Anónimo
Domingo, 10 de Noviembre de 2013

Declaración de amor (Poema corporal)

[Img #6135]

Te declaro mi amor que es la verdad en que yo vivo,
me siento ante tus ojos y aclimato la respiración a tu mirada,
sostenemos la luz por un momento,
observo tu blancura.
Era preciso que trajeras las piernas desnudas para poner deseo en las rodillas,
más adentro adivino una sombra que crece al interior de tus secretos,
estás nerviosa,
cambias de postura porque te miro
y mis palabras esperan el anticipo de tus ojos.
Sueño que entre mis manos se disuelven tus senos
y los beso por dentro
porque el temblor que llevas cimbrea las copas de los árboles,
tú me miras con ojos de abedul y agua de luna,
exploro la silueta de tu cuerpo,
sé que te estorban mis ojos,
mis palabras escalan la querencia,
declaro que te amo, hay boj
y un riachuelo a la deriva aplaza los rubores hasta el atardecer,
al besarte paladeo tu saliva,
me sabe a miel tu lengua en su espesura,
me balancea el placer húmedo e irrefrenable,
suenan tus palabras acopladas a mis deseos de cariño,
estás conmigo frente a frente con la tragedia de no ser uno sólo,
apretamos los cuerpos mutuamente que es como soportar en uno el pensamiento,
siento tus accidentes corporales encendiendo mi ardor,
tus muslos rodeándome y abriendo mis deseos y sudores,
mi muslo es quien descubre la violencia ardorosa de tu sexo
recibido en mi piel,
sentirás el mío que se aloca erguido de placer,
o son tus manos que se acercan cautelosas, acarician mi pelvis sin telas defensivas
y me circundas,
o son mis manos que buscan entre tus matas los labios donde el placer respira,
está mi mano alerta descubriendo el vértigo de tus senos
o la carrera enloquecida de tu espalda para hacerte feliz.
Pienso que para amar no basta este sendero,
quizá basta agarrarnos de la mano y repetir lo mismo hasta aprender el interior.

Te declaro mi amor sobre el asfalto,
en el lecho que transforma el placer en luna llena,
sobre alfombras listadas,
depositando locura en dos almohadas,
y  tú desnuda, deslumbrante y niña, llenando de capullos mi violencia,
acelerando las puntas de tus pies bajo la mesa,
apretando tu frente en la alta madrugada de los nervios,
de pie, acoplados en una sola sombra,
traduciendo la fábula del amor,
al encender un cigarrillo y descorchar la brasa,
a las doce en punto,
en las noches que te beso desnuda y unimos nuestros sueños de carne y sueño,
al bañarme,
al contemplar la noche,
cuando cepillas tu pelo como un viento,
cuando me das tu mano y me la sueldas,
cuando escribo,
después, cuando tú lees,
a diario,
constantemente,
siempre,
tú me amas entonces,
me respondes creadora como una concha abierta,
brillándote los ojos,
cerradamente hermosos y por dentro,
no me avergüenza nunca que sientas mis temblores
son míos y los izas tú misma con tu carne,
quiero que mis placeres los hagas tú
y mi sexo sublevado tenga su nacimiento en tú presencia,
yo humedezco mis manos de placer
y tú te adentras y estamos aturdidos de tanto aliento fatigoso,
así, desnuda, te declaro mi amor,
todo mi cuerpo te siente en un abrazo,
quiero besarte toda, sin límites,
sin telas que opriman tu belleza,
enloquecido con tu piel,
luz  femenina,
amiga mía,
yo quiero tu verdad corporal,
tu sonrisa o fatiga verdaderas.
Te declaro mi amor, que no es del cuerpo
aunque el cuerpo no lo pueda callar y se acreciente.

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