Sol Gómez Arteaga
Sábado, 25 de Junio de 2022

Goteo de emociones (I)

El día 29 de abril y durante siete viernes, colaboré en el programa de Radio Universitaria de León, dirigido por Corín Fernández “La vida es juego”. En el mismo se trataron por parte del aula de inteligencia emocional distintas emociones. Yo puse mi granito de arena con las palabras emocionadas que siguen a continuación.

[Img #59201]

 

 

Optimismo. Las emociones son muchas y variadas. Algunas tienen el efecto de brisas corazón que al rozarnos acarician nuestro espíritu, mientras que otras nos atenazan, oprimen, producen dolor. Una emoción positiva es el optimismo o tendencia a ver y juzgar lo que ocurre a nuestro alrededor en su aspecto más favorable.

 

Las cosas no son sino como las percibimos. Y saltar los charcos como si estuviéramos solos en el mundo un desapacible día de lluvia, mirar la botella que reposa en la mesa y verla medio llena o aprovechar ese tren que perdimos para conocer la ciudad, sus gentes y ese rincón del parque donde crecen las prímulas y la vida siempre se renueva, todas esas cosas son actitudes optimistas.

 

 

El arrepentimiento del latín repentir es el pesar que una persona siente por algo que ha hecho, dicho o dejado de hacer.

 

Me arrepiento de no haber jugado más y no haber bailado más y no haberme reído más.

 

Me arrepiento de no haberme dado más paseos por el bosque ante el temor de perderme entre los árboles.

 

De no haber dicho lo que pensaba en el momento en que lo pensaba.

 

De no haberme tirado en la hierba y pintado más pájaros en las nubes.

 

Me arrepiento de haberme dejado llevar, a veces, por la insidiosa pereza y otras por la fiera ira.

 

Me arrepiento de no haberme arrepentido a tiempo para, en algunas ocasiones, dar marcha atrás, rectificar.

 

 

Amor. Una de las emociones más positivas y nutricias quizás sea el amor. El objeto del amor es muy variado: hay amor de madre, amor fraternal, amor de amigo, amor propio, amor a las mascotas, amor a la naturaleza, amor a los libros… pero todo amor, se dirija adonde se dirija, confluye en el cuidado. Sin cuidado no hay amor.

 

Mención especial merece el amor romántico, el más pasional de todos pues nos altera el ánimo y nos puede hacer mucho daño si no es correspondido: sino pregunten a Romeo y Julieta, a Dido en la Eneida, a Calisto y Melibea, al joven Werther o a la inmortal Karenina.

 

Asombro. Es el efecto en el ánimo que alguien o algo nos causa por alguna cualidad extraordinaria o por el simple hecho de ser inesperado. Yo, sin ir más lejos, tengo asombros pequeñitos, asombros de andar por casa de los que, como si de una sombra se tratase, no consigo despegarme fácilmente: así, por ejemplo, me asombra la florecilla que encuentro en el camino pedregoso, las hojas corazón que descubro cada otoño en el muro de piedra, los zapatos colgados de los cables de la luz, la belleza inexpugnable del mar, su vaivén de olas, su olor a infancia. Lo que no acierto a entender me asombra. Y estoy contenta de mis asombros porque el día que no ocurra, el día que no me asombre, la vida será solo desierto, sin perspectiva, sin chispa, sin norte.

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.