OPINIÓN / El negocio 'redondo' de los macroparques solares
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En muchos municipios de nuestra España son tema de actualidad los macroparques solares, debido a las numerosas propuestas por parte de grandes empresas con el fin de conseguir sus terrenos para la instalación de enormes cantidades de hectáreas de placas solares.
Recientemente debido a la realización, por parte de la Junta Vecinal de Val de San Lorenzo, de un Concejo para poner sobre la mesa la propuesta que ha llegado hasta ellos, he podido escuchar opiniones muy dispares, pero lo que más me ha sorprendido es la desinformación de muchas personas que han oído la palabra “dinero” y se han olvidado de todo lo demás, pero como bien decían otros, aquí hay que valorar más cosas.
Hasta el momento en el que la propuesta no ha afectado a los campos y montes que veo todos los días no me he visto en la obligación de informarme más al respecto, y desde aquí invito a todo el mundo, que no se encuentre muy informado en este asunto, a que con cualquier dispositivo electrónico del que dispongan, como el que están usando ahora mismo para leer este artículo, busquen información, sin guiarse por lo que otros les digan, y sobre todo, por lo que la empresa les ofrezca, puesto que las empresas saben muy bien qué decir para convencer a las personas, pues de eso viven.
Al tratarse de un artículo con mi opinión, cada uno sigue siendo libre de pensar lo que quiera, como yo soy libre de expresarme al respecto. En esta ocasión me quiero referir principalmente al caso de los terrenos pertenecientes a las juntas vecinales, pues supuestamente “pertenecen al pueblo”. Por esto me parece sorprendente como muchas juntas vecinales han tomado su decisión unilateralmente sin molestarse en conocer la opinión del pueblo como si de una dictadura se tratase ¿pero en qué siglo vivimos? No pueden tomar decisiones que a la larga van a afectar a todos los habitantes del pueblo ellos solos, lo mínimo que hay que hacer en estos casos es exponer la situación explicando detalladamente la propuesta, con sus beneficios y sus inconvenientes, y por último hacer una votación donde todos tengan voz, no solo unos pocos, sobre todo en esos pueblos en los que los habitantes se han visto obligados a tomar las calles con manifestaciones en contra, y que de verdad espero que sean escuchados.
Realizando una búsqueda básica con las palabras clave “macroparques solares” los primeros resultados que obtengo no me sorprenden demasiado, entre ellos encuentro:
1. <<España, invadida por macroparques solares>>
2. <<Invasión de macroparques solares en España: aumenta la inquietud>>
3. <<La “invasión” de los macroparques>>
4. <<El Pirineo no se vende Macroplantas solares NO>>
5. <<Los afectados por los macroparques solares de la Sequeda y Maragatería se defienden: "Es la tierra de mis antepasados y no quiero que la toquen">>
6. <<Cinco razones a favor y en contra de los macroparques eólicos y solares>>
Por curiosidad, decido añadir a la búsqueda la palabra “beneficios” y los resultados son más o menos los mismos, con la incorporación de resultados como:
7. <<El campo se rebela contra la “invasión” de huertos solares>>
8. << ¿Son compatibles los grandes parques solares y la agricultura?>>
9. <<El despliegue de los huertos solares choca con agricultores y ecologistas>>
Como se ve, predomina la palabra “invasión” cuyo significado ya nos da una idea de lo que se viene. En cuanto al número 6 (“Cinco razones a favor y en contra de los macroparques eólicos y solares”), me parece especialmente interesante y útil, aunque algo contradictorio. Por un lado, a favor podemos leer:
- “se integrarán en el medio natural sin dañar a la flora y avifauna del entorno”
- “todas incluyen estudios de impacto medioambiental para proteger la biodiversidad de la zona”
- “son una oportunidad de negocio para el medio rural y para combatir la despoblación de la “España vaciada””
Mientras que, en cuanto a las razones en contra, se lee:
- “la mayoría que hay proyectadas dañarán de manera irremediable el paisaje y la biodiversidad del medio natural y rural”
- “la avalancha de proyectos tiene desbordada a la administración, no hay un control real del impacto medioambiental que tendrán estas instalaciones”
- “no generan empleo en el campo, funcionan de forma automática, dañan al turismo rural y desincentiva la agricultura local”.
Como se puede observar son totalmente contradictorias, no hay por donde cogerlo. Guiándonos un poco por el sentido común está claro que cubrir tantas hectáreas con placas solares tiene un enorme impacto visual y por consiguiente en el medio ambiente y también en el turismo, por lo tanto, lo de “no dañar a la flora y a la avifauna” (yo diría fauna en general) es imposible porque están abriendo un agujero en el medio de un paisaje que tiene su ritmo, con las especies perfectamente integradas en su hábitat y lo van a destrozar entero. Relativo a esto, un grupo de científicos y científicas españoles a través de una carta en la revista Science alertan de la grave amenaza para la biodiversidad del auge acelerado y desordenado de las energías renovables en España, os invito a leer alguno de los artículos disponibles en la red al respecto.
En lo referente a los estudios de impacto ambiental, es lógico que ante una avalancha de propuestas lo que más interesa es ir tramitando unas lo más rápido posible para atender otras nuevas, por lo que deduzco que no le van a poner demasiada atención puesto que a ellos no les afecta.
En cuanto a la creación de empleo, hay personas muy convencidas de que va a generar puestos de trabajo en su municipio, puede que a corto plazo durante su instalación se necesite mano de obra, pero una vez instalada desde sus empresas lo van a gestionar todo y si hay algún problema lo solucionarán sus empleados debidamente cualificados, no les va a valer cualquier habitante desempleado.
El turismo rural siempre ha sido un motor importante para atraer visitantes a un pueblo y muchos pueblos obtienen ingresos del mismo que muchas veces son indispensables, y además, actualmente hemos comprobado que muchas personas tras pasar una cuarentena encerrados en su piso de la ciudad lo primero que han hecho es escapar a los pueblos para saborear la verdadera libertad, ¿de verdad creéis que un campo plagado de placas solares va a atraer a alguien? Por lo tanto, no es solo el impacto que va a tener en el suelo sobre el que se coloquen, sino las consecuencias negativas para todo lo que se encuentre alrededor.
Todo ello sin hablar por supuesto de la ganadería y agricultura que, aunque en la actualidad están muy maltratadas, siguen siendo necesarias para nuestra supervivencia, así que si llenamos enormes superficies de campo de placas ¿qué impacto va a tener en estas dos actividades? Porque os recuerdo que la electricidad no se come. Solo me ha bastado leer unos tres o cuatro artículos al respecto donde se palpa la indignación en ambos sectores que se sienten ninguneados.
Si supuestamente la idea de aumentar la energía renovable es para reducir las emisiones de CO2, ¿por qué tiene que ser a costa de la destrucción de enormes cantidades de terreno y árboles y, por consiguiente, de biodiversidad? ¿Por qué como proponen muchas personas no se instalan todas esas placas en los tejados de los particulares y de las empresas para autoabastecerse, puesto que ya son lugares modificados por el hombre? Si es que es la misma historia de siempre, se hace lo que les interese a las empresas y a los ciudadanos de a pie, y más si vivimos en un pueblo, si eso que nos parta un rayo, ya total que más da.
Quisiera añadir una pincelada a todo esto refiriéndome a los casos de las fincas de particulares que pueden ser muy decisivos para el futuro de sus pueblos. A todos nos llama el dinero, ¿pero a qué precio vais a aceptar ese dinero? y ¿de verdad a largo plazo va a ser tan rentable? No olvidéis el refrán: “nadie da duros por pesetas” y por ello os invito a que os informéis mucho y bien y que hagáis cálculos de la rentabilidad real y los cambios que vais a tener que hacer en vuestras fincas, con su consiguiente aumento de impuestos. Y por supuesto, que también valoréis el paisaje que les vais a dejar a vuestros hijos y nietos que, aunque en este momento en muchos casos, no vivan en su pueblo puede que el día de mañana quieran volver y lo que se encuentren no sea lo que vosotros habíais dejado al marchar.
Por último, a modo de despedida y para no quitaros más tiempo, quisiera destacar que la tranquilidad y el aire puro que se respira en el pueblo, la cercanía del campo y la belleza del paisaje repleto de una gran biodiversidad, no tienen precio.
En muchos municipios de nuestra España son tema de actualidad los macroparques solares, debido a las numerosas propuestas por parte de grandes empresas con el fin de conseguir sus terrenos para la instalación de enormes cantidades de hectáreas de placas solares.
Recientemente debido a la realización, por parte de la Junta Vecinal de Val de San Lorenzo, de un Concejo para poner sobre la mesa la propuesta que ha llegado hasta ellos, he podido escuchar opiniones muy dispares, pero lo que más me ha sorprendido es la desinformación de muchas personas que han oído la palabra “dinero” y se han olvidado de todo lo demás, pero como bien decían otros, aquí hay que valorar más cosas.
Hasta el momento en el que la propuesta no ha afectado a los campos y montes que veo todos los días no me he visto en la obligación de informarme más al respecto, y desde aquí invito a todo el mundo, que no se encuentre muy informado en este asunto, a que con cualquier dispositivo electrónico del que dispongan, como el que están usando ahora mismo para leer este artículo, busquen información, sin guiarse por lo que otros les digan, y sobre todo, por lo que la empresa les ofrezca, puesto que las empresas saben muy bien qué decir para convencer a las personas, pues de eso viven.
Al tratarse de un artículo con mi opinión, cada uno sigue siendo libre de pensar lo que quiera, como yo soy libre de expresarme al respecto. En esta ocasión me quiero referir principalmente al caso de los terrenos pertenecientes a las juntas vecinales, pues supuestamente “pertenecen al pueblo”. Por esto me parece sorprendente como muchas juntas vecinales han tomado su decisión unilateralmente sin molestarse en conocer la opinión del pueblo como si de una dictadura se tratase ¿pero en qué siglo vivimos? No pueden tomar decisiones que a la larga van a afectar a todos los habitantes del pueblo ellos solos, lo mínimo que hay que hacer en estos casos es exponer la situación explicando detalladamente la propuesta, con sus beneficios y sus inconvenientes, y por último hacer una votación donde todos tengan voz, no solo unos pocos, sobre todo en esos pueblos en los que los habitantes se han visto obligados a tomar las calles con manifestaciones en contra, y que de verdad espero que sean escuchados.
Realizando una búsqueda básica con las palabras clave “macroparques solares” los primeros resultados que obtengo no me sorprenden demasiado, entre ellos encuentro:
1. <<España, invadida por macroparques solares>>
2. <<Invasión de macroparques solares en España: aumenta la inquietud>>
3. <<La “invasión” de los macroparques>>
4. <<El Pirineo no se vende Macroplantas solares NO>>
5. <<Los afectados por los macroparques solares de la Sequeda y Maragatería se defienden: "Es la tierra de mis antepasados y no quiero que la toquen">>
6. <<Cinco razones a favor y en contra de los macroparques eólicos y solares>>
Por curiosidad, decido añadir a la búsqueda la palabra “beneficios” y los resultados son más o menos los mismos, con la incorporación de resultados como:
7. <<El campo se rebela contra la “invasión” de huertos solares>>
8. << ¿Son compatibles los grandes parques solares y la agricultura?>>
9. <<El despliegue de los huertos solares choca con agricultores y ecologistas>>
Como se ve, predomina la palabra “invasión” cuyo significado ya nos da una idea de lo que se viene. En cuanto al número 6 (“Cinco razones a favor y en contra de los macroparques eólicos y solares”), me parece especialmente interesante y útil, aunque algo contradictorio. Por un lado, a favor podemos leer:
- “se integrarán en el medio natural sin dañar a la flora y avifauna del entorno”
- “todas incluyen estudios de impacto medioambiental para proteger la biodiversidad de la zona”
- “son una oportunidad de negocio para el medio rural y para combatir la despoblación de la “España vaciada””
Mientras que, en cuanto a las razones en contra, se lee:
- “la mayoría que hay proyectadas dañarán de manera irremediable el paisaje y la biodiversidad del medio natural y rural”
- “la avalancha de proyectos tiene desbordada a la administración, no hay un control real del impacto medioambiental que tendrán estas instalaciones”
- “no generan empleo en el campo, funcionan de forma automática, dañan al turismo rural y desincentiva la agricultura local”.
Como se puede observar son totalmente contradictorias, no hay por donde cogerlo. Guiándonos un poco por el sentido común está claro que cubrir tantas hectáreas con placas solares tiene un enorme impacto visual y por consiguiente en el medio ambiente y también en el turismo, por lo tanto, lo de “no dañar a la flora y a la avifauna” (yo diría fauna en general) es imposible porque están abriendo un agujero en el medio de un paisaje que tiene su ritmo, con las especies perfectamente integradas en su hábitat y lo van a destrozar entero. Relativo a esto, un grupo de científicos y científicas españoles a través de una carta en la revista Science alertan de la grave amenaza para la biodiversidad del auge acelerado y desordenado de las energías renovables en España, os invito a leer alguno de los artículos disponibles en la red al respecto.
En lo referente a los estudios de impacto ambiental, es lógico que ante una avalancha de propuestas lo que más interesa es ir tramitando unas lo más rápido posible para atender otras nuevas, por lo que deduzco que no le van a poner demasiada atención puesto que a ellos no les afecta.
En cuanto a la creación de empleo, hay personas muy convencidas de que va a generar puestos de trabajo en su municipio, puede que a corto plazo durante su instalación se necesite mano de obra, pero una vez instalada desde sus empresas lo van a gestionar todo y si hay algún problema lo solucionarán sus empleados debidamente cualificados, no les va a valer cualquier habitante desempleado.
El turismo rural siempre ha sido un motor importante para atraer visitantes a un pueblo y muchos pueblos obtienen ingresos del mismo que muchas veces son indispensables, y además, actualmente hemos comprobado que muchas personas tras pasar una cuarentena encerrados en su piso de la ciudad lo primero que han hecho es escapar a los pueblos para saborear la verdadera libertad, ¿de verdad creéis que un campo plagado de placas solares va a atraer a alguien? Por lo tanto, no es solo el impacto que va a tener en el suelo sobre el que se coloquen, sino las consecuencias negativas para todo lo que se encuentre alrededor.
Todo ello sin hablar por supuesto de la ganadería y agricultura que, aunque en la actualidad están muy maltratadas, siguen siendo necesarias para nuestra supervivencia, así que si llenamos enormes superficies de campo de placas ¿qué impacto va a tener en estas dos actividades? Porque os recuerdo que la electricidad no se come. Solo me ha bastado leer unos tres o cuatro artículos al respecto donde se palpa la indignación en ambos sectores que se sienten ninguneados.
Si supuestamente la idea de aumentar la energía renovable es para reducir las emisiones de CO2, ¿por qué tiene que ser a costa de la destrucción de enormes cantidades de terreno y árboles y, por consiguiente, de biodiversidad? ¿Por qué como proponen muchas personas no se instalan todas esas placas en los tejados de los particulares y de las empresas para autoabastecerse, puesto que ya son lugares modificados por el hombre? Si es que es la misma historia de siempre, se hace lo que les interese a las empresas y a los ciudadanos de a pie, y más si vivimos en un pueblo, si eso que nos parta un rayo, ya total que más da.
Quisiera añadir una pincelada a todo esto refiriéndome a los casos de las fincas de particulares que pueden ser muy decisivos para el futuro de sus pueblos. A todos nos llama el dinero, ¿pero a qué precio vais a aceptar ese dinero? y ¿de verdad a largo plazo va a ser tan rentable? No olvidéis el refrán: “nadie da duros por pesetas” y por ello os invito a que os informéis mucho y bien y que hagáis cálculos de la rentabilidad real y los cambios que vais a tener que hacer en vuestras fincas, con su consiguiente aumento de impuestos. Y por supuesto, que también valoréis el paisaje que les vais a dejar a vuestros hijos y nietos que, aunque en este momento en muchos casos, no vivan en su pueblo puede que el día de mañana quieran volver y lo que se encuentren no sea lo que vosotros habíais dejado al marchar.
Por último, a modo de despedida y para no quitaros más tiempo, quisiera destacar que la tranquilidad y el aire puro que se respira en el pueblo, la cercanía del campo y la belleza del paisaje repleto de una gran biodiversidad, no tienen precio.