Cáritas Diocesana de Astorga ha destinado desde el inicio de la pandemia 100.000 euros a vales de alimentos
La ONG católica difunde su actividad en redes sociales con las cuentas en Twitter @CaritasAstorga, Instagram caritas_astorga y Facebook Cáritas Astorga.
![[Img #53012]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/03_2021/6584_alimentos-kcgh-u12079708759318f-1248x770leonoticias.jpg)
Cáritas diocesana de Astorga ha entregado desde el inicio de la pandemia de coronavirus vales de alimentos por valor de 100.000 euros para atender las necesidades básicas surgidas en muchas personas de forma imprevista. Se trata de un recurso que se ha puesto en marcha por primera vez en la historia de Cáritas diocesana de Astorga. Por ello la labor de este ONG "no descansa nunca. Estamos constituyendo una caridad real en la Diócesis”, asegura el secretario general, Luis Alberto García.
La entrega de los vales-comida ha tenido lugar desde el mes de mayo de 2020, pero desde la ONG católica ponen de relieve que más allá del “asistencialismo” desarrolla programas de infancia, juventud, mujer, empleo, discapacidad, mayores y cooperación internacional, que supusieron en 2019 un desembolso anual de 2.952.483 euros.
Pero, conscientes de que la Diócesis es eminentemente rural y que está afectada por problemas de despoblación y un gran porcentaje de población envejecida, el delegado diocesano, Francisco Turrado, entiende que "tenemos un reto muy importante en lo que hace referencia a los mayores". Y destaca que “la caridad no puede ser una expresión de buenismo, ni algo opcional. Para un cristiano es una exigencia evangélica, es llevar el evangelio a la vida. Y esta exigencia es personal y comunitaria, como quedó patente entre la primera comunidad cristiana, que tenía organizado un sistema de caridad para que los más vulnerables no quedaran a la intemperie".
Turrado recuerda que el objetivo de Cáritas es el servicio de preocupación y ocupación de los frágiles, los empobrecidos, los excluidos o en riesgo de exclusión social. Por eso destaca la necesidad de no reducir Cáritas al “asistencialismo”, es decir, a atender emergencias con entregas de alimentos o ropa, ya que Cáritas abarca también otras dimensiones como “la denuncia, la concienciación social, la promoción y el diseño de programas de integración social y su ejecución, y que las comunidades cristianas no pierdan nunca el objetivo fundamental evangélico, el amor preferencial a los pobres, los excluidos o descartados. Si perdemos eso, sería una caridad licuada”.
En las distintas Cáritas de la Diócesis (Astorga, Ponferrada, La Bañeza, Bembibre, Sanabria y O Barco de Valdeorras) trabajan 100 personas que atienden a "cientos de usuarios en los diferentes programas" apoyados por los voluntarios. Para desarrollar su trabajo, las cuentas de Cáritas tienen el aval de la auditoría externa Eudita Censors Juries. Según explica el administrador de Cáritas diocesana, José Antonio Hernández, “nuestros principales ingresos proceden de donativos y herencias”. Con ello se atienden todas las necesidades planteadas, por lo que es imprescindible disponer de “socios y de ingresos que nos permitan seguir ayudando a quienes lo necesitan”. Recuerda además que existen ventajas fiscales para quienes hagan donaciones y aportaciones a Cáritas, que pueden llegar hasta el 85% de deducción.
En ese llamamiento por incrementar la nómina de socios, la ONG anuncia que comienza su actividad en redes sociales con las cuentas en Twitter @CaritasAstorga, Instagram caritas_astorga y Facebook Cáritas Astorga, desde las que mantendrán actualizada la información sobre las distintas actividades, programas y proyectos.
Cáritas diocesana de Astorga ha entregado desde el inicio de la pandemia de coronavirus vales de alimentos por valor de 100.000 euros para atender las necesidades básicas surgidas en muchas personas de forma imprevista. Se trata de un recurso que se ha puesto en marcha por primera vez en la historia de Cáritas diocesana de Astorga. Por ello la labor de este ONG "no descansa nunca. Estamos constituyendo una caridad real en la Diócesis”, asegura el secretario general, Luis Alberto García.
La entrega de los vales-comida ha tenido lugar desde el mes de mayo de 2020, pero desde la ONG católica ponen de relieve que más allá del “asistencialismo” desarrolla programas de infancia, juventud, mujer, empleo, discapacidad, mayores y cooperación internacional, que supusieron en 2019 un desembolso anual de 2.952.483 euros.
Pero, conscientes de que la Diócesis es eminentemente rural y que está afectada por problemas de despoblación y un gran porcentaje de población envejecida, el delegado diocesano, Francisco Turrado, entiende que "tenemos un reto muy importante en lo que hace referencia a los mayores". Y destaca que “la caridad no puede ser una expresión de buenismo, ni algo opcional. Para un cristiano es una exigencia evangélica, es llevar el evangelio a la vida. Y esta exigencia es personal y comunitaria, como quedó patente entre la primera comunidad cristiana, que tenía organizado un sistema de caridad para que los más vulnerables no quedaran a la intemperie".
Turrado recuerda que el objetivo de Cáritas es el servicio de preocupación y ocupación de los frágiles, los empobrecidos, los excluidos o en riesgo de exclusión social. Por eso destaca la necesidad de no reducir Cáritas al “asistencialismo”, es decir, a atender emergencias con entregas de alimentos o ropa, ya que Cáritas abarca también otras dimensiones como “la denuncia, la concienciación social, la promoción y el diseño de programas de integración social y su ejecución, y que las comunidades cristianas no pierdan nunca el objetivo fundamental evangélico, el amor preferencial a los pobres, los excluidos o descartados. Si perdemos eso, sería una caridad licuada”.
En las distintas Cáritas de la Diócesis (Astorga, Ponferrada, La Bañeza, Bembibre, Sanabria y O Barco de Valdeorras) trabajan 100 personas que atienden a "cientos de usuarios en los diferentes programas" apoyados por los voluntarios. Para desarrollar su trabajo, las cuentas de Cáritas tienen el aval de la auditoría externa Eudita Censors Juries. Según explica el administrador de Cáritas diocesana, José Antonio Hernández, “nuestros principales ingresos proceden de donativos y herencias”. Con ello se atienden todas las necesidades planteadas, por lo que es imprescindible disponer de “socios y de ingresos que nos permitan seguir ayudando a quienes lo necesitan”. Recuerda además que existen ventajas fiscales para quienes hagan donaciones y aportaciones a Cáritas, que pueden llegar hasta el 85% de deducción.
En ese llamamiento por incrementar la nómina de socios, la ONG anuncia que comienza su actividad en redes sociales con las cuentas en Twitter @CaritasAstorga, Instagram caritas_astorga y Facebook Cáritas Astorga, desde las que mantendrán actualizada la información sobre las distintas actividades, programas y proyectos.