M.A. Reinares
Miércoles, 15 de Abril de 2020

La profesionalidad y plantillas bien dimensionadas, claves de éxito en las residencias de ancianos sin contagiados

En estos tiempos de coronavirus donde todo ocurre deprisa porque la emergencia sanitaria nos impide sentarnos con tranquilidad a analizar, corremos el riesgo de generalizar de forma injusta porque en nuestro entorno más cercano, en nuestras comarcas, existen centros residenciales sin ningún enfermo de Covid-19. Hemos preguntado en uno de ellos para saber cómo están trabajando en estas condiciones tan estresantes y cómo le están ganando la batalla al coronavirus.

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La pandemia de coronavirus ha puesto bajo la lupa la gestión de las residencias de personas mayores. El dato lo ofrecía el pasado 2 de abril el periódico El Norte de Castilla: el 92,8% de los fallecidos por Covid-19 en Castilla y León vivían en residencias. En la provincia, según los datos aportados este miércoles 15 de abril por la Consejería de Sanidad, el número de residentes fallecidos con Covid-19 confirmado y con síntomas compatibles son 306, mientras que 475 es el número de casos confirmados, 209 están aislados con síntomas compatibles con Covid-19, y 434 están en aislamiento preventivo sin síntomas.

 

Sin embargo, existen centros residenciales en nuestro entorno que no forman parte de los datos de ese 'parte de guerra' porque están haciendo bien las cosas y la prueba de ello es que están logrando que ningún anciano se infecte. Uno de estos casos es la Residencia El Pinar de Tabuyo del Monte, donde estos días todo transcurre con normalidad si no fuera porque los residentes no reciben visitas de sus familiares desde el pasado 12 de marzo, dos días antes de que el Gobierno declarara el estado de alarma. Desde esa fecha nadie entra salvo el personal que atiende a los residentes, cerrraron el centro de día para ancianos que no viven en El Pinar y los proveedores de alimentos y otro tipo de necesidades entregan, desde entonces, las provisiones fuera del edificio.

 

"Desde el principio tomamos medidas contundentes cerrando completamente la entrada" a personas ajenas a la residencia, incluso "el médico que va también a otras residencias le dijimos que no viniera", asegura la directora del centro, María Martínez. La contundencia también la aplican desde el primer momento a los trabajadores, "ante la sospecha de cualquier contacto de riesgo no hemos esperado a la posibilidad de que tuvieran síntomas" para que se queden en sus casas 15 días. La tajante decisión la tomó la dirección incluso sabiendo que en el entorno más próximo a Tabuyo no hay casos. 

 

La formación de los gestores de residencias es, para María Martínez, una de las claves de éxito del manejo de situaciones como la pandemia de coronavirus. Ella es enfermera y sabía que para evitar contagios "teníamos que aplicar medidas radicales, más de las recomendadas, con los trabajadores" tanto en higiene como en su protección, "nosotros hemos trabajado con mascarillas, batas y guantes desde el día 12 de marzo porque nos habíamos abastecido antes", explica la directora. En cuanto a la prevención, "nosotros limpiamos en profundidad el interior y el exterior" de El Pinar.

 

 

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Otra de las claves de la buena gestión es el número de profesionales sanitarios, auxiliares, limpiadores, cocineras y resto de personal, "nosotros tenemos más personal que otros centros, somos 20 trabajadores más el médico que es autónomo para 38 residentes, dos de las trabajadoras son auxiliares de Ayuda a Domicilio", explica Martínez, que ahora ve acertada la decisión tomada en El Pinar de reforzar el papel del personal de enfermería desde la fundación de la residencia de Tabuyo, "ahora se ha visto que es muy importante" frente a "quienes planteaban quitar a los técnicos de enfermería" y sustituirlos por gerocultores. En el centro de Tabuyo, la emergencia sanitaria por el coronavirus la están afrontando con un mínimo de dos enfermeros o enfermeras: de sábado a lunes trabajan dos, mientras que de miércoles a viernes, cuatro.

 

La comunicación en el interior de la residencia y con las familias es otro de los puntos trabajados en esta crisis sanitaria. "Desde el principio informamos a las familias y a los residentes les hemos explicado la situación para que sean conscientes y colaboren y lo han entendido perfectamente, la primera semana estuvieron más nerviosos pero se adaptaron bien a que no pueden venir los familiares y a no poder salir" a pasear por el pueblo y los pinares que rodean al centro residencial. La comunicación con los familiares la mantienen por teléfono y la dirección tiene las redes sociales como canal permanente, donde la semana pasada publicaron un simpático vídeo del día a día de los residentes.

 

 

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