Campos recorre en su último libro la arquitectura menor de Maragatería que, a pesar de la despoblación, "sigue metamorfoseándose"
Juan Carlos Campos ha realizado estos días 'doblete' en Astorga y Val de San Lorenzo, en la presentación de su último libro ‘Maragatería secreta’. El viernes acompañaban al autor en Astorga el alcalde, Juan José Alonso Perandones, y el periodista Enrique Ramos. Al día siguiente, el investigador realizó la presentación en La Comunal del Val.
![[Img #60032]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/9386_2_dsc8316.jpg)
En Astorga, el acto estuvo amenizado por un tamboril y tres pares de castañuelas que pretendían crear el ambiente musical de la tierra y las costumbres que se abordan en el libro. Enrique Ramos puso de relieve que en el libro se documentan los elementos constructivos que el hombre deja a la posteridad, como era ya desde los petroglifos. "Cada cultura o cada subcultura contribuye a cultivar la diferencia a la hora de construir, como es el caso de los maragatos. Y esa diferencia es la que quiere abordar Juan Carlos Campos", indicaba Ramos, quien enumeró unas cuantas cualidades del libro: la autoedición, el tipo de papel, la calidad fotográfica, una edición muy cuidada y una buena escritura.
El alcalde destacó que el libro presenta una Maragatería con cierto dolor, pues el autor percibe cómo esa tierra se va vaciando. "Por eso es un libro triste y dulce, por la idea de cariño a una tierra que sufre, que se despuebla y arruina. Esto que le pasa a la tierra le sucede a quien la ama, le causa herida. Esa herida es un testimonio de la maragatería de hoy", indicó Perandones, desgranando a continuación alguno de los apartados que constituyen el libro: la simbología de los elementos arquitectónicos, de los dinteles, de los remates de tejados, de los picaportes, y en torno a cada uno de estos elementos menores las creencias asociadas. Perandones ve a Campos como un continuador de José María Luengo, "en su tarea recopiladora de esos elementos de la cultura que podíamos denominar menores...".
![[Img #60033]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/959_1_dsc8302.jpg)
Juan Carlos Campos comenzaba su relato hablando de los colores de los portones, los herrajes, los relojes de sol, los llamadores, los simbolismos de la suerte o las higas, todas pequeñas cosas en torno a las más grandes que ya han tratado los especialistas. "Entonces lo pequeño, lo prescindible se queda fuera.”
El antecedente, decía Campos, está en el libro de José María Luengo, 'La arquitectura popular de la Maragatería', donde se analizan estos elementos menores, estableciendo clasificaciones que son muy útiles para continuar: chimeneas, patios empedrados, piedras en las cumbres del tejado… Esto, decía Campos, fue ya hace muchos años, ahora "con las nuevas tecnologías y aprovechando el trabajo de Luengo, se puede seguir observando y clasificando, y apreciar las novedades y los elementos que han ido desapareciendo".
En 100 años hay novedades que triunfan y que no aparecen en el libro de José María Luengo, por ejemplo los geijos, que apenas los cita de pasada, sin embargo también en esto se puede establecer una clasificación. Tampoco aborda Luengo las 'tejas pajareras' o las 'bocas de lagarto', los relojes de sol, los colores de puertas y ventanas, la clasificación de las cruces de las veletas.
![[Img #60034]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/9626_3_dsc8326.jpg)
Sobre los ‘geijos’, en la actualidad, señalaba el investigador, se han quedado como una simple costumbre estética en los tejados sin que se sepa el significado de los mismos. En Navarra por ejemplo se le llaman 'espantabrujas'. También comentaba el uso apotropaico, de rito mágico, de ciertos elementos protectores como las tenazas en cruz sobre la cernadas.
'Maragatería secreta' es un libro en auto edición que consta de 240 páginas y más de 240 fotos.
En Val de San Lorenzo
En Val de San Lorenzo, Campos volvió a hablar del arqueólogo astorgano José Mª Luengo, descubridor de las pinturas pompeyanas en la actual plaza de Santocildes de Astorga, que realizó los primeros estudios de las cloacas romanas de la ciudad en 1946 y promovió la declaración como Monumento Nacional de la Ergástula que hoy parte del Museo Romano.
Así fue como el investigador Campos comenzó la presentación de su último libro 'Maragatería secreta', antes de recorrer relojes de sol, las chimeneas características y candongas, los empedrados de las entradas a las casas y los corrales, los herrajes y aldabas, así como las bocas de lagarto o de lobo en los tejados, las pájaras y los botijos y piedras con las que se rematan las techumbres.
![[Img #60063]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2022/5967_20220820_201003.jpg)
En Astorga, el acto estuvo amenizado por un tamboril y tres pares de castañuelas que pretendían crear el ambiente musical de la tierra y las costumbres que se abordan en el libro. Enrique Ramos puso de relieve que en el libro se documentan los elementos constructivos que el hombre deja a la posteridad, como era ya desde los petroglifos. "Cada cultura o cada subcultura contribuye a cultivar la diferencia a la hora de construir, como es el caso de los maragatos. Y esa diferencia es la que quiere abordar Juan Carlos Campos", indicaba Ramos, quien enumeró unas cuantas cualidades del libro: la autoedición, el tipo de papel, la calidad fotográfica, una edición muy cuidada y una buena escritura.
El alcalde destacó que el libro presenta una Maragatería con cierto dolor, pues el autor percibe cómo esa tierra se va vaciando. "Por eso es un libro triste y dulce, por la idea de cariño a una tierra que sufre, que se despuebla y arruina. Esto que le pasa a la tierra le sucede a quien la ama, le causa herida. Esa herida es un testimonio de la maragatería de hoy", indicó Perandones, desgranando a continuación alguno de los apartados que constituyen el libro: la simbología de los elementos arquitectónicos, de los dinteles, de los remates de tejados, de los picaportes, y en torno a cada uno de estos elementos menores las creencias asociadas. Perandones ve a Campos como un continuador de José María Luengo, "en su tarea recopiladora de esos elementos de la cultura que podíamos denominar menores...".
Juan Carlos Campos comenzaba su relato hablando de los colores de los portones, los herrajes, los relojes de sol, los llamadores, los simbolismos de la suerte o las higas, todas pequeñas cosas en torno a las más grandes que ya han tratado los especialistas. "Entonces lo pequeño, lo prescindible se queda fuera.”
El antecedente, decía Campos, está en el libro de José María Luengo, 'La arquitectura popular de la Maragatería', donde se analizan estos elementos menores, estableciendo clasificaciones que son muy útiles para continuar: chimeneas, patios empedrados, piedras en las cumbres del tejado… Esto, decía Campos, fue ya hace muchos años, ahora "con las nuevas tecnologías y aprovechando el trabajo de Luengo, se puede seguir observando y clasificando, y apreciar las novedades y los elementos que han ido desapareciendo".
En 100 años hay novedades que triunfan y que no aparecen en el libro de José María Luengo, por ejemplo los geijos, que apenas los cita de pasada, sin embargo también en esto se puede establecer una clasificación. Tampoco aborda Luengo las 'tejas pajareras' o las 'bocas de lagarto', los relojes de sol, los colores de puertas y ventanas, la clasificación de las cruces de las veletas.
Sobre los ‘geijos’, en la actualidad, señalaba el investigador, se han quedado como una simple costumbre estética en los tejados sin que se sepa el significado de los mismos. En Navarra por ejemplo se le llaman 'espantabrujas'. También comentaba el uso apotropaico, de rito mágico, de ciertos elementos protectores como las tenazas en cruz sobre la cernadas.
'Maragatería secreta' es un libro en auto edición que consta de 240 páginas y más de 240 fotos.
En Val de San Lorenzo
En Val de San Lorenzo, Campos volvió a hablar del arqueólogo astorgano José Mª Luengo, descubridor de las pinturas pompeyanas en la actual plaza de Santocildes de Astorga, que realizó los primeros estudios de las cloacas romanas de la ciudad en 1946 y promovió la declaración como Monumento Nacional de la Ergástula que hoy parte del Museo Romano.
Así fue como el investigador Campos comenzó la presentación de su último libro 'Maragatería secreta', antes de recorrer relojes de sol, las chimeneas características y candongas, los empedrados de las entradas a las casas y los corrales, los herrajes y aldabas, así como las bocas de lagarto o de lobo en los tejados, las pájaras y los botijos y piedras con las que se rematan las techumbres.