Las enfermeras laicas de Astorga ya forman parte del elenco de beatos de la Iglesia Católica
La Catedral de Astorga ha acogido este sábado la misa de beatificación de las enfermeras laicas de Astorga, Pilar Gullón Yturriaga, Olga Pérez-Monteserín Núñez y Octavia Iglesias Blanco, fusiladas en El Puerto de Somiedo en octubre de 1936.
![[Img #54266]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/1247_be5.png)
La celebración daba comienzo a las 11 horas con la procesión de entrada, desde la sacristía hasta el presbiterio, presidida por el representante del Papa Francisco, el cardenal Marcello Semeraro, acompañado por los concelebrantes.
Al acto han asistido numerosas personas procedentes de las distintas zonas de la diócesis, 16 obispos, entre los que se encontraba el Nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza; los cardenales Ricardo Blázquez y Carlos Osoro, además de 80 sacerdotes y familiares de las tres beatas.
Tras el acto penintecial daba comienzo el rito de la beatificación .El obispo de Astorga, Jesús Fernández González, acompañado de la postuladora de la causa, Mª Victoria Hernández, pedían que se procediera a "la beatificación de las siervas de Dios y mártires laicas de Astorga".
![[Img #54263]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/3673_br3.png)
A continuación se daba lectura de las circunstancias del martirio a cargo de la postuladora, quien leía una breve semblanza biográfica de las tres enfermeras de la Cruz Roja. Inmediatamente después, el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, transmitía la Carta Apostólica del Papa Francisco por las que se proclamaban beatas.
Uno de los momentos más esperados por los allí presentes ha sido cuando se ha descubierto el cuadro con la imagen de las nuevas beatas obra de los artistas Emmanuel y Aarón Luna, que dio paso a la procesión de las reliquias de las beatas portadas la arqueta de San Genadio, una obra de orfebrería de gran valor artístico. Un grupo de fieles, entre ellos varios familiares, llevaban al presbiterio las reliquias de las nuevas beatas mártires. Una vez que las reliquias estuvieron colocadas en el lugar destinado a este fin, el representante del Papa las incensó, permaneciendo después unos momentos en silencio y oración.
![[Img #54265]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/6037_be2.png)
El obispo de Astorga dirigió una palabras de agradecimiento al cardenal Semeraro, para a continuación, acompañado de la postuladora, entregó al cardenal Semeraro la Carta Apostólica.
Finalizado el rito de la beatificación, la misa continuó con el himno Gloria in excelsis interpretado por la Coral Excelsior de Astorga, la liturgia de la palabra y la eucaristía. En la homilía, el representante del Papa aseguró: "No tengáis miedo de aquellos que matan el cuerpo', hemos escuchado. Pilar, Olga y Octavia entendieron bien esta palabra del Señor. De hecho, se comprometieron a curar el cuerpo de los enfermos y heridos, dedicándose a aliviar los sufrimientos y a levantar los ánimos, y esto porque el “cuerpo” tiene una dignidad incalculable", destacando de la beatas que "a curar el cuerpo debilitado y sufriente se dedicaron, pues, las beatas Pilar, Olga y Octavia, de modo que, también en el peligro que se presentó, no quisieron abandonar a los heridos, sino que continuaron asistiéndolos poniendo en riesgo la propia vida (...). Todo lo soportaron con fortaleza sobrenatural; se dispusieron a sufrir la muerte con espíritu de fe".
![[Img #54262]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/7028_be1.png)
La celebración concluyó con el agradecimiento del obispo de Astorga al Papa por la beatificación de las enfermeras, la bendición papal y la indulgencia plenaria, siempre y cuando se cumplan las condiciones requeridas, por parte del cardenal Marcello Semeraro.
![[Img #54264]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2021/9926_be4.png)
La celebración daba comienzo a las 11 horas con la procesión de entrada, desde la sacristía hasta el presbiterio, presidida por el representante del Papa Francisco, el cardenal Marcello Semeraro, acompañado por los concelebrantes.
Al acto han asistido numerosas personas procedentes de las distintas zonas de la diócesis, 16 obispos, entre los que se encontraba el Nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza; los cardenales Ricardo Blázquez y Carlos Osoro, además de 80 sacerdotes y familiares de las tres beatas.
Tras el acto penintecial daba comienzo el rito de la beatificación .El obispo de Astorga, Jesús Fernández González, acompañado de la postuladora de la causa, Mª Victoria Hernández, pedían que se procediera a "la beatificación de las siervas de Dios y mártires laicas de Astorga".
A continuación se daba lectura de las circunstancias del martirio a cargo de la postuladora, quien leía una breve semblanza biográfica de las tres enfermeras de la Cruz Roja. Inmediatamente después, el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, transmitía la Carta Apostólica del Papa Francisco por las que se proclamaban beatas.
Uno de los momentos más esperados por los allí presentes ha sido cuando se ha descubierto el cuadro con la imagen de las nuevas beatas obra de los artistas Emmanuel y Aarón Luna, que dio paso a la procesión de las reliquias de las beatas portadas la arqueta de San Genadio, una obra de orfebrería de gran valor artístico. Un grupo de fieles, entre ellos varios familiares, llevaban al presbiterio las reliquias de las nuevas beatas mártires. Una vez que las reliquias estuvieron colocadas en el lugar destinado a este fin, el representante del Papa las incensó, permaneciendo después unos momentos en silencio y oración.
El obispo de Astorga dirigió una palabras de agradecimiento al cardenal Semeraro, para a continuación, acompañado de la postuladora, entregó al cardenal Semeraro la Carta Apostólica.
Finalizado el rito de la beatificación, la misa continuó con el himno Gloria in excelsis interpretado por la Coral Excelsior de Astorga, la liturgia de la palabra y la eucaristía. En la homilía, el representante del Papa aseguró: "No tengáis miedo de aquellos que matan el cuerpo', hemos escuchado. Pilar, Olga y Octavia entendieron bien esta palabra del Señor. De hecho, se comprometieron a curar el cuerpo de los enfermos y heridos, dedicándose a aliviar los sufrimientos y a levantar los ánimos, y esto porque el “cuerpo” tiene una dignidad incalculable", destacando de la beatas que "a curar el cuerpo debilitado y sufriente se dedicaron, pues, las beatas Pilar, Olga y Octavia, de modo que, también en el peligro que se presentó, no quisieron abandonar a los heridos, sino que continuaron asistiéndolos poniendo en riesgo la propia vida (...). Todo lo soportaron con fortaleza sobrenatural; se dispusieron a sufrir la muerte con espíritu de fe".
La celebración concluyó con el agradecimiento del obispo de Astorga al Papa por la beatificación de las enfermeras, la bendición papal y la indulgencia plenaria, siempre y cuando se cumplan las condiciones requeridas, por parte del cardenal Marcello Semeraro.