El color de los huesos
![[Img #50943]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2020/7014_escanear0109.jpg)
La única pega de la medicina preventiva es que te enteras un poco antes de lo pocho que estás. Yo me encuentro bien, pero la ciencia sabe destrozar mi complacencia en aras de protegerme.
Hoy (ayer) he tenido un examen de densitometría ósea para determinar si me va a atacar la osteoporosis. La enfermera que me administró la prueba, que no duele y que sólo dura 15 minutos (o una eternidad si te pones nervioso en cuanto a los resultados) me dijo en el acto, o sea, al minuto de apagar la máquina, que tenía algo, es decir, unos huesos, ejem, que no están, ejem, en condiciones perfectas, y que me lo explicarían con detalle en medicina interna a mediados de noviembre.
No me quejo. La meta del progreso, nos guste o no (las bombas atómicas y algún murciélago aparte), es conseguir que duremos más tiempo. Encantado. Me gusta vivir, y de momento, no me cuesta mucho porque no paso ni hambre ni frío y nadie me obliga a ver la televisión.
El viejo chiste que dice que Dios no puede ser español, porque éste sí era capaz de hacer el mundo en tan sólo siete días, tiene otra interpretación… si ves la cantidad de chapuzas alrededor.
Pero ahora pienso que la chapuza es intrínseca al diseño: la perfección es meramente una proyección del alma para abordar la vida con esperanza. De hecho, la perfección es una palabra horrorosa, aunque sí que hay empanadas magníficas.
Por cierto, y antes de que alguien llame a los vigilantes de la corrección política, el chiste bobo citado arriba existe en todas las culturas para mofarse de sus vecinos. O sea, una proyección, claro está, en el sentido psicoanalítico.
Tras la visita al hospital me fui a casa y me bebi un litro de leche y zampé medio kilo de queso de tetilla y luego me puse a leer sobre los huesos y la osteoporosis. Lo pasé muy bien porque me gusta aprender- los conocimientos son la medicina preventiva para evitar acciones estúpidas. Descubrí con satisfacción que hay maneras de limitar las consecuencias de la osteoporosis y que, al fin y al cabo, uno no tiene 27 años.
Sin embargo, hablando de chistes de mal gusto bordando lo racista, me sorprendió un dato: dicen que este mal afecta más a blancos y asiáticos. Y hablo de un sitio web estadounidense de gran renombre, el Mayo Clinic, que, por cierto, se puede consultar en español.
Igual es una cosa de estadísticas tontas de aquel país: si no llegas a cumplir una cierta edad, o no tienes un seguro médico, te mueres con un nivel de calcio óptimo y nadie se entera.
Seguiré con mis pesquisas. Me han dicho claramente que tengo por lo menos hasta noviembre.
La única pega de la medicina preventiva es que te enteras un poco antes de lo pocho que estás. Yo me encuentro bien, pero la ciencia sabe destrozar mi complacencia en aras de protegerme.
Hoy (ayer) he tenido un examen de densitometría ósea para determinar si me va a atacar la osteoporosis. La enfermera que me administró la prueba, que no duele y que sólo dura 15 minutos (o una eternidad si te pones nervioso en cuanto a los resultados) me dijo en el acto, o sea, al minuto de apagar la máquina, que tenía algo, es decir, unos huesos, ejem, que no están, ejem, en condiciones perfectas, y que me lo explicarían con detalle en medicina interna a mediados de noviembre.
No me quejo. La meta del progreso, nos guste o no (las bombas atómicas y algún murciélago aparte), es conseguir que duremos más tiempo. Encantado. Me gusta vivir, y de momento, no me cuesta mucho porque no paso ni hambre ni frío y nadie me obliga a ver la televisión.
El viejo chiste que dice que Dios no puede ser español, porque éste sí era capaz de hacer el mundo en tan sólo siete días, tiene otra interpretación… si ves la cantidad de chapuzas alrededor.
Pero ahora pienso que la chapuza es intrínseca al diseño: la perfección es meramente una proyección del alma para abordar la vida con esperanza. De hecho, la perfección es una palabra horrorosa, aunque sí que hay empanadas magníficas.
Por cierto, y antes de que alguien llame a los vigilantes de la corrección política, el chiste bobo citado arriba existe en todas las culturas para mofarse de sus vecinos. O sea, una proyección, claro está, en el sentido psicoanalítico.
Tras la visita al hospital me fui a casa y me bebi un litro de leche y zampé medio kilo de queso de tetilla y luego me puse a leer sobre los huesos y la osteoporosis. Lo pasé muy bien porque me gusta aprender- los conocimientos son la medicina preventiva para evitar acciones estúpidas. Descubrí con satisfacción que hay maneras de limitar las consecuencias de la osteoporosis y que, al fin y al cabo, uno no tiene 27 años.
Sin embargo, hablando de chistes de mal gusto bordando lo racista, me sorprendió un dato: dicen que este mal afecta más a blancos y asiáticos. Y hablo de un sitio web estadounidense de gran renombre, el Mayo Clinic, que, por cierto, se puede consultar en español.
Igual es una cosa de estadísticas tontas de aquel país: si no llegas a cumplir una cierta edad, o no tienes un seguro médico, te mueres con un nivel de calcio óptimo y nadie se entera.
Seguiré con mis pesquisas. Me han dicho claramente que tengo por lo menos hasta noviembre.
