Mercedes Unzeta Gullón
Sábado, 23 de Abril de 2022

Hay motivo

 

[Img #58327]

 

 

Hay motivo para dedicar un buen ratito de mi pensamiento al desatino de la famosa (por comentada) fotografía del Emérito con sus hijas y nietos “en los Emiratos Árabes”.  No son para menos las interpretaciones que han circulado por los medios, aunque algunos comentaristas reconocidos se pasan un pelín descalificando la deslucida vestimenta del Emérito y sus  ‘eméritas’. ¡Están de vacaciones!

 

La foto familiar tiene su guasa. Los ‘observadores sociales’, que son muchos, lo primero que vieron es la falta de piernas al nieto Pablo, algo insólito, sobre todo teniendo en cuenta que es el que más las ejercita por ser jugador deportivo. “Las piernas” “dónde están las piernas de Pablo” se preguntaban todos en las redes, unos con risas y otros con asombro. Yo no me había fijado, y claro, me fijé, y me dio mucha risa ver una cabeza levitando sobre las cabezas reales.

 

Lo que sí me llamó la atención nada más mirar la foto fue ver una especie de ‘garra’ aferrada con fuerza al chaleco en el hombro del Emérito, justo al lado de otra mano más suave. Dos manos y un solo brazo para adjudicárselas. Una mano relajada, normal, de apoyo, y en la línea de la postura reclinada de su nieta; y la otra mano que aparece al lado es una mano como contraída de la que es imposible saber de dónde sale. Me ha sorprendido el poco interés que ha suscitado la aparición de esa curiosa mano. Hay quien se la ha adjudicado también a la nieta que le abraza pero, a pesar de que la nieta es muy particular, y hasta extravagante, ¿qué tenga dos manos en un solo brazo?, eso sí que sería una extravagancia insólita. Además en la ‘garra’ se vislumbra el inicio de una manga oscura y la joven tiene una camisa blanca. Misterio.

 

En fin. En cuanto el cachondeo fue creciendo en las redes rápidamente apareció una nueva foto  con todas las piernas y sin ninguna mano/muñón sobrante, y ninguna explicación a la tal asombrosa fotografía anterior. Si el objetivo de publicar una imagen familiar era sorprender a la sociedad española por el apoyo de hijos y nietos al abuelo solitario, el objetivo ha sido cumplido y con creces, aunque el motivo del asombro no haya sido el buscado. ¿Cómo la Casa Real se permite esas chapuzas tan obvias? Tanto personal que tienen para unas cosas y otras ¿cómo puede suceder que emitan una foto sin piernas y con más manos que brazos? Es simplemente alucinante. La imagen pública que pretende avanzar en positivo va para atrás como los cangrejos. Ha sido el hazmerreír del fin de la Semana Santa. No se puede hacer peor. Ni que tuvieran al enemigo en casa.

 

Y cambiando de colectivo pero no de estrategias. Se comenta  que podría ser que se hubiera despertado un nuevo enemigo en la familia pepera de Madrid. Dicen que el escándalo de la estafa de Luceño/Medina y la implicación del alcalde Almeida huele a una sacudida ayusera. ¿Podría ser? Podría ser… No sé. Digo lo que he oído, pero se me escapan las motivaciones, y es normal que se me escapen porque soy bastante ingenua y no suelo ver el trasfondo de los movimientos ajenos. Voy espabilando pero aun así no llego. Parece, por lo que vamos viendo, que en la política, y sobre todo en ciertas familias políticas, hay más enemigos que en Ucrania, por poner un ejemplo ligado a la actualidad. La envidia y el deseo incontrolado de acaparar (ya sea poder, dinero o prestigio) son buenos y constantes detonantes para tratar de derribar al compañero.

 

A  Ayuso no le importa nada más que quedar por encima de todos y de todo aunque sus contradicciones  sean tan evidentes como vergonzosas. Ella, como Almeida, siguen en su táctica de echar balones fuera y ahora, a esta mujer crecida en ‘la palabrería’, le ha dado (o le ha sugerido su mentor MAR, léase Miguel Ángel Rodríguez), por colocar la responsabilidad del asunto ‘mascarillas’ en el padre del socialista Juan Lobato por ser abogado de la empresa jurídica que lleva los asuntos de los Servicios Funerarios de Madrid, y le responsabiliza públicamente de los contratos del fraude. ¡Cogido el asunto por los pelos!

 

Lo de su hermano todavía está sin blanquear, y ahora el primo de Almeida. Ayuso tenía que implicar a algún familiar del bando contrario, para compensar, y encontró esta conexión familiar para verter sus ofensas y desviar la atención de acusación que sobrevuela sobre su partido en su Comunidad. Naturalmente, y como debe de ser, al día siguiente el padre acusado, Juan Lobato, en compañía del hijo, ha dado una rueda de prensa no solo desmintiendo sino dando datos muy poco favorables para el Ayuntamiento, como que el Ayuntamiento ocultó los contratos a los servicios jurídicos y que el Ayuntamiento los adjudicó de forma directa.

 

Y es que esta mujer no tiene templanza. Ay Isabelita. Por su imparable dinámica de sobresalir sobre todos y ante todo, se ha metido en la boca del lobo. Globo sonda que le estalla a ella de vuelta. Ella, que hace nada argumentaba a bombo y platillo, y con gran firmeza, que nadie es responsable de lo que hacen sus familiares, ni ella de su hermano ni Almeida de su primo, va y se le ocurre implicar al padre del portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid. Asombroso descaro deshonesto y cínico. Y por cierto, al padre de Lobato le hemos visto y oído sus explicaciones al día siguiente de la acusación ¿dónde está Tomás Ayuso?, han pasado muchos meses desde que supimos lo de sus comisiones, ¿existe el tal hermano? Ni le hemos visto ni le hemos oído aunque la justicia  le espera. ¿Será nombre de paja? ¿quién estará detrás de ese nombre? ¡Sherlock Holmes, por favor, ayúdanos!

 

En este caso Luceño/Medina yo veo a Almeida un tanto atemorizado. El pobre…, parece encogido, y no hace más que echar balones fuera, pero esos balones le rebotan como a su colega, y le estallan en la cara. El pobre…, se le ve muy poquita cosa cuando se defiende diciendo eso de que todo lo que le está pasando es cosa de Sánchez: él no sabía, no conocía…; y resulta que él sabía, él conocía, él había escrito cartas de recomendación, él estaba al tanto…. Él está acorralado y la culpa la tiene Sánchez. Parece que Sánchez tiene el don de la ubicuidad, según los peperos está en todas partes y es culpable de todas las salsas. Es de juerga, y de lamento, tanto infantilismo político.

 

Se la han jugado. A Almeida le han estafado. Se ha callado durante meses el conocimiento de la estafa, y si se lo ha callado es porque sabía que la estafa se le iba a cargar a su responsabilidad política. Ahora, además de esa responsabilidad política por la estafa que no ha sabido controlar, le cae a su mochila la carga de haberse callado y no haber denunciado a tiempo. Hizo una mala elección y por mucho que patalee, es tarde. Está quedando como uno más de los implicados en ese sablazo que le han hecho a sus arcas.

 

Los comisionistas se defienden diciendo que cobrar comisiones es legal, y es cierto. Es legal, sí, pero lo que es muy  inmoral, es el llevarte mucho más dinero en comisiones que lo que cuesta el producto. Y, si han salido a la palestra los manejos chanchulleros de estos dos ‘pardillos listillos’ ¿qué sobrecostes inmensos y comisiones colosales se habrán pagado en estos dos años de crisis sanitaria a otros listillos y no tan pardillos? me pregunto temblando de indignación. No creo que lo sepamos nunca pero espero que por lo menos se levanten algunas alfombras más (todas es un sueño imposible) y queden en evidencia otros de los muchos salteadores del peculio público.

 

De momento aparece otro comisionista. Nos enteramos de que Gerard Piqué tiene una empresita para mover influencias y cobrar unos dineritos extras, porque parece que su sueldo millonario de jugador no le cubre sus necesidades. Así que sabemos que Arabia Saudí también le ‘regala’ a este empresario del futbol un sobrecito con 24 millones de dólares, y sin necesidad de que el Emérito interceda. Eso pretendía Piqué, pero Juan Carlos ya tiene bastante con negociar para sus intereses como para hacerlo para otros. No, hombre, no. Claro,  que también…, bien mirado…, el Emérito podría poner una oficinita de ‘Ayuda a Comisionistas’, le rentaría ser comisionista de comisionistas y, además, ocuparía ese tiempo aburrido que le sobra al día.

 

Por cierto, que dicen los vecinos de Sanxenxo (antes Sanjenjo) que el Emérito lleva tiempo en su ciudad. La situación de exhaustivos controles policiales y de seguridad, que se dan en la zona donde suele alojarse el marinero Juan Carlos cuando está en la ciudad, lleva unos cuantos días en plena actividad. Son controles muy exigentes que los vecinos conocen porque los sufren cada vez que se encuentra nuestro Rey de los méritos en la zona, por eso dan por seguro que está allí de incognito desde hace tiempo. Eso explicaría esas raras fotos. La continuidad del suelo de la foto no coincide, por lo que el fondo de la foto podría ser un montaje con un croma para hacer que parezca que están en Abu Dabi pero en realidad están en Galicia. Eso explicaría también ‘el corta y pega’ de extremidades  que sobran y que faltan. Si el Emérito está en su amado Sanxenxo yo podría respirar tranquila porque se resolvería ese misterio de las levitaciones y las garras que me tiene muy confundida.

 

Definitivamente he decidido que quiero ser comisionista. Voy un poco tarde pero quizás llegue a algo.

 

O témpora o mores

 

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