Viernes, 11 de Octubre de 2013

Obama y Letta: el pulso por otra política

JUAN JOSÉ ALONSO PERANDONES / 

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En el país más poderoso, 50 millones de personas carecen de cobertura sanitaria. Obama quiere remediar esta situación, y garantizar a los estadounidenses una atención sanitaria universal (y esto sí es ideología). Los republicanos, con mayoría en el Congreso, después de perder 41 votaciones y ser rechazada por el Tribunal Supremo su petición de inconstitucionalidad, han encontrado ahora la forma de entorpecer esta ley, con su negativa para la aprobación del pago de la deuda (lo cual también es otra ideología). Ello está ocasionando la paralización de la Administración (con miles de sus trabajadores en casa) y una repercusión muy negativa para la economía propia y mundial. Las últimas encuestas indican que más del 70% de los norteamericanos se están volviendo en contra del chantaje republicano, y estos parece que empiezan a retroceder. Obama está manteniendo el pulso, al filo del precipicio. Si consigue que no le tumben su principal aspiración, no solo será un hecho importante para EEUU, sino para cuantos consideramos en el mundo que debe existir, como derecho, una atención pública universal para una atención tan fundamental como la sanidad. En un momento, además, en el que algunos gobiernos están aprovechando la crisis para minar las conquistas alcanzadas por varias generaciones, con la introducción de cambios profundos en contra de la igualdad social.


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El primer ministro italiano, Enrico Letta, libra otra batalla. Esta contra el representante político más inmoral en el ámbito europeo, practicante del populismo, aventado por un gran poder político e informativo; hablamos, claro, de Berlusconi. Letta, en el polvorín italiano, aceptó presidir un gobierno de coalición con algunos ministros del donjuanesco y 'puberesco' Cavaliere. Con una condena que lo puede apartar definitivamente de la vida política, si así lo quiere una mayoría parlamentaria, Berlusconi pretende la complicidad, esto es, la desvergüenza del Partido Democrático de Letta. Pero para quien tiene principios, y el primer ministro italiano parece poseerlos, una cosa es gobernar y otra ser cómplices de la inmoralidad. De momento, al someterse a una 'cuestión de confianza' logró la división del partido del Cavaliere (su voto afirmativo, después del desafío con la dimisión de su grupo de ministros, no deja de ser un vodevil con un zorro como principal figurante). Pero, para creer firmemente en Letta, resta una votación importante en el Senado: el voto afirmativo de su partido para apartar definitivamente a Berlusconi de la vida política, aun con el riesgo de quedar debilitado en su gobierno. Claro, que en caso de verse derrotado, puede suceder que el zorro se vaya antes con el rabo entre las piernas; así el vodevil ya sería completo. 


(*) A Juan José Alonso Perandones también se le puede encontrar en su blog  juanjoaperandones.blogspot.com.es
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