Las 'Astorvistas' de Magín Revillo para "motivar y encender" la curiosidad de los jóvenes de Astorga
![[Img #54936]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2021/8000_dsc_1146.jpg)
Este jueves, en la carpa del Jardín de la Sinagoga, comenzaban los encuentros dirigidos por el periodista Magín Revillo con astorganos que son un buen punto de referencia para las nuevas generaciones. Los encuentros, con el título genérico de 'El pensamiento astorgano de…”, se han abierto con Germán Gullón, estudioso especializado en Galdós y en Emilia Pardo Bazán, de esta última está a punto de publicar una biografía.
Magín Revillo empezaba el acto recordando a su padre: "tal día como hoy, hace 12 años, moría Juán María González Gullón, excelente periodista, que firmaba como ‘J. Airam’ y que escribía sobre Astorga con la perspectiva que le otorgaba la distancia".
Matizaba Magín que los encuentros no iban a ser entrevistas, sino ‘astorvistas’, pues la propuesta era establecer un diálogo entre el público astorgano y el invitado, con el fin de "motivar, encender, resucitar el recuerdo de Astorga para renovar el vínculo con la juventud, con los brotes aún por madurar, romper con esa separación generacional que parece haberse producido".
![[Img #54939]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2021/3389_dsc_1216.jpg)
Comenzaba la ‘astorvista’ de manera muy emotiva: "¡Qué alegría llegar a Astorga!", decía Germán Gullón y contaba la peripecia del viaje desde Holanda, el coche les dejó tirados, soplaron el olifante y Carlomagno llegó de madrugada a rescatarlos al castillo donde habían pernoctado.
Sus primeros recuerdos vinculados con Astorga eran los de su abuelo que los visitaba en Santander y llegaba con un jamón astorgano cuyos efluvios le revolvián el sueño desde debajo de la cama, donde se guardaba. Otro recuerdo era el mes que pasaba en Astorga en casa de su abuelo. En esa casa se comía cocido a diario, pero él por ser niño, comía buenos filetes y natillas con mantecada y bizcocho. Astorga, dijo Germán, le llegó por el estómago y por el cariño de su abuelo. A su padre, Ricardo Gullón, lo recuerda siempre escribiendo y dijo de él que era un juez benévolo y de él contó unas cuantas anécdotas. De Astorga le gustaba esa mixtura de naturaleza y urbe, nada de campo, campo, campo..., como le hubiera ocurrido de ir a casa de sus familiares asturianos, sino la vida mental, cultural y ciudadana que aquí se encontraba.
Magín Revillo no paró sentado en la mesa del invitado y bajó las escaleras a preguntar al público. Esa era su proclamada pretensión, que los asistentes nos hicieran partícipes de su curiosidad.
Primero preguntó a una de las componentes de la 'pandilla juvenil' a la que había pertenecido Germán qué imagen tenían de él por aquel entonces. También inquirió al alcalde Juan José Alonso Perandones por el motivo de que Astorga no fuera la de antes. Los tiempos han cambiado, pero no es del todo cierto, respondía Perandones, "hay actualmente escritores, fotógrafos, poetas, artistas, pero parece que los jóvenes están imbuidos en sus móviles". Germán comentaba cada una de las afirmaciones. Hablaba del mundo cambiante, del cambio de paradigma que se venía produciendo en los últimos 20 años. Él acababa de escribir una biografía de Pardo Bazán consultando prácticamente todo on line.
![[Img #54937]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2021/9963_dsc_1199.jpg)
Acudió Magín a Alberto Delgado que aseveraba que por mucho Google lo esencial era no perder la palabra. “La vida es palabra”. Germán decía que la forma de acceso a la información y la forma de comunicación de los jóvenes es distinta, los jóvenes se informan fuera de los periódicos, no les interesa la opinión, sino los hechos, no saben que un hecho es ya una interpretación y el no saberlo imprime más confusión sobre lo real. Los periódicos, aún con la suma del papel y lo digital, están en retroceso.
Magín seguía merodeando entre el público, conocía a su público, preguntó a una fiscal brasileña, jubilada, residente en Astorga por los cambios acaecidos en la consideración de la mujer, Germán contaba los desprecios miserables de Clarín, Valera y Galdós hacia Pardo Bazán, por el hecho de ser mujer.
![[Img #54938]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2021/317_dsc_1184.jpg)
El director de 'orquesta' incitó al público asistente y se abordaron otros temas como la educación universitaria en España y su fracaso. Opinaba Germán que el fracaso venía desde el arrinconamiento de la Institución Libre de Enseñanza, por la acomodación a la cultura establecida.
Con respecto a aquella distinción que hizo de Astorga una pequeñita Atenas, con la Escuela de Astorga, a la que perteneció su padre, ahora sería imposible, respondía Germán Gullón. "La democratización y extensión del saber, hace imposible aquella anhelada distinción".
Este jueves, en la carpa del Jardín de la Sinagoga, comenzaban los encuentros dirigidos por el periodista Magín Revillo con astorganos que son un buen punto de referencia para las nuevas generaciones. Los encuentros, con el título genérico de 'El pensamiento astorgano de…”, se han abierto con Germán Gullón, estudioso especializado en Galdós y en Emilia Pardo Bazán, de esta última está a punto de publicar una biografía.
Magín Revillo empezaba el acto recordando a su padre: "tal día como hoy, hace 12 años, moría Juán María González Gullón, excelente periodista, que firmaba como ‘J. Airam’ y que escribía sobre Astorga con la perspectiva que le otorgaba la distancia".
Matizaba Magín que los encuentros no iban a ser entrevistas, sino ‘astorvistas’, pues la propuesta era establecer un diálogo entre el público astorgano y el invitado, con el fin de "motivar, encender, resucitar el recuerdo de Astorga para renovar el vínculo con la juventud, con los brotes aún por madurar, romper con esa separación generacional que parece haberse producido".
Comenzaba la ‘astorvista’ de manera muy emotiva: "¡Qué alegría llegar a Astorga!", decía Germán Gullón y contaba la peripecia del viaje desde Holanda, el coche les dejó tirados, soplaron el olifante y Carlomagno llegó de madrugada a rescatarlos al castillo donde habían pernoctado.
Sus primeros recuerdos vinculados con Astorga eran los de su abuelo que los visitaba en Santander y llegaba con un jamón astorgano cuyos efluvios le revolvián el sueño desde debajo de la cama, donde se guardaba. Otro recuerdo era el mes que pasaba en Astorga en casa de su abuelo. En esa casa se comía cocido a diario, pero él por ser niño, comía buenos filetes y natillas con mantecada y bizcocho. Astorga, dijo Germán, le llegó por el estómago y por el cariño de su abuelo. A su padre, Ricardo Gullón, lo recuerda siempre escribiendo y dijo de él que era un juez benévolo y de él contó unas cuantas anécdotas. De Astorga le gustaba esa mixtura de naturaleza y urbe, nada de campo, campo, campo..., como le hubiera ocurrido de ir a casa de sus familiares asturianos, sino la vida mental, cultural y ciudadana que aquí se encontraba.
Magín Revillo no paró sentado en la mesa del invitado y bajó las escaleras a preguntar al público. Esa era su proclamada pretensión, que los asistentes nos hicieran partícipes de su curiosidad.
Primero preguntó a una de las componentes de la 'pandilla juvenil' a la que había pertenecido Germán qué imagen tenían de él por aquel entonces. También inquirió al alcalde Juan José Alonso Perandones por el motivo de que Astorga no fuera la de antes. Los tiempos han cambiado, pero no es del todo cierto, respondía Perandones, "hay actualmente escritores, fotógrafos, poetas, artistas, pero parece que los jóvenes están imbuidos en sus móviles". Germán comentaba cada una de las afirmaciones. Hablaba del mundo cambiante, del cambio de paradigma que se venía produciendo en los últimos 20 años. Él acababa de escribir una biografía de Pardo Bazán consultando prácticamente todo on line.
Acudió Magín a Alberto Delgado que aseveraba que por mucho Google lo esencial era no perder la palabra. “La vida es palabra”. Germán decía que la forma de acceso a la información y la forma de comunicación de los jóvenes es distinta, los jóvenes se informan fuera de los periódicos, no les interesa la opinión, sino los hechos, no saben que un hecho es ya una interpretación y el no saberlo imprime más confusión sobre lo real. Los periódicos, aún con la suma del papel y lo digital, están en retroceso.
Magín seguía merodeando entre el público, conocía a su público, preguntó a una fiscal brasileña, jubilada, residente en Astorga por los cambios acaecidos en la consideración de la mujer, Germán contaba los desprecios miserables de Clarín, Valera y Galdós hacia Pardo Bazán, por el hecho de ser mujer.
El director de 'orquesta' incitó al público asistente y se abordaron otros temas como la educación universitaria en España y su fracaso. Opinaba Germán que el fracaso venía desde el arrinconamiento de la Institución Libre de Enseñanza, por la acomodación a la cultura establecida.
Con respecto a aquella distinción que hizo de Astorga una pequeñita Atenas, con la Escuela de Astorga, a la que perteneció su padre, ahora sería imposible, respondía Germán Gullón. "La democratización y extensión del saber, hace imposible aquella anhelada distinción".