Eloy Rubio Carro y Tomás Néstor Martínez
Domingo, 08 de Agosto de 2021
ENTREVISTA / Teresa del Olmo, actriz

"Trabajo en papeles de mujer mayor, lo que no es muy habitual porque las mujeres en el mundo y más en España, a partir de los 40, dejamos de actuar"

Entre las componentes del jurado de 'Luna de Cortos' ha estado Teresa del Olmo, actriz premiada por su actuación en 'La Caza' de Amy Fajardo en 2019. Dado su largo recorrido por la profesión de actriz no nos resistimos a compartir su experiencia con los lectores de Astorga Redacción

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Eloy Rubio Carro: Hace muy poco ha cumplido las bodas de oro de su profesión de actriz en la que ha demostrado una enorme versatilidad: radio, doblaje, cine, televisión, teatro, comedia musical.

 

Teresa del Olmo: ¡Toma ya!, y música, espectáculo de una sola cantante con un piano por lugares del mundo.

 

 

¡Qué maravilla!, ¿Qué te falta?

 

Pues mira, me faltaba zarzuela y hace 4 o 5 años me contrataron para hacer ‘Los Gavilanes', en Bilbao, para la semana grande, en el Euskalduna. Y por primera vez he salido al escenario sin cantar, porque el personaje no cantaba para representar la abuela de Los Gavilanes. Entonces yo hacía de la abuela, y fue algo muy emocionante hacer zarzuela. Algo que me ha gustado desde pequeñita y que no había hecho hasta un poco antes de cumplir mis 50 años de profesión.

 

 

Toda esta versatilidad o variedad artística le ha ayudado a mantenerte en acción en el mundo de la imagen también teatral.

 

Bueno, en mi profesión, porque además es curioso, yo he trabajado intensamente en 2021 y me encuentro en la mitad del 51, pues el 3 de septiembre de 1970 entré en el Teatro Español, en el Teatro Nacional de España.

 

 

Eso es por lo que le quería preguntar ¿Cuáles fueron sus comienzos?

 

Entré por casualidad, por mi voz, en el Teatro Nacional de España, que estaba entonces en el Teatro Español, en la ‘Compañía Nacional’. Entré de meritoria oficial y he estado trabajando todos estos años, porque aunque haya vivido en otros países he tenido la enorme fortuna de trabajar como actriz en alguna de mis facetas en esos lugares. Yo me marché a Londres en el 77 porque no quería hacer destape, me fui a estudiar inglés, canto y otras cosas para seguir preparándome como actriz. Y resulta que tuve la inmensa suerte de trabajar en la BBC en el departamento de español. Yo tenía un sueldo de actriz.

 

 

Tomás Néstor: ¿En su estancia en Londres aún se respiraba a Shakespeare?

 

Sí, ‘of course’, pero fíjate lo que es la vida, me encanta el crecer, el ser mayor, el cumplir años y hacerlo en activo en la profesión, porque yo soy actriz. Entonces aprovechaba mi estancia en Londres para estudiar en una escuela profesional. Yo pensaba que sería maravilloso poder estar en Londres y hacer teatro en español. Y los actores ingleses que yo conocía me tachaban de loca, que eso jamás pasaría en Inglaterra, pues cuando se hacía algo en español, lo traducían. Y yo les dije: “pues, qué pena”, pero fíjate tú lo que es la casualidad que ahora llevo ya tres años, exceptuando el periodo del confinamiento haciendo Bernarda Alba en Londres. Y eso porque hay un ‘off theatre’, creado por Jorge de Juan en el que se hace teatro en español y en inglés: la mitad de la semana en español y la otra en inglés. He estado dos años haciendo Bernarda Alba en el ‘Cervantes Theatre’, y el año pasado cuando la pandemia estábamos haciendo por primera vez en Inglaterra gira con Bernarda Alba y solo pudimos hacer de toda la gira las plazas Bermingham y Leeds. Cuando íbamos a ir a Belfast me volví a España a causa de la pandemia.

 

 

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Vamos ya a ‘Luna de Cortos’ y nos centramos en ‘La Caza’, un corto premiado en este festival. ¿Los reconocimientos que suponen para usted? ¿Tanto los reconocimientos como la falta de reconocimientos?

 

A lo mejor suena raro, pero yo no me creo los premios. Nunca me los he creído. Mucho menos en arte porque para decir que el trabajo de alguien es mejor que cualquier otro tendríamos que hacer, como sucede en arquitectura, el mismo. El trabajo en arte es completamente distinto en un corto que en otro, por ejemplo. Ahora bien, cuando llega un premio es muy emocionante, da mucha alegría.

 

 

Tomás Néstor: ¿Y los no reconocimientos?

 

Como actriz que trabaja en muchas cosas veo trabajos maravillosos y veo que nadie toma nota. De ahí mi escepticismo. Según vas avanzando en la vida y en el trabajo vas viendo lo que sucede y vas conociendo a gente maravillosa en su trabajo que no recibe el reconocimiento que se merece.

 

A mí el reconocimiento de mi labor como actriz en ‘La Caza’, un maravilloso film de Amy Fajardo, me dio mucha alegría. Cuando me llegó la notificación del premio yo ya estaba muy metida en Bernarda Alba. Y en este corto en el que el personaje representa emociones tan terribles, sin que yo sea madre ni abuela, aunque lleve muchos años luchando contra el maltrato de la mujer. Entonces me enfundo ese personaje y fusiono de alguna manera los sentimientos de Bernarda Alba con mis sentimientos de repulsa a la violencia a la mujer.

 

 

Esto que comenta conecta también con el corto de ‘Maquis’. Una mujer con doble vida. Y usted, que vive esos personajes tan intensamente, tiene también su vida real.

 

Mi madre me contaba que cuando yo tenía unos tres años, cuando veníamos del cine o del teatro infantil, los sentaba en casa y les representaba toda la historia vivida, con todos los personajes y si había que cantar y bailar yo lo hacía, y todavía hablaba con lengua de trapo. Para mí esta profesión es jugar y lo que me encanta es jugar y transformarme en alguien, pero no transformarme como en el carnaval, vestirse solo por fuera de ese personaje. A mí lo que me gustaba desde pequeña era tener esa vida. Luego, claro, como tengo esta voz grave, desde muy pequeña hice todos los caballeros del teatro clásico español del Siglo de Oro. Lo que me encantaba era meterme en la vida de esos seres, ser ese ser. Yo leo algo y me meto en este ser, lo siento en la tripa, me invento su historia, la desarrollo, la hago mía desde que me pongo el traje del personaje hasta que lo dejo en el camerino para volver a ser Teresa. Por eso cuando estoy con el texto lo exprimo, me paso horas.

 

 

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-¿La pandemia ha podido romper ese ritmo de vida teatral?

 

Sucedió que estaba haciendo Bernarda Alba y de pronto Boris Jhonson comunica que las personas mayores de 70 años deberían quedarse en casa al menos tres meses y así se evitarían problemas. Y yo me quería morir, y le dije al director "tengo 73 y no me voy a esconder en un hotel porque este señor lo diga, por favor qué hago". Y el director me dice que me vuelva a España. Y eso hice, con lo cual quedó todo interrumpido. Yo tenía ya apalabradas dos películas, cuyos contratos me fueron rescindidos pues yo era mayor de 70 años y las aseguradoras no querían arriesgarse con los mayores. La alegría del premio del año anterior se convirtió en una tristeza infinita, porque yo pensé que jamás volvería a trabajar. Pues ya voy para vieja. O sea que si a los 74 ya recién cumplidos yo dejaba de trabajar, imagínate con algunos años más. Pero el día 13 de julio recibo la llamada de un director joven, que me dice: “bueno ya sabes que yo te sigo en Instagram y me interesas muchísimo para el personaje de un ‘vídeoclip’ que tengo en cartera. Me dijo que si quería hacerlo y le respondí que ‘SÍ’.

 

Desde el 23 de julio del año 2020 hasta ahora no he parado ni una sola semana, y ha habido semanas en las que he hecho dos proyectos distintos. He hecho teatro, cine, televisión, con dos películas en cartera, he hecho videoclips, publicidad internacional para Estados Unidos, para Europa, para Portugal. Estoy ensayando un corto que voy a rodar la semana próxima y no me lo puedo creer. De aquella gente que me dijo que no, a no parar de trabajar.

 

 

En la actualidad parece que entre los jóvenes se está poniendo de moda el rodar cortos de cine. ¿Cómo ve usted el futuro joven o menos joven del cine español?

 

Yo soy voluntaria de los estudiantes desde hace veinte años para sus trabajos de fin de carrera o de masters. De entrada trabajo, yo que soy una señora mayor, en papeles de mujer mayor, lo que no es muy habitual porque las mujeres en el mundo y más en España, a partir de los 40, dejamos de trabajar en esto. Ya no somos guapas, jóvenes, tipazos ni atraemos a nadie. Y aparte porque en España, al ser un país terriblemente anticuado y atrasado, por haber vivido una dictadura, no tuvimos mujeres que trabajaran en profesiones tradicionalmente de hombres. No disponemos de esos modelos. Los cineastas todavía crean papeles de mujeres mayores que no desempeñaron ninguna profesión, porque no las ha habido entre las mujeres españolas, entonces los papeles que se hacen son mujeres de señora mayor y poco más, y por eso me los dan a mí.

 

Yo les digo a los más jóvenes, vosotros tendríais que estar haciendo las series y las películas porque tenéis una gama de mujeres que ahora mismo no están presentes en el cine que se hace. Entonces yo soy muy admirada en un país como este donde ni se ama el arte y mucho menos nuestra profesión porque esta gente joven da sus mejores años de estudio, de aprendizaje para poder contar sus historias. Me parecen admirables. Por eso soy su voluntaria, porque en España la gente tendría que tirar la toalla, porque no se les da salida y sin embargo ahí están, ahí están estudiando durante cuatro años y haciendo historia y escribiendo sus textos y haciendo ahora crowdfunding para poder llegar a ello, y por eso yo no les cobro o cobro solo si tienen dinero.

 

 

Tomás Néstor: Teresa, usted hace maravillas con el doblaje.

 

Yo soy dobladora. Ja, ja, ja. (Imita extrañas formas de risa) Empecé en 1976.

 

 

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¿Qué voces ha doblado?

 

Empecé con mi voz. En teatro hacía voces pues a cada personaje le pongo una voz diferente. Entonces hubo un director de doblaje que un año antes de marcharme a Inglaterra, me dijo: “Teresa, te he convocado para que me hagas un animalito”. Se trataba de la hormiga de ‘La Abeja Maya’. Desde entonces lo que más me gusta del doblaje es hacer dibujos. Porque no tienes que imitar a nadie. Tú creas tu voz, tu forma de hablar, (imitando la voz de la abeja Maya) “bichos, niños, animalillos, soy la ‘Serpiente K’ del libro de la selva (reproduce la voz de K) soy Mateo de Igmar Bergman, soy la voz de ‘La Bruja del Páramo’. La Bruja del Páramo es un personaje que produce 16 voces diferentes a lo largo de la película, empieza de señora maravillosa y yo hablo con mi voz en los primeros momentos, pero a lo largo del cuento ella se va transformando en un ser bondadoso (reproduciendo la voz de la bruja del páramo) y termina siendo una viejita amorosa que se enamora del príncipe. Ese placer de hacer un personaje con toda esa gama de voces es fascinante. Pero también he hecho algo menos satisfactorio como es el doblaje de actrices o de actores, y hasta he doblado a travestis. Todos los travestis del cine en España de los años 80 los he hecho yo. Empecé con el del ‘Cocodrilo Dundee’. Pero los dibujos animados me entusiasman por eso, porque tú creas a ese ser...

 

Tomás Néstor: Teresa, estaríamos horas y horas escuchándole porque de verdad es una autántica biblioteca y una auténtica cinemateca y no sé cuntas cosas más. Continuaremos porque 'Luna de Cortos' tendrá larga vida y nosotros tendremos que seguir respirando para que la luna siga brillando.

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