Redacción
Domingo, 01 de Septiembre de 2013

Panero nuestro

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Las encinas de 'Villa Odila' arroparon las palabras que sirvieron para rescatar el lado más humano de Leopoldo Panero, vinculado a los paisajes de La Sequeda y a sus habitantes. La III Tarde Mayor entre las Encinas celebrada en Castrillo de las Piedras estuvo protagonizada por el Cronista Oficial de Valderrey, Andrés Martínez Oria; el profesor de Lengua y Literatura del IES de Astorga, Juan José Alonso Perandones; María Dolores Martínez Lombó, licenciada en Lengua y Literatura Española, y dos personas que frecuentaron la amistad de Leopoldo Panero: el agricultor jubilado Argimiro Caballero y el panadero de Castrillo de las Piedras, Vicente Cuervo. 

Juan José Alonso Perandones describió la relación que mantuvo Leopoldo Panero entre 1929 y 1931 con la jovencísima Joaquina Márquez, a partir de las cartas que se conservan de esta. Al responder a la primera carta de Leopoldo, le previene de ser bastante rara y le recomienda que se lo piense; pues,  ¿no será (lo suyo) acaso una alucinación poética? Esas cartas  descubren gustos literarios, la metamorfosis en el tratamiento dado al poeta: dirigiéndosele al principio con un seco ‘Leopoldo’, para pasar a: ‘Mi querido Leopoldo’ y terminando en un: ‘Señor Don Leopoldo’. Después de tres cartas que él no contesta, le escribe Joaquina: "Como lo que más detesto en esta vida es estorbar, me retiro de su vida no sin agradecer los trozos de literatura que escribiste en tu alucinación insincera…".  En su último escrito le dice: "Señor Don Leopoldo  marcho para Suiza, le envío estas cartas y la fotografía que obra en mi poder…".

Joaquina Márquez murió al poco. Dos poemas parecen haber sido fruto de esta relación amorosa, uno de ellos al parecer tras su muerte a causa de la tuberculosis.

Andrés Martínez Oria detalló la fotografía de la portada del tríptico que incorpora el manuscrito autógrafo de 'Pequeño Canto a la Sequeda', entregado en el acto. Extraídos ambos del número especial de 'Cuadernos Hispanoamericanos' en memoria de Leopoldo Panero’, del año 1965.
Tres son las versiones grabadas del Canto, una de su propia voz, en su magnetófono, otra con la voz de Juan Luis, su hijo, por los mismos días, y otra grabada por Leopoldo Panero en La COPE, que incorpora una leve variación. Esta última con la petición previa por parte de Esteban Carro Celada de su colaboración en un 'Pregón de fiestas lírico' destinado a Radio Popular, fue la que se escuchó en la tarde de este sábado en 'Villa Odila'. 

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Maria Dolores Martínez aportó su 'Semblante y esencia de Leopoldo': contrapunteando los recuerdos de su padre 'Jesús' sobre Panero con el poema 'El peso del mundo'.

Argimiro Caballero, labrador, antiguo alcalde del Ayuntamiento de Valderrey, destacó la humanidad, afabilidad y cercanía propias de Leopoldo cuando venía al pueblo.

Terminó la velada el panadero de Castrillo de las Piedras, Vicente Cuervo, recordando la relación de su familia con la de Panero y relatando un puñado de anécdotas.

Finalizó el acto con un vino español.
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