Paz Martínez
Sábado, 24 de Septiembre de 2022

Alas para volar: Frida Khalo

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Frida Kahlo transita por mi mente llenándolo todo después de haber visitado una exposición dedicada a su vida y obra. Me ha dejado llena de preguntas, de contrariedades. También me ha transmitido confidencias que no os puedo contar porque para eso tendría que saber poner voz al lenguaje de su alma.

 

Podría describir la experiencia como impresionante, demoledora e incluso dolorosamente bella. Un recorrido por la biografía de la artista que resulta desgarrador, pero que en contraposición, reúne su obra cicatrizante, la que sirvió de desahogo a todo su padecimiento y, por lo tanto, la que descubre sin tapujos a la verdadera Frida en un trabajo tan intimista que lo realizó únicamente para sí misma.

 

Me cuesta imaginarla tendida en la cama, mortificada de dolor y, sin embargo, nunca abatida, usando sus pinceles como varitas mágicas para escapar a ninguna parte porque regresaba, cada vez, en torno a sí misma a través de los autorretratos que el espejo del techo le devolvía. Me cuesta imaginar cómo la paleta de colores le reconfortaba ante la polio, las operaciones, los abortos, la amputación, el amor traicionado, la crudeza con la que la vida la trató y ante la que otras hubiéramos entregado las armas y el alma mucho antes.

 

Me cabe imaginar a unaFrida valiente, decidida, insolente, orgullosa y delicada. En su obra no cabe la insinuación porque es de una transparencia tan brutal que deja rastros de sangre y lágrimas hasta en los marcos de los cuadros.

 

Atravesar el umbral de la Casa de México y descubrir a Frida me aporta una mayor clarividencia sobre la artista, sensaciones, ideas, ángulos en los que apenas había reparado antes. Frida no es la pintora Art Dèco que todos creemos conocer popularmente, ni la retratista de sus primeros años académicos. Frida es la indígena que no busca la mirada del espectador sino la propia para reconocerse en su propio dolor, reproducirlo en su obra, pero sin hacerlo evidente en su vida cotidiana, como una máscara ? tal que así, se llama uno de sus más extraordinarios autorretratos ?, como si ese dolor no le perteneciera completamente.

 

Del techo de una de las salas cuelgan páginas de su diario, coloridos dibujos, frases, pensamientos, poemas…Se mezclan la fuerza, el amor, la locura, la rabia y el genio. Se muestra la mujer que busca ser madre con desesperación, con obsesión y solo halla frustración y un sufrimiento. La amante apasionada, la paloma enamorada del elefante (tal que así fue descrita la relación con Diego Rivera por el padre de ella). “Diego es bueno conmigo y me quiere (hasta ahorita) bastante” le decía Frida a su madre, tal vez tratando de convencerla de que él era lo que necesitaba. Y dos veces se casó con Diego a pesar de sus amoríos con otras jóvenes pintoras cuyo talento siempre estaba en razón directa con la temperatura de sus bajos, en palabras de la propia Frida. Pero así era Diego, jamás supo amar a una sola mujer: “Quizá esperen oír de mí lamentos de ‘lo mucho que se sufre viviendo con un hombre como Diego. Pero yo no creo que las márgenes de un río sufran por dejarlo correr…” Y aunque la amante llegara a ser incluso la propia hermana de la artista, ésta termina siempre por volver, porque lo quiere más que a su piel. Así que, llegados a este caso y por aquello de equilibrar la pareja , que ambas partes tuvieran amantes me resulta de lo más razonable. Aunque el nombre de Diego sea el que leo obsesivamente en cada hoja que pende del techo.

 

Y con todo ello, Frida Khalo tenía alas para volar y fue la inspiración de muchas mujeres. Es la perfección en la más pura imperfección.Una mujer libre, considerada feminista por unas y lo contrario por otras, luchadora sin duda y con una enorme pasión por la vida. Un carácter único y fuerte presencia.

 

“Yo quisiera… poder hacer lo que me dé la gana detrás de la cortina de ‘la locura’. Así: arreglaría las flores, todo el día, pintaría el dolor, el amor y la ternura, me reiría a mis anchas de la estupidez de los otros, y todos dirían: ¡pobre! está loca.”

 

Cómo eras Frida… imposible de explicar y, sin embargo, basta con clavar la mirada en tus trazos para comprender lo que con palabras no se puede contar.

 

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