Como el mármol

Hay que tener la cara más dura y la visión más opaca (negra diría yo) que el mármol de Calatorao para que un gobernante pida a sus 'súbditos' en un bando, que no tiren basura, que no metan ruido o que ofrezcan información (ver para creer) con cortesía a quien la demande. Que cómodo (e irresponsable) es pedir y que difícil parece ser empezar predicando con el ejemplo. 

Algunos rincones (y aparcamientos) de la ciudad han acogido, y acogen, papeles y botes, que bien podrían estar ya en plantilla del ayuntamiento, e incluso cobrar trienios, por el tiempo que llevan formando parte del paisaje municipal de turno. Como bien conoce nuestra principal munícipe, porque los ha visto con sus propios ojos.

Y qué decir de la falta de datos e información (que no propaganda, que no es lo mismo) en la web del ayuntamiento, que nos permitiría conocer si se hace buena o mala gestión de los dineros públicos, sin tener que leer los periódicos. O tener en ella información clara y documentos para solicitar una licencia municipal en los que en el encabezado no figure el escudo y el nombre del ayuntamiento de Carrizo de la Ribera (y eso no solo sucede en uno de ellos sino en todos los documentos descargables de la web).

Tampoco vendría mal que informara si se contesta a los escritos enviados al oscuro servicio de ciudadanía o comentar, en detalle, si se solucionan las quejas que por este medio los vecinos plantean. Porque parece que ni para acusar recibo de las mismas se tiene tiempo…. no digamos ya para ponerles remedio o simplemente contestación.

Pero no contenta con esto va la señora y suelta a los cuatro vientos las loas a las “buenas gestiones en buenas manos” que lleva realizando durante dos años de gobierno y además nos las mete en los buzones cual propaganda política a unos pocos días de las elecciones. Eso sí, sin ningún listado de cosas sin hacer o mal ejecutadas. Listado que a buen seguro daría para otros dos folios de propaganda (¡negativa, claro!).

Desgraciadamente vivimos en un bipartidismo absurdo en el cual se viene diciendo desde hace años que hay dos bandos. Y la mayoría de los votantes se mueven o con unos o con otros, sin preguntarse nunca nada sobre la gestión de lo público. La 'araña' del poder suele tejer tan bien la red, que permite tener a todos contentos y agarrados cada cuatro años.

Y desgraciadamente en política se suele tolerar (como mal menor) todo aquello que viene de 'los nuestros', aunque sean malas gestiones o malas acciones o malas políticas. Y es habitual también que 'los nuestros' pongan en la picota o persigan hasta el exterminio a aquellos que son críticos con el poder o con la mala gestión. Y en esto me viene a la memoria la típica frase de Roosevelt sobre Somoza…. “sí, pero es que es nuestro …..”.