El consejero de Medio Ambiente evita mostrar su apoyo a los pueblos que no quieren megaparques solares en la Sequeda y Maragatería
Suárez-Quiñones reitera que hay que tener confianza en los procedimientos administrativos, y lo ha dicho en La Cepeda, concretamente en Brañuelas, uno de los epicentros de los numerosos macroproyectos previstos en esta comarca.
![[Img #55364]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2021/8854_20210825_120426.jpg)
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se puso de perfil este miércoles al ser preguntado por Astorga Redacción si está escuchando las protestas de los pueblos de la Sequeda y Maragatería en contra de los macroproyectos solares, que este domingo se materializaron en la multitudinaria marcha que recorrió los parajes donde la empresa noruega noruega Statkrfat Iberia pretende ocupar 800 hectáreas con miles de placas de solares. "Estamos en un sociedad libre, es muy bueno que la ciudadanía manifieste su opinión a través de todo tipo de movilizaciones", aseguró el consejero sin mostrar ningún tipo de apoyo a los vecinos de los pueblos afectados.
Suárez-Quiñones pronunció estas palabras en La Cepeda, concretamente en Brañuelas, uno de los epicentros de los numerosos macroproyectos previstos en esta comarca. El consejeró reiteró la posición manifestada de que la instalación de un megaparque de energía renovables "al final no es una decisión arbitraria del consejero o de la autoridad, esto es un ejercicio de legalidad, de procedimientos reglados. Aquí no hay arbietrariedad, estamos en un estado de derecho", por lo que repitió que es necesario "confiar en la garantía que suponen los procedimientos ambientales, los informes técnicos de personal público que hace un trabajo muy riguroso y todos los informes sectoriales, porque cuando un proyecto se presenta y obtiene una declaración de impacto ambiental favorable se entiende que los valores que protege dicho proceso han sido preservados".
El consejero recordó que la Junta ha solicitado al Gobierno "una mayor planificación para que los puntos de evacuación se gestionen, autoricen y concedan" porque "tiene que hacerse sobre la base de los puntos de evacuación a través de Red Eléctrica Española".
En este sentido, reiteró que la Junta de Castilla y León hará las declaraciones de impacto ambiental de las instalaciones que no superan los 50 megavatios de potencia", aunque no se refirió a que todos los proyectos de La Cepeda, la Sequeda y Maragatería se han presentado fragmentados para no superarlos.
Suárez-Quiñones concluyó que "no se puede defender una cosa y la contraria", es decir, "no se puede defender la lucha contra el cambio climático o el abandonar las energías de combustibles fósiles por energías verdes y, a su vez, estar en contra de la instalación de nuevas energías verdes, sean campos solares, eólicos o de cualquier otro tipo". E invitó a buscar "ese equilibrio, el desarrollo de las energías renovables, sin daño al territorio, con una acción equilibrada e integral que permita colaborar España en alcanzar los objetivos de descarbonización europeos sin pérdidas de otro tipo de patrimonio que una instalación desordenada puede producir".
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El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se puso de perfil este miércoles al ser preguntado por Astorga Redacción si está escuchando las protestas de los pueblos de la Sequeda y Maragatería en contra de los macroproyectos solares, que este domingo se materializaron en la multitudinaria marcha que recorrió los parajes donde la empresa noruega noruega Statkrfat Iberia pretende ocupar 800 hectáreas con miles de placas de solares. "Estamos en un sociedad libre, es muy bueno que la ciudadanía manifieste su opinión a través de todo tipo de movilizaciones", aseguró el consejero sin mostrar ningún tipo de apoyo a los vecinos de los pueblos afectados.
Suárez-Quiñones pronunció estas palabras en La Cepeda, concretamente en Brañuelas, uno de los epicentros de los numerosos macroproyectos previstos en esta comarca. El consejeró reiteró la posición manifestada de que la instalación de un megaparque de energía renovables "al final no es una decisión arbitraria del consejero o de la autoridad, esto es un ejercicio de legalidad, de procedimientos reglados. Aquí no hay arbietrariedad, estamos en un estado de derecho", por lo que repitió que es necesario "confiar en la garantía que suponen los procedimientos ambientales, los informes técnicos de personal público que hace un trabajo muy riguroso y todos los informes sectoriales, porque cuando un proyecto se presenta y obtiene una declaración de impacto ambiental favorable se entiende que los valores que protege dicho proceso han sido preservados".
El consejero recordó que la Junta ha solicitado al Gobierno "una mayor planificación para que los puntos de evacuación se gestionen, autoricen y concedan" porque "tiene que hacerse sobre la base de los puntos de evacuación a través de Red Eléctrica Española".
En este sentido, reiteró que la Junta de Castilla y León hará las declaraciones de impacto ambiental de las instalaciones que no superan los 50 megavatios de potencia", aunque no se refirió a que todos los proyectos de La Cepeda, la Sequeda y Maragatería se han presentado fragmentados para no superarlos.
Suárez-Quiñones concluyó que "no se puede defender una cosa y la contraria", es decir, "no se puede defender la lucha contra el cambio climático o el abandonar las energías de combustibles fósiles por energías verdes y, a su vez, estar en contra de la instalación de nuevas energías verdes, sean campos solares, eólicos o de cualquier otro tipo". E invitó a buscar "ese equilibrio, el desarrollo de las energías renovables, sin daño al territorio, con una acción equilibrada e integral que permita colaborar España en alcanzar los objetivos de descarbonización europeos sin pérdidas de otro tipo de patrimonio que una instalación desordenada puede producir".






