Ecolecturas y ecopoesía contra las catástrofes ambientales y lingüísticas
![[Img #60495]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2022/991_1dsc_2447.jpg)
La Biblioteca Municipal acogía este domingo un coloquio sobre la ecopoesía y una ecolectura protagonizado por las escritoras Julia Barella y Luz Pichel, y moderado por Javier Gómez Montero. El acto llevaba el marchamo de las ‘Afinidades Electivas’, promovido por la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura, del Ministerio de Cultura y Deporte. La librería ‘El Progreso’ fue la promotora de este acto en Astorga.
Comenzaba Javier García Montero señalando que el motivo del coloquio y ecolectura con Luz Pichel y Julia Varela estaba muy claro: el cambio climático, el río Turienzo descontrolándose, los montes de Zamora ardiendo y el fuego del Teleno que exigían una respuesta ciudadana. "La poesía -añadía- puede dar una respuesta cívica. Hablamos de medio ambiente y Julia Barella es una especialista en estos temas. Luz Pichel con una obra poética que incide en multitud de ocasiones en estos temas. ‘Alén’ es el más allá y el pueblo de la escritora, y forma parte del título del último libro de la escritora: ‘Alén, Alén", indicaba Gómez Montero.
![[Img #60493]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2022/6789_2-dsc_2465.jpg)
Comenzó Julia Barella diciendo que la ecocrítica estudia la relación que ha tenido el ser humano con la naturaleza y el medio ambiente. La relación con la naturaleza ha ido modificándose. Una modificación novedosa es el actual ecofeminismo. La ecocrítica tiene su parte de activismo. Se trata de una ciencia, decía, bastante interdisciplinar. Dentro de la ecocrítica se incluye el estudio de los paraísos, también de las catástrofes, los paisajes después de la batalla. "También estudia la relación con los animales no racionales, con lo vivo, con su lenguaje, con sus sentimientos y las relaciones con las poblaciones indígenas cada vez más marginadas", señalaba la escritora.
"¿Qué tiene esto que ver con mi poesía?", se preguntaba. En su caso los "paisajes después de la batalla", los paisajes que se van destruyendo y que fueron valiosos, y "en algunos casos vivifican aquello que fuimos y lo que podemos ser. La relación de nuestro paisaje cultural con el paisaje de la infancia es fundamental". Aludió a la imagen del jardín presente en casi todas las religiones antiguas.
![[Img #60494]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2022/7250_3dsc_2485.jpg)
Luz Pichel dijo que "la poesía son disturbios, es el nervio mismo y tiene que herir. Pero se hace con la lengua, la poesía es el trabajo con la lengua. Y si no hay trabajo con la lengua no hay poesía". Luz Pichel elige en sus poemas entre dos bloques de lenguas, las 'buenas' y las 'malas', las 'pobres', y se sitúa con las ‘pobres’, las ‘malas’, las que se prestan al balbuceo y no a la grandilocuencia: en su caso son el gallego rural y el castellano rural de Galicia o la oralidad de Madrid.
Entiende Luz Pichel la ecopoesía como "el amor y el respeto a la propia lengua, como cuando cuidamos del clima". El imaginario de la poesía de Luz Pichel tiene que ver con la tierra, con el paisaje de infancia, pero también aborda temas como el feminismo, las migraciones, etcétera.
A continuación hubo lecturas de poemas por parte de Julia Barella y Luz Pichel.
La Biblioteca Municipal acogía este domingo un coloquio sobre la ecopoesía y una ecolectura protagonizado por las escritoras Julia Barella y Luz Pichel, y moderado por Javier Gómez Montero. El acto llevaba el marchamo de las ‘Afinidades Electivas’, promovido por la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura, del Ministerio de Cultura y Deporte. La librería ‘El Progreso’ fue la promotora de este acto en Astorga.
Comenzaba Javier García Montero señalando que el motivo del coloquio y ecolectura con Luz Pichel y Julia Varela estaba muy claro: el cambio climático, el río Turienzo descontrolándose, los montes de Zamora ardiendo y el fuego del Teleno que exigían una respuesta ciudadana. "La poesía -añadía- puede dar una respuesta cívica. Hablamos de medio ambiente y Julia Barella es una especialista en estos temas. Luz Pichel con una obra poética que incide en multitud de ocasiones en estos temas. ‘Alén’ es el más allá y el pueblo de la escritora, y forma parte del título del último libro de la escritora: ‘Alén, Alén", indicaba Gómez Montero.
Comenzó Julia Barella diciendo que la ecocrítica estudia la relación que ha tenido el ser humano con la naturaleza y el medio ambiente. La relación con la naturaleza ha ido modificándose. Una modificación novedosa es el actual ecofeminismo. La ecocrítica tiene su parte de activismo. Se trata de una ciencia, decía, bastante interdisciplinar. Dentro de la ecocrítica se incluye el estudio de los paraísos, también de las catástrofes, los paisajes después de la batalla. "También estudia la relación con los animales no racionales, con lo vivo, con su lenguaje, con sus sentimientos y las relaciones con las poblaciones indígenas cada vez más marginadas", señalaba la escritora.
"¿Qué tiene esto que ver con mi poesía?", se preguntaba. En su caso los "paisajes después de la batalla", los paisajes que se van destruyendo y que fueron valiosos, y "en algunos casos vivifican aquello que fuimos y lo que podemos ser. La relación de nuestro paisaje cultural con el paisaje de la infancia es fundamental". Aludió a la imagen del jardín presente en casi todas las religiones antiguas.
Luz Pichel dijo que "la poesía son disturbios, es el nervio mismo y tiene que herir. Pero se hace con la lengua, la poesía es el trabajo con la lengua. Y si no hay trabajo con la lengua no hay poesía". Luz Pichel elige en sus poemas entre dos bloques de lenguas, las 'buenas' y las 'malas', las 'pobres', y se sitúa con las ‘pobres’, las ‘malas’, las que se prestan al balbuceo y no a la grandilocuencia: en su caso son el gallego rural y el castellano rural de Galicia o la oralidad de Madrid.
Entiende Luz Pichel la ecopoesía como "el amor y el respeto a la propia lengua, como cuando cuidamos del clima". El imaginario de la poesía de Luz Pichel tiene que ver con la tierra, con el paisaje de infancia, pero también aborda temas como el feminismo, las migraciones, etcétera.
A continuación hubo lecturas de poemas por parte de Julia Barella y Luz Pichel.