La Escuela Pública es de todos

Escuela pública de todos y para todos. Este es el lema con el que se levanta la voz para defender a la escuela pública que parece olvidada por las administraciones que prefieren derivar los fondos de ésta a escuelas privadas- concertadas. Y es que además del objetivo principal de la educación pública que es la accesibilidad de toda la población a la educación, en el caso de los colegios de Educación Primaria es el lugar donde nuestros hijos pasarán la mayor parte de su infancia. Gran parte de su relación con el mundo se desarrollará en la escuela, en el trato con los compañeros, con la confianza y el apoyo de los profesores y con el respaldo que los padres deben brindar a éstos para que la formación de los niños sea positiva y sana.

Sin embargo, cuando las administraciones son sordas y ciegas, no queda más remedio que remangarse y defender lo que uno considera suyo. Este es el caso de un grupo de familias del Colegio Público Blanco de Cela que decidieron poner su nota de color pintando murales y embelleciendo los espacios del centro para demostrar que si se quiere también se puede. Algunas de estas familias son antiguos estudiantes del centro que hoy llevan a sus hijos a la misma escuela donde crecieron, personas sentimentales que no han dejado de ver su colegio como una de las partes más importantes de su vida y que ahora se esfuerzan porque sus hijos vivan esa misma experiencia de crecimiento. Otras, no tienen historia alguna de infancia en Blanco de Cela, pero creen firmemente en su nivel académico y sobre todo en sus docentes. Saben que este colegio siempre ha sido como una gran familia.

En febrero de 2109 estas familias comenzaron un colorido mural guiadas por la inestimable aportación de bocetaje de Teresa Alonso Infante, profesora de dibujo en Carrizo y ya habitual en este arte del mural. Sobre sus trazos a carboncillo surgieron los colores vivos del arcoíris y las praderas, de los niños jugando, soñando, corriendo bajo la canasta del patio del colegio. El resultado ilusionó a todos y durante la semana cultural del colegio Teresa vuelve para plasmar bocetos en el gimnasio y esta vez junto con los profesores, ese grupo de madres que había trabajado en el mural ceden el pincel a los niños.

Trabajo en equipo, educación en valores, respeto a los profesores, integración de las familias. Todo se puede aprender con pequeños detalles, con estar allí donde somos necesarios, con no conformarnos y mejorar aquello en lo que creemos. Por eso, estas familias no se van a conformar, quieren trabajar para que los niños vean la importancia de la escuela y crear un vínculo que a pesar de los años no les aleje del todo de su infancia.

Seguirán pintando murales en el Colegio de Blanco de Cela a comienzos del próximo año porque esas paredes son un lienzo en blanco donde se pueden plasmar muchas historias y dejar la huella imborrable de los que creen en lo que hacen, porque esta escuela es también su escuela y la de todos.