Redacción
Viernes, 18 de Octubre de 2013
Tráfico pondrá en marcha el dispositivo especial de vigilancia de las carreteras secundarias entre el 21 y 27 de octubre
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Entre los días 21 y 27 de octubre la Dirección General de Tráfico intensificará los controles en las carreteras secundarias por parte de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Se controlará la velocidad, los adelantamientos indebidos, la ingesta de alcohol o drogas, uso del casco y sistemas de retención, utilización del teléfono móvil durante la conducción, así como de auriculares, manipulación de navegadores o de cualquier otro elemento que pueda producir distracción, documentación del vehículo y del conductor y, en general, cualquier infracción de la normativa vigente en materia de circulación y seguridad vial. El objetivo de realizar hasta 40.000 controles.
Las carreteras convencionales suponen más del 90% del total de la red de carreteras, si bien, soportan un menor tráfico que autopistas y autovías. Respecto al tipo de vía, estas carreteras son las más peligrosas. Presentan una alta siniestralidad, a pesar de que su densidad de tráfico no es demasiado elevada.
En los primeros nueve meses del año 2013, de los 87 fallecidos en las carreteras de Castilla y León, 66 (75,86%) se han producido en carreteras convencionales. En 2012 de las 127 personas que murieron en accidentes de tráfico en Castilla y León, 106 (83,47%) se dieron en carreteras convencionales. Se produjeron 2.583 accidentes con víctimas de los cuales 1.967 (76,15%) fueron en carreteras convencionales.
Para rebajar la siniestralidad se pretende actuar en mejorar la seguridad de las carreteras convencionales a través de su diseño, especialmente para evitar salidas de la vía y colisiones frontales. En una carretera convencional, las intersecciones e incorporaciones, habitualmente, están al mismo nivel, los trazados de las carreteras suelen ser antiguos, hay muchos tramos montañosos y es necesario invadir el sentido contrario al adelantar, con el riesgo que esto supone. Por ello, poner en marcha medidas de bajo coste y alta efectividad para reducir el riesgo de la carretera convencional es una prioridad en los próximos años.
También es una prioridad conseguir comportamientos más seguros en las carreteras convencionales, mediante el incremento de la vigilancia y el control en este tipo de vías, con objeto de disuadir a los infractores de las normas de tráfico.
Entre los días 21 y 27 de octubre la Dirección General de Tráfico intensificará los controles en las carreteras secundarias por parte de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Se controlará la velocidad, los adelantamientos indebidos, la ingesta de alcohol o drogas, uso del casco y sistemas de retención, utilización del teléfono móvil durante la conducción, así como de auriculares, manipulación de navegadores o de cualquier otro elemento que pueda producir distracción, documentación del vehículo y del conductor y, en general, cualquier infracción de la normativa vigente en materia de circulación y seguridad vial. El objetivo de realizar hasta 40.000 controles.
Las carreteras convencionales suponen más del 90% del total de la red de carreteras, si bien, soportan un menor tráfico que autopistas y autovías. Respecto al tipo de vía, estas carreteras son las más peligrosas. Presentan una alta siniestralidad, a pesar de que su densidad de tráfico no es demasiado elevada.
En los primeros nueve meses del año 2013, de los 87 fallecidos en las carreteras de Castilla y León, 66 (75,86%) se han producido en carreteras convencionales. En 2012 de las 127 personas que murieron en accidentes de tráfico en Castilla y León, 106 (83,47%) se dieron en carreteras convencionales. Se produjeron 2.583 accidentes con víctimas de los cuales 1.967 (76,15%) fueron en carreteras convencionales.
Para rebajar la siniestralidad se pretende actuar en mejorar la seguridad de las carreteras convencionales a través de su diseño, especialmente para evitar salidas de la vía y colisiones frontales. En una carretera convencional, las intersecciones e incorporaciones, habitualmente, están al mismo nivel, los trazados de las carreteras suelen ser antiguos, hay muchos tramos montañosos y es necesario invadir el sentido contrario al adelantar, con el riesgo que esto supone. Por ello, poner en marcha medidas de bajo coste y alta efectividad para reducir el riesgo de la carretera convencional es una prioridad en los próximos años.
También es una prioridad conseguir comportamientos más seguros en las carreteras convencionales, mediante el incremento de la vigilancia y el control en este tipo de vías, con objeto de disuadir a los infractores de las normas de tráfico.
