Siete vidas de la Sociedad Alonso Cordero y Franco Hermanos (IX)

Este ensanchamiento del comercio de los maragatos hacia Vigo corresponsabilizado por Manuel Pascual hacia Pontevedra donde mantienen a Bernardino Suárez Cobián, a Ourense con Antonio Félix Bobo. Con Prada en Lugo, José Botana en Santiago, Maceira en Tuy, Bachiller en Ávila, Mansilla en Salamanca, Blas Alonso en León. Pero se han abierto a Almagro con Benéitez y a Lanseros con Cayetano Benéitez.

Por estos días iniciales de enero de 1841 se dice que las monedas portuguesas no son admitidas en la Casa de la Moneda para su cambio al menos en seis meses y en el comercio solo se da 170 reales por unidad. No todo ha salido bien en Vigo. Ha habido protestos. Pero los de rentas han pedido más dinero del debido según Lafont, por eso ha de devolver parte de la multa echada sobre una letra de 121875. Ourense da órdenes sobre Masón Hermanos de Londres. El 23 de enero está cerrado el banco por día de fiesta. Sabemos que ha llegado tarde el correo. El corresponsal en Almagro es hijo de santiagomillés, se llama Manuel Franco Alonso y su padre es Manuel Franco Rodríguez. Piden fineza de admitir correspondencia en Segovia.

Dionisio González percibirá el 4%. Para Vidal, de Santa Eugenia, circulan por autorización de intendencia. Las mantecadas de las navidades pasadas costaron 1108 reales. Satisfacen a Antonio Pérez Bobo una letra aceptada en Birmingham el 26 de noviembre de 1840 de 172 libras esterlinas.

Continúa comprándose anualmente mantequilla navideña en León. Costó 510 reales. Estos tres meses se escriben cartas desesperadamente comerciales sin revuelos periodísticos, sin darse al tráfago de los viajes de las conductas de los maragatos, en su viajar por España. Solo se quiebra esta desesperante monotonía cuando el 31 se incluye una nota que dice: "A los corresponsales de Coruña, Mondoñedo, Lugo, Santiago, Tuy, Salamanca, Oviedo, Valladolid, Pontevedra, Zamora, Ourense, León, Ponferrada, Ávila, Segovia, Palencia, Benítez: Habiendo convenido amistosamente en deshacer la Sociedad que teníamos formada, según lo prevenimos por nuestra circular de marzo de 1838, cesamos en hacer toda operación de giro que no sea para realizar nuestros fondos y saldar las cuentas de los Corresponsales, en su consecuencia esperamos se sirva formar y remitimos su cuenta al día, para que puestos de acuerdo en el saldo podamos disponer de él o usted nos lo remitirá, según le ordenamos. P.D. Al de Lugo se varió la parte de que remitiese su cuenta con la expresión de que nosotros la formaríamos y se la remitiríamos".

A Vidal, de Santa Eugenia, se le dice  el 3 de abril que "el papel está cada día más bajo y sin que por ahora haya indicios de que pueda subir por lo cual no creemos que pueda traer ninguna ventaja esta clase de negocio". Y vuelve a decirse que están en liquidación, como tres años antes. Realmente no se constituirá de nuevo hasta el 21 de julio. Hasta entonces la compañía continúa a medio gas.

Luis Franco Alonso, ya casado con la hija de Cordero, con María Antonia, pide entrar en la sociedad y por esto se deshace y se rehará. Luis no saldrá como conductor por los caminos de la Castilla polvorienta y transhumante como un arriero más. Es hombre de pluma, instruido, pero que las supo purgar para reorganizar todo el entramado de la compañía. Van siendo examinadas las cuentas, mejor sus extractos. Y el último pico o monto puede ser enviado por Crespo o por el primer maragato que salga de cualquier punto del noroeste, pues el hecho sociológico es avasallante. Continúan haciéndose operaciones, pero a título particular casi todas ellas de Francisco Alonso Cordero.

Tras unas páginas en blanco, después de las cartas que ocupan 70 folios, reaparece otra enumeración de folios que comienza el 21 de julio de 1841 hasta el 25 de septiembre de 1845.

Comienza entonces la nueva sociedad mediante una circular enviada a 20 comisionados. Está fechada el 21 de julio de 1841 en Madrid y dice así: “Muy señor nuestro: habiendo finado la liquidación de la Sociedad que teníamos formada bajo la denominación de Alonso Cordero y Franco Hermanos y deseando continuar la Casa establecida en esta Corte en la misma clase de negocios que hasta el día, haciéndola extensiva a recibir en comisión los negocios puramente comerciales que se le acometan evitando los perjuicios que podrían resultarnos de la separación, hemos acordado continuar en sociedad admitiendo en ella nuestro hijo y sobrino Luis Franco Alonso, establecido en estas Cortes, bajo la misma denominación y cuya firma hallará usted al pie, puesto que las nuestras ya le son conocidas, esperando se servirá tomar la correspondiente nota de esta determinación. El aumento del capital del nuevo socio a quien acompaña la honradez y actividad con que siempre hemos procurado desempeñar cuantos encargos se nos han confiado nos hacen esperar nos dispensará su amistad disponiendo como guste". En la reorganización los comisionados son Andrés de Maceira en Tuy, Bernardo Suárez Cobián en Pontevedra, Antonio García en Santiago, Juan De Prado en Lugo, señores Vázquez y esposa en Ponferrada, José González Alegre en Oviedo, Blas Alonso en León, José Coria Álvarez en Palencia, José Siglerde Bustamante en Valladolid, Dionisio González en Segovia, José Bachiller en Ávila, señores Beneytez en Almagro, Víctor María de Silva en Mondoñedo, Manuel Franco Alonso en Ciudad real, señores Céspedes en Salamanca, Miguel Fernández Banciella en León.

Se arrancan con una operación de 60.000 reales en Pontevedra, pero aún no ha firmado la escritura Francisco Alonso Cordero que se haya en Santiago de Millas. Le envían sus socios veinte circulares que ha de firmar y reexpedir. "La escritura de Sociedad está hecha, la hemos firmado en este momento que son las seis de la tarde, pues queríamos remitirle a usted hoy para que la firmase y devolviese por el correo y el escribano y el Sr Varela se ha opuesto porque sería un paso ilegal; se ha vuelto a llevar la escritura ya firmada por nosotros y cuando usted venga a esta Corte tiene que presentarse en su casa a firmarla. Esto no creo que le exima de responsabilidad ninguna, pues con la nota puesta por el escribano se haya usted tan comprometido en las condiciones de la Compañía como nosotros que la hemos firmado".

(CONTINUARÁ)

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