Carroña-virus
![[Img #48853]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/04_2020/7313_yebra-88191364_10218240313218132_6986889678569865216_n.jpg)
Aprovechando este virus de origen chino las mentes más sucias, las más ignorantes e insensibles, las que crecen y se engolan en las redes sociales, las más infectas y dañinas intentarán coronarse en el ranking de la viralización. Sus títulos en Facebook son indicativos de su postura a priori. Antes de que nadie manifieste cosa alguna ya estarán en contra; nada de argumentos, siempre odio, pedrada o ‘zasca’, siempre malevolencia y, muy a menudo en contra de la ley; lo hicieron con la difusión de los videos de la violación de una menor o con tantas calumnias espurias de las que alguién va a tener que responder. Son los grupos ‘antiAstorga’, cuyo colmo es traer a gala su ‘astorganidad’, (única especie en la Naturaleza para la que no rige el principio de contradicción; pero seguro que ni habrán leído a Aristóteles y que Russell a lo más es un humorista o un actor) y sin embargo se definen siempre a la contra, son ‘antialgo’, lo lleven en el título o no; son anti podemos o anti feministas, antifaces y claro por este no principio de contradicción se declaran los auténticos feministas de Astorga y de la patria. Pueden ser ‘anticualquiercosa’ y esa será su razón de ser; pero lo que son es la negatividad pura (esto a ellos no les contradice). Proclamarían sin duda para una mejor ocasión eso de ‘Viva la muerte’. Seguro que se les erizan los pelos del culo al oír el himno de la Legión.
Sucios pozos negros que en la Guerra Civil o cuando la Inquisición denunciaron a su vecino solo por significarse o por verlo jodido y por debajo de ellos. Ametrallan continuamente juicios de intenciones que presumen infalibles, siendo muestra evidente de su inferioridad. (Pero ni tendrán luces suficientes para entender por qué ni de leer a Adler)
Es el caso parecido al de un cartel difundido en Facebook, en estos días de cuarentena, en el que una mujer alertaba a su comunidad de que “unos vecinos no salían al balcón a aplaudir” y sacaban por contra al perro cuatro veces al día. En Astorga, por este tiempo, una de esas ‘Facinebook’ tan astorgana, tan ‘fancinerosa’ de palabras antifaces, señalaba por puro rencor, fotografía incluida, a un astorgano que vive habitualmente en Madrid, como partícipe de la manifestación del domingo 8 de marzo en Astorga. Incluso denuncian que habría venido intencionadamente para extender el virus: ¡Madrileño, vete a casa! Pero el 8 de marzo no se había decretado confinamiento alguno, ni esa persona que se señala había tenido ni todavía hoy tiene síntomas de nada (en los comentarios han llegado a señalar a su madre anciana). Lo que sucede con estos odiadores es que son un rencor vivo y cualquier cosa les engorda el odio. La falacia y los sofismas son sus modos argumentales; desvirtúan palabras (virtudes, ninguna) y sucesos a su antojo, los sacan de contexto o los desquician hasta darles el sentido siempre destructivo que pretenden. Suelen decir: juzgue usted, presentando al reo ya condenado y así se lavan las manos: “Tienen miedo. Tienen miedo canario mío con alas de águila.” (Son torpes y tampoco se enterarán del sentido de esta cita, como desvirtuaron el de la foto de Jáñez en Conil)
Este virus inquisidor no se ha erradicado nunca en España y aparece con cada crisis. Es un virus malévolo y culpabilizador que proyecta en el otro, en cualquier otro, tal vez en sus vecinos, en nuestros ancianos infectados, en nuestros niños autistas sus temores e inseguridades, corona sus complejos de inferioridad, apesta su ignorancia y cobardía.
Cumpliría realizar, cuando salgamos de esta cuarentena, otra asepsia social, aislando a todos esos aisladores, alguacilando a estos alguaciles, ‘bacilando’ a estos ‘baciladores’ que pretenden viralizar nuestra aún débil democracia.
![[Img #48853]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/04_2020/7313_yebra-88191364_10218240313218132_6986889678569865216_n.jpg)
Aprovechando este virus de origen chino las mentes más sucias, las más ignorantes e insensibles, las que crecen y se engolan en las redes sociales, las más infectas y dañinas intentarán coronarse en el ranking de la viralización. Sus títulos en Facebook son indicativos de su postura a priori. Antes de que nadie manifieste cosa alguna ya estarán en contra; nada de argumentos, siempre odio, pedrada o ‘zasca’, siempre malevolencia y, muy a menudo en contra de la ley; lo hicieron con la difusión de los videos de la violación de una menor o con tantas calumnias espurias de las que alguién va a tener que responder. Son los grupos ‘antiAstorga’, cuyo colmo es traer a gala su ‘astorganidad’, (única especie en la Naturaleza para la que no rige el principio de contradicción; pero seguro que ni habrán leído a Aristóteles y que Russell a lo más es un humorista o un actor) y sin embargo se definen siempre a la contra, son ‘antialgo’, lo lleven en el título o no; son anti podemos o anti feministas, antifaces y claro por este no principio de contradicción se declaran los auténticos feministas de Astorga y de la patria. Pueden ser ‘anticualquiercosa’ y esa será su razón de ser; pero lo que son es la negatividad pura (esto a ellos no les contradice). Proclamarían sin duda para una mejor ocasión eso de ‘Viva la muerte’. Seguro que se les erizan los pelos del culo al oír el himno de la Legión.
Sucios pozos negros que en la Guerra Civil o cuando la Inquisición denunciaron a su vecino solo por significarse o por verlo jodido y por debajo de ellos. Ametrallan continuamente juicios de intenciones que presumen infalibles, siendo muestra evidente de su inferioridad. (Pero ni tendrán luces suficientes para entender por qué ni de leer a Adler)
Es el caso parecido al de un cartel difundido en Facebook, en estos días de cuarentena, en el que una mujer alertaba a su comunidad de que “unos vecinos no salían al balcón a aplaudir” y sacaban por contra al perro cuatro veces al día. En Astorga, por este tiempo, una de esas ‘Facinebook’ tan astorgana, tan ‘fancinerosa’ de palabras antifaces, señalaba por puro rencor, fotografía incluida, a un astorgano que vive habitualmente en Madrid, como partícipe de la manifestación del domingo 8 de marzo en Astorga. Incluso denuncian que habría venido intencionadamente para extender el virus: ¡Madrileño, vete a casa! Pero el 8 de marzo no se había decretado confinamiento alguno, ni esa persona que se señala había tenido ni todavía hoy tiene síntomas de nada (en los comentarios han llegado a señalar a su madre anciana). Lo que sucede con estos odiadores es que son un rencor vivo y cualquier cosa les engorda el odio. La falacia y los sofismas son sus modos argumentales; desvirtúan palabras (virtudes, ninguna) y sucesos a su antojo, los sacan de contexto o los desquician hasta darles el sentido siempre destructivo que pretenden. Suelen decir: juzgue usted, presentando al reo ya condenado y así se lavan las manos: “Tienen miedo. Tienen miedo canario mío con alas de águila.” (Son torpes y tampoco se enterarán del sentido de esta cita, como desvirtuaron el de la foto de Jáñez en Conil)
Este virus inquisidor no se ha erradicado nunca en España y aparece con cada crisis. Es un virus malévolo y culpabilizador que proyecta en el otro, en cualquier otro, tal vez en sus vecinos, en nuestros ancianos infectados, en nuestros niños autistas sus temores e inseguridades, corona sus complejos de inferioridad, apesta su ignorancia y cobardía.
Cumpliría realizar, cuando salgamos de esta cuarentena, otra asepsia social, aislando a todos esos aisladores, alguacilando a estos alguaciles, ‘bacilando’ a estos ‘baciladores’ que pretenden viralizar nuestra aún débil democracia.






