Redacción
Lunes, 11 de Noviembre de 2013

Gaudí para tocar y sentir

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El Palacio de Gaudí acogió una experiencia pilotor muy especial dentro del proyecto el Palacio Escondido, puesto en marcha por el Obispado de Astorga y la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León.Un grupo de personas deficientes visuales visitó el edificio episcopal para que notaran y sintieran el Palacio y la genialidad de su creador Antonio Gaudí.

Fue un numeroso grupo de invidentes de Asturias el que pudo disfrutar de las explicaciones de la guía, tocando el frío zinc de los ángeles del jardín, destinados por Gaudí para rematar las cubiertas del palacio, y la rugosidad del granito con el que fue construido el edificio. Ya en el interior, pudieron oír su historia a través del audiovisual y tocar con sus manos una maqueta que les permitió percibir las formas arquitectónicas y reconocer su distribución: entrada, ábside, cubiertas…

Bajaron al sótano para percibir las sensaciones de este espacio y tocar sus columnas de tosca piedra -apenas trabajada, bajas y de considerable diámetro - para subir más tarde a la planta noble donde las pudieron comparar con las más gráciles y pulidas de la capilla. Apreciaron las sensaciones que, en contraste con el sótano, fueron concebidas por Gaudí como una ascensión física y espiritual, materializada en salas con decoración más noble, más amplias y altas y con la mejor orientación según sus usos. Pudieron “ver” con sus manos la diferencia entre la cerámica vidriada de las salas principales y la sin vidriar de las zonas privadas, percibir el calor de los ventanales del comedor y el recogimiento de la capilla.

Excepcionalmente además, se puso a su disposición la posibilidad de rozar y sentir con sus manos el arte de algunas piezas del museo para reconocer la maestría de sus autores.

Para todo ello se ha contado con la colaboración de la ONCE de León que proporcionó documentos traducidos al Braille de la guía del palacio.

En definitiva se intentó mostrarles cómo también para ellos se puede poner a su disposición y dis-frute el patrimonio. La experiencia quedaría resumida en la frase de uno de nuestros queridos vi-sitantes que tras tocar a la salida una vez más la maqueta del edificio, recorriéndola con sus manos comentó en voz alta: “realmente era un genio”.
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