Desayuno con blinis
![[Img #57475]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/03_2022/6017_dsc_0200.jpg)
Me meto en la cama a las 11h. de la noche. Tengo la televisión encendida desde las 8h. de la tarde para seguir las noticias de lo que pasa en Ucrania. He tenido un día muy intenso pero me interesan las conexiones en directo y los diferentes análisis de la situación de la guerra. Sigo desde la cama las imágenes de la diáspora ucraniana: los padres llorosos despidiendo a las mujeres e hijos que suben a trenes abarrotados rumbo a lo desconocido; los kilómetros de coches atascados en la carretera; la ciudad de Kiev vacía porque los que no se han ido están como topos bajo tierra esperando con desesperanza que se acabe esta inesperada guerra pero en el fondo esperando aterrados la llegada de las bombas, aunque prefieran engañarse; vemos a una señora que nos cuenta que sube del subsuelo a su casa de vez en cuando, a escondida de las bombas, para sentirse un poco viva y nos enseña su nevera prácticamente vacía pero con dos botellas de vino “para celebrar la victoria” dice a la cámara muy satisfecha; vemos la cantidad de población que huye de esta locura putinesca pero también vemos a personas ucranianas, y no ucranianas, que regresan para combatir la injusticia, la barbarie y la democracia. Esto me hace recordar a las Brigadas Internacionales que vinieron a defender la República en nuestra guerra fratricida. Siempre me conmovió aquel movimiento de aquellos hombres que vinieron a enfrentarse a las balas por un ideal. Ahora estamos viendo lo mismo en esta guerra que nos sobrecoge a todos por la desigualdad de fuerzas y el imponente atropello. Esta solidaridad internacional no se ve en otros conflictos ¿por qué será? Polonia se ha organizado magníficamente para controlar y distribuir la avalancha humana que les está llegando. Bravo por los polacos.
Particulares repartiendo comida caliente a los que llegan. Ahí tenemos, en la frontera con Polonia, zona de tránsito de escapada, a Carlos Franganillo, Qué bueno es este profesional. Le sigo desde que empezó de jovencito cubriendo unas informaciones en Oriente medio, con el pelo muy negro, ahora lo tiene muy blanco y sigue al pie del cañón de las noticias siendo muy bueno. Franganillo desde la frontera ha establecido conexiones dentro de Ucrania y nos enseñan ciudades muy bombardeadas, otras tomadas ya por los rusos que parece que andan saqueando las casas, lo que se suele hacer en las guerras; nos conecta con Kiev y parece que empiezan a oírse las bombas.
Desde la cama, enredada entre edredones y almohadas de plumas, con el fuego de la chimenea crepitando (me gusta ver bailar las llamas desde la cama), sigo estos acontecimientos en directo. Parece increíble que a esta pobre gente le haya sobrevenido este ‘mal’ así, de repente.
Hablan de Putin. Dicen que él dice que es pobre. Investigan. Tiene declarado que gana unos 75.000€ al año y tiene tres coches alguno de ellos de la época soviética. Es difícil investigar mucho más en ese país del hermetismo (¡lo es en el nuestro!) , pero nos enseñan una magnífica casa palacio de millones de su exmujer ‘Putina’ ( no es un adjetivo desconsiderado, no, es el apellido que se toma en Rusia como ‘mujer de Putin’, tener que llamarla así da un poco de cosa, pero es así) en Biarritz, otra supermansión de su hija, y el mega palacio ostentosos que parece que tiene el Presidente escondido en el centro de su país. No, no parece que sea pobre.
En vista del desarrollo de los acontecimientos decidí por la mañana llamar a mi amiga rusa que casualmente estaba reunida con otras dos amigas también rusas celebrando con blinis la pre cuaresma, algo muy tradicional en Rusia. Los blinis consisten en unas ricas tortitas que se toman con arenques o salmón ahumado y de postre las mismas tortitas con una especie de leche agria y mermelada, en este caso de frambuesas. Todo hecho por ellas. Naturalmente me apunté al festejo y a aprovechar la reunión para tantear sus ánimos con respecto a la actualidad de su país. Los blinis riquísimos. La conversación fue la siguiente.
- Con cierta prudencia pregunto qué piensan de la guerra de Ucrania. Rápidamente mis amigas rusas se van alternando para darme sus opiniones que comparten las tres. “Putin ni invade ni ataca, sólo ocupa”. “Putin no invadió. La guerra está terminando. La guerra empezó hace 8 años. Ha estado 8 años en la frontera de Rusia. La guerra empezó el día 24 porque se supo que estaba programado que el 25 invadían los nazis ucranianos el territorio del Dombass”. “Y ¿Quiénes son los nazis?”, pregunto, “La mayoría del ejército. Que no quieren perder ese territorio independiente. Los territorios del Dombass quieren ser independientes porque el gobierno Ucraniano es más nazista que otra cosa”, “Tenemos un chat, como una línea roja, entre personas con familias rusas y ucranianas y del Dombass donde nos dan informaciones directas desde Ucrania. Y esas informaciones yo las comparo con las noticias y son completamente contrarias. ¿A quién voy a creer yo? Me cuenta una amiga que salir de Kiev hacia la zona rusa cuesta 1.000 euros y mi marido y yo le mandamos el dinero. Como ahora nos han cortado la información desde Rusia sólo tenemos información a través del chat”. “Los rusos no van a tomar Kiev porque no lo necesitan”. “Noo, no están bombardeando. Kiev está con minas puestas debajo de los edificios por nacionalistas ucranianos. Los rusos ni entraron”. “En internet hay un canal ruso para detectar las fakenews (o noticias falsas) cuyo objetivo es la desinformación. Nosotros sólo nos fiamos de este canal y el canal dice que las imágenes del bombardeo a la antena de comunicaciones de Kiev son de un videojuego”. “Los ucranianos están poniendo bombas en sus fábricas para volarlas y decir que han sido los rusos”. “Ucrania actúa como OTAN, no son libres para actuar, manda la OTAN”. “Putin es una figura imprescindible en el momento histórico ruso porque es una persona preparada que puede tomar decisiones y las toma y sabe tomar las apropiadas para Rusia”. “Compara personalidades. Zelenski (presidente ucraniano) es un tío de cabaret que se hizo famoso tocando el piano con la polla (pido perdón por esta ordinariez, pero la frase que dice mi amiga es así, literal) y Putin ha tenido su recorrido profesional. No puedo comparar”. “Me da lo mismo si este toca el piano con la polla o la emplea en otras modalidades pero yo comparo categorías”. “Zelenski es un payaso”
Este es un resumen, en frases sueltas, de la conversación que tuve este jueves. Por cierto mis interlocutoras hablan plenamente convencidas de su verdad y de que el resto del mundo estamos intoxicados de informaciones falsas. Las imágenes en directo de las TV son falsas. Es increíble,y sorprendente, que viviendo como viven en España, alguna hace más de cuarenta años, sus almas rusas no atienden a razones. Su histórico sentido de la supervivencia, alentado por un histórico desprecio internacional, les lleva a apreciar los osados y crueles movimientos de su Presidente como un signo de poder nacional frente a ese otro mundo desconsiderado. Putin va a poner de rodillas al resto de los dirigentes internacionales y los rusos se van a sentir dignos y orgullosos de su poderío. Al país (a Putin) le gustaría retomar los tiempos de Catalina la Grande y llevar a Rusia de nuevo a la grandeza. Como el movimiento del péndulo, la oscilación de un extremo a otro.
Vemos en las manifestaciones en Rusia que no todos los rusos piensan igual pero parece que sí la mayoría, sobre todo alentados por esa sistemática desinformación que los tiene sumidos en la ignorancia de la realidad. La enorme represión también ayuda a no pensar.
Hoy, viernes por la mañana, ya hay algunas ciudades arrasadas, y Putin sigue inalterable en su avance. El tema da para mucha más reflexión pero no puedo alargar más esta columna. Solo se me ocurre, para finalizar, que a lo mejor es una buena idea que la población salga de la ciudades, que cuando Putin llegue a Kiev se encuentre la capital vacía sin nadie a quien matar ni nadie a quien imponer su poder, como cuando Napoleón, avanzando hacia Moscú, había ido encontrando vacío las poblaciones por donde pasaba, vacío de personas y de víveres, los habitantes habían arrasado con todo y quemado sus casas, y cuando el Emperador llegó a la capital la población había abandonado la ciudad y se encontró una ciudad fantasma, vacía. Sin saber qué hacer ante aquel imprevisible desconcierto decidió emprender la retirada. El frio de la época dio buena cuenta de su ejército en la retirada. ¿Sería una eficaz estrategia para los ucranianos? No sé, se les ve muy bravos dispuestos a luchar, muy ‘Davides’ contra Goliat. Entusiasmo no les falta ojala les sobre.
Un apunte último que me ha impresionado.
Abro esta mañana, en la cama todavía, las noticias en el teléfono y la primera noticia que me sale es sobre la riqueza de uno de los mayores oligarcas rusos Vagit Alekperov, presidente y principal accionista de la compañía de petróleo Lukoil. La ilustración que encabeza la noticia es la cara del ruso Vagit. Inmediatamente después está la cara de Felipe González anunciando la entrevista que le ha hecho Jordi Ëvole. Lo impresionante del caso es que las dos caras son iguales, los mismos rasgos orondos, el mismo gesto de satisfacción de la vida, el mismo brillo de pretrodólares, o dólares sin ‘petro’, en la piel, el mismo pelo pulcramente blanco, los mismo ojos pequeños y escrutadores… Miraba y miraba las dos fotografías y sólo veía a González. No entendía qué hacía Felipe González cuando hablaban del ruso ¿serían amigos? hasta que después de leer la información vi que se trataban de dos personas distintas aunque parecían gemelas. Se dice que la cara es el reflejo del alma, entonces, si estos dos personajes lucen hermanados en la cara quizás también lo estén en el alma. ¿Será que los millones, o los movimientos adecuados para acumularlos, llegan a igualar a las personas? ¡¡Ay aquel Felipe de la chaqueta de pana!!
O témpora o mores
Me meto en la cama a las 11h. de la noche. Tengo la televisión encendida desde las 8h. de la tarde para seguir las noticias de lo que pasa en Ucrania. He tenido un día muy intenso pero me interesan las conexiones en directo y los diferentes análisis de la situación de la guerra. Sigo desde la cama las imágenes de la diáspora ucraniana: los padres llorosos despidiendo a las mujeres e hijos que suben a trenes abarrotados rumbo a lo desconocido; los kilómetros de coches atascados en la carretera; la ciudad de Kiev vacía porque los que no se han ido están como topos bajo tierra esperando con desesperanza que se acabe esta inesperada guerra pero en el fondo esperando aterrados la llegada de las bombas, aunque prefieran engañarse; vemos a una señora que nos cuenta que sube del subsuelo a su casa de vez en cuando, a escondida de las bombas, para sentirse un poco viva y nos enseña su nevera prácticamente vacía pero con dos botellas de vino “para celebrar la victoria” dice a la cámara muy satisfecha; vemos la cantidad de población que huye de esta locura putinesca pero también vemos a personas ucranianas, y no ucranianas, que regresan para combatir la injusticia, la barbarie y la democracia. Esto me hace recordar a las Brigadas Internacionales que vinieron a defender la República en nuestra guerra fratricida. Siempre me conmovió aquel movimiento de aquellos hombres que vinieron a enfrentarse a las balas por un ideal. Ahora estamos viendo lo mismo en esta guerra que nos sobrecoge a todos por la desigualdad de fuerzas y el imponente atropello. Esta solidaridad internacional no se ve en otros conflictos ¿por qué será? Polonia se ha organizado magníficamente para controlar y distribuir la avalancha humana que les está llegando. Bravo por los polacos.
Particulares repartiendo comida caliente a los que llegan. Ahí tenemos, en la frontera con Polonia, zona de tránsito de escapada, a Carlos Franganillo, Qué bueno es este profesional. Le sigo desde que empezó de jovencito cubriendo unas informaciones en Oriente medio, con el pelo muy negro, ahora lo tiene muy blanco y sigue al pie del cañón de las noticias siendo muy bueno. Franganillo desde la frontera ha establecido conexiones dentro de Ucrania y nos enseñan ciudades muy bombardeadas, otras tomadas ya por los rusos que parece que andan saqueando las casas, lo que se suele hacer en las guerras; nos conecta con Kiev y parece que empiezan a oírse las bombas.
Desde la cama, enredada entre edredones y almohadas de plumas, con el fuego de la chimenea crepitando (me gusta ver bailar las llamas desde la cama), sigo estos acontecimientos en directo. Parece increíble que a esta pobre gente le haya sobrevenido este ‘mal’ así, de repente.
Hablan de Putin. Dicen que él dice que es pobre. Investigan. Tiene declarado que gana unos 75.000€ al año y tiene tres coches alguno de ellos de la época soviética. Es difícil investigar mucho más en ese país del hermetismo (¡lo es en el nuestro!) , pero nos enseñan una magnífica casa palacio de millones de su exmujer ‘Putina’ ( no es un adjetivo desconsiderado, no, es el apellido que se toma en Rusia como ‘mujer de Putin’, tener que llamarla así da un poco de cosa, pero es así) en Biarritz, otra supermansión de su hija, y el mega palacio ostentosos que parece que tiene el Presidente escondido en el centro de su país. No, no parece que sea pobre.
En vista del desarrollo de los acontecimientos decidí por la mañana llamar a mi amiga rusa que casualmente estaba reunida con otras dos amigas también rusas celebrando con blinis la pre cuaresma, algo muy tradicional en Rusia. Los blinis consisten en unas ricas tortitas que se toman con arenques o salmón ahumado y de postre las mismas tortitas con una especie de leche agria y mermelada, en este caso de frambuesas. Todo hecho por ellas. Naturalmente me apunté al festejo y a aprovechar la reunión para tantear sus ánimos con respecto a la actualidad de su país. Los blinis riquísimos. La conversación fue la siguiente.
- Con cierta prudencia pregunto qué piensan de la guerra de Ucrania. Rápidamente mis amigas rusas se van alternando para darme sus opiniones que comparten las tres. “Putin ni invade ni ataca, sólo ocupa”. “Putin no invadió. La guerra está terminando. La guerra empezó hace 8 años. Ha estado 8 años en la frontera de Rusia. La guerra empezó el día 24 porque se supo que estaba programado que el 25 invadían los nazis ucranianos el territorio del Dombass”. “Y ¿Quiénes son los nazis?”, pregunto, “La mayoría del ejército. Que no quieren perder ese territorio independiente. Los territorios del Dombass quieren ser independientes porque el gobierno Ucraniano es más nazista que otra cosa”, “Tenemos un chat, como una línea roja, entre personas con familias rusas y ucranianas y del Dombass donde nos dan informaciones directas desde Ucrania. Y esas informaciones yo las comparo con las noticias y son completamente contrarias. ¿A quién voy a creer yo? Me cuenta una amiga que salir de Kiev hacia la zona rusa cuesta 1.000 euros y mi marido y yo le mandamos el dinero. Como ahora nos han cortado la información desde Rusia sólo tenemos información a través del chat”. “Los rusos no van a tomar Kiev porque no lo necesitan”. “Noo, no están bombardeando. Kiev está con minas puestas debajo de los edificios por nacionalistas ucranianos. Los rusos ni entraron”. “En internet hay un canal ruso para detectar las fakenews (o noticias falsas) cuyo objetivo es la desinformación. Nosotros sólo nos fiamos de este canal y el canal dice que las imágenes del bombardeo a la antena de comunicaciones de Kiev son de un videojuego”. “Los ucranianos están poniendo bombas en sus fábricas para volarlas y decir que han sido los rusos”. “Ucrania actúa como OTAN, no son libres para actuar, manda la OTAN”. “Putin es una figura imprescindible en el momento histórico ruso porque es una persona preparada que puede tomar decisiones y las toma y sabe tomar las apropiadas para Rusia”. “Compara personalidades. Zelenski (presidente ucraniano) es un tío de cabaret que se hizo famoso tocando el piano con la polla (pido perdón por esta ordinariez, pero la frase que dice mi amiga es así, literal) y Putin ha tenido su recorrido profesional. No puedo comparar”. “Me da lo mismo si este toca el piano con la polla o la emplea en otras modalidades pero yo comparo categorías”. “Zelenski es un payaso”
Este es un resumen, en frases sueltas, de la conversación que tuve este jueves. Por cierto mis interlocutoras hablan plenamente convencidas de su verdad y de que el resto del mundo estamos intoxicados de informaciones falsas. Las imágenes en directo de las TV son falsas. Es increíble,y sorprendente, que viviendo como viven en España, alguna hace más de cuarenta años, sus almas rusas no atienden a razones. Su histórico sentido de la supervivencia, alentado por un histórico desprecio internacional, les lleva a apreciar los osados y crueles movimientos de su Presidente como un signo de poder nacional frente a ese otro mundo desconsiderado. Putin va a poner de rodillas al resto de los dirigentes internacionales y los rusos se van a sentir dignos y orgullosos de su poderío. Al país (a Putin) le gustaría retomar los tiempos de Catalina la Grande y llevar a Rusia de nuevo a la grandeza. Como el movimiento del péndulo, la oscilación de un extremo a otro.
Vemos en las manifestaciones en Rusia que no todos los rusos piensan igual pero parece que sí la mayoría, sobre todo alentados por esa sistemática desinformación que los tiene sumidos en la ignorancia de la realidad. La enorme represión también ayuda a no pensar.
Hoy, viernes por la mañana, ya hay algunas ciudades arrasadas, y Putin sigue inalterable en su avance. El tema da para mucha más reflexión pero no puedo alargar más esta columna. Solo se me ocurre, para finalizar, que a lo mejor es una buena idea que la población salga de la ciudades, que cuando Putin llegue a Kiev se encuentre la capital vacía sin nadie a quien matar ni nadie a quien imponer su poder, como cuando Napoleón, avanzando hacia Moscú, había ido encontrando vacío las poblaciones por donde pasaba, vacío de personas y de víveres, los habitantes habían arrasado con todo y quemado sus casas, y cuando el Emperador llegó a la capital la población había abandonado la ciudad y se encontró una ciudad fantasma, vacía. Sin saber qué hacer ante aquel imprevisible desconcierto decidió emprender la retirada. El frio de la época dio buena cuenta de su ejército en la retirada. ¿Sería una eficaz estrategia para los ucranianos? No sé, se les ve muy bravos dispuestos a luchar, muy ‘Davides’ contra Goliat. Entusiasmo no les falta ojala les sobre.
Un apunte último que me ha impresionado.
Abro esta mañana, en la cama todavía, las noticias en el teléfono y la primera noticia que me sale es sobre la riqueza de uno de los mayores oligarcas rusos Vagit Alekperov, presidente y principal accionista de la compañía de petróleo Lukoil. La ilustración que encabeza la noticia es la cara del ruso Vagit. Inmediatamente después está la cara de Felipe González anunciando la entrevista que le ha hecho Jordi Ëvole. Lo impresionante del caso es que las dos caras son iguales, los mismos rasgos orondos, el mismo gesto de satisfacción de la vida, el mismo brillo de pretrodólares, o dólares sin ‘petro’, en la piel, el mismo pelo pulcramente blanco, los mismo ojos pequeños y escrutadores… Miraba y miraba las dos fotografías y sólo veía a González. No entendía qué hacía Felipe González cuando hablaban del ruso ¿serían amigos? hasta que después de leer la información vi que se trataban de dos personas distintas aunque parecían gemelas. Se dice que la cara es el reflejo del alma, entonces, si estos dos personajes lucen hermanados en la cara quizás también lo estén en el alma. ¿Será que los millones, o los movimientos adecuados para acumularlos, llegan a igualar a las personas? ¡¡Ay aquel Felipe de la chaqueta de pana!!
O témpora o mores