Siete vidas de la Sociedad Alonso Cordero y Franco Hermanos (XVIII)

Por cierto con motivo de los últimos acontecimientos la gente escondía el dinero y lo enterraba. Noticia que nos viene por una carta dirigida a Pérez Bobo de Ourense, a que dice que el "sujeto contra el que era expedida la letra manifestó que aunque era corriente, con motivo de aquellas circunstancias tenían enterrado el dinero y para desenterrarlo pedía algunos días que, el encargado de su cobro, le concedió y después nada ha vuelto a decir”. Se le dice igualmente que los billetes del Tesoro pueden ser mejor negociados en provincias pues los admiten como pago de las contribuciones y por tanto "será más fácil la enajenación que en esta". ¿Una conducta a Francia? Evidentemente.

Los exiliados necesitan dinero y había mucho intercambio. También ocurre que hay mayor actividad encaminada al trasiego de papeles entre Londres, París, y la casa de los Alonso Cordero y Franco. La instalada por estos en Santander, por puerto de mar al estar cerca de Francia y de Inglaterra adquiere mucha más relevancia. Veamos antes un pequeño incidente que se cuenta en la carta del 26 de septiembre de 1843: "Diremos que la conducta de Bayona no se ha malogrado, como usted supone, por falta de actividad, pues Weinsweiler con quien habló ninguna parte tiene en ella, siendo quien la ha arreglado con Santiago Alonso Cordero, el señor Gaviria. Se lo decimos a usted para que no nos culpe de omisos en este particular". Y son los de Santiago Alonso Cordero quienes llevan y traen dinero desde más allá de las fronteras. Los maragatos se ufanan de puntualidad y desde luego son epístolómanos. También tienen negocios a medias con la casa de Franco Rodríguez en Ciudad Real. La casa de Santander trata con Smith Rocafort, Harrison, que dio a cargo de los Alonso Cordero y Franco la cantidad de 134256 reales que compensa la Casa a Cordero y Franco de Santander.

Las mantecadas del año se piden el 30 de noviembre: catorce cajones grandes y veinte chicos, al igual que las quince docenas de cajas de mantequilla en León. Alonso Gullón por estos días está cobrando mucho dinero. Es uno de los personajes más directamente metidos como cerebro gris entre estos maragatos y sobre todo con Don Santiago del que es su brazo derecho.

Carlos Pollán, maragato, lleva friolentas navideñas a los gallegos. A Francisco Alonso Rodríguez se le habla de que en otro correo contestará sobre el particular de la Casa de Santander. Por supuesto también Alonso Rodríguez recibe sus cartas en Santiago de Millas. Las colaciones de este año se parecen a las de años anteriores en cuanto a las familiares: cinco docenas de Granada, cinco docenas de naranja, cuatro arrobas de turrón, 12 barriles de aceitunas, dos serillos de pasa y los dulces que enviará Blas Alonso desde León a quien se lo hemos pedido. Por Esteban Pérez Franco llegan a Madrid las cajas de mantecadas, pero no pueden mandar por él un encargo hecho por Francisco. Era el 18 de diciembre.

Organizan en las vísperas de la Navidad una conducta que transportará dinero de Sevilla y Málaga con destino al Banco de San Fernando y otros particulares.

El 4 de enero, Luisito ha vendido varios carros que tenían en diferentes Posadas madrileñas para el transporte de la conducta. Mejor dicho salió garante de que pagarían Francisco o Esteban lo correspondiente al posadero. Preocupa la casa de Santander y la actitud de Casimiro. A Francisco Alonso Cordero le escriben a Santiago de Millas, le envían una reconvención: "Reflexione usted el contenido de su carta y la injusticia con que está escrita y reconocerá que tenemos razón para quejarnos, porque siempre se atribuye a sí mismo las obras que están bien y a nosotros nos echa en cara, de un modo poco atento y comedido, lo que nos sale a medida de su pagar”. De momento por este febrero les han salido unos curiosos cobros de 100000 reales cada uno: uno en Ourense, otro en Astorga (Andrés Rodríguez Cela). Y otras muchas. Lo pueden mandar "por Esteban Alonso Franco si llega a tiempo, recomendándole toda precaución porque trae otros fondos o en su defecto por dos o tres maragatos de entera confianza, evitando así los riesgos de que lo traiga uno solo”.

De inmediato sale a la palestra está letra de 100000 reales sobre Felipe Alonso Duque, de León. La remite Remisa. "La letra a cargo de Felipe Alonso Duque, de 100000 reales procedentes de la sal, no tenemos intervención alguna, pues me fue entregada por el señor marqués de Remisa para cobrarla y traer su importe en conducta, motivo que por deber y delicadeza nos impide entrar en tratos sobre el abono que debe hacerse". Los 100.000 del pago de la sal de Ourense, por Ignacio Saír se hicieron sin incidentes y fueron transportados por Esteban Alonso. Tratan de saber por medio de Puente, uno de sus economistas, las pérdidas o ganancias. La conducta de Extremadura ha entrado en Madrid el 11 de marzo. Nuevas convenciones a Francisco por parte de los otros socios, Bernardino y Luis, a propósito de una pretendida equivocación: "Por tanto no hay error ni se ha quedado en el tintero, lo que si hay una ligereza de parte de usted en hacer reconvenciones injustas, prescindiendo de que como un socio cualquiera, no tiene derecho a hacerlas, a los que son en todo sus iguales, que no desconocen por esto que estén exentos de equivocaciones; olvidos que son comunes a todos los mortales. Refórmese usted su juicio de que no se miran con interés los de la Compañía y convénzase de que tanto usted como Franco Rodríguez no miraron bien la letra y de esto ha provenido esta equivocación y justa queja que disimulan".

(CONTINUARÁ)

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