Los regantes de los canales de Villlares y Velilla y de la Presa de la Tierra firman los acuerdos para la modernización del riego
El consejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero, y el presidente de la Seiasa, Alejandro Alonso Núñez, junto con los presidentes de las comunidades de regantes del Canal Alto de Villares, Presa de la Tierra, Canal de Velilla (las tres en la comarca del Órbigo), Canal del Pisuerga (Palencia) y Canal de San José (Zamora) han firmado los convenios de colaboración para modernizar y consolidar los regadíos.
![[Img #49729]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/06_2020/697_villares.jpg)
En la comarca del Órbigo, que riega con el agua regulada por el embalse de Barrios de Luna, se ha suscrito convenio con la CR Canal Alto de Villares, donde se modernizará su zona regable, que cuenta con una superficie de 2.250 hectáreas y 2.480 regantes. Se requerirán 24,61 millones de euros, de los cuales 18,20 millones de euros serán financiados por Seiasa, la Comunidad de Regantes y el Feader, y 6,40 millones de euros serán aportados por la Junta de Castilla y León, incluyendo la financiación europea de fondos Feader.
Las obras que se llevarán a cabo en esta zona comprenden la construcción de una infraestructura de regadío moderna, sustituyendo el riego por gravedad por aspersión, con instalaciones competitivas que mejoren la distribución del agua a los cultivos. La zona regable se extiende en Villares de Órbigo, en las localidades de Villares de Órbigo y Santibáñez de Valdeiglesias, Villarejo de Órbigo en las localidades de Estébanez de la Calzada, Villarejo de Órbigo, y Villoria de Órbigo, San Cristóbal de la Polantera en las localidades de Posadilla de la Vega, Villagarcía de la Vega, San Cristobal de la Polantera y Matilla de la Vega, Santa María de la Isla en las localidades de Santibáñez de la Isla y Santa María de la Isla y Soto de la Vega en la localidad de Garaballes, todos ellos en la provincia de León.
En el caso de la Comunidad de Regantes Presa de la Tierra, se modernizarán 1.350 hectáreas que pertenecen a 1.970 regantes. Requerirá una inversión total de 14,76 millones de euros, de los cuales 10,92 millones de euros serán financiados por Seiasa, los regantes, y 3,84 millones de euros aportará la Junta de Castilla y León, todo ello con la correspondiente aportación de fondos Feader del PDR de Castilla y León 2014-2020.
En el convenio suscrito se determina una actuación semejante a la descrita anteriormente para transformar el actual riego por gravedad existente en la zona por un riego con presión a la demanda, con control adecuado del reparto del agua a los cultivos. El desarrollo de estas actuaciones de realizará en Benavides, en las localidades de Benavides de Órbigo y Gualtares, Santa Marina del Rey en las localidades de Santa Marina del Rey y Villamor de Órbigo, Villares de Órbigo en las localidades de San Feliz de Órbigo, Moral de Órbigo, Villares de Órbigo y Santibánez de Valdeiglesias, Hospital de Órbigo en la localidad de Hospital de Órbigo y Villarejo de Órbigo en las localidades de Villarejo de Órbigo y Veguellina de Órbigo, todos ellos en la provincia de León.
Por su parte, la modernización de la Comunidad de Regantes del Canal de Velilla, afectará a las 962 hectáreas de riego, pertenecientes a 1.139 regantes de esta Comunidad. Requerirá una inversión de 9,99 millones de euros, de los cuales 7,4 millones de euros, serán financiados por Seiasa, que contarán con la aportación de los regantes y el Feader, y junto con los 2,60 millones de euros que aportará la Junta de Castilla y León que incluye la aportación de fondos Feader, se destinarán a la sustitución del sistema de riego actual por gravedad por un riego moderno con presión a la demanda. La superficie de riego en esta Comunidad está situada en los términos municipales de Cimanes del Tejar, en las localidades de Alcoba de la Ribera y Velillla de la Reina, Carrizo de la Ribera en la localidad Villanueva de Carrizo y Villadangos del Páramo, en las localidades de Villadangos del Páramo y Celadilla, todos ellos en la provincia de León.
Financiación
A la inversión prevista en este Convenio que asciende a 17,50 millones de euros, de los cuales 13 millones son financiados por Seiasa, la Comunidad de regantes y el Feader y 4,55 millones de euros serán aportados por la Junta de Castilla y León y el Feader, hay que añadir la de la Fase I, por lo que la inversión total a desarrollar en este sector G será de 33,7 millones de euros.
En todos los casos, las inversiones serán financiadas en un 74 % por Seiasa, las comunidades de regantes y el Feader, y un 26% por la Junta de Castilla y León. Según consta en los convenios, en todos los casos Seiasa ejecuta las obras correspondientes a la red de distribución de riego, otras instalaciones y automatismos. El Itacyl, se encargará de construir las estaciones de bombeo y la regulación del agua. Se tendrá como consideración prioritaria el ahorro de agua y de energía, incorporando el riego presurizado, la gestión de la red de riego por telecontrol y el correspondiente sistema de comunicaciones y de software.
Por su parte, las condiciones de financiación y ejecución de la parte a ejecutar por la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) se establecen en un convenio suscrito con cada una de las comunidades de regantes y esta Sociedad en la misma fecha.
Concentraciones parcelarias
Además, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural está desarrollando en todas estas zonas los procesos de reorganización de la propiedad y realizará las obras de infraestructura rural de caminos y desagües, que serán financiados en su totalidad por la Administración Autonómica.
Las zonas de Alto Villares y Presa de la Tierra se están concentrando conjuntamente, y la superficie en concentración es de 3.902 hectáreas, quedando excluidas en el perímetro otras 626 hectáreas, con una superficie media de las 9.605 parcelas que entran en concentración de 0,40 ha, y un número de parcelas por propietario de 2,15.
En el caso del Canal de Velilla, esta zona regable se está concentrando junto con el Canal de Villadangos, acogiendo una superficie total de concentración de 6.883 hectáreas y quedando excluidas en el perímetro 555 hectáreas. El número de parcelas en la zona es de 8.509, con una superficie media de 0,81 hectáreas por parcela y cada propietario aporta de media aporta 2,29 parcelas.
Beneficios de la modernización del regadío
Entre los principales beneficios que conllevan la modernización del regadío de una zona está la optimización del uso del agua, permitiendo hacer frente con mayores garantías a las circunstancias de escasez de recursos disponibles. Se estiman ahorros medios en el uso de recursos de entre un 20 y un 25 %.
Además, para mejorar la competitividad y rentabilidad de las explotaciones agrarias, los costes para el riego con presión se reducen en las zonas modernizadas un 35 % respecto a las zonas sin modernizar. La modernización contribuye activamente a la regeneración en el campo, ya que las incorporaciones de jóvenes en las zonas modernizadas son un 80% superiores que las que se producen en las zonas sin modernizar.
El regadío modernizado permite diversificar las alternativas de cultivo, principalmente porque pueden realizarse otros cultivos más asociados a la transformación agroindustrial. Esta posibilidad de adaptación de las producciones a las necesidades del mercado permite mejorar y garantizar la competitividad de las explotaciones agrícolas.
Es fundamental la contribución del regadío a la mejora de las condiciones ambientales del medio rural, ya que, además del ahorro de agua, las infraestructuras de riego modernizadas permiten una reducción de la contaminación difusa que puede cifrarse por ejemplo en una reducción del abonado nitrogenado de entre un 25 y un 30 %, que además de ser un ahorro de costes importante, reduce la carga contaminante que llega a las masas de agua. En esencia, el ahorro de agua, junto con el efecto sumidero de CO2 que suponen los cultivos de regadío, hace de las modernizaciones de regadío una herramienta eficaz para luchar contra el cambio climático.
Por estos motivos, la modernización de los regadíos se configura como una de las medidas imprescindibles para el desarrollo rural, no solo porque permite garantizar la viabilidad de las explotaciones para el futuro, sino porque además tiene un efecto de interacción con otras actividades, como la industria agroalimentaria, lo que permite generar empleo y actividad económica y fijar población en estos entornos.
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En la comarca del Órbigo, que riega con el agua regulada por el embalse de Barrios de Luna, se ha suscrito convenio con la CR Canal Alto de Villares, donde se modernizará su zona regable, que cuenta con una superficie de 2.250 hectáreas y 2.480 regantes. Se requerirán 24,61 millones de euros, de los cuales 18,20 millones de euros serán financiados por Seiasa, la Comunidad de Regantes y el Feader, y 6,40 millones de euros serán aportados por la Junta de Castilla y León, incluyendo la financiación europea de fondos Feader.
Las obras que se llevarán a cabo en esta zona comprenden la construcción de una infraestructura de regadío moderna, sustituyendo el riego por gravedad por aspersión, con instalaciones competitivas que mejoren la distribución del agua a los cultivos. La zona regable se extiende en Villares de Órbigo, en las localidades de Villares de Órbigo y Santibáñez de Valdeiglesias, Villarejo de Órbigo en las localidades de Estébanez de la Calzada, Villarejo de Órbigo, y Villoria de Órbigo, San Cristóbal de la Polantera en las localidades de Posadilla de la Vega, Villagarcía de la Vega, San Cristobal de la Polantera y Matilla de la Vega, Santa María de la Isla en las localidades de Santibáñez de la Isla y Santa María de la Isla y Soto de la Vega en la localidad de Garaballes, todos ellos en la provincia de León.
En el caso de la Comunidad de Regantes Presa de la Tierra, se modernizarán 1.350 hectáreas que pertenecen a 1.970 regantes. Requerirá una inversión total de 14,76 millones de euros, de los cuales 10,92 millones de euros serán financiados por Seiasa, los regantes, y 3,84 millones de euros aportará la Junta de Castilla y León, todo ello con la correspondiente aportación de fondos Feader del PDR de Castilla y León 2014-2020.
En el convenio suscrito se determina una actuación semejante a la descrita anteriormente para transformar el actual riego por gravedad existente en la zona por un riego con presión a la demanda, con control adecuado del reparto del agua a los cultivos. El desarrollo de estas actuaciones de realizará en Benavides, en las localidades de Benavides de Órbigo y Gualtares, Santa Marina del Rey en las localidades de Santa Marina del Rey y Villamor de Órbigo, Villares de Órbigo en las localidades de San Feliz de Órbigo, Moral de Órbigo, Villares de Órbigo y Santibánez de Valdeiglesias, Hospital de Órbigo en la localidad de Hospital de Órbigo y Villarejo de Órbigo en las localidades de Villarejo de Órbigo y Veguellina de Órbigo, todos ellos en la provincia de León.
Por su parte, la modernización de la Comunidad de Regantes del Canal de Velilla, afectará a las 962 hectáreas de riego, pertenecientes a 1.139 regantes de esta Comunidad. Requerirá una inversión de 9,99 millones de euros, de los cuales 7,4 millones de euros, serán financiados por Seiasa, que contarán con la aportación de los regantes y el Feader, y junto con los 2,60 millones de euros que aportará la Junta de Castilla y León que incluye la aportación de fondos Feader, se destinarán a la sustitución del sistema de riego actual por gravedad por un riego moderno con presión a la demanda. La superficie de riego en esta Comunidad está situada en los términos municipales de Cimanes del Tejar, en las localidades de Alcoba de la Ribera y Velillla de la Reina, Carrizo de la Ribera en la localidad Villanueva de Carrizo y Villadangos del Páramo, en las localidades de Villadangos del Páramo y Celadilla, todos ellos en la provincia de León.
Financiación
A la inversión prevista en este Convenio que asciende a 17,50 millones de euros, de los cuales 13 millones son financiados por Seiasa, la Comunidad de regantes y el Feader y 4,55 millones de euros serán aportados por la Junta de Castilla y León y el Feader, hay que añadir la de la Fase I, por lo que la inversión total a desarrollar en este sector G será de 33,7 millones de euros.
En todos los casos, las inversiones serán financiadas en un 74 % por Seiasa, las comunidades de regantes y el Feader, y un 26% por la Junta de Castilla y León. Según consta en los convenios, en todos los casos Seiasa ejecuta las obras correspondientes a la red de distribución de riego, otras instalaciones y automatismos. El Itacyl, se encargará de construir las estaciones de bombeo y la regulación del agua. Se tendrá como consideración prioritaria el ahorro de agua y de energía, incorporando el riego presurizado, la gestión de la red de riego por telecontrol y el correspondiente sistema de comunicaciones y de software.
Por su parte, las condiciones de financiación y ejecución de la parte a ejecutar por la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) se establecen en un convenio suscrito con cada una de las comunidades de regantes y esta Sociedad en la misma fecha.
Concentraciones parcelarias
Además, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural está desarrollando en todas estas zonas los procesos de reorganización de la propiedad y realizará las obras de infraestructura rural de caminos y desagües, que serán financiados en su totalidad por la Administración Autonómica.
Las zonas de Alto Villares y Presa de la Tierra se están concentrando conjuntamente, y la superficie en concentración es de 3.902 hectáreas, quedando excluidas en el perímetro otras 626 hectáreas, con una superficie media de las 9.605 parcelas que entran en concentración de 0,40 ha, y un número de parcelas por propietario de 2,15.
En el caso del Canal de Velilla, esta zona regable se está concentrando junto con el Canal de Villadangos, acogiendo una superficie total de concentración de 6.883 hectáreas y quedando excluidas en el perímetro 555 hectáreas. El número de parcelas en la zona es de 8.509, con una superficie media de 0,81 hectáreas por parcela y cada propietario aporta de media aporta 2,29 parcelas.
Beneficios de la modernización del regadío
Entre los principales beneficios que conllevan la modernización del regadío de una zona está la optimización del uso del agua, permitiendo hacer frente con mayores garantías a las circunstancias de escasez de recursos disponibles. Se estiman ahorros medios en el uso de recursos de entre un 20 y un 25 %.
Además, para mejorar la competitividad y rentabilidad de las explotaciones agrarias, los costes para el riego con presión se reducen en las zonas modernizadas un 35 % respecto a las zonas sin modernizar. La modernización contribuye activamente a la regeneración en el campo, ya que las incorporaciones de jóvenes en las zonas modernizadas son un 80% superiores que las que se producen en las zonas sin modernizar.
El regadío modernizado permite diversificar las alternativas de cultivo, principalmente porque pueden realizarse otros cultivos más asociados a la transformación agroindustrial. Esta posibilidad de adaptación de las producciones a las necesidades del mercado permite mejorar y garantizar la competitividad de las explotaciones agrícolas.
Es fundamental la contribución del regadío a la mejora de las condiciones ambientales del medio rural, ya que, además del ahorro de agua, las infraestructuras de riego modernizadas permiten una reducción de la contaminación difusa que puede cifrarse por ejemplo en una reducción del abonado nitrogenado de entre un 25 y un 30 %, que además de ser un ahorro de costes importante, reduce la carga contaminante que llega a las masas de agua. En esencia, el ahorro de agua, junto con el efecto sumidero de CO2 que suponen los cultivos de regadío, hace de las modernizaciones de regadío una herramienta eficaz para luchar contra el cambio climático.
Por estos motivos, la modernización de los regadíos se configura como una de las medidas imprescindibles para el desarrollo rural, no solo porque permite garantizar la viabilidad de las explotaciones para el futuro, sino porque además tiene un efecto de interacción con otras actividades, como la industria agroalimentaria, lo que permite generar empleo y actividad económica y fijar población en estos entornos.






