Fin de las cuarentenas de los casos leves y asintomáticos de covid a partir del 28 de marzo
La Comisión de Salud Pública ha aprobado este martes el fin de las cuarentenas para los casos leves de coronavirus y los asintomáticos que ya no tendrán que aislarse a partir del 28 de marzo, además no se harán pruebas diagnósticas con carácter general.
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En esta nueva etapa de la pandemia que está a punto de comenzar, los casos confirmados leves, y también los asintomáticos, no tendrán que hacer aislamiento ni los contactos estrechos cuarentena -que en ambos casos es de siete días-, pero se les recomendará hacer uso de medidas preventivas como la utilización de mascarilla en todos los ámbitos y evitar contacto con personas vulnerables.
Las pruebas diagnósticas se centrarán en mayores de 60, personas inmunodeprimidas y embarazadas, además de ámbitos vulnerables (sanitarios y sociosanitarios), así como casos graves, en los que se focalizará a partir de ahora la vigilancia.
El diagnóstico de pacientes con sintomatología leve compatible con covid-19, por su parte, se dejará a criterio del profesional, de manera que se realizará según las necesidades de manejo clínico del mismo.
Nueva estrategia de la pandemia
La nueva estrategia de seguimiento y control entrará en vigor el próximo lunes siempre y cuando los indicadores de utilización de servicios asistenciales se encuentren en nivel de riesgo bajo.
Este martes tanto la ocupación general de los hospitales (en un 3,7%) como de las ucis (6%) se encuentran en riesgo bajo , mientras que la incidencia acumulada media en España se sitúa en 436 casos por 100.000 habitantes, riesgo alto de transmisión.
Los centros sanitarios asistenciales o sociosanitarios, por su parte, podrán implementar medidas específicas de aislamiento y control.
A falta de que se publique el texto en el BOE, la estrategia mantiene un aislamiento en residencias de cinco días, que se levantará si el quinto transcurre sin sintomatología, aunque los trabajadores deberán tener además una prueba de antígenos negativa. Igual que los pacientes hospitalizados, que también tendrán que aislarse cinco días y tener un test negativo.
La Comisión de Salud Pública justifica estos cambios en que los altos niveles de inmunidad -el 92,3 % de los mayores de 12 años han completado la pauta y más del 91 % de los mayores de 60 tienen la dosis de refuerzo- han determinado un cambio en la epidemiología de la covid que permite una transición hacia una estrategia diferente, focalizada en personas y ámbitos vulnerables y casos graves.
La nueva forma de controlar la pandemia estará vigente mientras no se produzca "un cambio significativo" en la tendencia que apunte a una circulación no controlada a un cambio en la situación epidemiológica que requiera restaurar medidas de vigilancia y control a propuesta de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta.
Vigilancia similar a la gripe
La idea es que se prolongue hasta que se implemente del todo el sistema centinela de vigilancia de infecciones respiratorias agudas similar al de la gripe y que, tal y como se comprometieron la ministra Carolina Darias y los consejeros hace un par de semanas en la llamada "declaración de Zaragoza", se pondrá en marcha antes del primer trimestre de 2023.
En este tiempo se mantendrán operativas las estructuras extraordinarias de vigilancia y control puestas en marcha durante la pandemia para monitorizar indicadores clave que permitan detectar precozmente cambios en la situación que puedan requerir reimplantar medidas de control.
Todas estas modificaciones se han comunicado y valorado conjuntamente con el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y se han establecido los mecanismos para garantizar la coordinación con la vigilancia a nivel europeo y la correcta inclusión de la información que genere España en los informes y documentos de seguimiento de la pandemia en la UE.
En esta nueva etapa de la pandemia que está a punto de comenzar, los casos confirmados leves, y también los asintomáticos, no tendrán que hacer aislamiento ni los contactos estrechos cuarentena -que en ambos casos es de siete días-, pero se les recomendará hacer uso de medidas preventivas como la utilización de mascarilla en todos los ámbitos y evitar contacto con personas vulnerables.
Las pruebas diagnósticas se centrarán en mayores de 60, personas inmunodeprimidas y embarazadas, además de ámbitos vulnerables (sanitarios y sociosanitarios), así como casos graves, en los que se focalizará a partir de ahora la vigilancia.
El diagnóstico de pacientes con sintomatología leve compatible con covid-19, por su parte, se dejará a criterio del profesional, de manera que se realizará según las necesidades de manejo clínico del mismo.
Nueva estrategia de la pandemia
La nueva estrategia de seguimiento y control entrará en vigor el próximo lunes siempre y cuando los indicadores de utilización de servicios asistenciales se encuentren en nivel de riesgo bajo.
Este martes tanto la ocupación general de los hospitales (en un 3,7%) como de las ucis (6%) se encuentran en riesgo bajo , mientras que la incidencia acumulada media en España se sitúa en 436 casos por 100.000 habitantes, riesgo alto de transmisión.
Los centros sanitarios asistenciales o sociosanitarios, por su parte, podrán implementar medidas específicas de aislamiento y control.
A falta de que se publique el texto en el BOE, la estrategia mantiene un aislamiento en residencias de cinco días, que se levantará si el quinto transcurre sin sintomatología, aunque los trabajadores deberán tener además una prueba de antígenos negativa. Igual que los pacientes hospitalizados, que también tendrán que aislarse cinco días y tener un test negativo.
La Comisión de Salud Pública justifica estos cambios en que los altos niveles de inmunidad -el 92,3 % de los mayores de 12 años han completado la pauta y más del 91 % de los mayores de 60 tienen la dosis de refuerzo- han determinado un cambio en la epidemiología de la covid que permite una transición hacia una estrategia diferente, focalizada en personas y ámbitos vulnerables y casos graves.
La nueva forma de controlar la pandemia estará vigente mientras no se produzca "un cambio significativo" en la tendencia que apunte a una circulación no controlada a un cambio en la situación epidemiológica que requiera restaurar medidas de vigilancia y control a propuesta de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta.
Vigilancia similar a la gripe
La idea es que se prolongue hasta que se implemente del todo el sistema centinela de vigilancia de infecciones respiratorias agudas similar al de la gripe y que, tal y como se comprometieron la ministra Carolina Darias y los consejeros hace un par de semanas en la llamada "declaración de Zaragoza", se pondrá en marcha antes del primer trimestre de 2023.
En este tiempo se mantendrán operativas las estructuras extraordinarias de vigilancia y control puestas en marcha durante la pandemia para monitorizar indicadores clave que permitan detectar precozmente cambios en la situación que puedan requerir reimplantar medidas de control.
Todas estas modificaciones se han comunicado y valorado conjuntamente con el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y se han establecido los mecanismos para garantizar la coordinación con la vigilancia a nivel europeo y la correcta inclusión de la información que genere España en los informes y documentos de seguimiento de la pandemia en la UE.