Redacción
Miércoles, 11 de Septiembre de 2013
La mejora del estado ecológico del Órbigo, finalista en los prestigiosos premios European Riverprize
Los técnicos de la CHD, Ignacio Rodríguez (izquierda) y José Ignacio Santullán, artífices del proyecto finalista en Quintanilla de Sollamas.
El proyecto de mejora del estado ecológico del río Órbigo, ejecutado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) a través de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), ha sido elegido como finalista en los prestigiosos premios European Riverprize. Estos premios, convocados por la International River Foundation en colaboración con el Centro Europeo de Restauración Fluvial, la Comisión Internacional para la Protección del Danubio y Coca-Cola Europa, reconocen las acciones más sobresalientes en gestión fluvial y son uno de los más prestigiosos galardones mundiales en materia ambiental.
La mejora ecológica del río Órbigo ha sido uno de los proyectos más ambiciosos de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos en España. Este caudal fue elegido por el Ministerio de Medio Ambiente por ser uno de los que mayor presión soporta por la acción del hombre. El tramo sobre el que se actuó en 2011 y 2012, entre Secarejo y Villamor del Órbigo, tiene una longitud de 23,5 kilómetros.
Las obras comenzaron en la parte alta del río. La imagen recoge los movimientos de tierra que se llevaron a cabo en Cimanes del Tejar.
Los datosTécnicamente el proyecto ha consistido en la eliminación y el retranqueo de obstáculos laterales, fundamentalmente motas y escolleras, en la recuperación de brazos secundarios y del pasillo natural inundable con el objetivo de mejorar la capacidad hidráulica y la diversidad de los hábitats además de las zonas húmedas aluviales. Las obras sirvieron para eliminar obstáculos transversales y construir pasos para peces. El planteamiento general de las obras y actuaciones provocó que resulten inseparables la mejora de la hidráulica fluvial de las condiciones ecológicas.
Los grandes números de las actuaciones que se llevaron a cabo son los siguientes: se eliminaron casi 13 kilómetros de escolleras y motas, se retiraron cico kilómetros de motas, se recuperaron 10 kilómetros de brazos secundarios del río y 480 hectáreas de terrenos inundables, se repobló con vegetación de ribera 7,2 hectáreas.
Uno de los puntos polémicos de la obra, por la contestación vecinal que hubo, fue el azud de Huerga del Río.
Las polémicasEl esfuerzo de comunicación realizado por los técnicos de CHD para explicar a la población el proyecto no fue siempre entendido. Uno de los puntos de mayor polémico se situó en la retirada de la escollera de Secarejo, donde nace el río Órbigo, se rebajó hasta el límite del cauce y se construyó otra en las proximidades del pueblo para defender la zona más baja. Los ganaderos, los principales opositores al proyecto, han seguido beneficiándose de los pastos. Según los técnicos, en caso de una gran inundación, la mota exisitente era peligrosa porque dificultaría la vuelta de las aguas al río.
En Gavilanes, el retranqueo de la escollera unos 300 metros defiende la población no sólo de las crecidas del Órbigo, también de las del barbadiel de Turcia. En la desembocadura de este cauce de riego la rebaja de la mota permite ahora un desaguado y un intercambio de aguas natural. El problema de este punto era muy serio porque el cauce del barbadiel está a menor cota que el Órbigo, así que en las grandes crecidas el río tapona el desagüe del cauce de riego poniendo en grave peligro a Gavilanes que está más bajo que el cauce fluvial.
En Huerga del Río, el ‘muro’ del azud que permite embalsar el agua para su utilización en el riego y en el abastecimiento de la capital, no es un lugar de paso hacia Alcoba, como argumentaban los vecinos que se oponían a la apertura para el paso de los peces.
La International River Foundation y el jurado han destacado el alto nivel y la diversidad de enfoques de los numerosos proyectos recibidos desde toda Europa, lo que a su juicio demuestra la inquietud existente por la mejora de los ríos y los avances que ha habido en la gestión sostenible del agua, a lo que ha contribuido la normativa de la Unión Europea. Con la elección de este proyecto español se reconoce, a nivel internacional, la labor realizada por el Magrama en el marco de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos para la recuperación y mejora de los espacios degradados.
La valoración del jurado
El jurado ha valorado el intenso proceso de participación pública desarrollado por la CHD con las poblaciones ribereñas para ejecutar el proyecto en un marco de diálogo, así como el programa de educación ambiental y voluntariado que se llevó a cabo de forma paralela, y el hecho de que esta actuación se visite y se estudie ya en numerosos cursos y másters como ejemplo de la gestión sostenible e integrada de agua y territorio.
El ganador definitivo de los cuatro proyectos de restauración fluvial finalistas se conocerá en el Congreso Internacional de Restauración Fluvial que se celebra en Viena hasta el viernes. El proyecto español compite con varios proyectos acometidos en el centro de Europa: uno ejecutado en los ríos Mura-Drava-Danubio (Austria, Croacia, Hungría, Serbia y Eslovenia), un segundo proyecto acometido en el río Rin (Francia, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Austria, Liechtenstein y Bélgica), y un tercero llevado a cabo en río Drava (Austria).
![[Img #5310]](upload/img/periodico/img_5310.jpg)
Los técnicos de la CHD, Ignacio Rodríguez (izquierda) y José Ignacio Santullán, artífices del proyecto finalista en Quintanilla de Sollamas.
El proyecto de mejora del estado ecológico del río Órbigo, ejecutado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) a través de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), ha sido elegido como finalista en los prestigiosos premios European Riverprize. Estos premios, convocados por la International River Foundation en colaboración con el Centro Europeo de Restauración Fluvial, la Comisión Internacional para la Protección del Danubio y Coca-Cola Europa, reconocen las acciones más sobresalientes en gestión fluvial y son uno de los más prestigiosos galardones mundiales en materia ambiental.
La mejora ecológica del río Órbigo ha sido uno de los proyectos más ambiciosos de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos en España. Este caudal fue elegido por el Ministerio de Medio Ambiente por ser uno de los que mayor presión soporta por la acción del hombre. El tramo sobre el que se actuó en 2011 y 2012, entre Secarejo y Villamor del Órbigo, tiene una longitud de 23,5 kilómetros.
![[Img #5311]](upload/img/periodico/img_5311.jpg)
Las obras comenzaron en la parte alta del río. La imagen recoge los movimientos de tierra que se llevaron a cabo en Cimanes del Tejar.
Los datos
Técnicamente el proyecto ha consistido en la eliminación y el retranqueo de obstáculos laterales, fundamentalmente motas y escolleras, en la recuperación de brazos secundarios y del pasillo natural inundable con el objetivo de mejorar la capacidad hidráulica y la diversidad de los hábitats además de las zonas húmedas aluviales. Las obras sirvieron para eliminar obstáculos transversales y construir pasos para peces. El planteamiento general de las obras y actuaciones provocó que resulten inseparables la mejora de la hidráulica fluvial de las condiciones ecológicas.
Los grandes números de las actuaciones que se llevaron a cabo son los siguientes: se eliminaron casi 13 kilómetros de escolleras y motas, se retiraron cico kilómetros de motas, se recuperaron 10 kilómetros de brazos secundarios del río y 480 hectáreas de terrenos inundables, se repobló con vegetación de ribera 7,2 hectáreas.
![[Img #5309]](upload/img/periodico/img_5309.jpg)
Uno de los puntos polémicos de la obra, por la contestación vecinal que hubo, fue el azud de Huerga del Río.
Las polémicas
El esfuerzo de comunicación realizado por los técnicos de CHD para explicar a la población el proyecto no fue siempre entendido. Uno de los puntos de mayor polémico se situó en la retirada de la escollera de Secarejo, donde nace el río Órbigo, se rebajó hasta el límite del cauce y se construyó otra en las proximidades del pueblo para defender la zona más baja. Los ganaderos, los principales opositores al proyecto, han seguido beneficiándose de los pastos. Según los técnicos, en caso de una gran inundación, la mota exisitente era peligrosa porque dificultaría la vuelta de las aguas al río.
En Gavilanes, el retranqueo de la escollera unos 300 metros defiende la población no sólo de las crecidas del Órbigo, también de las del barbadiel de Turcia. En la desembocadura de este cauce de riego la rebaja de la mota permite ahora un desaguado y un intercambio de aguas natural. El problema de este punto era muy serio porque el cauce del barbadiel está a menor cota que el Órbigo, así que en las grandes crecidas el río tapona el desagüe del cauce de riego poniendo en grave peligro a Gavilanes que está más bajo que el cauce fluvial.
En Huerga del Río, el ‘muro’ del azud que permite embalsar el agua para su utilización en el riego y en el abastecimiento de la capital, no es un lugar de paso hacia Alcoba, como argumentaban los vecinos que se oponían a la apertura para el paso de los peces.
La International River Foundation y el jurado han destacado el alto nivel y la diversidad de enfoques de los numerosos proyectos recibidos desde toda Europa, lo que a su juicio demuestra la inquietud existente por la mejora de los ríos y los avances que ha habido en la gestión sostenible del agua, a lo que ha contribuido la normativa de la Unión Europea. Con la elección de este proyecto español se reconoce, a nivel internacional, la labor realizada por el Magrama en el marco de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos para la recuperación y mejora de los espacios degradados.
La valoración del jurado
El jurado ha valorado el intenso proceso de participación pública desarrollado por la CHD con las poblaciones ribereñas para ejecutar el proyecto en un marco de diálogo, así como el programa de educación ambiental y voluntariado que se llevó a cabo de forma paralela, y el hecho de que esta actuación se visite y se estudie ya en numerosos cursos y másters como ejemplo de la gestión sostenible e integrada de agua y territorio.
El ganador definitivo de los cuatro proyectos de restauración fluvial finalistas se conocerá en el Congreso Internacional de Restauración Fluvial que se celebra en Viena hasta el viernes. El proyecto español compite con varios proyectos acometidos en el centro de Europa: uno ejecutado en los ríos Mura-Drava-Danubio (Austria, Croacia, Hungría, Serbia y Eslovenia), un segundo proyecto acometido en el río Rin (Francia, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Austria, Liechtenstein y Bélgica), y un tercero llevado a cabo en río Drava (Austria).