ENTREVISTA / Alicia Juan Lobato
"Es importante que quien vea cine rumano entienda que nació dentro del comunismo y se ha desarrollado desde la democracia"
Mientras el IX Festival de Cortometrajes 'Luna de Cortos' encara la Gala de clausura y entrega de premios que se celebra en Riego de la Vega este sábado 13 de agosto a las 20 horas, con la posterior proyección de los cortos premiados y el 'Concierto fin de fiesta', con la cantante leonesa Mónica Duna. Aprovechamos desde Astorga Redacción para entrevistar a algunos de los participantes en el festival. En este caso lo hacemos con la investigadora Alicia Juan Lobato, que el miércoles impartió la conferencia sobre 'El nuevo cine rumano'
![[Img #59862]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/9786_1_dsc7459.jpg)
Astorga Redacción: ¿Qué le ha aportado el cine rumano que no le hubieran aportado otras cinematografías?
Alicia Juan Lobato: El cine rumano tiene unas características que me llamaron la atención desde el principio. Esa convivencia entre lo cotidiano y el conflicto, algo que sucede en otras culturas, pero que al irla conociendo en la cultura rumana me ha aportado mucho a nivel personal. Además ha sido muy interesante por las similitudes con la cultura española. La procedencia romana común nos acerca. Aunque es verdad que el carácter y la forma de hacer sean distintos. Pero sobre todo me ha aportado mucho a nivel intelectual y mental, y en mi desarrollo como persona.
No sé si podríamos decir que desde el cine rumano le pareció curiosa su forma de abordar la vida, su cultura y si lo pudo corroborar en us estancias de investigación en Rumanía.
Al principio conocía algunas películas, algunas cosas sueltas, pero la realidad desbordaba mis presentimientos. Según fui profundizando en esa cultura me sorprendió gratamente. Los rumanos suelen hablar más de un idioma y han bebido de las corrientes de todo lo que tienen alrededor, de Rusia, de Hungría, de Bulgaria, de Ucrania, de Moldavia y la antigua Yugoslavia, y todas esas influencias están implícitas en un mundo circundante. Suele ser gente muy generosa, muy cercana y pronta a ayudarte sin ningún tipo de problema. Me lo han puesto más fácil que en España para la continuidad de mi proyecto de investigación.
El cine puede ser un atractivo, un acicate para acercarse a otras culturas, pero entiendo que hasta que no convives en ella no la descubres de verdad. ¿Qué dificultades ha encontrado a lo largo de su investigación sobre la cultura y el cine rumano?
La verdad es que he encontrado bastantes. Primero el idioma, pues cuando inicié mi trabajo yo no hablaba el rumano. Había muchos textos específicos sobre cine en rumano cuyos matices no alcanzaban las traducciones de Google, lo cual me llevaba a equívocos y tenía que recurrir constantemente al Instituto de Cultura Rumano, y si el equivocó persistía acudir a las fuentes. Ha habido bastantes personas que me han ayudado en ese aspecto. La parte económica supone otra dificultad, pues para hacer un doctorado no hay becas de investigación suficientes, y el trabajo de un doctorado es una dedicación exclusiva. Esto me ha condicionado muchísimo. Otra dificultad que se ha ido superando es el ir conociendo a las personas, ganándome su confianza poco a poco. En España hay críticos de cine que conocen el cine rumano y en ese momento tuve que trabajar con ellos, acercarme a los expertos tanto españoles como rumanos. Pero yo he enfocado la tesis no tanto sobre el cine rumano como tal sino sobre la imagen que refleja lo cotidiano en el nuevo cine rumano. Al principio, durante cuatro años realicé un trabajo de campo que fue muy intenso, en el que pude entrevistar a 25 directores y luego productoras, actores y demás, pero siempre buscándome yo la vida. No hubo facilidad por parte de nadie, solo el Instituto de Cultura Rumano fue de gran ayuda.
![[Img #59863]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/543_1_dsc7529.jpg)
Me imagino la dificultad que supuso relacionarse con los expertos rumanos sin conocer el idioma, ¿ha aprendido la lengua?
Realmente sigo sin hablar rumano. Es cierto que lo entiendo bastante bien y para salir de un apuro puedo hablarlo. Destacaría de los rumanos su trato amable y sobre todo su afán por encontrarme traductores de la lengua que fuera cuando yo los entrevistaba. Esto desmiente los conceptos que en España tenemos sobre los rumanos, que dejan bastante que desear, y viendo ese cine que utiliza tan pocos recursos lo asocias con que esa gente está viviendo en otra dimensión. Es verdad que ellos lo han pasado muy mal en muchos aspectos, pero es gente con un nivel cultural altísimo. En el entorno que yo me he movido es gente que viaja muchísimo que se esfuerza muchísimo.
¿Hay algún director que le haya llamado especialmente la atención?
En realidad le podría decir que todos porque cada uno tenía su propia particularidad. Puedo tener ciertas preferencias en cuanto al trabajo que puedan hacer, pero todos me resultan muy interesantes. En las entrevistas que les hacía lo llevaba todo muy preparado, los conocía personalmente con intensidad, mientras que era una total desconocida para ellos. Había, pues, una distancia emocional prácticamente insalvable, pero su amabilidad en las diferentes circunstancias en las que realice las entrevistas, es más que proverbial. No puedo escoger entre ninguno de ellos pues cada uno tiene su aportación, su relevancia, y su importancia.
Después de tantos años dedicada con tanta intensidad a una cultura, a unos directores y sus formas de hacer, parece natural esa fascinación por su mundillo sobre todo como es su caso, si ha sido capaz de transferir ese interés a sus peculiaridades culturales.
Sí, de alguna forma te encariñas mucho con su forma de hacer las cosas, con sus discursos, aunque cada uno de ellos tenga su manera diferente de abordar el cine. Es cierto que les han intentado colgar el San Benito de ‘la nueva ola’ y no van por ahí los tiros. Pues no sé si tan siquiera se les podría denominar movimiento al no tener un manifiesto. Pero sí es verdad que tienen una temática bastante similar, una forma de trabajar muy parecida y que el guionista solía ser el mismo. También es cierto que viven en la misma circunstancia y sin embargo resulta todavía difícil, y ellos lo rechazan, englobarlos en un mismo grupo. Vienen de un comunismo muy rígido y quieren su propia independencia artística y personal. Pero también entiendo que la crítica de cine para venderlos o exportarlos les conviene un marchamo aglutinador. En su caso yo me he basado en los estudios de Alex Leo Serra, que ya hablaba hace algunos años del ‘Nuevo Cine Rumano’. Pero hay otros académicos que lo denominan ‘La nueva ola’. Aunque no deja de haber una cierta unanimidad al menos en Rumanía. Ellos han insistido continuamente en que no. No son un grupo compacto y yo como estudiosa lo respeto.
![[Img #59864]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/9956_3_dsc7533.jpg)
Es difícil si no imposible ponerse exactamente en la piel del otro, de sus circunstancias, pero no sé si será absolutamente necesario poder hacerlo para conseguir entenderse. Entiendo que usted es consciente de esa distancia y mantiene ese respeto pero hasta dónde puede llegar.
Sobre todo respetar cuando desconoces. En las primeras entrevistas, que eran muy estandarizadas, les preguntaba a cada uno las mismas cuestiones a las que seguramente estarían cansados de responder.
¿Conocía el contexto sociopolítico rumano y ha sido relevante para la investigación?
Al principio no lo conocía, al menos no conocía las repercusiones sobre su vida actual por haber vivido aquellos años intensos bajo el comunismo. Conocer su modo de vida es fundamental para entender su cinematografía. Fue muy complicado precisamente por eso, porque tienen una historia política muy compleja, han sufrido muchos cambios en los últimos 200 años. Contextualizar todo eso para entender por qué Pintilie o Danielou en la época de Ceausescu hacían lo que hacían, revelándose contra el sistema no solamente en el cine, sino también en las artes y cómo eso ha influido en el cine y la manera de entender el arte de las generaciones actuales. Este cine ha nacido dentro del comunismo pero luego se han desarrollado desde la libertad y la democracia. Y cuando tienes una democracia que no sabes cómo manejarla porque careces de referentes la cosa se complica inmensamente. Y luego entenderlo desde fuera sin prejuicios me llevó muchísimo tiempo y esfuerzo. Al cabo tienes siempre unas cuantas versiones de una misma historia. ¿Con cuál te quedas? Intentas ser neutra pero se trata de una neutralidad externa que carece de la intensidad de los sujetos que la han vivido. Me parece bastante importante que la gente que pueda ver ese cine entienda o tenga una ligera idea de qué es lo que ha sucedido allí y cómo les ha influido porque luego está reflejado directa o indirectamente sobre todo en las primeras películas de los primeros diez años de este siglo.
![[Img #59865]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/7689_4_dsc7567.jpg)
¿Cree que el cine rumano trata contenidos de diferentes ámbitos artísticos? ¿cómo los pone en relación?
Hablamos de la transversalidad que es fundamental y sí que he necesitado una metodología de trabajo especial con esta tesis, que me obligaba a cierta subjetividad, donde tenía que elegir a quién dejaba dentro a quién dejaba fuera, por qué o bajo qué criterios. También necesitaba hacer comparativas con otros cines, aunque no fuera tampoco mi especialidad. Entonces yo lo hice a través de la imagen. Cuando hablamos de lo cotidiano, o hablamos de realismo o de la verdad, nos encontramos con una alta ambigüedad y es preciso definirlos desde un punto de vista artístico Algo muy complejo porque entonces surge el punto de vista de la disciplina, porque una cosa es el valor cinematográfico, otro valor puede ser pictórico, pero en el fondo siempre es lo mismo, es una forma de interpretar las cosas desde un punto de vista y desde unas circunstancias. Tuve que acudir a la pintura, en este caso a la pintura flamenca del XVII, en un libro de Todorov, que es cuando la pintura deja atrás el tema religioso para hablar de las personas en su cotidianeidad. La pintura tiene cantidad de referentes al respecto, ya no es tanto la diferencia de soportes, pero sí lo que es la imagen en sí, que está contando exactamente lo mismo. Y a partir de ahí es buscar relaciones constantemente. Por ello necesitaba una metodología especial, por ejemplo la de Aby Warburg que es poner diferentes cosas dentro de un mismo conjunto para hacer una lectura. Lo que no deja de ser algo muy subjetivo. Por supuesto que con la ayuda de las diversas disciplinas humanísticas y científicas, apoyándote en otras interpretaciones reconocidas. Yo lo que quería era hacer algo bastante multidisciplinar para poder realmente buscar otras salidas otras formas de hacer las cosas que creo que pueden ser también muy interesantes y que fueran más creativas. Mi idea es darle una forma realmente que a mí me hiciera sentir cómoda desde mi formación académica en Bellas Artes, aplicar todo eso al cine. No exclusivamente pero sí en gran parte. A mí me parece fundamental para poder desarrollar la tesis y darle una forma que diferiría bastante de la que pudiera darle otra persona desde otros puntos de vista y de otras disciplinas.
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Astorga Redacción: ¿Qué le ha aportado el cine rumano que no le hubieran aportado otras cinematografías?
Alicia Juan Lobato: El cine rumano tiene unas características que me llamaron la atención desde el principio. Esa convivencia entre lo cotidiano y el conflicto, algo que sucede en otras culturas, pero que al irla conociendo en la cultura rumana me ha aportado mucho a nivel personal. Además ha sido muy interesante por las similitudes con la cultura española. La procedencia romana común nos acerca. Aunque es verdad que el carácter y la forma de hacer sean distintos. Pero sobre todo me ha aportado mucho a nivel intelectual y mental, y en mi desarrollo como persona.
No sé si podríamos decir que desde el cine rumano le pareció curiosa su forma de abordar la vida, su cultura y si lo pudo corroborar en us estancias de investigación en Rumanía.
Al principio conocía algunas películas, algunas cosas sueltas, pero la realidad desbordaba mis presentimientos. Según fui profundizando en esa cultura me sorprendió gratamente. Los rumanos suelen hablar más de un idioma y han bebido de las corrientes de todo lo que tienen alrededor, de Rusia, de Hungría, de Bulgaria, de Ucrania, de Moldavia y la antigua Yugoslavia, y todas esas influencias están implícitas en un mundo circundante. Suele ser gente muy generosa, muy cercana y pronta a ayudarte sin ningún tipo de problema. Me lo han puesto más fácil que en España para la continuidad de mi proyecto de investigación.
El cine puede ser un atractivo, un acicate para acercarse a otras culturas, pero entiendo que hasta que no convives en ella no la descubres de verdad. ¿Qué dificultades ha encontrado a lo largo de su investigación sobre la cultura y el cine rumano?
La verdad es que he encontrado bastantes. Primero el idioma, pues cuando inicié mi trabajo yo no hablaba el rumano. Había muchos textos específicos sobre cine en rumano cuyos matices no alcanzaban las traducciones de Google, lo cual me llevaba a equívocos y tenía que recurrir constantemente al Instituto de Cultura Rumano, y si el equivocó persistía acudir a las fuentes. Ha habido bastantes personas que me han ayudado en ese aspecto. La parte económica supone otra dificultad, pues para hacer un doctorado no hay becas de investigación suficientes, y el trabajo de un doctorado es una dedicación exclusiva. Esto me ha condicionado muchísimo. Otra dificultad que se ha ido superando es el ir conociendo a las personas, ganándome su confianza poco a poco. En España hay críticos de cine que conocen el cine rumano y en ese momento tuve que trabajar con ellos, acercarme a los expertos tanto españoles como rumanos. Pero yo he enfocado la tesis no tanto sobre el cine rumano como tal sino sobre la imagen que refleja lo cotidiano en el nuevo cine rumano. Al principio, durante cuatro años realicé un trabajo de campo que fue muy intenso, en el que pude entrevistar a 25 directores y luego productoras, actores y demás, pero siempre buscándome yo la vida. No hubo facilidad por parte de nadie, solo el Instituto de Cultura Rumano fue de gran ayuda.
![[Img #59863]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/543_1_dsc7529.jpg)
Me imagino la dificultad que supuso relacionarse con los expertos rumanos sin conocer el idioma, ¿ha aprendido la lengua?
Realmente sigo sin hablar rumano. Es cierto que lo entiendo bastante bien y para salir de un apuro puedo hablarlo. Destacaría de los rumanos su trato amable y sobre todo su afán por encontrarme traductores de la lengua que fuera cuando yo los entrevistaba. Esto desmiente los conceptos que en España tenemos sobre los rumanos, que dejan bastante que desear, y viendo ese cine que utiliza tan pocos recursos lo asocias con que esa gente está viviendo en otra dimensión. Es verdad que ellos lo han pasado muy mal en muchos aspectos, pero es gente con un nivel cultural altísimo. En el entorno que yo me he movido es gente que viaja muchísimo que se esfuerza muchísimo.
¿Hay algún director que le haya llamado especialmente la atención?
En realidad le podría decir que todos porque cada uno tenía su propia particularidad. Puedo tener ciertas preferencias en cuanto al trabajo que puedan hacer, pero todos me resultan muy interesantes. En las entrevistas que les hacía lo llevaba todo muy preparado, los conocía personalmente con intensidad, mientras que era una total desconocida para ellos. Había, pues, una distancia emocional prácticamente insalvable, pero su amabilidad en las diferentes circunstancias en las que realice las entrevistas, es más que proverbial. No puedo escoger entre ninguno de ellos pues cada uno tiene su aportación, su relevancia, y su importancia.
Después de tantos años dedicada con tanta intensidad a una cultura, a unos directores y sus formas de hacer, parece natural esa fascinación por su mundillo sobre todo como es su caso, si ha sido capaz de transferir ese interés a sus peculiaridades culturales.
Sí, de alguna forma te encariñas mucho con su forma de hacer las cosas, con sus discursos, aunque cada uno de ellos tenga su manera diferente de abordar el cine. Es cierto que les han intentado colgar el San Benito de ‘la nueva ola’ y no van por ahí los tiros. Pues no sé si tan siquiera se les podría denominar movimiento al no tener un manifiesto. Pero sí es verdad que tienen una temática bastante similar, una forma de trabajar muy parecida y que el guionista solía ser el mismo. También es cierto que viven en la misma circunstancia y sin embargo resulta todavía difícil, y ellos lo rechazan, englobarlos en un mismo grupo. Vienen de un comunismo muy rígido y quieren su propia independencia artística y personal. Pero también entiendo que la crítica de cine para venderlos o exportarlos les conviene un marchamo aglutinador. En su caso yo me he basado en los estudios de Alex Leo Serra, que ya hablaba hace algunos años del ‘Nuevo Cine Rumano’. Pero hay otros académicos que lo denominan ‘La nueva ola’. Aunque no deja de haber una cierta unanimidad al menos en Rumanía. Ellos han insistido continuamente en que no. No son un grupo compacto y yo como estudiosa lo respeto.
![[Img #59864]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/9956_3_dsc7533.jpg)
Es difícil si no imposible ponerse exactamente en la piel del otro, de sus circunstancias, pero no sé si será absolutamente necesario poder hacerlo para conseguir entenderse. Entiendo que usted es consciente de esa distancia y mantiene ese respeto pero hasta dónde puede llegar.
Sobre todo respetar cuando desconoces. En las primeras entrevistas, que eran muy estandarizadas, les preguntaba a cada uno las mismas cuestiones a las que seguramente estarían cansados de responder.
¿Conocía el contexto sociopolítico rumano y ha sido relevante para la investigación?
Al principio no lo conocía, al menos no conocía las repercusiones sobre su vida actual por haber vivido aquellos años intensos bajo el comunismo. Conocer su modo de vida es fundamental para entender su cinematografía. Fue muy complicado precisamente por eso, porque tienen una historia política muy compleja, han sufrido muchos cambios en los últimos 200 años. Contextualizar todo eso para entender por qué Pintilie o Danielou en la época de Ceausescu hacían lo que hacían, revelándose contra el sistema no solamente en el cine, sino también en las artes y cómo eso ha influido en el cine y la manera de entender el arte de las generaciones actuales. Este cine ha nacido dentro del comunismo pero luego se han desarrollado desde la libertad y la democracia. Y cuando tienes una democracia que no sabes cómo manejarla porque careces de referentes la cosa se complica inmensamente. Y luego entenderlo desde fuera sin prejuicios me llevó muchísimo tiempo y esfuerzo. Al cabo tienes siempre unas cuantas versiones de una misma historia. ¿Con cuál te quedas? Intentas ser neutra pero se trata de una neutralidad externa que carece de la intensidad de los sujetos que la han vivido. Me parece bastante importante que la gente que pueda ver ese cine entienda o tenga una ligera idea de qué es lo que ha sucedido allí y cómo les ha influido porque luego está reflejado directa o indirectamente sobre todo en las primeras películas de los primeros diez años de este siglo.
![[Img #59865]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/7689_4_dsc7567.jpg)
¿Cree que el cine rumano trata contenidos de diferentes ámbitos artísticos? ¿cómo los pone en relación?
Hablamos de la transversalidad que es fundamental y sí que he necesitado una metodología de trabajo especial con esta tesis, que me obligaba a cierta subjetividad, donde tenía que elegir a quién dejaba dentro a quién dejaba fuera, por qué o bajo qué criterios. También necesitaba hacer comparativas con otros cines, aunque no fuera tampoco mi especialidad. Entonces yo lo hice a través de la imagen. Cuando hablamos de lo cotidiano, o hablamos de realismo o de la verdad, nos encontramos con una alta ambigüedad y es preciso definirlos desde un punto de vista artístico Algo muy complejo porque entonces surge el punto de vista de la disciplina, porque una cosa es el valor cinematográfico, otro valor puede ser pictórico, pero en el fondo siempre es lo mismo, es una forma de interpretar las cosas desde un punto de vista y desde unas circunstancias. Tuve que acudir a la pintura, en este caso a la pintura flamenca del XVII, en un libro de Todorov, que es cuando la pintura deja atrás el tema religioso para hablar de las personas en su cotidianeidad. La pintura tiene cantidad de referentes al respecto, ya no es tanto la diferencia de soportes, pero sí lo que es la imagen en sí, que está contando exactamente lo mismo. Y a partir de ahí es buscar relaciones constantemente. Por ello necesitaba una metodología especial, por ejemplo la de Aby Warburg que es poner diferentes cosas dentro de un mismo conjunto para hacer una lectura. Lo que no deja de ser algo muy subjetivo. Por supuesto que con la ayuda de las diversas disciplinas humanísticas y científicas, apoyándote en otras interpretaciones reconocidas. Yo lo que quería era hacer algo bastante multidisciplinar para poder realmente buscar otras salidas otras formas de hacer las cosas que creo que pueden ser también muy interesantes y que fueran más creativas. Mi idea es darle una forma realmente que a mí me hiciera sentir cómoda desde mi formación académica en Bellas Artes, aplicar todo eso al cine. No exclusivamente pero sí en gran parte. A mí me parece fundamental para poder desarrollar la tesis y darle una forma que diferiría bastante de la que pudiera darle otra persona desde otros puntos de vista y de otras disciplinas.






