Vivir en Viena
![[Img #46990]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2019/46_vacaciones-bilbao-2019-701.jpg)
En Austria, el país de Mozart y, concretamente en su capital, Viena, se vive más barato que en Madrid. El ayuntamiento es el mayor promotor de vivienda de la capital. Piensan en la gente y tienen la filosofía de que todo el mundo, y no sólo las rentas más altas, tiene derecho a vivir cerca del centro de la ciudad. Y, a pesar de la brisa del Danubio, está prohibido cobrar a los arrendatarios de las viviendas sociales, más del 25 por ciento de su sueldo. Es decir, se controla la especulación sobre las viviendas y la cultura del ‘pelotazo inmobiliario’ no existe, como ocurre aquí.
Los regidores municipales han reservado ‘suelo’ en el centro de la ciudad, que dedicarán a viviendas para los jóvenes y personas con bajo poder adquisitivo. De hecho, el precio de un apartamento de una habitación, con cocina equipada y cuarto de baño, ronda los 320 euros al mes. ¿Imposible imaginar esto en Madrid, ni en algunas capitales de España: La especulación se ha comido al país. Nadie piensa en los que menos tienen y más necesitan, ni en la gente joven que, si quiere prosperar, tienen que irse fuera porque aquí no hay alicientes.
-¿Qué queréis ser de mayor? – le pregunté a un grupo de alumnos de 8 y 9 años de edad.
Hubo respuestas de todo tipo, algunas ingenuas, como ellos: bailarina, enfermera, doctora, astronauta, piloto de carreras, abogado, músico, médico…Pero me llamó la atención un niño que, de lo más convincente, me dijo: Yo voy a ser político, profe, porque quiero ser rico.
No quería ser político para ayudar a los demás, para hacer un país mejor, para que todos seamos más felices; no. ¡Para hacerse rico!
Pero, ¿realmente esta generación de políticos que tenemos, se esfuerzan por mejorar la vida de sus ciudadanos? Si en Viena se puede vivir con alquileres módicos, si han regulado los alquileres de viviendas de particulares, si a los constructores se les da un margen de ganancia y no lo que ellos quieran… ¿se puede, no?
Hace unos años, apareció un reportaje en un medio de comunicación enumerando los pisos en alquiler que poseían los políticos que se sentaban en los sillones del Congreso y Senado. Algunos, hasta cinco. Y lo penoso es que ¡recibían ayudas para la vivienda! Creo que alrededor de los 1800 euros, si su procedencia era de otra zona de la capital de España. ¡Qué descaro!
¿Hasta cuándo se va a soportar esto? ¿Seguimos y seguimos tolerando que la injusticia y el latrocinio campen por las esferas de la “alta política” a sus anchas? ¿Que los alquileres en Madrid y las grandes capitales españolas estén disparados? Que un adulto de 50 años, como me comentaba un taxista madrileño hace unas semanas, para conseguir trabajo, tenga que vivir en un piso, a casi dos horas del centro de la capital, y compartirlo con otras cuatro personas más porque con su suelo de 900 euros ¡no puede pagar otra cosa!
¿Quién vela por nosotros? ¿Qué hace esta gente? A ver si va a tener razón el niño…
En Austria, el país de Mozart y, concretamente en su capital, Viena, se vive más barato que en Madrid. El ayuntamiento es el mayor promotor de vivienda de la capital. Piensan en la gente y tienen la filosofía de que todo el mundo, y no sólo las rentas más altas, tiene derecho a vivir cerca del centro de la ciudad. Y, a pesar de la brisa del Danubio, está prohibido cobrar a los arrendatarios de las viviendas sociales, más del 25 por ciento de su sueldo. Es decir, se controla la especulación sobre las viviendas y la cultura del ‘pelotazo inmobiliario’ no existe, como ocurre aquí.
Los regidores municipales han reservado ‘suelo’ en el centro de la ciudad, que dedicarán a viviendas para los jóvenes y personas con bajo poder adquisitivo. De hecho, el precio de un apartamento de una habitación, con cocina equipada y cuarto de baño, ronda los 320 euros al mes. ¿Imposible imaginar esto en Madrid, ni en algunas capitales de España: La especulación se ha comido al país. Nadie piensa en los que menos tienen y más necesitan, ni en la gente joven que, si quiere prosperar, tienen que irse fuera porque aquí no hay alicientes.
-¿Qué queréis ser de mayor? – le pregunté a un grupo de alumnos de 8 y 9 años de edad.
Hubo respuestas de todo tipo, algunas ingenuas, como ellos: bailarina, enfermera, doctora, astronauta, piloto de carreras, abogado, músico, médico…Pero me llamó la atención un niño que, de lo más convincente, me dijo: Yo voy a ser político, profe, porque quiero ser rico.
No quería ser político para ayudar a los demás, para hacer un país mejor, para que todos seamos más felices; no. ¡Para hacerse rico!
Pero, ¿realmente esta generación de políticos que tenemos, se esfuerzan por mejorar la vida de sus ciudadanos? Si en Viena se puede vivir con alquileres módicos, si han regulado los alquileres de viviendas de particulares, si a los constructores se les da un margen de ganancia y no lo que ellos quieran… ¿se puede, no?
Hace unos años, apareció un reportaje en un medio de comunicación enumerando los pisos en alquiler que poseían los políticos que se sentaban en los sillones del Congreso y Senado. Algunos, hasta cinco. Y lo penoso es que ¡recibían ayudas para la vivienda! Creo que alrededor de los 1800 euros, si su procedencia era de otra zona de la capital de España. ¡Qué descaro!
¿Hasta cuándo se va a soportar esto? ¿Seguimos y seguimos tolerando que la injusticia y el latrocinio campen por las esferas de la “alta política” a sus anchas? ¿Que los alquileres en Madrid y las grandes capitales españolas estén disparados? Que un adulto de 50 años, como me comentaba un taxista madrileño hace unas semanas, para conseguir trabajo, tenga que vivir en un piso, a casi dos horas del centro de la capital, y compartirlo con otras cuatro personas más porque con su suelo de 900 euros ¡no puede pagar otra cosa!
¿Quién vela por nosotros? ¿Qué hace esta gente? A ver si va a tener razón el niño…