La Junta completa las plantillas del dispositivo antiincendios dos semanas después de que haya comenzado la campaña
Este lunes la administración autonómica resuelve por fin la bolsa de empleo del personal laboral temporal en la provincia leonesa para verano para puestos de conductor, vigilante y peón forestal, tras las protestas en abril de que no se convocaran, al contrario que en otras provincias.
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La dicha es buena pero llega dos semanas tarde. El operativo estival de lucha contra los incendios del que es responsable la Junta de Castilla y León cada verano desde el 1 de julio, en circunstancias normales, no ha contado en su arranque con todo el personal necesario en la provincia de León. De hecho, han tenido que pasar casi las dos primeras semanas de ese operativo para que las brigadas cuenten, ahora sí, por fin, con el total de las plantillas completas.
Ha sido este lunes 12 de julio cuando la administración autonómica ha resuelto, a través de una orden de la Consejería de Presidencia, los integrantes de las bolsas de empleo de personal laboral temporal que presta servicios en el Operativo de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Comunidad de Castilla y León. Una lista que cumplía tres años sin renovación en León, desde las últimas de 2018, dado que en 2020, año en el que tocaba nueva convocatoria, no se había realizado excepcionalmente a causa de la pandemia.
El problema es que, a pesar de que en otras provincias como Soria, Palencia o Zamora sí se reactivaron este año las pruebas selectivas en tiempo y forma, en la provincia de León en principio en el mes de abril se desechó la convocatoria, provocando importantes quejas de algunos aspirantes a alguno de los tres puestos ofertados de manera cíclica: conductores, peones y vigilantes. Así lo denunció en su día ILEÓN.
Sin embargo, finalmente, un mes más tarde -y por lo que se puede comprobar ahora, demasiado tarde-, fue cuando la Delegación Territorial de la Junta en León dio el brazo a torcer y decidió sacar las plazas de este personal laboral y temporal sin el que las cuadrillas antiincendios de la provincia quedan totalmente cojas. Con este retraso, las primeras pruebas se relegaron hasta finales del mes de mayo.
Con ese retraso, la resolución final para la elección y contratación del personal según el puesto que obtuvieron en las pruebas y su posición en la bolsa de empleo ha llegado casi dos semanas tarde, en pleno mes de julio y por lo tanto con dos semanas de operativo contra los incendios hipotéticamente al máximo nivel. La actual bolsa nace con una vigencia general de un año más, aunque la orden ya especifica con antelación esta vez que se podría prorrogar dos más, es decir, ser de la que la Junta tire hasta el año 2024.
La dicha es buena pero llega dos semanas tarde. El operativo estival de lucha contra los incendios del que es responsable la Junta de Castilla y León cada verano desde el 1 de julio, en circunstancias normales, no ha contado en su arranque con todo el personal necesario en la provincia de León. De hecho, han tenido que pasar casi las dos primeras semanas de ese operativo para que las brigadas cuenten, ahora sí, por fin, con el total de las plantillas completas.
Ha sido este lunes 12 de julio cuando la administración autonómica ha resuelto, a través de una orden de la Consejería de Presidencia, los integrantes de las bolsas de empleo de personal laboral temporal que presta servicios en el Operativo de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Comunidad de Castilla y León. Una lista que cumplía tres años sin renovación en León, desde las últimas de 2018, dado que en 2020, año en el que tocaba nueva convocatoria, no se había realizado excepcionalmente a causa de la pandemia.
El problema es que, a pesar de que en otras provincias como Soria, Palencia o Zamora sí se reactivaron este año las pruebas selectivas en tiempo y forma, en la provincia de León en principio en el mes de abril se desechó la convocatoria, provocando importantes quejas de algunos aspirantes a alguno de los tres puestos ofertados de manera cíclica: conductores, peones y vigilantes. Así lo denunció en su día ILEÓN.
Sin embargo, finalmente, un mes más tarde -y por lo que se puede comprobar ahora, demasiado tarde-, fue cuando la Delegación Territorial de la Junta en León dio el brazo a torcer y decidió sacar las plazas de este personal laboral y temporal sin el que las cuadrillas antiincendios de la provincia quedan totalmente cojas. Con este retraso, las primeras pruebas se relegaron hasta finales del mes de mayo.
Con ese retraso, la resolución final para la elección y contratación del personal según el puesto que obtuvieron en las pruebas y su posición en la bolsa de empleo ha llegado casi dos semanas tarde, en pleno mes de julio y por lo tanto con dos semanas de operativo contra los incendios hipotéticamente al máximo nivel. La actual bolsa nace con una vigencia general de un año más, aunque la orden ya especifica con antelación esta vez que se podría prorrogar dos más, es decir, ser de la que la Junta tire hasta el año 2024.