provincial de Deportes Susana Folla Abad, una placa conmemorativa de la efeméride. Por cierto, soberbio el partido, que acabó en tablas, despachado por los de Miñambres…
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![[Img #46034]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/4632_dsc_0154.jpg)
Finalizamos nuestra anterior entrega señalando las actuaciones realizadas en un estadio, cada vez más avejentado, en las dos décadas que transcurren entre 1984 y 2005. Es desde esta última fecha, y a lo largo de los tres lustros que nos llevan al actual 2019, cuando se ha producido la cimera transformación de una Eragudina que, realmente, se ha convertido en otra.
2006-2010. Una ‘nueva’ Eragudina
Fue durante el mandato de la directiva que encabezó Jorge Alonso Alija (2006-2010) cuando el ayuntamiento de la ciudad que regía el muy recientemente reelegido alcalde, Juanjo Perandones –en la última legislatura de su primer largo mandato– acometía, con un retraso de años que resultaba inexplicable para buena parte de los aficionados, la reforma de un campo de fútbol vetusto, incomodo, carente de los servicios y equipamientos más elementales y, no menos importante, con un césped que nunca había llegado a ser tal.
La rehabilitación de La Eragudina, que se tradujo en su total transformación, se efectuó en distintas fases, una por cada curso deportivo del cuatrienio referido, a partir de fondos propios, pero también de cimeras subvenciones del Consejo Superior de Deportes.
El deseo de la dirección deportiva del club de convertir su césped en una ‘alfombra’, en relación a la propuesta futbolística por la que se apostaba, propició que la primera actuación pasase por instalar un sistema de riego por aspersión que, pese a sus deficiencias –algunas zonas del campo aún hoy no reciben agua suficiente– lo ha modificado sustantivamente. Junto a ello, la directiva acometió el costo de 300 asientos de plástico que, todavía hoy, tiñen de verde su grada, así como la instalación de catorce reflectores de calor infrarrojo para combatir el frio en los meses de invierno.
Fue en los dos cursos siguientes cuando se procedía a: la sustitución del murete de piedra que circundaba el terreno de juego por una barandilla metálica; al hormigonado de la superficie de la totalidad del perímetro; la instalación de redes detrás de las porterías y de banquillos de policarbonato con perfiles metálicos que sustituían a los de cemento; la modificación de los accesos al campo; el hormigonado del aparcamiento; la iluminación y el replantado del campo de entrenamiento anexo; la instalación de placas de energía solar térmica en los vestuarios; y el pintado de toda la instalación.
Siendo todas estas actuaciones sustantivas lo fueron mucho más la erección de una nueva sede social y la transformación de la fachada del recinto en un original proyecto firmado por el arquitecto José Luis de la Iglesia directivo del club en los últimos años, aunque no en aquella coyuntura. En cuanto a la sede social, la misma quedaba conformada por dos pisos destinándose el primero a bar-cafetería, aseos, almacén y taquilla de 38 m2 y una terraza exterior de otros 40 m2; mientras que en el segundo se ubicaban las oficinas, una sala de usos múltiples y un salón de juntas. En cuanto a la fachada incluyó la modificación de los accesos reubicando la puerta principal que quedó más centrada. El estreno de esta ‘nueva’ Eragudina coincidió con el primer partido del curso 2008-2009 en la que se retornaba a la Tercera División después de ocho largos cursos en Primera División Regional de Aficionados. Resulta importante reseñar que el conjunto de actuaciones referidas supuso una importante inversión que ascendió a la nada despreciable cantidad de 251.000 euros desglosados en sendas partidas: 95.000 euros el primer año, 156.000 el segundo.
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Al iniciarse la temporada 2009-2010, mediado agosto, el azar hizo que se celebrase en La Eragudina un partido amistoso entre el Real Sporting de Gijón y la UD Las Palmas, que militaban respectivamente en Primera y Segunda División, 3–1 para los primeros, al que acudieron 2.000 aficionados, buena parte de ellos asturianos veraneantes en las comarcas próximas a la ciudad, así como bañezanos, dado que la ciudad vecina cuenta con una peña del equipo canario tan activa como nutrida. El que el partido fuese televisado por la Televisión Autonómica del vecino Principado propició la instalación por el consistorio astorgano de una nueva iluminación, 24.000 vatios de potencia, que posibilita, desde entonces, la celebración de partidos nocturnos y, mucho más importante, fijar en los meses de invierno el horario de los encuentros a las 17 horas y no, como hasta entonces, una hora y cuarto menos. Junto a ello, se procedía al hormigonado del aparcamiento y a la instalación de placas de energía solar térmica en el techado de los vestuarios.
2010-2019. La Eragudina actual
En el verano de 2010 Sagrario González iniciaba su largo mandato –con la presente temporada cumple el décimo curso al frente de la nave atlética convirtiéndose en la mandataria que más años ha regido la entidad– que el ascenso a Segunda División B en la primavera de 2014 han convertido en el más laureado de los cincuenta años de su historia.
En esta intensa década La Eragudina no ha dejado de ver como se continuaba modificando su fisonomía hasta convertirse en lo que hoy realmente es. De este modo, fue bajo los mandatos de las corporaciones presididas por Victorina Alonso y Arsenio García –concejalías de deportes de Juan José Simón, quien ya lo era en el mandato socialista anterior, y Javier Guzmán– en las que, con algunas ayudas de la Federación de Fútbol de Cartilla y León y el Consejo Superior de Deportes, se acometían distintas actuaciones: en primer lugar, la instalación de diversas gradas supletorias, reutilizadas para otras actividades lúdicas en la ciudad, que cubrieron el lateral del campo más próximo al rio Jerga.
En segundo lugar –con una partida asignada de 550.000 euros– la construcción, en dos temporadas, de unos nuevos, modernos y funcionales vestuarios y de unas cimeras salas anexas dedicadas a: gimnasio, fisioterapia, almacén de material, sala de control de dopaje –obligatoria tras el ascenso a la División de bronce–, sala de prensa, zona mixta, aseos para el público y un más que concurrido, en los descansos de los partidos, segundo bar ubicado en la diagonal del edificio principal.
Junto a todo ello, en tercer lugar, se transformaba la cara interior de la fachada dotándola de una pequeña cubierta que, desde la puerta principal a la sede social protege a los aficionados de la lluvia.
En cuarto lugar, fueron las celebraciones relacionadas con el cincuenta aniversario de la creación del Atlético Astorga las que llevaron a realizar, hace apenas nueve meses, un mural en su fachada principal, obra de David Esteban ‘Dadospuntocero’, en el que Roberto Puente y Diego Peláez colocan, el día que se ascendió a Segunda División B, la bufanda del club a la estatua del León y el Águila que como sabemos simboliza al Atlético, conformando su escudo.
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Finalmente fue apenas hace un mes y medio, al iniciarse el presente curso, cuando se inauguraba en el ala sur del recinto –en el espacio que va desde los vestuarios a la esquina más próxima al puente sobre el río Jerga– una marquesina de acero laminado, dotada de iluminación –su presupuesto ascendió a 36.000 euros– para proteger buena parte de las gradas móviles, que se pretende sean dos pisos, de los distintos elementos atmosféricos: lluvia, viento y sol. De este modo, los asientos cubiertos ascenderán a 550.
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Para acabar un difícil ejercicio de nostalgia
Al igual que hace un año en el momento de dar por concluida esta modesta aportación quisiera proponer al lector, tan amable como paciente si ha llegado hasta aquí, un ejercicio de memoria, nostalgia y, por qué no decirlo, sentimiento. Les planteaba entonces, transcurridos cincuenta años del establecimiento del Atlético, quienes serían los jugadores que conformarían su, hipotético, once ideal. Transcurridos setenta y cinco años de la inauguración de La Eragudina ¿Cuáles serían los cinco partidos, y sus personales motivos, que han quedado grabados en su memoria?
Les cuento, espero que sean indulgentes con esta licencia, los míos. El primero, una goleada histórica en la temporada 1975-1976 –nada más y nada menos que un 10-1 a la escuadra de Torre del Bierzo– de un equipo local, que entonces vestía de azul, y que entrenada por el avilesino Silverio de Legurburo alcanzaba el título de Primera Regional Provincial Ordinaria y que asocio –yo apenas contaba once años– a ver el futbol junto a mi familia –mi padre Benjamín, mis tíos Mariano y Manolo, mi hermano Mariano, mi primo José Ramón, también mi amigo Rafa– cuando, los aficionados más veteranos se acordaran, ir al fútbol en familia –padres e hijos– era más que frecuente.
Mediada la década de los noventa, temporada 1996-1997, el Atlético se enfrentaba, en el partido que cerraba la temporada, a la Arandina CF que, entrenada por el exmadridista Miguel Ángel Portugal, vencía al descanso por 2-3. En unos segundos 45 minutos para el recuerdo, los ‘verdes’ volteaban el marcador, 8-4 al final, y en el que Jarero, quien con 21 dianas se proclamó aquel curso ‘pichichi’ de Tercera División, perforaba las redes burgalesas en cuatro ocasiones.
![[Img #46035]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2019/7155_escanear0001.jpg)
Fue en la penúltima jornada de la temporada 2007-2008 cuando un testarazo de Borja en el alargue del partido sancionaba un sufrido triunfo ante el CD Béjar que supuso, ante más de 1.200 enloquecidos aficionados que invadían el terreno de juego, el retorno a Tercera División de una escuadra que, entrenada por Ángel Luis, lograba el Campeonato de Primera División Regional de Aficionados. Quien esto rubrica era delegado de campo y no pudo celebrar el gol como hubiera deseado pues debió intervenir cuando dos aficionados locales entraron al campo ¡para agredir al entrenador salmantino¡ lo que se logró evitar por la rápida, eficaz, y para mí impagable, actuación del bueno de Marco Antonio, directivo del club en aquella coyuntura.
El cuarto partido, difícilmente podría haber sido otro, fue el que propició en junio de 2014 el ascenso a Segunda B ante los montañeses del CD Laredo –más que jemplar comportamiento de su hinchada– en un gol de falta magistralmente sacada por el berciano Lago. Siendo desbordante la euforia e inenarrable el ambiente, dos semanas antes el equipo que entrenaba Carlos Tornadijo nos regalaba un encuentro en el que se eliminaba, por penaltis, a los canarios del CD Mensajero después de igualar el 4-0 que se había recibido en la isla de La Palma.
Por último, la ‘impensable’ visita en partido oficial del Real Oviedo –unos años antes el equipo azul había acudido a un partido amistoso– en el primer año en Segunda B, curso 2014-2015, y en el que los carbayones lograrían ascender a la División de Plata. En una abarrotada Eragudina, más de 3.500 personas se apiñaban en unas gradas portátiles instaladas al efecto, se enfrentaban los dos únicos equipos de los que he sido socio. Siendo el resultado final un 0-1 para los azules, lo cierto es que los verdes le dieron un soberano ‘repaso’ a los asturianos durante dos tercios del encuentro. La responsabilidad de amar, hasta hoy, ambos colores fue de mi padre –¡Cuánto hubiera dado para que él pudiera haber visto aquel partido¡– quien, desde que era un niño, me ‘obligó’ a ser de ellos. Siempre se lo agradeceré…
Estos son mis partidos. ¿Se atreven Vds. con los suyos? Entonces ¿A qué están esperando?







