Borbonadas ¿inviolables o violables?
![[Img #51944]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/12_2020/8836_susana-giron-king-america_001-copia.jpg)
Corre, corre que te pillo. Corriendo, corriendo el rey emérito paga multa antes de que le dirijan oficialmente el dedo acusador de tramposo. Corriendo, corriendo ingresa a Hacienda 678.393,72€, cantidad seguramente contada hasta los céntimos con la formidable máquina esa que su examiga estupenda y especial ha dicho que tiene en un cuarto junto a montañas de billetes a lo tío Gilito. Corriendo para que la guillotina de la Ley no caiga sobre su nuca ahora que ya puede ser violable según el artículo 56 de la Constitución Española, y eso no le debe apetecer mucho a nuestro rey emérito. Y con estos cambios también ha perdido el derecho a ser ‘irresponsable’ (un derecho absolutamente surrealista), eso que tanto le gustaba ser cuando era simplemente Rey. Qué rabia. No se acostumbra a que con el título de ‘emérito’ ya no le dejen hacer lo que más le interesa, le gusta y le entretiene: ¿irresponsabilidades? ¡irresponsabilidades! Se siente. Han cambiado las leyes del juego y ahora no le queda más remedio al emérito que reconocer su nueva culpa y pagar por ello para no ir al trullo.
Pero…, eso era ayer jueves. Hoy ¡Ah, te pillé! La gran noticia del día de hoy viernes 11 de diciembre. La Fiscalía dice ahora que Juan Carlos de Borbón fue informado de que estaba siendo investigado a principios del mes de noviembre. Ahh, entonces ya estaba avisado antes de pagar y según la ley si te avisan ‘has pringado’, ya no te vale pagar a la carrera lo que debes más el 20% de multa. No se puede andar dudando mucho a la hora de soltar ‘la pasta’ con la Administración porque siempre gana ella. Claro que con nuestro emérito… ya veremos que triquiñuelas se agencian unos y otros para que la Ley le pase por un costado sin empujarle.
Dicen que el porcentaje que paga por lo defraudado a Hacienda es más de lo que le corresponde por lo que dicen que ha defraudado, por lo que se deduce que ha defraudado más de lo que dicen. Quizás su cohorte haya querido minimizar ‘la trampa’. Este Juanito nos está dando mucho entretenimiento con sus pirulillas, el muy truhan. Qué gran astucia tiene el pillín para hacer grandes travesuras a escondidas No acabamos de descubrir alguna de sus pillerías cuando aparece otra nueva.
Él quiere volver a casa por Navidad, y ¿quién le puede negar ese tierno sentimiento a una persona por muy golfillo que sea?Vuelve, a casa vuelve, pooor Naavidad. A pesar de que estas sean unas Navidades sin Navidad, es decir, una fiesta sin fiestas, él quiere volver, “y volver, volver, volveeer…, a tus brazos otra veeeez…”, aunque no sabemos exactamente en brazos de quién querrá, o en brazos de quién podrá, refugiarse estas Navidades, porque su querida consorte no parece que esté muy contenta con sus golferías y la pseudoprincesa Corinna tampoco tiene muchos visos de que le vaya a abrir los suyos. Algún brazo habrá por ahí que le reciba porque ‘el que siembra recoge’, y él ha sembrado mucho amigerío en su vida disoluta y chascarrillera, claro que… ‘del árbol caído todo el mundo hace leña’, hasta los más allegados. Algún chasco se llevará, seguro.
Ahora que caigo, me parece que ya no cuentan los ‘allegados’ para las reuniones navideñas, que hay de nuevo cambios y ahora sólo pueden reunirse convivientes (¡qué palabra tan fea!) y familiares. Pues Juanito lo tiene crudo porque me da a mí la impresión de que su única tabla de salvación, o puesto en la mesa festiva, estaría en los allegados porque la familia me da a mí que no está muy alegre con sus hazañas.
Su hijo está missing. Tiene motivos para estar acobardado entre los berrinches de su padre y los arrebatados furores que le proporcionan las cartas exaltadas que le dirigen sus supuestos amigos militares. No es muy valiente ni adecuado hacer como la avestruz y esconder la cabeza para no tener que significarse ante la barbaridad que dicen estos militares jubilados. Esa actitud no deja en muy buen lugar al destinatario de las cartas, es decir al Rey Felipe, ‘el que calla otorga’ dice el dicho, y ¿se puede otorgar credibilidad a esas barbaridades? No, claro que no (quiero pensar que piensa), pero hay que decirlo no callarlo. Porque tal y como está de soliviantado el ambiente político no conviene situarse bajo la línea de flotación por mucho tiempo porque si uno no asoma la cabeza para respirar con holgura puede llegar a ahogarse. Hmmm, está la cosa fea. Creo que es un error esperar al discursito institucional de Navidad para decir algo al respecto, si esa es su intención, porque ni es el tiempo ni el momento.
En cuanto a su padre pues…no le conviene recibirle con risitas y cariñitos, y seguramente tampoco tiene muchas ganas de ello. Algo enfadado ha de estar con su progenitor y antecesor en el cargo por la cantidad de piedras y pedruscos que le está poniendo en el camino. Como siga así la cosa, creciendo, va a llegar el momento en que un muro de piedras paternas le impida avanzar más y… ahí se queda. Se le está complicando demasiado su proyectada de vida. Además, tiene que salvar la compostura cargada de respetabilidades y garantizar así esas prebendas para su hija y descendientes. No, no parece que vaya a sentar en su mesa a su padre en estas fiestas.
Qué humillación para las dignidades de un Rey exponerse así por unas cuantas perrinas, bueno, quizás algo más que unas cuantas. “Todos somos iguales ante la Ley” decía Él (bien es verdad que con poca convicción). “Él es diferente a nosotros”, dice la preclara Ayuso, “¡qué os habéis creído!” apostillaba. Y sí, tiene cierta razón la Presidenta de la Comunidad de Madrid que, curiosamente y a pesar de sus deslizamientos verbales, se ha crecido tanto en su puesto provinciano que actúa como si los márgenes de su presidencia abarcaran el contorno de la Península Ibérica.
Decía, que la señora Ayuso tiene cierta razón, no porque Don Don Juan Carlos de Borbón sea de una pasta diferente al resto de los mortales, sino que es diferente porque se le ‘trata’ diferente. Porque a Él se le perdonan todos los pecados por mucho que peque y peque, aunque Él no haya estado ‘ungido por la divinidad’, como todas las cadenas de reyes, sino por la mano de un golpista (RAE. Que lleva a cabo un golpe de estado o lo apoya) y eso le hace mucho más humano que a sus antepasados (quienes,a pesar de los ungimientos divinos, pecaban también bastante).
Y, ya se sabe, que el humano tiene muchos defectos y nuestro Juanito, que es muy humano, no se libra de ellos (de los genéticos y de los adquiridos) aunque se empeñe la Ayuso.Y uno de esos desperfectos más grandes de aquel que es desigual a todos los demás, es decir una cosa y hacer lo contrario. Yo pensé que el “perdón, no lo volveré a hacer” con cara de contrición por la pillada cazadora, se refería a no volver a defraudar a los españoles pero está visto que me equivoqué y que tan solo el perdón iba por ‘no volveré a que me pillen cazando elefantes’. Y no parece que se tratara de una promesa de gran aflicción ya que, en realidad, su frágil cadera le había inhabilitado para ir detrás de los paquidermos de gran tamaño. Así que, afrontando la realidad, decidió, en sustitución, dedicarse en exclusiva a ir detrás del dinero que le resultaba mucho más manejable que un elefante, bastante más cómodo de guardar que unos colmillos y, desde luego, mucho más ganancioso.
En fin, ahora empezará el baile de las interpretaciones de la Ley aplicadas a las borbonadas de nuestro ex Rey. Ya veremos en qué queda su violabilidad y en cuanta razón tenía la señora Ayuso cuando dijo lo que dijo para que no nos creyéramos lo contrario.
Hay otro tema que ha saltado a la actualidad en estos días y ha copado titulares internacionales. ¿Llamar a alguien por su color es ser racista? Pues todo depende del tono y de la intención del que emite y de la sensibilidad, ultrasensibilidad o fragilidades del que recibe. Un hombre negro entre muchos blancos en un momento de rápida indicación es muy lógico que se le signifique por su color “¿a quién te refieres?” “al negro”, lo más rápido, lo más claro y lo más lógico. Como lógico sería que si hubiera un blanco entre muchos negros en un momento determinado de indicación uno se refiera ‘al blanco’ para distinguirle “¿a quién le doy esto?” “al blanco”.¡¡¡Y eso no es racismo!!! Aunque la socióloga Pineda diga que “Referirse o dirigirse a una persona por su color de piel es racista”.
Me descoloca el hecho de que porque un árbitro se dirija a otro árbitro por un pinganillo indicándole entre los jugadores blancos a ‘el negro’, se arme tal escándalo internacional por racismo y le suspendan al árbitro de las competiciones europeas. Y, sin embargo, cuando estamos viendo en directo cómo cada dos por tres patean o matan a tiros delante de su familia a un joven negro ‘por nada’ en el país que hace gala de recibir a sus visitantes con la estatua de la libertad como símbolo de sus principios …, en un país donde se maltrata a los negros constantemente, ningún país europeo he oído que levante la voz. Eso sí que es racismo. Como tratan los EEUU a la población negra, sí negra, porque ese es su color de piel no porque haga un ejercicio de racialización, eso es un racismo institucional, y… ¿alguna llamada de atención? ¿alguna sanción? ¿algún reproche? No, no, no. Pero referirse a un negro como ‘negro’ es el mayor pecado de racismo y suscita uno de los mayores revulsivos internacionales.
O témpora o mores
Corre, corre que te pillo. Corriendo, corriendo el rey emérito paga multa antes de que le dirijan oficialmente el dedo acusador de tramposo. Corriendo, corriendo ingresa a Hacienda 678.393,72€, cantidad seguramente contada hasta los céntimos con la formidable máquina esa que su examiga estupenda y especial ha dicho que tiene en un cuarto junto a montañas de billetes a lo tío Gilito. Corriendo para que la guillotina de la Ley no caiga sobre su nuca ahora que ya puede ser violable según el artículo 56 de la Constitución Española, y eso no le debe apetecer mucho a nuestro rey emérito. Y con estos cambios también ha perdido el derecho a ser ‘irresponsable’ (un derecho absolutamente surrealista), eso que tanto le gustaba ser cuando era simplemente Rey. Qué rabia. No se acostumbra a que con el título de ‘emérito’ ya no le dejen hacer lo que más le interesa, le gusta y le entretiene: ¿irresponsabilidades? ¡irresponsabilidades! Se siente. Han cambiado las leyes del juego y ahora no le queda más remedio al emérito que reconocer su nueva culpa y pagar por ello para no ir al trullo.
Pero…, eso era ayer jueves. Hoy ¡Ah, te pillé! La gran noticia del día de hoy viernes 11 de diciembre. La Fiscalía dice ahora que Juan Carlos de Borbón fue informado de que estaba siendo investigado a principios del mes de noviembre. Ahh, entonces ya estaba avisado antes de pagar y según la ley si te avisan ‘has pringado’, ya no te vale pagar a la carrera lo que debes más el 20% de multa. No se puede andar dudando mucho a la hora de soltar ‘la pasta’ con la Administración porque siempre gana ella. Claro que con nuestro emérito… ya veremos que triquiñuelas se agencian unos y otros para que la Ley le pase por un costado sin empujarle.
Dicen que el porcentaje que paga por lo defraudado a Hacienda es más de lo que le corresponde por lo que dicen que ha defraudado, por lo que se deduce que ha defraudado más de lo que dicen. Quizás su cohorte haya querido minimizar ‘la trampa’. Este Juanito nos está dando mucho entretenimiento con sus pirulillas, el muy truhan. Qué gran astucia tiene el pillín para hacer grandes travesuras a escondidas No acabamos de descubrir alguna de sus pillerías cuando aparece otra nueva.
Él quiere volver a casa por Navidad, y ¿quién le puede negar ese tierno sentimiento a una persona por muy golfillo que sea?Vuelve, a casa vuelve, pooor Naavidad. A pesar de que estas sean unas Navidades sin Navidad, es decir, una fiesta sin fiestas, él quiere volver, “y volver, volver, volveeer…, a tus brazos otra veeeez…”, aunque no sabemos exactamente en brazos de quién querrá, o en brazos de quién podrá, refugiarse estas Navidades, porque su querida consorte no parece que esté muy contenta con sus golferías y la pseudoprincesa Corinna tampoco tiene muchos visos de que le vaya a abrir los suyos. Algún brazo habrá por ahí que le reciba porque ‘el que siembra recoge’, y él ha sembrado mucho amigerío en su vida disoluta y chascarrillera, claro que… ‘del árbol caído todo el mundo hace leña’, hasta los más allegados. Algún chasco se llevará, seguro.
Ahora que caigo, me parece que ya no cuentan los ‘allegados’ para las reuniones navideñas, que hay de nuevo cambios y ahora sólo pueden reunirse convivientes (¡qué palabra tan fea!) y familiares. Pues Juanito lo tiene crudo porque me da a mí la impresión de que su única tabla de salvación, o puesto en la mesa festiva, estaría en los allegados porque la familia me da a mí que no está muy alegre con sus hazañas.
Su hijo está missing. Tiene motivos para estar acobardado entre los berrinches de su padre y los arrebatados furores que le proporcionan las cartas exaltadas que le dirigen sus supuestos amigos militares. No es muy valiente ni adecuado hacer como la avestruz y esconder la cabeza para no tener que significarse ante la barbaridad que dicen estos militares jubilados. Esa actitud no deja en muy buen lugar al destinatario de las cartas, es decir al Rey Felipe, ‘el que calla otorga’ dice el dicho, y ¿se puede otorgar credibilidad a esas barbaridades? No, claro que no (quiero pensar que piensa), pero hay que decirlo no callarlo. Porque tal y como está de soliviantado el ambiente político no conviene situarse bajo la línea de flotación por mucho tiempo porque si uno no asoma la cabeza para respirar con holgura puede llegar a ahogarse. Hmmm, está la cosa fea. Creo que es un error esperar al discursito institucional de Navidad para decir algo al respecto, si esa es su intención, porque ni es el tiempo ni el momento.
En cuanto a su padre pues…no le conviene recibirle con risitas y cariñitos, y seguramente tampoco tiene muchas ganas de ello. Algo enfadado ha de estar con su progenitor y antecesor en el cargo por la cantidad de piedras y pedruscos que le está poniendo en el camino. Como siga así la cosa, creciendo, va a llegar el momento en que un muro de piedras paternas le impida avanzar más y… ahí se queda. Se le está complicando demasiado su proyectada de vida. Además, tiene que salvar la compostura cargada de respetabilidades y garantizar así esas prebendas para su hija y descendientes. No, no parece que vaya a sentar en su mesa a su padre en estas fiestas.
Qué humillación para las dignidades de un Rey exponerse así por unas cuantas perrinas, bueno, quizás algo más que unas cuantas. “Todos somos iguales ante la Ley” decía Él (bien es verdad que con poca convicción). “Él es diferente a nosotros”, dice la preclara Ayuso, “¡qué os habéis creído!” apostillaba. Y sí, tiene cierta razón la Presidenta de la Comunidad de Madrid que, curiosamente y a pesar de sus deslizamientos verbales, se ha crecido tanto en su puesto provinciano que actúa como si los márgenes de su presidencia abarcaran el contorno de la Península Ibérica.
Decía, que la señora Ayuso tiene cierta razón, no porque Don Don Juan Carlos de Borbón sea de una pasta diferente al resto de los mortales, sino que es diferente porque se le ‘trata’ diferente. Porque a Él se le perdonan todos los pecados por mucho que peque y peque, aunque Él no haya estado ‘ungido por la divinidad’, como todas las cadenas de reyes, sino por la mano de un golpista (RAE. Que lleva a cabo un golpe de estado o lo apoya) y eso le hace mucho más humano que a sus antepasados (quienes,a pesar de los ungimientos divinos, pecaban también bastante).
Y, ya se sabe, que el humano tiene muchos defectos y nuestro Juanito, que es muy humano, no se libra de ellos (de los genéticos y de los adquiridos) aunque se empeñe la Ayuso.Y uno de esos desperfectos más grandes de aquel que es desigual a todos los demás, es decir una cosa y hacer lo contrario. Yo pensé que el “perdón, no lo volveré a hacer” con cara de contrición por la pillada cazadora, se refería a no volver a defraudar a los españoles pero está visto que me equivoqué y que tan solo el perdón iba por ‘no volveré a que me pillen cazando elefantes’. Y no parece que se tratara de una promesa de gran aflicción ya que, en realidad, su frágil cadera le había inhabilitado para ir detrás de los paquidermos de gran tamaño. Así que, afrontando la realidad, decidió, en sustitución, dedicarse en exclusiva a ir detrás del dinero que le resultaba mucho más manejable que un elefante, bastante más cómodo de guardar que unos colmillos y, desde luego, mucho más ganancioso.
En fin, ahora empezará el baile de las interpretaciones de la Ley aplicadas a las borbonadas de nuestro ex Rey. Ya veremos en qué queda su violabilidad y en cuanta razón tenía la señora Ayuso cuando dijo lo que dijo para que no nos creyéramos lo contrario.
Hay otro tema que ha saltado a la actualidad en estos días y ha copado titulares internacionales. ¿Llamar a alguien por su color es ser racista? Pues todo depende del tono y de la intención del que emite y de la sensibilidad, ultrasensibilidad o fragilidades del que recibe. Un hombre negro entre muchos blancos en un momento de rápida indicación es muy lógico que se le signifique por su color “¿a quién te refieres?” “al negro”, lo más rápido, lo más claro y lo más lógico. Como lógico sería que si hubiera un blanco entre muchos negros en un momento determinado de indicación uno se refiera ‘al blanco’ para distinguirle “¿a quién le doy esto?” “al blanco”.¡¡¡Y eso no es racismo!!! Aunque la socióloga Pineda diga que “Referirse o dirigirse a una persona por su color de piel es racista”.
Me descoloca el hecho de que porque un árbitro se dirija a otro árbitro por un pinganillo indicándole entre los jugadores blancos a ‘el negro’, se arme tal escándalo internacional por racismo y le suspendan al árbitro de las competiciones europeas. Y, sin embargo, cuando estamos viendo en directo cómo cada dos por tres patean o matan a tiros delante de su familia a un joven negro ‘por nada’ en el país que hace gala de recibir a sus visitantes con la estatua de la libertad como símbolo de sus principios …, en un país donde se maltrata a los negros constantemente, ningún país europeo he oído que levante la voz. Eso sí que es racismo. Como tratan los EEUU a la población negra, sí negra, porque ese es su color de piel no porque haga un ejercicio de racialización, eso es un racismo institucional, y… ¿alguna llamada de atención? ¿alguna sanción? ¿algún reproche? No, no, no. Pero referirse a un negro como ‘negro’ es el mayor pecado de racismo y suscita uno de los mayores revulsivos internacionales.
O témpora o mores