Ha llegado Rita
    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        			        			        			        			        			        			        
    
    
    
	
	
        
        
        			        			        			        			        			        			        			        	
                                
                    			        			        
        
                
        
        ![[Img #46433]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2019/7836_img_20191006_084331.jpg)
 
 
Hoy, 3 de octubre ha venido al mundo Rita, una niña, una nueva esperanza. Una promesa de vida, de ilusiones, de satisfacciones, de libertades, de bondades, de felicidades… ¡Cuánta expectación en una nueva vida! El nacimiento de una criatura es algo tan mágico que no deja de sorprender y de aturdir al mismo tiempo.
 
El ciclo de la vida sigue apacible su curso, sin descanso. La semana pasada despedía en este foro a una fantástica mujer y hoy doy la bienvenida a una deliciosa niña. El otro día lloraba de pena y hoy sonrío de alegría. La vida va y viene, la vida sigue.
 
Ha llegado una pequeña criatura a la que le ha costado asomar la cabeza a este mundo casi 24 horas. Podría pensarse que desde su refugio uterino  estaba al tanto de que Bolsonaro está dejando quemar la Amazonía y asfixiar al Planeta, o que Trump es un loco que dirige el mundo a base de desvaríos, o que todavía lapidan a las mujeres en alguna parte y en otras muchas las maltratan y violan, o…, o…, o… Pero seguramente también Rita estaba enterada de que las mujeres son cada vez más libres e independientes, tienen mucha fuerza y mucha voz, y pueden ser muy felices. A pesar de su prudencia inicial decidió salir a enfrentarse a lo mucho malo y disfrutar de lo mucho bueno de esta vida. Y aquí llegó.
 
Hace poco leía un artículo que hablaba sobre una científica, creo que rusa, que decía que a nuestro mundo le queda poco tiempo, que van a chocar asteroides contra la Tierra y que la Tierra desaparecerá. Esta científica recomendaba la urgencia de ir considerando la idea de trasladarnos al planeta Marte ante la inminente destrucción de este que habitamos. Es decir, nos aconsejaba ir poniendo en marcha una nueva emigración, la emigración cósmica de planeta a planeta, de la Tierra a Marte, que según ella es un planeta más seguro.
 
Parece una visión un tanto catastrófica con una solución bastante drástica pero, por otro lado, sugerente. “¡Ah, que este mundo se está poniendo feo, pues me voy a otro mundo!”. Sería estupendo poder elegir planeta. Quizás llegue ese momento que ahora nos parece tan de ciencia ficción. Como cuando asistimos en 1968 al estreno de la impresionante película de Stanley Kubrick 2001 Odisea en el Espacio. Entonces nos parecieron absolutamente surrealistas e inalcanzables en el tiempo aquellos episodios, pero llegó el 2001 y llegaron verdaderamente las odiseas espaciales.
 
Y… aquí estamos y aquí seguimos, con cambios en el Espacio y cambios en nuestras vidas cotidianas. Cambios como el del papel y la tinta estilográfica por una pantalla y unas teclas; o como el de tener que esperar varias horas a que te den la conferencia que has pedido a la centralita telefónica para poder hablar con tu madre que vive en el pueblo, por una ‘pastilla de jabón’ electrónica con la que hablas y haces fotos y tu madre te ve en directo mientras habla contigo en mitad del terruño. Cambios ahora que nos parece imposible que no hayan existido antes. La capacidad de adaptación del hombre al medio y a la tecnología es pasmosa. Lo mismo, seguramente, nos pasará con lo de emigrar a otro Planeta, será entonces como lo que hoy supone una mudanza de vivienda, una trivialidad.
 
Esta sugerencia de la científica rusa inspira una vuelta de tuerca a los movimientos migratorios que estamos viviendo últimamente. Los llamados del ‘tercer mundo’ quieren moverse al ‘primer mundo’ y los del ‘primer mundo’ querrán, salir de su mundo para irse a otro mundo, a otro astro. Y… de oca a oca tiro porque me toca.
 
Pero de momento vivimos en este globo llamado Tierra en el que hay personas que se van, que nos dejan, y otras que vienen a habitarlo y compartirlo. Y hoy doy la bienvenida con jubilosa acogida, mucho amor, mucha alegría y mucho deseo de venturas y aventuras a Rita, la nueva habitante de la ‘todavía’ nuestra Tierra con la esperanza de que pueda disfrutarla, amarla y aprovecharla. 
 
A Rita, su abuela, que soy yo, le gustaría enseñarle algo del juego de la vida, aunque es una tarea realmente difícil. Encontrar un razonamiento lógico a los fundamentos e instrumentos de este juego, a los intereses de los jugadores más aventajados, a las frágiles bases de un juego que sólo se entiende si haces trampas y eres ganador, y a la facilidad con que en un pis-pas te quedas fuera de juego porque no sabes trampear,  no, no es fácil y yo no he logrado encontrarlo.
 
Se me va a hacer algo difícil explicar las reglas originales del juego de la vida y sus incomprensibles variantes, pero pienso que alguna buena pauta encontraré para transmitir a Rita y facilitarle así, en algo, la andadura que acaba de comenzar. Aunque con esos padres tan fantásticos que la han traído hasta aquí, al inicio del camino, tiene ya mucho recorrido de felicidad garantizada.
 
¡Bienvenida a este delirante mundo Rita!
 
O témpora o mores
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                                                                            	
                                        
                                                                                                                                                                                                    
    
    
	
    
![[Img #46433]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2019/7836_img_20191006_084331.jpg)
Hoy, 3 de octubre ha venido al mundo Rita, una niña, una nueva esperanza. Una promesa de vida, de ilusiones, de satisfacciones, de libertades, de bondades, de felicidades… ¡Cuánta expectación en una nueva vida! El nacimiento de una criatura es algo tan mágico que no deja de sorprender y de aturdir al mismo tiempo.
El ciclo de la vida sigue apacible su curso, sin descanso. La semana pasada despedía en este foro a una fantástica mujer y hoy doy la bienvenida a una deliciosa niña. El otro día lloraba de pena y hoy sonrío de alegría. La vida va y viene, la vida sigue.
Ha llegado una pequeña criatura a la que le ha costado asomar la cabeza a este mundo casi 24 horas. Podría pensarse que desde su refugio uterino estaba al tanto de que Bolsonaro está dejando quemar la Amazonía y asfixiar al Planeta, o que Trump es un loco que dirige el mundo a base de desvaríos, o que todavía lapidan a las mujeres en alguna parte y en otras muchas las maltratan y violan, o…, o…, o… Pero seguramente también Rita estaba enterada de que las mujeres son cada vez más libres e independientes, tienen mucha fuerza y mucha voz, y pueden ser muy felices. A pesar de su prudencia inicial decidió salir a enfrentarse a lo mucho malo y disfrutar de lo mucho bueno de esta vida. Y aquí llegó.
Hace poco leía un artículo que hablaba sobre una científica, creo que rusa, que decía que a nuestro mundo le queda poco tiempo, que van a chocar asteroides contra la Tierra y que la Tierra desaparecerá. Esta científica recomendaba la urgencia de ir considerando la idea de trasladarnos al planeta Marte ante la inminente destrucción de este que habitamos. Es decir, nos aconsejaba ir poniendo en marcha una nueva emigración, la emigración cósmica de planeta a planeta, de la Tierra a Marte, que según ella es un planeta más seguro.
Parece una visión un tanto catastrófica con una solución bastante drástica pero, por otro lado, sugerente. “¡Ah, que este mundo se está poniendo feo, pues me voy a otro mundo!”. Sería estupendo poder elegir planeta. Quizás llegue ese momento que ahora nos parece tan de ciencia ficción. Como cuando asistimos en 1968 al estreno de la impresionante película de Stanley Kubrick 2001 Odisea en el Espacio. Entonces nos parecieron absolutamente surrealistas e inalcanzables en el tiempo aquellos episodios, pero llegó el 2001 y llegaron verdaderamente las odiseas espaciales.
Y… aquí estamos y aquí seguimos, con cambios en el Espacio y cambios en nuestras vidas cotidianas. Cambios como el del papel y la tinta estilográfica por una pantalla y unas teclas; o como el de tener que esperar varias horas a que te den la conferencia que has pedido a la centralita telefónica para poder hablar con tu madre que vive en el pueblo, por una ‘pastilla de jabón’ electrónica con la que hablas y haces fotos y tu madre te ve en directo mientras habla contigo en mitad del terruño. Cambios ahora que nos parece imposible que no hayan existido antes. La capacidad de adaptación del hombre al medio y a la tecnología es pasmosa. Lo mismo, seguramente, nos pasará con lo de emigrar a otro Planeta, será entonces como lo que hoy supone una mudanza de vivienda, una trivialidad.
Esta sugerencia de la científica rusa inspira una vuelta de tuerca a los movimientos migratorios que estamos viviendo últimamente. Los llamados del ‘tercer mundo’ quieren moverse al ‘primer mundo’ y los del ‘primer mundo’ querrán, salir de su mundo para irse a otro mundo, a otro astro. Y… de oca a oca tiro porque me toca.
Pero de momento vivimos en este globo llamado Tierra en el que hay personas que se van, que nos dejan, y otras que vienen a habitarlo y compartirlo. Y hoy doy la bienvenida con jubilosa acogida, mucho amor, mucha alegría y mucho deseo de venturas y aventuras a Rita, la nueva habitante de la ‘todavía’ nuestra Tierra con la esperanza de que pueda disfrutarla, amarla y aprovecharla.
A Rita, su abuela, que soy yo, le gustaría enseñarle algo del juego de la vida, aunque es una tarea realmente difícil. Encontrar un razonamiento lógico a los fundamentos e instrumentos de este juego, a los intereses de los jugadores más aventajados, a las frágiles bases de un juego que sólo se entiende si haces trampas y eres ganador, y a la facilidad con que en un pis-pas te quedas fuera de juego porque no sabes trampear, no, no es fácil y yo no he logrado encontrarlo.
Se me va a hacer algo difícil explicar las reglas originales del juego de la vida y sus incomprensibles variantes, pero pienso que alguna buena pauta encontraré para transmitir a Rita y facilitarle así, en algo, la andadura que acaba de comenzar. Aunque con esos padres tan fantásticos que la han traído hasta aquí, al inicio del camino, tiene ya mucho recorrido de felicidad garantizada.
¡Bienvenida a este delirante mundo Rita!
O témpora o mores






