Feminista

Yo soy feminista, ¡cómo no! Por supuesto que defiendo la igualdad de géneros; que tanto hombres, como mujeres, tengan los mismos derechos y deberes. Que por el mismo trabajo se les remunere exactamente igual.

No soy la sirvienta de nadie, por el mero hecho de ser mujer, ni obedezco a un hombre sólo porque es hombre.

Soy feminista y femenina. Agradezco a todos los movimientos de liberación de la mujer, aquellas que lucharon por el derecho al voto, que ahora yo tenga voz y pueda votar. Agradezco que mi libertad sexual no sea condicionada por ningún credo, fe, o comunidad religiosa.

Agradezco que, como mujer creativa que soy, no tenga que firmar con un seudónimo masculino, pues la mujer no tenía cabida en estas lides en el siglo pasado, (no tan lejos...)

Agradezco la lucha de las mujeres con cabeza, las que nos hacen pensar, decidir y aventurarnos en empresas que sacamos adelante con nuestras propias manos, aquellas que se atrevieron a abrir una cuenta corriente sin permiso del marido o el padre, (cuando pudieron).

Agradezco a la evolución de los movimientos por la igualdad de géneros, la libertad de las mujeres, mi libertad de conciencia, que sólo a mí concierne y a nadie más.

Pero no nos confundamos, como nos quieren hacer ver los misóginos, no necesito enseñar las tetas en una manifestación porque si no es así mi discurso carece de valor. Ni asaltar templos, del credo que sea, y mofarme de la "libertad de creer de otros" en honor a un mal entendido feminismo.

NO es ese el feminismo que debe salir a la calle a gritarle al mundo, a los cuatro vientos, que: Nosotras decidimos nuestro futuro: ¡Alto y con respeto! Y que nadie, NADIE, tiene derecho a dirigir nuestro destino y mermar nuestros derechos, como ciudadanas libres que somos.

A mí "no se me va la pinza", simplemente y con orgullo reclamo: ¡Soy persona y, además, SOY MUJER!