Redacción
Jueves, 07 de Octubre de 2021

Siete plataformas de nuestras comarcas firman el manifiesto de la protesta nacional contra los macroproyectos energéticos

Las personas que quieran acudir a la manifestación del 16 de octubre todavía están a tiempo de apuntarse para los viajes organizados en autobús con salidas desde Ponferrada, Astorga, La Bañeza y León. Solo tienen que ponerse en contacto con las plataformas Bierzo Aire Limpio, Cabrera Despierta o Futuro Montaña Central Leonesa para reservar su plaza (correos electrónicos: cabreradespierta@gmail.com o bierzoairelimpio@gmail.com)

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Las plataformas de la provincia de León contrarias a los macroproyectos energéticos, entre las que se encuentran las de nuestras comarcas: Cepeda Viva, Valderrey Pueblo Unido, Alta Valduerna Natural y Sostenible, el colectivo ciudadano por la Igualdad y contra la Violencia de Astorga, ARCÓ, Instituto de Estudios Cabreireses y Cabrera Despierta, han dado a conocer el manifiesto con el que se suman a la manifestación convocada para el 16 de octubre en Madrid, a la que se han adherido más de 150 plataformas de todo el territorio nacional englobadas en ALIENTE (Alianza, Energía y Territorio).

 

La manifestación bajo el lema 'Renovables SI, pero NO ASÍ' cuestiona "la invasión energética que están sufriendo nuestros montes y pueblos por todo el territorio nacional", señalan las plataformas. El objetivo de la protesta es la concienciación social sobre la necesidad de una transición energética que ponga por delante los beneficios para las personas y reclamar a las administraciones una revisión completa del modelo energético, con un enfoque científico, medioambiental y social, "para enfrentar el cambio climático pensando en el futuro del planeta y no en la rentabilidad inmediata de la industria que ahora, por fin, tenemos la oportunidad histórica de cambiar", subrayan los colectivos.

 

 

MANIFIESTO LEÓN

 

Este es un Manifiesto para hablar de unión. Nos unimos, la provincia de León entera, todas sus comarcas, las del páramo y las de las montañas, de este a oeste y de norte a sur.

 

Nos unimos para luchar contra un modelo energético que no es justo, que carece de planificación territorial, y que responde solo a los intereses de grandes fondos de inversión.

 

Las empresas que vienen no tienen la tierra, es nuestra. No traen capital para invertir, lo ponemos nosotros. No traen nada, sólo contratos que favorecen sus intereses. Los dueños de la tierra quedarían atados a la cadena de unas nuevas condiciones que se la acabarían arrebatando.

 

Lo tenemos claro: es una TRANSACCIÓN y no una Transición Ecológica, y tendría un impacto negativo muy severo sobre nuestro territorio y la vida de sus habitantes.

 

Nos unimos con firme determinación, en oposición al avance de estos planes que convertirían nuestra tierra en un megaentramado industrial, borrando lo que somos.

 

Porque se nos ofrece dinero a cambio del total sacrificio del territorio. Ofertas que vienen de quienes no saben ni dónde estamos, ni quiénes somos, ni cómo se llaman nuestros pueblos. Confunden a pedanías y a ayuntamientos aparentando que ésta es la oportunidad que les sacará de las dificultades. En realidad, asistimos a una desamortización y colonialismo propios del Siglo XIX, pero más deshonestos.

 

Porque este presente energético en el que estamos es el punto de inflexión más importante de los últimos años, como comunidad local y como civilización.

 

Porque es nuestra responsabilidad la conservación del entorno en el que vivimos, como garantía de futuro y de supervivencia. Una transición energética que destruiría nuestra biodiversidad en la medida en la que se planea hacerlo, tendría consecuencias imprevisibles e irreparables.

 

Nos unimos para dar voz a los que no la tienen: a las montañas, a las urces, a los bisbitas, a los setos o a los buitres.

 

Nos unimos porque también se verían dañadas las economías locales, que son las que están manteniendo los pueblos vivos.

 

Nos unimos para dar voz a los pueblos y al mundo rural. Una voz que dice que NOS QUEDAMOS.

 

Porque somos las personas que habitamos estos pueblos que no están vacíos. Porque nacimos en ellos, o llegamos por otras circunstancias, y porque estamos vinculados a estas tierras por un lazo que llega muy lejos en la línea de quienes nos precedieron.

 

Porque hay un cambio generacional en proceso que no culminará de un día para otro, pero que avanza. Y en paralelo también lo hace una evidente revalorización de la vida rural.

 

Nos unimos personas de todas las edades. Personas que aprendimos el valor de estos territorios que nos han sido legados por quienes los trabajaron, los conservaron y los cuidaron como mandaban las leyes de las estaciones, de la supervivencia y de la colaboración.

 

Nos unimos porque no es cierto que no haya otro camino, al contrario, el camino correcto existe, es otro y ES POSIBLE. La planificación adecuada depende sólo de una cosa: la voluntad por hacerlo bien. Bien de verdad. Que se escuche y se comprenda por qué decimos, y seguiremos diciendo:¡RENOVABLES SÍ, PERO NO ASÍ!

 

Nos unimos para rechazar que estos planes se hagan a nuestras espaldas y busquen engañarnos con promesas que sólo ocultan la destrucción de nuestros paisajes y formas de vida. Todo el oro que parece traernos sería imposible de disfrutar al hallarnos frente al verdadero impacto. Y entonces, sería tarde ya.

 

LA PRIMERA ALTERNATIVA PARA NUESTRAS COMARCAS ES QUE LA INVASIÓN EÓLICA Y FOTOVOLTAICA NO LLEGUE A OCURRIR, Y ENTONCES, SERÁN POSIBLES TODAS LAS DEMÁS VÍAS DE FUTURO.

 

 

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