Redacción
Martes, 02 de Febrero de 2021

Asaja reitera sus críticas a los macroparques solares porque "de nuevo es el medio rural el sacrificado para abastecer de electricidad a las ciudades"

El sindicato Asaja ha pedido este martes a los partidos políticos que “den la cara y muestren de qué lado están, si de los habitantes de los pueblos o de otros intereses. No puede ser que, por apuntarse a la moda de las energías limpias, se pase por alto esta salvaje ocupación del espacio”.

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El sindicato agroganadero vuelve a expresar su preocupación por la gran cantidad de proyectos de macroparques de energía fotovoltaica que se están extendiendo por diferentes territorios de Castilla y León, entre ellos se encuentran los proyectos de Villameca y de Valderrey. Asaja denuncia que "de nuevo es el medio rural el sacrificado para abastecer de recursos, electricidad en este caso, a las grandes ciudades. Por lo visto no se considera cubrir tejados de ciudades y polígonos industriales con placas solares, pero tenemos que creernos que inundar miles de hectáreas con 'espejos' es progreso”.

 

Según la organización sindical, la primera consecuencia de esta "invasión" de macroparques solares es que en la práctica se se está expulsando del territorio rural a los agricultores y ganaderos, "a los que se les corta el acceso a la base principal de sus explotaciones, las tierras. Se rompe la cadena de siglos de aprovechamientos tradicionales que han mantenido y cuidado el medio ambiente, además de contribuir a fijar población rural".

 

Asaja también pone el foco de sus críticas en el impacto ambiental sobre la flora y la fauna, que además deteriora la calidad de vida tanto de los vecinos de los propios pueblos, como de los posibles demandantes del turismo rural y de interior que "buscan la tranquilidad de la naturaleza, no la visión de cientos de hectáreas de placas solares". Además, a las hectáreas ocupadas por las placas se sumarán las redes kilométricas, "previa expropiación forzada de tierras", que precisarán las plantas para evacuar la electricidad hasta las ciudades, principales demandantes del recurso. 

 

Asaja lamenta que "se desprecien los empleos que estas iniciativas hacen tambalear, vinculados a la agricultura y la ganadería, y al turismo de interior, en aras a otros trabajos muy puntuales y que casi nunca llegan a la población local, que son los que ofrece este tipo de proyectos energéticos".

 

Tampoco se sustenta que se someta al territorio a una “burda subasta, de la misma forma que no se puede ofrecer un país a quien más puje por él”, critica Asaja, que considera que los responsables políticos no pueden pasar por alto lo que está ocurriendo, máxime cuando la mayor parte de las beneficiadas por las compensaciones están siendo entidades públicas, cuyas decisiones tienen que someterse al consenso y  la protección de los intereses de todos los administrados.

 

La posición de Asaja es clara. “Con carácter general, nos oponemos a estos macroparques fotovoltaicos, que suponen la expulsión del sector primario de los territorios en los que eligen implantarse, y pedimos a la administración que aplique la normativa con rigor y no haga manga ancha para dar paso a expedientes de cambio de uso o para eludir problemas de impacto ambiental”. En este sentido, ASAJA recuerda que un caso específico es el de los montes de utilidad pública, espacios con una protección especial por cuyos usos y gestión tiene velar la Junta de Castilla y León.

 

 

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