Aidan Mcnamara
Sábado, 06 de Noviembre de 2021

Canción de verano desde el cielo

 

[Img #56176]

 

 

-Hola. Buenos días. ¿Cómo te llamas?

- Georgie.

- ¿Quién?

-Bueno, me llamo Dann, Georgie Dann.

-Ya. Bueno, vale. Bienvenido.

-Y, ¿usted es San Pedro?

-No, soy John Lennon.

-No joda. ¿De verdad?

-Sí. San Pedro está de vacaciones.

-Pero usted no era creyente.

-Da igual. Las creencias de uno…

-Son como una canción de verano.

-No te entiendo. A ver, veo que naciste en el mismo año que yo, 1940.

- Sí, y siento lo de su muerte.

-Yo también. Por eso estoy aquí, supongo.

- ¿Qué tal el cielo?

- Bueno, según el sector.

-¿Hay sectores?

-Sí. Y cuidado. San Pedro me mandó donde los activistas.

-Increíble. Pero todo el mundo sabe que usted era músico.

- Es que a Dios no le gusta el arte. Le provoca envidia.

- Me está tomando el pelo.

-Si, un poco. ¿Cómo moriste tú?

- No sé exactamente. Sé que me tenían que operar de una cadera. Y ahora estoy aquí.

- ¿A qué te dedicabas? ¿Bailarín?

- No. Bueno, sí. Yo cantaba.

-¿De verdad?

- Sí. Y era famoso.

- La fama es un coñazo.

-No estoy de acuerdo. Trabajar en una mina sí lo es.

-Bueno, aquí no se discute. En todo caso tu cara no me suena. Cántame algo.

- Ahora no. Yo sólo canto en verano...

-Aquí es verano si quieres.

- … Y acompañado de mis bailarines.

-Ah. ¿Qué tipo de música?

- Popular, supongo.

- ¿Como yo?

- Bueno, popular es un término que abarca…

-Ya sé. ¿Te pongo donde los compositores?

- ¿Dónde está Elvis?

-Donde los gordos.

- ¿En serio?

- No. Está donde los cantantes.

- ¡Qué bien! Pues apúntame ahí.

- Ya. Pero primero tienes que cantar.

- ¿Me va a juzgar?

-Yo no. Ellos.

- Tiene que haber millones.

- Cierto. Aunque menos que en el infierno.

- Pero, ¿si ya estoy aquí…? ¿Eso no es suficiente?

- En teoría. Lo que pasa es que los gremios mandan.

- ¿Y Dios?

- Dios… vamos a ver, Dios no se mete. Aquí somos responsables.

- Oiga, yo soy bueno.

-Igual estás en el cielo por ser buen padre, por ejemplo. Ese sector es bonito, muy tranquilo.

- ¿Lo decide usted?

- No. Lo decides tú. Hay tiempo.

- Todo esto suena a purgatorio. Entonces, ¿fue usted quien optó por el sector de los activistas?

-Sí.

- Bueno, eso parece injusto.

- Ya. Pero es que quería evitar a los famosos y tampoco he mentido. Lo esencial es no mentir.

- Y, ¿la decisión tuvo que ser ratificada por el gremio?

-Sí. Pero no te preocupes. Si eres cantante o poeta o lo que sea no tendrás problemas. Siéntate aquí. En seguida te traigo un micrófono.

- Y, ¿si el gremio me rechaza?

- Pues nada. Te apuntaré según tus otros méritos.

- Bueno, esta cadera… no sé yo…

- Mira, es fácil. Cada uno tiene sus facetas, sus logros, sus decepciones y, de todas maneras, todos los sectores gozan de las mismas comodidades. Esto, después de todo, es el cielo.

-Y, ¿hay un gremio de buenos padres? ¿Cómo podría demostrar ese tipo de gesta?

- Buena pregunta. Es que se me olvidaba explicártelo. No hay gremios para los anónimos. Si dices que eres buen padre – y aquí no hay ni mentiras ni orgullo – te hacemos santo directamente.

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.