Amigo, amigo. Las ambiciones del hermano
![[Img #50360]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2020/3615_juan_carlos_aaiun.jpg)
Hace unos días salía en la prensa una noticia que me dejó con preocupación y me dio bastante que pensar.
La noticia en cuestión anunciaba que Marruecos ha ofrecido a los EEUU un enclave ‘clave’ para situar sus barcos de guerra. El contrato de la base americana de Rota espira en un año y Mohamed VI se ha puesto las pilas. Ha decidido que también él quiere contar en el contexto internacional mediterráneo. Quiere que se le considere y parece que, además de sus excentricidades personales, que tiene muchas, ha decidido mover la batuta.
Marruecos ha ido despertando de su letargo. El rey Mohamed V, el abuelo del actual Mohamed VI, era ágil y abierto. Le tocó vivir la presión colonialista que los franceses y españoles ejercieron sobre su país durante 45 años, de los cuales él lideró 30, desde que subió en 1925 hasta 1957-58, fechas en las que por fin consiguió liberarse de los dos países llamados ‘protectores’(un interesante eufemismo para disfrazar la labor de ‘explotadores’) a los que su padre, el sultán Mulay Yúsuf les había concedido esa ‘dignidad’ en 1912, en el llamado Tratado de París.
Su hijo Hasan II le sucedió en el trono en 1961 y reinó en el país vecino hasta su muerte en 1999. Su reinado se caracterizó por una vuelta a la ‘tradicionalización’ del país en lugar de avanzar hacia la modernización, lo que significó grandes represiones políticas y sociales, acompañadas de numerables asesinatos a opositores y violaciones de los derechos humanos. En 1972 utilizó la famosa ‘Marcha Verde’ para desviar la atención de la penosa situación en la que se encontraba el país, tanto económica como socialmente, y con ello consiguió despertar un interés común y aunar y canalizar la irritación nacional hacia el objetivo de invadir el Sahara Español, llamado Sahara Occidental.
Con esta acción nacionalista de “recuperar las fronteras auténticas del país” perseguía tranquilizar y reconciliarse con la población. Y consiguió hacerse con ese trozo de costa africana mientras que el norte de su país lo tenía prácticamente abandonado, en una situación casi medieval. A Hasan II nunca le interesó el territorio que había estado bajo el Protectorado Español y lo dejó a su albur.
En el contexto internacional Hasan II comprendió que lo que contaba era la fuerza militar y los intereses económicos y jugó sus bazas muy ‘a su manera’. Entre otros muchos manejos parece que grabó para el Mosad las actas de una reunión secreta de los líderes árabes sobre sus fuerzas militares que fueron decisivas para Israel en la guerra de los seis días.
Su hijo Mohamed VI, el actual rey de Marruecos, entró en la escena reinante en 1999, a la muerte de su padre. Parecía al principio de su reinado que estaba un poco despistado a pesar de estar muy bien preparado (como nuestro rey). Pero sus estudios sobre la cooperación entre la ‘Comunidad Europea y la Unión del Magreb Árabe’ han decantado a este joven rey por dirigir su mirada y sus negociaciones hacia los EEUU de América.
Atrás quedó el agradecimiento de Hasan II a su ‘hermano’ Juan Carlos I por la entrega en bandeja del Sahara Español; la amistad hermanada que lucían con gusto; el título de ‘hermano menor’ que el rey emérito le otorgó, con gran emoción, a este joven rey a la muerte de su padre; el interés por lo español que Hasan II mostró eligiendo para sus hijos institutrices españolas, por lo que el actual rey habla perfectamente nuestro idioma; la Historia ancestral y estratégica que tenemos en común…, Nada de todo este sentimentalismo cuenta, ni tiene que contar, en los intereses económicos y estratégicos que rigen en el mundo.
Nuestra hermandad con el mundo árabe, de la que tanta gala ha hecho el Emérito, parece que tan sólo ha servido para el disfrute personal de nuestro simpaticón rey Juan Carlos I en fiestas y agasajos del vecino Marruecos, y para llenarse los bolsillos de millones de euros y llenárselos a sus amigos empresarios en los países árabes del petróleo (con el cuento de que eran contratos con España) (¿Qué ganaban las arcas de España con esos grandes contratos a empresas privadas? No sé, quizás alguna pequeña cifra más en los impuestos de las empresas, pero seguro que poca cosa). En realidad, seamos francos, no era amistad entre países lo que forjaba el Emérito sino que su labor se centraba en entablar, y alimentar, amistades personales con los exóticos jeques de los que recibía ‘pequeños obsequios como gentileza’ por su simpatía. Se trataba de amistades muy lucrativas pero han resultado algo peligrosas.
Bueno, a lo que voy. Mohamed VI pasa de hermanamientos y se amiga con los americanos que seguramente le ofrecen mayores y más ventajosas cosas. Pasa de tener a Ceuta y Melilla, esos territorios españoles enclavados en sus dominios, y no hace más que poner trabas. Pasa de ‘contar’ poco en el Estrecho así que dirige su atención y recupera el norte de su país tan abandonado por su padre.
Parece que ha decidido hacer valer su poderío. Quiere tener influencia en ese importante mar que conecta con sus aguas a veintitrés países, y quiere tocar las narices a los británicos que se han erigido los porteros del Mediterráneo teniendo tan sólo un peñasco en su poder mientras que él, su Marruecos, tiene mucha costa en este mar y en este Estrecho clave, lo que considera le confiere muchos más derechos que los isleños ingleses sobre estas aguas. Mohamed VI ya tiene cuatro bases militares en la costa norte. Las bases de Monte Arruit y Guercif, en Nador, cerca de Melilla, cuentan con drones y acaban de recibir una veintena de helicópteros de ataque Apache AH-64E.
A España le ha salido un competidor en lo militar y, quién lo iba a decir, es el vecino y amigo Marruecos. A menos de un año para que acabe el acuerdo que España tiene con Estados Unidos para permitir el uso de la base de Rota por las fuerzas estadounidenses, el país norteafricano ha ofrecido su enclave naval de Alcazarseguir para que sea la nueva Rota. De llegar a formalizarse, los buques del Ejército norteamericano podrían hacer escala antes de entrar y salir del Mediterráneo, controlarían El Estrecho y forzaría a España a concesiones territoriales. Publica el diario Español.
Alcazarseguir está justo enfrente de Tarifa, en la zona más estrecha del paso del Estrecho, una separación de pocos kilómetros entre los dos continentes, y situada antes que Gibraltar entrando por el Atlántico. Por lo tanto los norteamericanos le quitarían el control a los ingleses y tendríamos sus enormes buques a un palmo de narices, controlándonos y sin llevarnos ningún beneficio a cambio.
Los planes militares de Mohamed VI están en expansión. La base que ha desarrollado en Alcazarseguir está equipada para acoger a la flota de Rota ampliada en seis destructores y 600 marinos más. También con calado para acoger a submarinos. Y ya EEUU, el gran proveedor de material armamentístico de Marruecos, la ha equipado con el primer radar que detecta todo tipo de blancos marítimos desde el aire, de tal manera que controla los buques que navegan por El Estrecho.
Vaya amigo, amigo. Vaya hermano, hermano. Vaya vecino. Vaya fracaso de inteligencia para saber mantener la amistad y las negociaciones con nuestro amigo, hermano, vecino. No parece que nuestros políticos hayan aprendido de los errores pasados, de las pésimas negociaciones internacionales que conforman nuestra Historia como, entre otras muchas, ceder Gibraltar ‘al inglés’ siendo el perdedor de aquella guerra de Sucesión que nos trajo a los Borbones.
¿Por qué no conseguimos aliarnos con nuestros vecinos (meto aquí también a Portugal) para conseguir algo mejor frente a los grandes ‘depredadores’? Es cierto aquello de que “la unión hace la fuerza” pero parece que ‘tenemos espíritu libre’ y eso nos lleva siempre a la cola.
Qué miedo tanto buque de guerra norteamericano asentándose en la vecindad.
O témpora o mores.
![[Img #50360]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2020/3615_juan_carlos_aaiun.jpg)
Hace unos días salía en la prensa una noticia que me dejó con preocupación y me dio bastante que pensar.
La noticia en cuestión anunciaba que Marruecos ha ofrecido a los EEUU un enclave ‘clave’ para situar sus barcos de guerra. El contrato de la base americana de Rota espira en un año y Mohamed VI se ha puesto las pilas. Ha decidido que también él quiere contar en el contexto internacional mediterráneo. Quiere que se le considere y parece que, además de sus excentricidades personales, que tiene muchas, ha decidido mover la batuta.
Marruecos ha ido despertando de su letargo. El rey Mohamed V, el abuelo del actual Mohamed VI, era ágil y abierto. Le tocó vivir la presión colonialista que los franceses y españoles ejercieron sobre su país durante 45 años, de los cuales él lideró 30, desde que subió en 1925 hasta 1957-58, fechas en las que por fin consiguió liberarse de los dos países llamados ‘protectores’(un interesante eufemismo para disfrazar la labor de ‘explotadores’) a los que su padre, el sultán Mulay Yúsuf les había concedido esa ‘dignidad’ en 1912, en el llamado Tratado de París.
Su hijo Hasan II le sucedió en el trono en 1961 y reinó en el país vecino hasta su muerte en 1999. Su reinado se caracterizó por una vuelta a la ‘tradicionalización’ del país en lugar de avanzar hacia la modernización, lo que significó grandes represiones políticas y sociales, acompañadas de numerables asesinatos a opositores y violaciones de los derechos humanos. En 1972 utilizó la famosa ‘Marcha Verde’ para desviar la atención de la penosa situación en la que se encontraba el país, tanto económica como socialmente, y con ello consiguió despertar un interés común y aunar y canalizar la irritación nacional hacia el objetivo de invadir el Sahara Español, llamado Sahara Occidental.
Con esta acción nacionalista de “recuperar las fronteras auténticas del país” perseguía tranquilizar y reconciliarse con la población. Y consiguió hacerse con ese trozo de costa africana mientras que el norte de su país lo tenía prácticamente abandonado, en una situación casi medieval. A Hasan II nunca le interesó el territorio que había estado bajo el Protectorado Español y lo dejó a su albur.
En el contexto internacional Hasan II comprendió que lo que contaba era la fuerza militar y los intereses económicos y jugó sus bazas muy ‘a su manera’. Entre otros muchos manejos parece que grabó para el Mosad las actas de una reunión secreta de los líderes árabes sobre sus fuerzas militares que fueron decisivas para Israel en la guerra de los seis días.
Su hijo Mohamed VI, el actual rey de Marruecos, entró en la escena reinante en 1999, a la muerte de su padre. Parecía al principio de su reinado que estaba un poco despistado a pesar de estar muy bien preparado (como nuestro rey). Pero sus estudios sobre la cooperación entre la ‘Comunidad Europea y la Unión del Magreb Árabe’ han decantado a este joven rey por dirigir su mirada y sus negociaciones hacia los EEUU de América.
Atrás quedó el agradecimiento de Hasan II a su ‘hermano’ Juan Carlos I por la entrega en bandeja del Sahara Español; la amistad hermanada que lucían con gusto; el título de ‘hermano menor’ que el rey emérito le otorgó, con gran emoción, a este joven rey a la muerte de su padre; el interés por lo español que Hasan II mostró eligiendo para sus hijos institutrices españolas, por lo que el actual rey habla perfectamente nuestro idioma; la Historia ancestral y estratégica que tenemos en común…, Nada de todo este sentimentalismo cuenta, ni tiene que contar, en los intereses económicos y estratégicos que rigen en el mundo.
Nuestra hermandad con el mundo árabe, de la que tanta gala ha hecho el Emérito, parece que tan sólo ha servido para el disfrute personal de nuestro simpaticón rey Juan Carlos I en fiestas y agasajos del vecino Marruecos, y para llenarse los bolsillos de millones de euros y llenárselos a sus amigos empresarios en los países árabes del petróleo (con el cuento de que eran contratos con España) (¿Qué ganaban las arcas de España con esos grandes contratos a empresas privadas? No sé, quizás alguna pequeña cifra más en los impuestos de las empresas, pero seguro que poca cosa). En realidad, seamos francos, no era amistad entre países lo que forjaba el Emérito sino que su labor se centraba en entablar, y alimentar, amistades personales con los exóticos jeques de los que recibía ‘pequeños obsequios como gentileza’ por su simpatía. Se trataba de amistades muy lucrativas pero han resultado algo peligrosas.
Bueno, a lo que voy. Mohamed VI pasa de hermanamientos y se amiga con los americanos que seguramente le ofrecen mayores y más ventajosas cosas. Pasa de tener a Ceuta y Melilla, esos territorios españoles enclavados en sus dominios, y no hace más que poner trabas. Pasa de ‘contar’ poco en el Estrecho así que dirige su atención y recupera el norte de su país tan abandonado por su padre.
Parece que ha decidido hacer valer su poderío. Quiere tener influencia en ese importante mar que conecta con sus aguas a veintitrés países, y quiere tocar las narices a los británicos que se han erigido los porteros del Mediterráneo teniendo tan sólo un peñasco en su poder mientras que él, su Marruecos, tiene mucha costa en este mar y en este Estrecho clave, lo que considera le confiere muchos más derechos que los isleños ingleses sobre estas aguas. Mohamed VI ya tiene cuatro bases militares en la costa norte. Las bases de Monte Arruit y Guercif, en Nador, cerca de Melilla, cuentan con drones y acaban de recibir una veintena de helicópteros de ataque Apache AH-64E.
A España le ha salido un competidor en lo militar y, quién lo iba a decir, es el vecino y amigo Marruecos. A menos de un año para que acabe el acuerdo que España tiene con Estados Unidos para permitir el uso de la base de Rota por las fuerzas estadounidenses, el país norteafricano ha ofrecido su enclave naval de Alcazarseguir para que sea la nueva Rota. De llegar a formalizarse, los buques del Ejército norteamericano podrían hacer escala antes de entrar y salir del Mediterráneo, controlarían El Estrecho y forzaría a España a concesiones territoriales. Publica el diario Español.
Alcazarseguir está justo enfrente de Tarifa, en la zona más estrecha del paso del Estrecho, una separación de pocos kilómetros entre los dos continentes, y situada antes que Gibraltar entrando por el Atlántico. Por lo tanto los norteamericanos le quitarían el control a los ingleses y tendríamos sus enormes buques a un palmo de narices, controlándonos y sin llevarnos ningún beneficio a cambio.
Los planes militares de Mohamed VI están en expansión. La base que ha desarrollado en Alcazarseguir está equipada para acoger a la flota de Rota ampliada en seis destructores y 600 marinos más. También con calado para acoger a submarinos. Y ya EEUU, el gran proveedor de material armamentístico de Marruecos, la ha equipado con el primer radar que detecta todo tipo de blancos marítimos desde el aire, de tal manera que controla los buques que navegan por El Estrecho.
Vaya amigo, amigo. Vaya hermano, hermano. Vaya vecino. Vaya fracaso de inteligencia para saber mantener la amistad y las negociaciones con nuestro amigo, hermano, vecino. No parece que nuestros políticos hayan aprendido de los errores pasados, de las pésimas negociaciones internacionales que conforman nuestra Historia como, entre otras muchas, ceder Gibraltar ‘al inglés’ siendo el perdedor de aquella guerra de Sucesión que nos trajo a los Borbones.
¿Por qué no conseguimos aliarnos con nuestros vecinos (meto aquí también a Portugal) para conseguir algo mejor frente a los grandes ‘depredadores’? Es cierto aquello de que “la unión hace la fuerza” pero parece que ‘tenemos espíritu libre’ y eso nos lleva siempre a la cola.
Qué miedo tanto buque de guerra norteamericano asentándose en la vecindad.
O témpora o mores.






