Ecopoesía. Isasy Cadierno
En los últimos domingos se han sucedido en Astorga y en San Martín del Agostedo dos actos poéticos relacionados con la 'Ecopoesía'. El primero en la Biblioteca Municipal de Astorga con las intervenciones de Julia Barella y Luz Pichel. El segundo en San Martín del Agostedo con un recital poético en el que participaron Delfín Nava, Paz Martínez y Eloy Rubio Carro. También de forma no presencial lo hacía Isasy Cadierno, de quien hoy publicamos sus ecopoemas.
![[Img #60750]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2022/8136_670-nuria-cadierno.jpg)
Dios de sal
Anuncia el sabio
los dictados sordos,
que traen los ecos,
y fanales entre mares rotos.
Canto de lábil cantar
en garganta de torpes tordos,
acabando en el charco lodado,
y tus alas de sueños tardos.
Anuncia el sabio,
que no hay tempestad,
el aire aparta las nieblas,
de cegueras sin cribar.
Pero quizá,
los barcos vacíos,
gobiernen tú mar,
y tus palabras mojadas de sal.
Grietas
Si hablaran las piedras,
hablarían,
de las últimas hogueras humeantes,
que esparcían su humo añil por todo el valle.
Si hablaran las piedras,
andarían susurrando sus lluvias y el grito del hombre,
haciendo ecos entre sus gigantes grietas.
Pero entre sus silencios y sedas,
se acarician los aromas de miles de años,
parando a mis pies,
enredando mis manos.
Es la Magia agotada que espera, sentada al calor de la última tribu…
Pero el mago,
escondió en algún lugar las tormentas,
trajo la tierra,
y cubrió sus tesoros en el tiempo… entre arenas inquietas.
La mujer del pez
Hilador de tiempos y agua,
olas fraguadas,
dinteles en las pozas ,
abrazos de escamas.
Verso verde y palabra,
azul de tu mañana,
grises y mi piel,
mojada.
Lodos de oro y charca,
trucha y pez,
loco y anzuelos malvas.
Hilador de tiempos y agua,
río de zarzas,
de anhelos,
y corrientes claras.
Malva luz
Yo portaré tus sombras,
en la senda inquieta,
andaré al monte, del atardecer cansado,
del gris letargo tras de ti.
Beberé tu luz,
cuando sonroja el horizonte,
volaré entre alas albas,
gritaré tu nombre por si aún estás.
Y volveré mañana a esperarte,
estaré sobre la piedra azul,
de añiles y tormenta,
y de malva quietud...
Dios de sal
Anuncia el sabio
los dictados sordos,
que traen los ecos,
y fanales entre mares rotos.
Canto de lábil cantar
en garganta de torpes tordos,
acabando en el charco lodado,
y tus alas de sueños tardos.
Anuncia el sabio,
que no hay tempestad,
el aire aparta las nieblas,
de cegueras sin cribar.
Pero quizá,
los barcos vacíos,
gobiernen tú mar,
y tus palabras mojadas de sal.
Grietas
Si hablaran las piedras,
hablarían,
de las últimas hogueras humeantes,
que esparcían su humo añil por todo el valle.
Si hablaran las piedras,
andarían susurrando sus lluvias y el grito del hombre,
haciendo ecos entre sus gigantes grietas.
Pero entre sus silencios y sedas,
se acarician los aromas de miles de años,
parando a mis pies,
enredando mis manos.
Es la Magia agotada que espera, sentada al calor de la última tribu…
Pero el mago,
escondió en algún lugar las tormentas,
trajo la tierra,
y cubrió sus tesoros en el tiempo… entre arenas inquietas.
La mujer del pez
Hilador de tiempos y agua,
olas fraguadas,
dinteles en las pozas ,
abrazos de escamas.
Verso verde y palabra,
azul de tu mañana,
grises y mi piel,
mojada.
Lodos de oro y charca,
trucha y pez,
loco y anzuelos malvas.
Hilador de tiempos y agua,
río de zarzas,
de anhelos,
y corrientes claras.
Malva luz
Yo portaré tus sombras,
en la senda inquieta,
andaré al monte, del atardecer cansado,
del gris letargo tras de ti.
Beberé tu luz,
cuando sonroja el horizonte,
volaré entre alas albas,
gritaré tu nombre por si aún estás.
Y volveré mañana a esperarte,
estaré sobre la piedra azul,
de añiles y tormenta,
y de malva quietud...