Las mártires de Somiedo, Beatas
Aires de Guerra VI
![[Img #53915]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/7678_grupo-de-manuel-gullon-y-sus-hijos-pequenos-en-el-campo.jpg)
El asesinato del senador Calvo Sotelo le afecta especialmente a la viuda de Manuel Gullón pues le conocía personalmente por haberse tratado los matrimonios cuando los maridos habían coincidido en el Ministerio de Justicia. Así las cosas, la familia Gullón está deseando salir de Madrid pero la incertidumbre sobre qué es lo más conveniente les tiene inmersos en una gran indecisión. En vista de la dureza de los acontecimientos que están sucediendo en la capital, y los que se intuyen que sucederán, se cuestiona dónde sería más seguro estar. Titubean. Sopesan las ventajas e inconvenientes de una gran ciudad, donde puedes pasar más desapercibido o un lugar pequeño donde todo el mundo se conoce.
Por fin deciden salir del hervidero madrileño y refugiarse en su añorada Astorga, a donde llegan el 15 de julio, aprovechando que el mismo día que el pequeño de la familia, de 17 años, Chema, sale para Alemania para pasar los meses de verano estudiando el idioma. De pequeños han tenido en casa una fráulein, una institutriz alemana, para iniciarles en ese idioma y ahora Chema necesita perfeccionarlo para sus estudios de ingeniero. Doña Pilar y sus tres hijos, Pilín, Guillermo y Maca hacen el viaje en tren cómodamente instalados solos en un departamento. Pueden dormir toda la noche y llegan finalmente, y felizmente, a la querida y tranquila ciudad. En el mismo tren llega también la familia Romero a pasar las vacaciones estivales.
![[Img #53916]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/8044_grupo-familia-casa.jpg)
Los primeros días no les da tiempo a salir de casa, los dedican a acomodarse y a recibir las constantes visitas que acuden a darles la bienvenida, tan sólo les da tiempo para hacer una visita, imprescindible, a la modista. El día 18 de julio Pilín escribe una carta a su hermano a Alemania contándole las primeras noticias sociales de la ciudad que le llegan por las visitas, completamente ajena a la ‘gran noticia nacional’. “Los tíos se marcharon a Hendaya precipitadamente, no sabemos a qué obedecerá. Las noticias de aquí, te contaré que Perandones es novio de Pilar Crespo, pero en casa de esta no quieren, la pequeña Ortiz es novia de Villanueva, el hermano del oculista, y el teniente de la Guardia Civil lo es de Carmen. Y no digas que no te doy noticias, y ayer por la noche llegó Socorro Manrique a pasar el verano y los Monteserin tienen un automóvil Citroën que lo están aprendiendo a conducir para, cuando sepan, marcharse enseguida a Portugal. Todas estas cosas nos las han dicho la gente que ha venido a vernos, pues como te digo no hemos salido.”
La pandilla de los jóvenes Monteserín, Cela, Gullón, Ortiz, Lasala…, a pesar de los nubarrones que amenazan tormenta los jóvenes cuentan este año con esa alegría de vivir con la que disfrutan cada verano. Están deseando poder coger algo del ritmo veraniego, sus excursiones en bicicleta a merendar al campo, los baños en el río Tuerto, en la Forti, los bailes en el Casino, los partidos de tenis, juego que se ha puesto de moda…
![[Img #53917]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/8507_grupo-rio.jpg)
Pero el 18 de julio llegan las primeras noticias de la sublevación a Astorga. El Gobernador Civil de León emite una orden a los alcaldes de su provincia de defender la República con las armas según la Ley de Orden Público. El alcalde Carro Verdejo se pone rápidamente en comunicación con el Cuartel de Santocildes, con su comandante Elías Gallegos Muro, y este le informa que las tropas están acuarteladas y tranquilas, que no hay problema.
Al anochecer de ese mismo día en Astorga lanzan una bomba a la casa de un miembro de Izquierda Republicana. El alcalde ordena rápidamente la detención de los falangistas implicados y de los posibles ‘revoltosos’ o afines como prevención para evitar males mayores. Y, ante la situación que se adivina violenta se decide, esa misma noche, en una reunión de emergencia en el Ayuntamiento, incautar por precaución las armas y municiones de las armerías de la ciudad y depositarlas en el mismo Ayuntamiento. También el alcalde ordena el despliegue por la ciudad de varias patrullas armadas para mantener el orden.
El primer acto de violencia y los primeros muertos en la zona se producen el mismo 19 de julio a cuatro kilómetros de la ciudad de Astorga, en el pueblo de Nistal en donde dos jóvenes mueren enfrentados a tiros.
Ese mismo domigo 19 llegan a la Estación del Norte de la ciudad un tren procedente de Asturias con 2.500 apasionados mineros con destino a Madrid por petición de ayuda del Gobierno Central. También llegan otros 500 mineros más en camiones Van poco armados y piden que el Cuartel de Santocildes les proporcione armas y municiones para defender el camino a Madrid y llegar al llamamiento de ayuda ‘preparados’. El comandante Gallegos se las niega. Entonces los impulsivos mineros, alterados por las circunstancias, se proponen asaltar el Cuartel para coger ellos mismos las municiones.
El alcalde, Carro Verdejo, contrario a la violencia, se opone cualquier manifestación de intimidación o furia y les apacigua manifestándoles que el comandante Gallegos ha asegurado que él y sus tropas no secundan la sublevación y que no habrá violencia en la ciudad .El médico, Idelfonso Cortés, se enfrenta a los impetuosos mineros y organiza la estabilidad de la ciudad. Se van pues todos aquellos mineros a León camino de la Madrid ya que la vía férrea por Valladolid estaba cortada. El día 20 en Benavente se enteran de que el comandante Aranda se ha sublevado y se ha hecho fuerte en la ciudad de Oviedo, su capital. Entonces los mineros dan media vuelta y se vuelven a Asturias para defender su territorio.
![[Img #53920]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/6809_el-pensamiento-astorga-tomada-militarmente.png)
Ya no hay mineros y parece que la ciudad entra en calma pero… la tranquilidad dura tan solo la mañana. El mismo día 20 se produce definitivamente la toma de la ciudad. El Comandante Gallegos recibe orden de sublevarse y, a pesar de que le había asegurado reiteradamente al alcalde Carro que no lo haría, a las cuatro de la tarde saca las tropas a la calle y ordena a la Guardia Civil que se sume a la sublevación. Se dirigen al Ayuntamiento y por el camino libera a los falangistas y demás presos. En el cruce de unas calles les salen al paso y les hacen frente un grupo de personas. En la refriega mueren dos de ellas: Ricardo Vázquez Pérez, panadero de 46 años, y Modesto Pan Garrido, segador. Serán las primeras víctimas de la sublevación en Astorga.
Llegan a la Plaza Mayor y comienzan a disparar contra el Ayuntamiento. Desde dentro responden, tienen las armas que se habían confiscado, y se establece un tiroteo cruzado. Finalmente los asaltantes cuelan una bomba por una ventana y acaban rindiéndose los miembros del Ayuntamiento allí reunidos. El alcalde Carro Verdejo, el médico Idelfonso Cortés y los ocho miembros del Consistorio allí reunidos son detenidos y llevados directamente al Cuartel Militar Santocildes. La población no tiene capacidad para medir lo que se avecina ni se imagina que estos dos personajes tan queridos por la población y que tanto han hecho por la ciudad, Carro Verdejo y Cortés, serán fusilados en menos de un mes ante el estupor general.
![[Img #53919]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/8909_el-pensamiento-se-rinden-los-socialistas.png)
En el momento de los acontecimientos el secretario del Ayuntamiento, don Pepe Diez no se encontraba en el interior del edificio porque el alcalde le había insistido que se marchara cuando la situación se iba poniendo peligrosa aludiendo a que su relación con el Consistorio era tan sólo administrativa y no política. Esa precaución le salvó la vida al secretario.
En el asalto al Ayuntamiento, una bala perdida acaba con la muerte del niño Gerardito Gavela, de 9 años, que estaba observando lo que pasaba en el balcón de la casa familiar. Esta muerte muy sentida por el pueblo fue inmediatamente adjudicada a la maldad de las personas que defendían la sede del sistema legal vigente, pero parece que la bala salió en realidad de la munición de los asaltantes y se desvió. Este infortunado hecho fue utilizado convenientemente por los sublevados con grandes manifestaciones de duelo en los ámbitos oficiales, religiosos y periodísticos haciendo hincapié en la crueldad de los republicanos. “Ángel y mártir”.
El día 20 de julio el comandante Gallegos se ha hecho con la ciudad. Tiene presos a las fuerzas civiles y comienza su particular limpieza. A última hora del día se presentan en la Estación del Norte ‘unos desconocidos’ y sacan detenidos de sus casas a algunos ferroviarios entre ellos a Bienvenido Martín Yuste, presidente del Consejo Ferroviario de la UGT de Astorga, y se los llevan presos, también, al Cuartel de Santocildes.
El 21 de julio el periódico El Pensamiento Astorgano, bajo el titular ¡DIOS SALVE A ESPAÑA!, asume con alegría el levantamiento militar. Publica el Bando y la Alocución del Comandante Militar de la plaza, Elías Gallegos y recoge los acontecimientos acaecidos en la ciudad desde la sublevación.
Astorga, ocupada militarmente
Obedeciendo órdenes de la Superioridad, ayer, a las cuatro de la tarde, fue ocupada militarmente la población.
Todas las fuerzas de la guarnición de la Benemérita y Seguridad tomaron parte en el movimiento, incautándose simultáneamente de las oficinas públicas y libertando a los elementos derechistas, detenidos en la cárcel del partido por orden de la Alcaldía.
Las tropas se dirigieron seguidamente al Ayuntamiento, donde se encontraban concentradas las milicias socialistas armadas que ofrecieron en los primeros momentos alguna resistencia a la fuerza, respondiendo con nutrido tiroteo a sus reiteradas intimidaciones de rendición.
El Ejército repelió la agresión tiroteando la fachada de la Casa Consistorial pero, por fortuna, los sitiados se rindieron prontamente, apareciendo en la puerta principal el alcalde señor Carro y el director del Centro de Higiene señor Cortés, que en unión de todos los individuos que les acompañaban, se entregaron a la fuerza asaltante que procedió a su detención y traslado al fuerte de Santocildes.
Inmediatamente se proclamó la ley marcial y se establecieron retenes del Ejército, Policía, Seguridad y Vigilancia en diferentes lugares de la población, que fueron reforzados por numerosos jóvenes, entre ellos todos los que fueron libertados por la tropa, que secundaron valerosamente al movimiento.
Nos complace destacar el clamor de entusiasmo con que fue acogida por el vecindario la salida de las fuerzas, que entre grandes vítores y aclamaciones agasaja a los soldados de España y demás fuerzas mantenedoras del orden que han ocupado la población.
![[Img #53918]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/1523_el-pensamiento-21-de-julio.png)
BANDO de don Elías Gallegos Muro, Comandante militar de esta plaza
ORDENO Y MANDO:
1º- A partir de este momento queda declarado el estado de guerra en esta plaza, obedeciendo con ello las órdenes recibidas de Excmo. Señor General de la 8ª división.
2º- Todos los vecinos de esta ciudad, así como los que por cualquier causa se encuentren en ella, entregarán antes de las OCHO HORAS de esta tarde en el Cuartel de la Guardia civil, las armas y municiones, que por cualquier concepto tengan en su poder; transcurrido dicho plazo los que se encuentren con ellas serán juzgados en juicio sumarísimo y pasados por las armas.
3º- Los que hiciesen frente a las tropas serán juzgados en juicio sumarísimo y pasados por las armas.
4º- Todo elemento civil pondrá inmediatamente a mi disposición todos los elementos de transportes que tengan.
5º- Se prohíbe la circulación en grupos de más de tres personas, y de éstas y carruajes desde las VEINTIUNA HORAS.
Espero de todos, iguales para mí ante la ley, me ayuden en cuanto puedan para bien de España y de la República.
¡Viva España republicana!
Astorga, 20 de Julio de 1936.
El Comandante Elías Gallego
UNA ALOCUCIÓN
Astorganos:
La Comandancia militar de esta plaza os encarece la mayor cooperación a este glorioso movimiento patriótico, que extendido por todo el ámbito nacional no tiene otro objeto que restablecer el orden y la autoridad, la convivencia entre los ciudadanos y el imperio de la justicia en todos los órdenes.
Nada de persecuciones sistemáticas ni medidas arbitrarias, únicamente todo el rigor de la ley para los que atenten a la tranquilidad de la Patria y al prestigio de la República, cuyo régimen se han dado los españoles.
¡Astorganos! El triunfo de nuestra nobilísima causa es indiscutible, clamoroso. Prestadle todos sin distinción el calor de vuestra cooperación y entusiasmo, como nosotros le hemos ofrecido el más fervoroso sentimiento patriótico.
¡Viva España! ¡Viva la República! ¡Viva Astorga!
Astorga 21 de Julio de 1936
El Comandante militar de la plaza
Elías Gallegos
Este mismo día 20, el mismo periódico hace una crónica de lo que había pasado el domingo 19 en Nistal:
Por orden del alcalde señor Carro, destituido ayer por la autoridad militar de la plaza, se trasladaron el domingo (19 de julio) al inmediato pueblo de Nistal de la Vega, el agente de Vigilancia señor Goy y varios jóvenes de las milicias socialistas armados, con el fin de practicar un cacheo de dicho pueblo. Parece ser que se amotinó el vecindario agrediendo al agente señor Goy y sonando varios disparos a los que contestaron las milicias socialistas , que se vieron obligados a huir ante la actitud del pueblo. En la refriega resultaron muertos el joven astorgano José del Ganso Rodríguez, soltero, de 24 años de edad, activo reporter de nuestro colega “Horizonte”, perteneciente a dichas milicias, y el joven de Nistal Juan Miguélez Fuertes. Y resultaron gravemente heridas: Manuel y Andrés Vega Mayo y Francisco Alonso Vignao, solteros; y de poca gravedad Manuela Cuervo, casada.
Inmediatamente se proclama la ley marcial en todas las ciudades y pueblos de la provincia de León. La zona fue rápidamente tomada por los militares golpistas. El mismo martes 21 llegaba a Ponferrada una fuerte columna de Lugo; a la Bañeza llegaba un regimiento de Zamora y las fuerzas militares de Astorga controlaron los pueblos vecinos. La Comandancia militar asegura públicamente que sus tropas ya son aclamadas en Lugo, Pontevedra, Coruña, Santander, León, Salamanca, Zamora, Palencia, Valladolid y Segovia, localidades declaradas en estado de guerra y en las que parece que reina la tranquilidad.
Tras algunos enfrentamientos callejeros y varias detenciones en Astorga se proclama también la tranquilidad absoluta y el funcionamiento de las oficinas municipales.
Pilín Gullón (Beata) escribe a una prima sus impresiones de sus primeros días en Astorga a su llegada de Madrid el día 15 de julio:
“A nosotros nos cogió aquí el movimiento de verdadero milagro pues llegamos el día 15, justo dos días antes, y eso que toda la familia y todos nos decían que era una temeridad salir de Madrid pues en los sitios pequeños es peor por conocer más a la gente.
Aquí en Astorga estalló el movimiento el 20 de julio, salió la tropa y la Guardia Civil, en el Ayuntamiento se hicieron fuertes y hubo tiroteo hasta que no tuvieron más remedio que rendirse, después dos o tres noches hubo algo de fogueo, pero nada más, a pesar de ser tan tranquila la cosa hubo tres o cuatro muertos y algún herido. Mito (su hermano Guillermo) desde el primer día se echó a la calle y ahora es jefe de telégrafos y teléfonos, pues él acababa de terminar el servicio el primero de julio y estaba en el regimiento de transmisiones del Pardo y como es el único que hay en Astorga y entiende de eso lo pusieron en telégrafos y teléfonos.
(*) Si quieres consultar los capítulos publicados:
![[Img #53915]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/7678_grupo-de-manuel-gullon-y-sus-hijos-pequenos-en-el-campo.jpg)
El asesinato del senador Calvo Sotelo le afecta especialmente a la viuda de Manuel Gullón pues le conocía personalmente por haberse tratado los matrimonios cuando los maridos habían coincidido en el Ministerio de Justicia. Así las cosas, la familia Gullón está deseando salir de Madrid pero la incertidumbre sobre qué es lo más conveniente les tiene inmersos en una gran indecisión. En vista de la dureza de los acontecimientos que están sucediendo en la capital, y los que se intuyen que sucederán, se cuestiona dónde sería más seguro estar. Titubean. Sopesan las ventajas e inconvenientes de una gran ciudad, donde puedes pasar más desapercibido o un lugar pequeño donde todo el mundo se conoce.
Por fin deciden salir del hervidero madrileño y refugiarse en su añorada Astorga, a donde llegan el 15 de julio, aprovechando que el mismo día que el pequeño de la familia, de 17 años, Chema, sale para Alemania para pasar los meses de verano estudiando el idioma. De pequeños han tenido en casa una fráulein, una institutriz alemana, para iniciarles en ese idioma y ahora Chema necesita perfeccionarlo para sus estudios de ingeniero. Doña Pilar y sus tres hijos, Pilín, Guillermo y Maca hacen el viaje en tren cómodamente instalados solos en un departamento. Pueden dormir toda la noche y llegan finalmente, y felizmente, a la querida y tranquila ciudad. En el mismo tren llega también la familia Romero a pasar las vacaciones estivales.
![[Img #53916]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/8044_grupo-familia-casa.jpg)
Los primeros días no les da tiempo a salir de casa, los dedican a acomodarse y a recibir las constantes visitas que acuden a darles la bienvenida, tan sólo les da tiempo para hacer una visita, imprescindible, a la modista. El día 18 de julio Pilín escribe una carta a su hermano a Alemania contándole las primeras noticias sociales de la ciudad que le llegan por las visitas, completamente ajena a la ‘gran noticia nacional’. “Los tíos se marcharon a Hendaya precipitadamente, no sabemos a qué obedecerá. Las noticias de aquí, te contaré que Perandones es novio de Pilar Crespo, pero en casa de esta no quieren, la pequeña Ortiz es novia de Villanueva, el hermano del oculista, y el teniente de la Guardia Civil lo es de Carmen. Y no digas que no te doy noticias, y ayer por la noche llegó Socorro Manrique a pasar el verano y los Monteserin tienen un automóvil Citroën que lo están aprendiendo a conducir para, cuando sepan, marcharse enseguida a Portugal. Todas estas cosas nos las han dicho la gente que ha venido a vernos, pues como te digo no hemos salido.”
La pandilla de los jóvenes Monteserín, Cela, Gullón, Ortiz, Lasala…, a pesar de los nubarrones que amenazan tormenta los jóvenes cuentan este año con esa alegría de vivir con la que disfrutan cada verano. Están deseando poder coger algo del ritmo veraniego, sus excursiones en bicicleta a merendar al campo, los baños en el río Tuerto, en la Forti, los bailes en el Casino, los partidos de tenis, juego que se ha puesto de moda…
![[Img #53917]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/8507_grupo-rio.jpg)
Pero el 18 de julio llegan las primeras noticias de la sublevación a Astorga. El Gobernador Civil de León emite una orden a los alcaldes de su provincia de defender la República con las armas según la Ley de Orden Público. El alcalde Carro Verdejo se pone rápidamente en comunicación con el Cuartel de Santocildes, con su comandante Elías Gallegos Muro, y este le informa que las tropas están acuarteladas y tranquilas, que no hay problema.
Al anochecer de ese mismo día en Astorga lanzan una bomba a la casa de un miembro de Izquierda Republicana. El alcalde ordena rápidamente la detención de los falangistas implicados y de los posibles ‘revoltosos’ o afines como prevención para evitar males mayores. Y, ante la situación que se adivina violenta se decide, esa misma noche, en una reunión de emergencia en el Ayuntamiento, incautar por precaución las armas y municiones de las armerías de la ciudad y depositarlas en el mismo Ayuntamiento. También el alcalde ordena el despliegue por la ciudad de varias patrullas armadas para mantener el orden.
El primer acto de violencia y los primeros muertos en la zona se producen el mismo 19 de julio a cuatro kilómetros de la ciudad de Astorga, en el pueblo de Nistal en donde dos jóvenes mueren enfrentados a tiros.
Ese mismo domigo 19 llegan a la Estación del Norte de la ciudad un tren procedente de Asturias con 2.500 apasionados mineros con destino a Madrid por petición de ayuda del Gobierno Central. También llegan otros 500 mineros más en camiones Van poco armados y piden que el Cuartel de Santocildes les proporcione armas y municiones para defender el camino a Madrid y llegar al llamamiento de ayuda ‘preparados’. El comandante Gallegos se las niega. Entonces los impulsivos mineros, alterados por las circunstancias, se proponen asaltar el Cuartel para coger ellos mismos las municiones.
El alcalde, Carro Verdejo, contrario a la violencia, se opone cualquier manifestación de intimidación o furia y les apacigua manifestándoles que el comandante Gallegos ha asegurado que él y sus tropas no secundan la sublevación y que no habrá violencia en la ciudad .El médico, Idelfonso Cortés, se enfrenta a los impetuosos mineros y organiza la estabilidad de la ciudad. Se van pues todos aquellos mineros a León camino de la Madrid ya que la vía férrea por Valladolid estaba cortada. El día 20 en Benavente se enteran de que el comandante Aranda se ha sublevado y se ha hecho fuerte en la ciudad de Oviedo, su capital. Entonces los mineros dan media vuelta y se vuelven a Asturias para defender su territorio.
![[Img #53920]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/6809_el-pensamiento-astorga-tomada-militarmente.png)
Ya no hay mineros y parece que la ciudad entra en calma pero… la tranquilidad dura tan solo la mañana. El mismo día 20 se produce definitivamente la toma de la ciudad. El Comandante Gallegos recibe orden de sublevarse y, a pesar de que le había asegurado reiteradamente al alcalde Carro que no lo haría, a las cuatro de la tarde saca las tropas a la calle y ordena a la Guardia Civil que se sume a la sublevación. Se dirigen al Ayuntamiento y por el camino libera a los falangistas y demás presos. En el cruce de unas calles les salen al paso y les hacen frente un grupo de personas. En la refriega mueren dos de ellas: Ricardo Vázquez Pérez, panadero de 46 años, y Modesto Pan Garrido, segador. Serán las primeras víctimas de la sublevación en Astorga.
Llegan a la Plaza Mayor y comienzan a disparar contra el Ayuntamiento. Desde dentro responden, tienen las armas que se habían confiscado, y se establece un tiroteo cruzado. Finalmente los asaltantes cuelan una bomba por una ventana y acaban rindiéndose los miembros del Ayuntamiento allí reunidos. El alcalde Carro Verdejo, el médico Idelfonso Cortés y los ocho miembros del Consistorio allí reunidos son detenidos y llevados directamente al Cuartel Militar Santocildes. La población no tiene capacidad para medir lo que se avecina ni se imagina que estos dos personajes tan queridos por la población y que tanto han hecho por la ciudad, Carro Verdejo y Cortés, serán fusilados en menos de un mes ante el estupor general.
![[Img #53919]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/8909_el-pensamiento-se-rinden-los-socialistas.png)
En el momento de los acontecimientos el secretario del Ayuntamiento, don Pepe Diez no se encontraba en el interior del edificio porque el alcalde le había insistido que se marchara cuando la situación se iba poniendo peligrosa aludiendo a que su relación con el Consistorio era tan sólo administrativa y no política. Esa precaución le salvó la vida al secretario.
En el asalto al Ayuntamiento, una bala perdida acaba con la muerte del niño Gerardito Gavela, de 9 años, que estaba observando lo que pasaba en el balcón de la casa familiar. Esta muerte muy sentida por el pueblo fue inmediatamente adjudicada a la maldad de las personas que defendían la sede del sistema legal vigente, pero parece que la bala salió en realidad de la munición de los asaltantes y se desvió. Este infortunado hecho fue utilizado convenientemente por los sublevados con grandes manifestaciones de duelo en los ámbitos oficiales, religiosos y periodísticos haciendo hincapié en la crueldad de los republicanos. “Ángel y mártir”.
El día 20 de julio el comandante Gallegos se ha hecho con la ciudad. Tiene presos a las fuerzas civiles y comienza su particular limpieza. A última hora del día se presentan en la Estación del Norte ‘unos desconocidos’ y sacan detenidos de sus casas a algunos ferroviarios entre ellos a Bienvenido Martín Yuste, presidente del Consejo Ferroviario de la UGT de Astorga, y se los llevan presos, también, al Cuartel de Santocildes.
El 21 de julio el periódico El Pensamiento Astorgano, bajo el titular ¡DIOS SALVE A ESPAÑA!, asume con alegría el levantamiento militar. Publica el Bando y la Alocución del Comandante Militar de la plaza, Elías Gallegos y recoge los acontecimientos acaecidos en la ciudad desde la sublevación.
Astorga, ocupada militarmente
Obedeciendo órdenes de la Superioridad, ayer, a las cuatro de la tarde, fue ocupada militarmente la población.
Todas las fuerzas de la guarnición de la Benemérita y Seguridad tomaron parte en el movimiento, incautándose simultáneamente de las oficinas públicas y libertando a los elementos derechistas, detenidos en la cárcel del partido por orden de la Alcaldía.
Las tropas se dirigieron seguidamente al Ayuntamiento, donde se encontraban concentradas las milicias socialistas armadas que ofrecieron en los primeros momentos alguna resistencia a la fuerza, respondiendo con nutrido tiroteo a sus reiteradas intimidaciones de rendición.
El Ejército repelió la agresión tiroteando la fachada de la Casa Consistorial pero, por fortuna, los sitiados se rindieron prontamente, apareciendo en la puerta principal el alcalde señor Carro y el director del Centro de Higiene señor Cortés, que en unión de todos los individuos que les acompañaban, se entregaron a la fuerza asaltante que procedió a su detención y traslado al fuerte de Santocildes.
Inmediatamente se proclamó la ley marcial y se establecieron retenes del Ejército, Policía, Seguridad y Vigilancia en diferentes lugares de la población, que fueron reforzados por numerosos jóvenes, entre ellos todos los que fueron libertados por la tropa, que secundaron valerosamente al movimiento.
Nos complace destacar el clamor de entusiasmo con que fue acogida por el vecindario la salida de las fuerzas, que entre grandes vítores y aclamaciones agasaja a los soldados de España y demás fuerzas mantenedoras del orden que han ocupado la población.
![[Img #53918]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/1523_el-pensamiento-21-de-julio.png)
BANDO de don Elías Gallegos Muro, Comandante militar de esta plaza
ORDENO Y MANDO:
1º- A partir de este momento queda declarado el estado de guerra en esta plaza, obedeciendo con ello las órdenes recibidas de Excmo. Señor General de la 8ª división.
2º- Todos los vecinos de esta ciudad, así como los que por cualquier causa se encuentren en ella, entregarán antes de las OCHO HORAS de esta tarde en el Cuartel de la Guardia civil, las armas y municiones, que por cualquier concepto tengan en su poder; transcurrido dicho plazo los que se encuentren con ellas serán juzgados en juicio sumarísimo y pasados por las armas.
3º- Los que hiciesen frente a las tropas serán juzgados en juicio sumarísimo y pasados por las armas.
4º- Todo elemento civil pondrá inmediatamente a mi disposición todos los elementos de transportes que tengan.
5º- Se prohíbe la circulación en grupos de más de tres personas, y de éstas y carruajes desde las VEINTIUNA HORAS.
Espero de todos, iguales para mí ante la ley, me ayuden en cuanto puedan para bien de España y de la República.
¡Viva España republicana!
Astorga, 20 de Julio de 1936.
El Comandante Elías Gallego
UNA ALOCUCIÓN
Astorganos:
La Comandancia militar de esta plaza os encarece la mayor cooperación a este glorioso movimiento patriótico, que extendido por todo el ámbito nacional no tiene otro objeto que restablecer el orden y la autoridad, la convivencia entre los ciudadanos y el imperio de la justicia en todos los órdenes.
Nada de persecuciones sistemáticas ni medidas arbitrarias, únicamente todo el rigor de la ley para los que atenten a la tranquilidad de la Patria y al prestigio de la República, cuyo régimen se han dado los españoles.
¡Astorganos! El triunfo de nuestra nobilísima causa es indiscutible, clamoroso. Prestadle todos sin distinción el calor de vuestra cooperación y entusiasmo, como nosotros le hemos ofrecido el más fervoroso sentimiento patriótico.
¡Viva España! ¡Viva la República! ¡Viva Astorga!
Astorga 21 de Julio de 1936
El Comandante militar de la plaza
Elías Gallegos
Este mismo día 20, el mismo periódico hace una crónica de lo que había pasado el domingo 19 en Nistal:
Por orden del alcalde señor Carro, destituido ayer por la autoridad militar de la plaza, se trasladaron el domingo (19 de julio) al inmediato pueblo de Nistal de la Vega, el agente de Vigilancia señor Goy y varios jóvenes de las milicias socialistas armados, con el fin de practicar un cacheo de dicho pueblo. Parece ser que se amotinó el vecindario agrediendo al agente señor Goy y sonando varios disparos a los que contestaron las milicias socialistas , que se vieron obligados a huir ante la actitud del pueblo. En la refriega resultaron muertos el joven astorgano José del Ganso Rodríguez, soltero, de 24 años de edad, activo reporter de nuestro colega “Horizonte”, perteneciente a dichas milicias, y el joven de Nistal Juan Miguélez Fuertes. Y resultaron gravemente heridas: Manuel y Andrés Vega Mayo y Francisco Alonso Vignao, solteros; y de poca gravedad Manuela Cuervo, casada.
Inmediatamente se proclama la ley marcial en todas las ciudades y pueblos de la provincia de León. La zona fue rápidamente tomada por los militares golpistas. El mismo martes 21 llegaba a Ponferrada una fuerte columna de Lugo; a la Bañeza llegaba un regimiento de Zamora y las fuerzas militares de Astorga controlaron los pueblos vecinos. La Comandancia militar asegura públicamente que sus tropas ya son aclamadas en Lugo, Pontevedra, Coruña, Santander, León, Salamanca, Zamora, Palencia, Valladolid y Segovia, localidades declaradas en estado de guerra y en las que parece que reina la tranquilidad.
Tras algunos enfrentamientos callejeros y varias detenciones en Astorga se proclama también la tranquilidad absoluta y el funcionamiento de las oficinas municipales.
Pilín Gullón (Beata) escribe a una prima sus impresiones de sus primeros días en Astorga a su llegada de Madrid el día 15 de julio:
“A nosotros nos cogió aquí el movimiento de verdadero milagro pues llegamos el día 15, justo dos días antes, y eso que toda la familia y todos nos decían que era una temeridad salir de Madrid pues en los sitios pequeños es peor por conocer más a la gente.
Aquí en Astorga estalló el movimiento el 20 de julio, salió la tropa y la Guardia Civil, en el Ayuntamiento se hicieron fuertes y hubo tiroteo hasta que no tuvieron más remedio que rendirse, después dos o tres noches hubo algo de fogueo, pero nada más, a pesar de ser tan tranquila la cosa hubo tres o cuatro muertos y algún herido. Mito (su hermano Guillermo) desde el primer día se echó a la calle y ahora es jefe de telégrafos y teléfonos, pues él acababa de terminar el servicio el primero de julio y estaba en el regimiento de transmisiones del Pardo y como es el único que hay en Astorga y entiende de eso lo pusieron en telégrafos y teléfonos.
(*) Si quieres consultar los capítulos publicados:






