García Lorca. Noche sin rumbo
![[Img #55278]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2021/2647_mercedes-_dsc0318.jpg)
En esta semana pasada, el 18 de agosto, se ha cumplido el ochenta y cinco aniversario del asesinato de Federico García Lorca. Televisión española ha emitido una producción de seis horas sobre la vida y muerte del poeta, y nos ha recordado las barbaridades a las que puede llegar el fanatismo político. Lo sabemos, la teoría en general la sabemos, pero recordar hechos concretos nos pone los pelos de punta, nos encogen las entrañas y puede que a algunos les llore el corazón. También puede que otros, por desgracia demasiados, estén satisfechos.
Recordar es vivir, si no tenemos recuerdos no somos nadie. Sin el pasado nuestro presente tiene un futuro sin cimientos, o lleno de la Nada que es peor; porque esa Nada se quiere llenar de algo que no se sostiene en nada y es cuando surge el caos, el desbarre, la locura de pensamiento y de acción, los fanatismos. Tristemente a la Nada de una vida lleva esa terrible enfermedad que es el Alzheimer que hace perder a una persona los recuerdos de su pasado dejándola desvalijada de su memoria que es su vida, dejándola despojadade sí misma. Una sociedad que no recuerda su pasado es una sociedad enferma de la Nada.
La Historia del mundo tiene sus bucles. Estos días estamos asistiendo con ojos de espanto a como los talibán han tomado la capital de Afganistán y, por ende, se han hecho con el poder del país. Estos fanáticos de su religión, y por supuesto de poder, de un poder amparado en unas exigencias divinas absolutamente primitivas, se consideran con el derecho de aniquilar la vida de todo aquel que no cumpla con sus normas o, simplemente, haya tenido unas actitudes o pensamientos anteriores a su mandato que no casaban con sus modelos o pensamientos, y las mujeres son el primer objeto de su control.
¿Por qué? ¿por qué a las mujeres las reducen a un objeto en propiedad,restringiendo su ámbito al doméstico con el mayor de los sometimientos en lo físico y en lo intelectual? Esa actitud machista que por supuesto no es nueva ni en la historia ni en las distintas civilizaciones quizás se deba a un miedo ancestral por el poder de autonomía que tiene la mujer en sí misma, sin más aditamentos, por su propia capacidad no solamente de poder crear vida, que ya es como un milagro, sino por su gran capacidad analítica y de crear pensamientos certeros propios e interesantes, y por su capacidad de resistencia; y esto da miedo, mucho miedo, y el miedo puede generar mucha agresividad para defenderse de lo intangible, del potencial de la mujer en este caso, y a la vez defender actitudes primarias e ideas ‘peregrinas’.
También nuestra religión hace mucho tiempo tuvo como objetivo de su miedo el potencial femenino lo que la llevó a recluir a la mujer al ámbito doméstico para que se dedicaratan sólo a procrear (pero sin placer) y a hacerle la vida amable al marido. Los placeres siempre eran pecado y pecar era tan mal visto en la sociedad que no se lapidaba con piedras como los brutos talibán, pero sí se descalificaba con miradas obtusas y se repudiaba. El objetivo de la mujer era ser madre y esposa, mantener la casa limpia y aseada y la comida presta, ser ahorrativa y solicita con el marido, no tener proyectos personales y estar siempre de buen humor. También, en su tiempo, la cabeza de las mujeres debía estar cubierta con velo en la Iglesia, con sombrero en la calle.
La Iglesia y la sociedad admitía, hasta con gracia, que los hombres tuvieran sus amantes para disfrutar del sexo porque con sus mujeres no estaba permitido el juego erótico solo el pim, pam pum, y si alguna esposa osaba entrar en el juego del disfrute fácilmente podía ser considerada una puta. Solo las putas podían disfrutar. La penitencia eclesiástica por disfrutar era grande. Bien, no era la cosa tan salvaje como lo de los talibán, pero la filosofía era la misma, a la mujer había que someterla y acallarla. La mujer un mero instrumento. Fanatismo en distintos grados. Felizmente las actitudes han ido cambiando en el tiempo del hombre, los mandatos de la Iglesia y de la sociedad han ido perdiendo fuelle y la mujer ha ido saltando hogueras; pero aún resisten importantes rescoldos de aquellas llamas. Todavía queda recorrido para apagar definitivamente los fuegos eternos para la mujer, pero mucho menor que el que les queda a las mujeres afganas.
Y volviendo al inicio de este relato, al aniversario de la muerte de García Lorca, y a los giros de la Historia, se me ocurre que los talibán no se comportan de muy diferente manera en su guerra de lo que se han comportado los sublevados en la nuestra. Una de las importantes consignas de los sediciosos era acabar con aquello intangible que no entendían como era la enseñanza, la cultura, el mundo de las ideas… Por eso lo primero que hacen los militares sublevados es eliminar a los maestros que bajo el paraguas del proyecto pedagógico de la ‘Institución Libre de Enseñanza’, la Republica se había propuesto dar un importante avance de calidad al analfabetismo nacional. Los maestros, los artistas, pensadores, escritores, científicos y poetas fueron tristemente perseguidos y aniquilados. No interesaba la inteligencia sino la obediencia, y para que alguien obedezca es mejor que no piense. La ideología del rebaño. Un fanatismo iletrado acabó, entonces, con un futuro intelectual prometedor, instalando ideas encorsetadas, y con una Iglesia detrás moviendo nuevamente (desde nuestra larga historia desde los Reyes Católicos) los hilos intransigentes, recalcitrantes e interesados de nuestra sociedad. En un camino de ciertas características similares se encuentra hoy la población afgana.
Pues sí, nos espantamos de lo que está ocurriendo hoy en día en Afganistán sin tener asumido como lección intolerable que hace ochenta y cinco años la vehemencia extremista aniquiló a miles de personas por el mero hecho de ser y pensar diferente a sus estrechas consignas, o simplemente por ser y pensar,entre otros muchos a Federico García Lorca con sus treinta y ocho años.
En homenaje a este incomprensible histórico acontecimiento comparto de nuevo un poema que escribí sobre ello.
Poema a la muerte de Federico García Lorca
El sudor le ata a la tierra / con llanto seco, desierto / y canta el drama de la vida / y bebe amargo contento
Sabores de sabia aspira / verdes sabores de yerba / el duende encuentra su aliento / en el agua que la impregna
Canta a la vida y su suerte / canta a la tierra mojada / canta al deseo que quema / canta a la muerte cegada
Canta de aquellos heridos / el gran dolor de su alma / y su sonido recuerda / que hay más vida en las entrañas
Su canto se oye lejos / cada vez más lejos, con eco / un perro de rabia quiebra / sus palabras en el viento
Esperanza sin destino / la pasión esclavizada / sufre en silencio, fundidos / los amores de su alma
La muerte ronda sus sueños / toda embozada de negro / con cuchillos que destellan / a la luz de los luceros
Y ahoga en muerte su vida / y vive grandeza en la muerte / la libertad que clamaba / sin amor no encontró suerte
Odio segaron sus manos / de su mirada el orgullo / de su garganta los cantos / y de su vida el futuro
Rabia y envidia son dulces / que azures saborean / tiñendo de rojo la tierra / aquella que no era yerma
El sosiego de la noche / rompió su seda dorada / blasfemias que no merecen / bala de miedo cargada
Y después… aquel silencio / frio silencio de duelo / que ni los mirlos al alba / supieron poner consuelo
En aquella terrible noche / los grillos enmudecieron / y enrojecieron jazmines / que de la tierra bebieron
Se anegó en sangre caliente / el suelo que tanto amaba / refugio de sus temores / inspiración de sus dramas
Aquella noche sin rumbo / noche aquella de presagios / no le escondió San Miguel / entre sus encajes blancos
Nardo crecido entre espigas / nardo en jardín cultivado / fue ocultado entre rosales / pero hallado fue tallado
Rezuma sabia inocente / el recuerdo de venganza / tan lejano ya en el tiempo / como cercano en el alma
Tantos vivieron por algo / tantos murieron por nada / noche de drama, de gloria / noche callada
Noche de helados alientos / noche de calma rasgada / noche de escondidos miedos / noche cerrada
Noche que atropella sueños / noche que corta las alas / noche que burla la noche / noche truncada
Noche confusa de noche / noche que no tiene alba / noche de todas las noches / la más errada
Noche fría de agosto / noche oscura, sin alma / ni la luna fue testigo / de aquel crimen de Granada
Tanto ilícito atropello / tanto rencor, tanta saña / llevó la muerte a su cuerpo / mucho antes que a su alma
Se despidió de los suyos / como quien vuelve mañana / creyendo que no creía / que su hora se acercaba
Porque no quiso creer / que una España amotinada / provocaría la ruina / de la legítima republicana
Canalla realidad / que vence al sueño / que vence al miedo / y lo amordaza
Canalla realidad / que vence al amor / que vence a la libertad / y la ata
Canalla realidad / que con odio salda
Canalla realidad / que al cantor calla
O témpora o mores
En esta semana pasada, el 18 de agosto, se ha cumplido el ochenta y cinco aniversario del asesinato de Federico García Lorca. Televisión española ha emitido una producción de seis horas sobre la vida y muerte del poeta, y nos ha recordado las barbaridades a las que puede llegar el fanatismo político. Lo sabemos, la teoría en general la sabemos, pero recordar hechos concretos nos pone los pelos de punta, nos encogen las entrañas y puede que a algunos les llore el corazón. También puede que otros, por desgracia demasiados, estén satisfechos.
Recordar es vivir, si no tenemos recuerdos no somos nadie. Sin el pasado nuestro presente tiene un futuro sin cimientos, o lleno de la Nada que es peor; porque esa Nada se quiere llenar de algo que no se sostiene en nada y es cuando surge el caos, el desbarre, la locura de pensamiento y de acción, los fanatismos. Tristemente a la Nada de una vida lleva esa terrible enfermedad que es el Alzheimer que hace perder a una persona los recuerdos de su pasado dejándola desvalijada de su memoria que es su vida, dejándola despojadade sí misma. Una sociedad que no recuerda su pasado es una sociedad enferma de la Nada.
La Historia del mundo tiene sus bucles. Estos días estamos asistiendo con ojos de espanto a como los talibán han tomado la capital de Afganistán y, por ende, se han hecho con el poder del país. Estos fanáticos de su religión, y por supuesto de poder, de un poder amparado en unas exigencias divinas absolutamente primitivas, se consideran con el derecho de aniquilar la vida de todo aquel que no cumpla con sus normas o, simplemente, haya tenido unas actitudes o pensamientos anteriores a su mandato que no casaban con sus modelos o pensamientos, y las mujeres son el primer objeto de su control.
¿Por qué? ¿por qué a las mujeres las reducen a un objeto en propiedad,restringiendo su ámbito al doméstico con el mayor de los sometimientos en lo físico y en lo intelectual? Esa actitud machista que por supuesto no es nueva ni en la historia ni en las distintas civilizaciones quizás se deba a un miedo ancestral por el poder de autonomía que tiene la mujer en sí misma, sin más aditamentos, por su propia capacidad no solamente de poder crear vida, que ya es como un milagro, sino por su gran capacidad analítica y de crear pensamientos certeros propios e interesantes, y por su capacidad de resistencia; y esto da miedo, mucho miedo, y el miedo puede generar mucha agresividad para defenderse de lo intangible, del potencial de la mujer en este caso, y a la vez defender actitudes primarias e ideas ‘peregrinas’.
También nuestra religión hace mucho tiempo tuvo como objetivo de su miedo el potencial femenino lo que la llevó a recluir a la mujer al ámbito doméstico para que se dedicaratan sólo a procrear (pero sin placer) y a hacerle la vida amable al marido. Los placeres siempre eran pecado y pecar era tan mal visto en la sociedad que no se lapidaba con piedras como los brutos talibán, pero sí se descalificaba con miradas obtusas y se repudiaba. El objetivo de la mujer era ser madre y esposa, mantener la casa limpia y aseada y la comida presta, ser ahorrativa y solicita con el marido, no tener proyectos personales y estar siempre de buen humor. También, en su tiempo, la cabeza de las mujeres debía estar cubierta con velo en la Iglesia, con sombrero en la calle.
La Iglesia y la sociedad admitía, hasta con gracia, que los hombres tuvieran sus amantes para disfrutar del sexo porque con sus mujeres no estaba permitido el juego erótico solo el pim, pam pum, y si alguna esposa osaba entrar en el juego del disfrute fácilmente podía ser considerada una puta. Solo las putas podían disfrutar. La penitencia eclesiástica por disfrutar era grande. Bien, no era la cosa tan salvaje como lo de los talibán, pero la filosofía era la misma, a la mujer había que someterla y acallarla. La mujer un mero instrumento. Fanatismo en distintos grados. Felizmente las actitudes han ido cambiando en el tiempo del hombre, los mandatos de la Iglesia y de la sociedad han ido perdiendo fuelle y la mujer ha ido saltando hogueras; pero aún resisten importantes rescoldos de aquellas llamas. Todavía queda recorrido para apagar definitivamente los fuegos eternos para la mujer, pero mucho menor que el que les queda a las mujeres afganas.
Y volviendo al inicio de este relato, al aniversario de la muerte de García Lorca, y a los giros de la Historia, se me ocurre que los talibán no se comportan de muy diferente manera en su guerra de lo que se han comportado los sublevados en la nuestra. Una de las importantes consignas de los sediciosos era acabar con aquello intangible que no entendían como era la enseñanza, la cultura, el mundo de las ideas… Por eso lo primero que hacen los militares sublevados es eliminar a los maestros que bajo el paraguas del proyecto pedagógico de la ‘Institución Libre de Enseñanza’, la Republica se había propuesto dar un importante avance de calidad al analfabetismo nacional. Los maestros, los artistas, pensadores, escritores, científicos y poetas fueron tristemente perseguidos y aniquilados. No interesaba la inteligencia sino la obediencia, y para que alguien obedezca es mejor que no piense. La ideología del rebaño. Un fanatismo iletrado acabó, entonces, con un futuro intelectual prometedor, instalando ideas encorsetadas, y con una Iglesia detrás moviendo nuevamente (desde nuestra larga historia desde los Reyes Católicos) los hilos intransigentes, recalcitrantes e interesados de nuestra sociedad. En un camino de ciertas características similares se encuentra hoy la población afgana.
Pues sí, nos espantamos de lo que está ocurriendo hoy en día en Afganistán sin tener asumido como lección intolerable que hace ochenta y cinco años la vehemencia extremista aniquiló a miles de personas por el mero hecho de ser y pensar diferente a sus estrechas consignas, o simplemente por ser y pensar,entre otros muchos a Federico García Lorca con sus treinta y ocho años.
En homenaje a este incomprensible histórico acontecimiento comparto de nuevo un poema que escribí sobre ello.
Poema a la muerte de Federico García Lorca
El sudor le ata a la tierra / con llanto seco, desierto / y canta el drama de la vida / y bebe amargo contento
Sabores de sabia aspira / verdes sabores de yerba / el duende encuentra su aliento / en el agua que la impregna
Canta a la vida y su suerte / canta a la tierra mojada / canta al deseo que quema / canta a la muerte cegada
Canta de aquellos heridos / el gran dolor de su alma / y su sonido recuerda / que hay más vida en las entrañas
Su canto se oye lejos / cada vez más lejos, con eco / un perro de rabia quiebra / sus palabras en el viento
Esperanza sin destino / la pasión esclavizada / sufre en silencio, fundidos / los amores de su alma
La muerte ronda sus sueños / toda embozada de negro / con cuchillos que destellan / a la luz de los luceros
Y ahoga en muerte su vida / y vive grandeza en la muerte / la libertad que clamaba / sin amor no encontró suerte
Odio segaron sus manos / de su mirada el orgullo / de su garganta los cantos / y de su vida el futuro
Rabia y envidia son dulces / que azures saborean / tiñendo de rojo la tierra / aquella que no era yerma
El sosiego de la noche / rompió su seda dorada / blasfemias que no merecen / bala de miedo cargada
Y después… aquel silencio / frio silencio de duelo / que ni los mirlos al alba / supieron poner consuelo
En aquella terrible noche / los grillos enmudecieron / y enrojecieron jazmines / que de la tierra bebieron
Se anegó en sangre caliente / el suelo que tanto amaba / refugio de sus temores / inspiración de sus dramas
Aquella noche sin rumbo / noche aquella de presagios / no le escondió San Miguel / entre sus encajes blancos
Nardo crecido entre espigas / nardo en jardín cultivado / fue ocultado entre rosales / pero hallado fue tallado
Rezuma sabia inocente / el recuerdo de venganza / tan lejano ya en el tiempo / como cercano en el alma
Tantos vivieron por algo / tantos murieron por nada / noche de drama, de gloria / noche callada
Noche de helados alientos / noche de calma rasgada / noche de escondidos miedos / noche cerrada
Noche que atropella sueños / noche que corta las alas / noche que burla la noche / noche truncada
Noche confusa de noche / noche que no tiene alba / noche de todas las noches / la más errada
Noche fría de agosto / noche oscura, sin alma / ni la luna fue testigo / de aquel crimen de Granada
Tanto ilícito atropello / tanto rencor, tanta saña / llevó la muerte a su cuerpo / mucho antes que a su alma
Se despidió de los suyos / como quien vuelve mañana / creyendo que no creía / que su hora se acercaba
Porque no quiso creer / que una España amotinada / provocaría la ruina / de la legítima republicana
Canalla realidad / que vence al sueño / que vence al miedo / y lo amordaza
Canalla realidad / que vence al amor / que vence a la libertad / y la ata
Canalla realidad / que con odio salda
Canalla realidad / que al cantor calla
O témpora o mores